Son el fuego y el hielo
No pueden estar juntos sin destruirse
Las chispas vuelan, las cosas se calientan
No coinciden, no conectan.


Se podía sentir la tensión proveniente de esa pequeña oficina. Todo estaba perfectamente ordenado. Las paredes llenas de diplomas y certificados, estos, prolijamente enmarcados. Cada cosa estaba en su lugar. Sobre el escritorio yacía una gran pila de papeles aunque un papel en especial se ubicaba justo en el centro del mismo. Los dos individuos estaban sentados uno enfrente del otro. Intercambiaban miradas. Podía notarse la ansiedad y el nerviosismo que contenían sus ojos.
Ella, que estaba sentada frente al escritorio comenzó a llenar el papel con letra prolija y legible. La angustia en su cara era más que notable aunque la cubría con una expresión de completa frialdad. Él, que estaba del otro lado observaba detenidamente todo lo que ella hacía, tratando de parecer relajado a pesar de que los nervios lo consumían.

"Tendré que llenar tanto este documento como los adjuntos, puede que me lleve más tiempo del previsto" Exclamó ella, incapaz de mirar a los ojos a su interlocutor.
Su voz era fría como el hielo.

"Está bien. No me matará esperar" Replicó él con indiferencia, mirándola fijo.


(15 años atrás)

Ambos se habían conocido en la secundaria, nunca se agradaron. Eran polos opuestos. Él era rebelde y ella siempre seguía las reglas. Ella era ambiciosa y él aún no sabía qué hacer con su vida. Se estarán preguntando ¿Qué fue lo que los hizo estar juntos? La respuesta era tan simple como respirar: La adrenalina y emoción que sentían al estar juntos.

"Vamos, princesa. Deja de hacer un escándalo y súbete a la motocicleta" Dijo él ya molesto.

"No, ni hablar, me rehúso completamente. ¿Quieres matarme, Duncan? Respondió Courtney, haciendo un berrinche en el medio de la calle.

"Ok, entonces vuélvete caminando sola a tu casa" Exclamó él enojado poniéndose el casco.

"¿Estás hablando en serio? ¿Vas a abandonarme en medio la noche para que vuelva sola a mi casa? ¿Y qué si me roban o aún peor ¡Me secuestran!" Replicó preocupada.

"Créeme, nadie va a aguantar tus gritos ni dos minutos seguidos. No creo que quieran secuestrarte" Duncan comenzó a reír. Courtney en cambio, estaba furiosa.

"Tú, estúpido delincuente. Insensible sin corazón, sólo te importa tu propia seguridad y…" Antes de que pueda terminar con sus reproches, Courtney fue cortada por Duncan el cual la besó suavemente en los labios. Ella, dejándose llevar por las emociones comenzó a besarlo pasionalmente.

Todos los días eran iguales: Pelea, Reconciliación y pelea nuevamente.
Esa era la forma en la cual se comunicaban.


(10 años atrás)

Luego de cinco años de estar de novios, decidieron ir a vivir juntos. Compraron un departamento en el centro de la ciudad, el cual Courtney consideraba que era perfecto, ya que quedaba cerca de su trabajo y no tendría que viajar largas distancias para llegar al mismo. Las peleas incrementaron, esto era inevitable, debido a que tenían que verse todos los días, desde la mañana hasta la noche.

Courtney volvía del estudio jurídico exhausta, tantos casos legales la volvían loca. Duncan estaba relajándose en el sillón, su trabajo no era tan demandante como el de ella.

"¡Duncan!" dijo Courtney gritando. "¡La casa es un completo desorden!"

"Puedo verlo, muñeca; todavía no estoy ciego. No puedo decir lo mismo de mis oídos, ¡Creo que me dejaste sordo!" respondió. Courtney tan sólo lo miró, frunciendo el ceño. Estaba a punto de estallar en gritos cuando Duncan dijo:

"¿Qué tal si te llevo a cenar?" Dijo él sonriendo.

"Duncan, llevarme a cenar no va a arreglar el hecho de que tú holgazaneaste todo el maldito día mientras que yo peleaba con otro abogado que quería robarme el caso. Mi teléfono no paró de sonar ni un minuto. Mañana tengo cita con el odontólogo a las 8.00a.m. Aún no pude sentarme a descansar y…" Con cada palabra, Courtney elevaba el tono de su voz.

"¿¡Puedes parar de gritar un segundo! Iba a darte esto en la cena, pero parece que la señorita 'Yo tengo muchas cosas que hacer' no puede darme un segundo de su tiempo" Molesto, Duncan buscó en su bolsillo y sacó una pequeña caja que contenía un elegante anillo.

"¿Qué demonios es eso?" Preguntó ella hostil.

"Es circular, cabe en el dedo. Creo que la gente normal lo llama anillo" Dijo Duncan con sarcasmo. La expresión de Courtney cambió. Esto la había tomado por sorpresa.

"Princesa, ¿Te casas con migo?" Courtney estalló en llanto, emocionada asintió con la cabeza y se abalanzó en los brazos de Duncan.
Era el día más feliz de su vida.


(5 años atrás)

Courtney estaba sentada en el baño, sosteniendo un test de embarazo.

"Positivo" dejó salir un suspiro. ¿Cómo lo tomará Duncan? Respiró hondo. Estaba esperando el momento justo para decírselo. Cuando vuelva del trabajo, pensó.

La puerta se abrió, era él. Courtney prendió la televisión en búsqueda de programas de bebes. Duncan se acercó a saludarla y vio lo que ella estaba haciendo.

"¿Qué haces mirando eso? ¿No era que te molestaban los llantos de los bebes, y que sean tan dependientes?" Dijo Duncan, preocupado del comportamiento de su esposa.

"Yo nunca dije eso" Exclamó Courtney mirándolo fijamente a los ojos.

"Ok, ok. Como quieras, princesa. Voy a bañarme"

"Espera" La voz de Courtney estaba llena de ansiedad.

"¿Qué pasa?"

"¿Qué piensas de los bebes, Duncan?"

"Están bien, creo" Dijo él, no sabiendo a donde Courtney se quería dirigir.

"¿Bien? ¿Sólo BIEN?" Courtney comenzaba a perder su temperamento. Duncan asintió.

"Y… ¿Quieres tener uno? Dijo ella, impaciente.

"¿Ahora? ¿En este momento? Estoy cansado, si no te diste cuenta recién llego del trabajo" Dijo él riendo.

"¡No estaba hablando ahora, Duncan! Me lo pones muy difícil. Estoy embarazada, vas a ser padre; quieras o no ogro"

Duncan se quedo tieso, paralizado.

"¡Di algo idiota! Lo sabía. ¡Sabía que al enterarte me ibas a abandonar y que no estabas listo para este tipo de responsabilidades! y que…"

Duncan se dirigió directo hacia Courtney y la abrazó. No necesitaron decir más palabras. El momento en sí era perfecto.

"Siempre juntos, princesa" Le susurró Duncan suavemente al oído.


(Hoy)

Courtney continuó llenando el formulario. La mirada de Duncan divagaba hacia todos los logros que ella había logrado, era la más exitosa abogada de toda la ciudad después de todo.

"Ya terminé" Dijo ella, su voz no denotaba emoción alguna. "Tan sólo necesito dos firmas tuyas aquí y aquí para que esté listo"

"Perfecto" Replico él, tomando el bolígrafo.

Vacilante, comenzó a firmar. Tomándose su tiempo. La última firma y se habría terminado todo.
Se podía ver como la tristeza que estaba sintiendo le subía a los ojos. La miró y le entregó los papeles. Ya había firmado.
Ya todo había terminado.

Se mantuvieron estáticos por unos minutos mirándose fijamente. Una lágrima corrió por la mejilla de Courtney. Ambos se pararon y dirigieron hacia la puerta.
Una última mirada. Duncan le sonrió, ella no dudó en sonreír en respuesta mientras miraba como él caminaba hacia su auto. Su perfecto cuento de hadas había llegado a su fin. Courtney volvió a su escritorio, contemplando con melancolía los papeles que anunciaban su divorcio.


Lleva un par de segundos decir 'Hola'
Y una eternidad decir 'Adiós'

Nací el día que te conocí
Viví mientras nos amábamos
Morí cuando nos separámos.