Bueno, saludos.
Primer capítulo de un LongFic AU que quiero llevar a al menos 50000 palabras, aunque con lo que tengo planificado tal vez llegue un poco más lejos.
Si estás leyendo esto, gracias, espero que te guste, no sé hasta donde llegaré pero al menos tengo una meta. Desde ya diré que no hay ningún Shipping confirmado, aunque hay muchos indicios de ello, incluso hay personajes que no si llegarán a aparecer, pero para saber eso tendrás que seguir leyendo.
"¿Alguien quiere decir algo antes de terminar la reunión?" Preguntó el muchacho de la máscara de tigre, una persona levantó la mano, entonces Tigre se sentó para que comenzara a hablar. "Habla Gato."
"Hace mucho que no tenemos miembros nuevos y muchos se han graduado recientemente, tengo miedo de pensar lo que será del club en el futuro próximo." Alguien levantó la mano, dando a entender que quería hablar; la chica con la máscara de gato lo miró y asintió con la cabeza antes de sentarse, dejándole así la palabra.
"Concuerdo con ella, en el último medio año perdimos a la mitad de nuestros integrantes. Deberíamos hacer correr los rumores nuevamente, probablemente de esa manera personas volverán." Sugirió la mariposa, la miembro más antigua en el lugar, observó a sus otros 3 compañeros. "Pronto solo serán solo ustedes tres."
"Haremos esto entonces." Intervino el lobo. "Dispersen el rumor por la escuela, de manera sutil, con cartas, hablando del tema o alguna especie de invitación a los que los rodean, que de esa manera nos recuerden. La próxima reunión veremos los resultados, y en caso de ser escasos, replantearemos correctamente la situación."
"¿Todos de acuerdo?" Preguntó el tigre, nadie se negó. "Hasta la próxima reunión entonces."
Silver abrió los ojos, desorientado, cegado por la luz que entraba por la ventana. Era un nuevo día, pero la noche había sido más larga de lo que le hubiera gustado, por lo que se encontraba más cansado de lo que debería. Miró su celular, faltaban 20 minutos para que sonara la alarma, por lo que decidió invertir ese tiempo en ayudar a preparar el desayuno. Salió de su habitación y caminó por el largo pasillo con cuidado de no hacer ruido, tarea tiránica teniendo en cuenta el estado del piso de madera. En cuanto llegó a la escalera bajó con dirección a la cocina, allí encontró a una mujer joven de cabello rubio, preparando algo para cuando todos se despertaran.
"Hola Lucy." Saludó el chico de ojos plateados, la muchacha giró la mirada para observar quien la había saludado, miró su reloj con curiosidad pensando por un momento que estaba atrasada, pues el pelirrojo solía ser de los últimos en despertarse por lo general, suspiró tranquila al ver que todavía tenía tiempo de sobra.
"Buenos días Silver." Dicho esto continuó con su trabajo, tomó una de las tantas tazas que había allí y por mera costumbre le echó dos cucharadas de azúcar y una de café, vertió agua hasta los 3/4 de la taza y leche hasta poco menos del borde, entonces le alcanzó la taza al muchacho junto a tres rebanas del pan que había estado cortando desde antes. Entonces tomó todos los dulces, manteca y demás, colocándolos estratégicamente en la mesa para que todos los que llegaran en los próximos 5 minutos pudieran tomarlos. "¿Cómo ha estado la escuela?"
"Bien, con Gold a mis espaldas molestándome y Chris ayudándome en mis estudios, como de costumbre." Había sido siempre así entre los tres, desde que entraron en la misma secundaria al menos, aunque con el chico de ojos dorados no era muy diferente de cuando eran pequeños. Sintió su celular vibrar, al revisarlo vio que tenía un mensaje, aunque ya sospechaba sobre que era. "Crystal se disculpa por no venir hoy, se quedó dormida mientras estudiaba."
"Dile que no se preocupe… y que no se sobre esfuerce tanto, si sigue así le va a dar algo a esa chica, debería cuidarse más." La rubia lo dijo en un tono maternal, a los ojos de Silver ella era como una gran madre de todos los que vivían en aquel lugar. "Y conseguirse un novio, no le vendría mal tampoco."
"Creo que tú con tus 22 años de soltera no eres la indicada para decirlo, siendo que no te tocan ni con un puntero láser." La mujer giró a mirarlo con odio y con la palma lista para golpearlo, aunque como ya lo veía venir esquivó el golpe fácilmente. Silver sonrió disimuladamente, pensando que jamás se cansaría de esas pequeñas bromas, antes cuando su hermana estaba presente allí las mañanas eran más animadas, pero ahora también era entretenido. "Gracias por el desayuno."
"Lo has dejado por la mitad." Dijo Lucy recogiendo la taza. "¿Tienes prisa?"
"Pasaré a buscar a Chris camino a la escuela, me olvidé algo en su casa." Dicho esto volvió a su habitación para ir a tomar su mochila, sería un día largo.
Se acomodó nuevamente sus lentes mientras escuchaba a la profesora, aunque no era como si necesitara lentes, ni que escuchara realmente lo que decía aquella mujer, después de todo solo repetía las palabras del libro. Por un momento se preguntó para que les recitaba completamente de memoria aquellas palabras, siendo alguien de saber podría resumirles el tema en una explicación más corta y que pudieran seguir mejor. Ya iban 20 minutos de ese monologo cuando escuchó un pequeño golpe detrás de ella, al darse vuelta notó que un compañero de clases había caído dormido.
"Yellow, ¿Qué es lo que ves tan interesante allí detrás?" La rubia giró la mirada hacia su profesora, no era que fuera intimidada por la mujer mayor, más bien el problema era que no le gustaba llamar la atención debido a su timidez. Intentó pensar una respuesta rápida sin involucrar a su compañero, pero la mirada intensa sobre ella y el hecho de que todos se giraron a verla no ayudaba en absoluto.
"Sentí un ruido y me giré sin pensarlo." No mentía, solo omitía a su compañero que aún permanecía dormido. ¿Por qué la vio a ella y a él no?, tal vez era porque estaba sentada primera en la fila.
"Eso sucedió por estar desconcentrada, ¿Acaso no te enfocas en la clase?" Le regañó, Yellow maldijo su suerte, cualquier otro profesor lo hubiera dejado pasar de largo, pero ella se encontraba en la clase de historia. "Veo que sus ojos no son lo único que está mal con usted, debería prestar más atención, sus notas no le sobran."
"Si profesora." Dicho esto la mujer volvió al frente para seguir con la clase. La muchacha notó algunas risas disimuladas de parte de sus compañeros, sabía que se reían de ella, siempre lo hacían.
No le gustaba estar allí, no le agradaban sus compañeros, y este año solo le habían tocado dos profesores buenos, él resto eran demasiado exigentes o se llevaban mal con la clase, provocando problemas de los cuales no podía escapar, se sentía arrastrada por su alrededor. Sintió que algo la golpeó en la cabeza, solo era una pequeña bola de papel, no necesitaba ni revisar para saberlo. Pronto sintió otra, y otra más, y antes de darse cuenta una docena de ellas estaban tiradas a su alrededor, todas ella habiendo impactando en su objetivo.
Le hubiera gustado decirle a su profesora para que los detenga, pero estaba consciente de que si lo hacía se volvería peor, como en el pasado. Quería evitar problemas a toda costa, inclusive si eso significaba soportar este tipo de molestias, mientras no saliera lastimada todo estaría bien. Juntó las bolas de papel del piso y las guardó en su mochila, de esa manera la profesora no las vería. Miró de reojo al resto de su clase, algunos prestaban atención, otros sonreían disimuladamente y el restante seguía durmiendo.
De repente la compañera a su lado le pasó un pequeño papel, lo tomó y lo abrió leyendo el mensaje dentro. ¿Trajiste dinero o almuerzo? Miró a su compañera, captando su atención, y entonces negó con la cabeza, le devolvió el papel y miró al frente, observando el pizarrón escrito con varias preguntas para responder. ¿Cuándo las escribió aquella mujer?, solo suspiró, evitar problemas también significaba trabajar en clases, eso no le molestaba, solo era que no le gustaba historia.
"Así que… ¿Escucharon los rumores?" Dijo un chico de su clase, el muchacho del gorro agudizó su oído, sentía curiosidad. No muy lejos de él la chica de los colmillos se levantó de su asiento y se acercó al grupo para escuchar mejor. "Dicen que el Club de las Máscaras ha vuelto."
"¿Qué es eso?" Preguntó Sapphire, la mayor parte de la clase la miró raro, sorprendiéndose de que no supiera sobre qué hablaban.
"Es un club anónimo, no se sabe mucho de él, inclusos algunos dicen que solo es un mito urbano." Explicó, ninguna otra persona de la clase podría decir algo diferente pues nadie sabía con certeza algo sobre el misterioso grupo. "Solo sé que hay una especie de vacante y quieren que se unan más personas, pero los invitados son elegidos al azar de un grupo selecto por los miembros." Ruby escuchó con atención, no estaba familiarizado con esas cosas y menos aún tenía intensión de saber sobre ello, pero sabía que la conversación se pondría interesante y haría cualquier cosa con tal de matar el tiempo.
Finalmente se habían desviado del tema y se fueron por las ramas, tal y como el chico de ojos carmesí supuso, sin embargo él estaba concentrado en otra cosa. Observó detenidamente a cierta castaña, tenía una expresión impresionada por lo que escuchaba, casi ingenua, a pesar que generalmente mostraba una mirada tosca y de pocos amigos. Había sido casualidad que hubiera quedado en la misma clase, o eso fue lo que le gustaría pensar, pues estaba casi seguro que había sido alguna especie de plan de parte de sus padres.
¿Razón?
Bueno, para comenzar eran vecinos, en segundo lugar sus padres eran amigos desde jóvenes y por último ellos se conocían de pequeños, aunque no lo recordaran en absoluto. Por un momento Ruby pensó seriamente en que ella podía ser la niña que conoció de pequeño, esta idea fue rápidamente descartada luego de que conversaran un rato. Fue durante la cena del primer día que llegaron, él, sus padres, ella y su padre (divorciado según el chico), hablaron como si no se hubieran visto hace años, luego se enteró que así era, habían pasado tiempo sin hablar.
Pasó el tiempo, la cena terminó y él se dirigió a la sala de estar para continuar conversando con la muchacha mientras los adultos seguían en la cocina. Ahí dejaron lo más importante en claro, ellos no se recordaban entre sí, y además, no se llevaban del todo bien. A ella le gustaban las peleas, los deportes, tenía un comportamiento tosco y no era la muchacha más brillante, era la mujer menos femenina que jamás había tenido el gusto de conocer. Ruby tenía otros gustos, como la cocina, la moda o dibujar, también le agradaba escuchar música mientras hacía alguna manualidad o investigaba el trabajo de grandes estilistas.
Ella tenía un humor burlón, desde un principio le gustó molestarlo y él no era ningún tonto como para no responder, debía admitir que esa chica lo irritaba con facilidad, a pesar de ser tranquilo la mayor parte del tiempo. El problema fue cuando por las malas descubrió que ella era de sangre caliente, comenzaron una discusión que no se fue a los gritos porque la presencia de su padre evitaba que haga algo estúpido, sin embargo esto no evitó que la chica intentara golpearlo. Finalmente ambos miraron a un lado, molestos con su compañero, desde entonces se ignoraron a pesar de ser vecinos y mirarse la cara todos los días.
"Oye, princesa, ven aquí." Sabía que era ella, no por el apodo que aún le molestaba, sino por su voz, ¿Cómo diablos alguien como ella podía tener un tono tan dulce? Ironías de la vida supuso, se levantó de su asiento de manera perezosa, era martes después de todo, solo era un poco menos peor que un lunes. Cuando se acercó a la chica ésta lucía un poco nerviosa, como si estuviera por hacer algo del que no estaba del todo segura, entonces le dio una bolsa. "¿Te puedo pedir que lo arregles?"
"¿Qué?" Le sorprendió un poco el hecho que le pidiera un favor, revisó el contenido de la bolsa y vio una camisa azul a rayas dentro, a simple vista notó varias costuras rotas, volvió a mirar a la chica. "¿Qué hiciste?"
"Dentro de poco es el cumpleaños de papá y fui a comprarle un regalo, entonces me metí en una pelea… y rompieron el regalo." Ruby le lanzó una mirada acusadora, dando a entender que esto había sido su culpa, Sapphire suspiró. "Yo no quería pelear, ellos se metieron conmigo una vez, ahora solo volvieron a atacar. Mira, sé que eres bueno en esto, solo es un pequeño favor, por papá." Debía admitir que su vecino le caía bien, cómo se había relacionado un científico como él con un policía como su padre no lo sabía, pero era un buen tipo.
"¿Me pregunto por qué debería hacer esto luego de que te rieras de mí y de mis gustos?" Cuestionó, la chica no dijo nada, solo hizo una mueca de remordimiento. Debía admitir que era un libro abierto, si ella en ese momento sentía culpa era porque una parte de ella se estaba arrepintiendo de haber hablado de más. Guardo la bolsa en su mochila para sorpresa de la muchacha, entonces la miró con indiferencia. "¿Y esa cara?, sería una lástima que tu padre no recibiera un regalo de parte de su única hija, no lo hago por ti."
"Gracias, te debo una." Dijo Sapphire, inmediatamente una idea cruzó por la mente del chico, la miró de pies a cabeza, tenía una buena figura, cercana al promedio. No dijo nada, se guardaría la propuesta para otra ocasión, sin embargo la chica se quedó con un mal presentimiento acerca de la mirada que le proporcionó Ruby. "¿En qué pensaste?"
"Te lo diré si veo la necesidad." Dicho esto volvió a sentarse en su lugar centrado en sus pensamientos, definitivamente podía ser una buena oportunidad si lograba convencerla.
"¿Qué sucede señorita?"
"Nada Sebastián, solo estoy un poco nerviosa por mañana."
"Ya verá que todo estará bien."
Si llegaste aquí es porque te tomaste el tiempo de leer este humilde fic, así que gracias.
Segundo, tal vez hayas notado algunos detalles, como que Yellow lleva lentes o a Lucy, que en realidad es un OC mio en esta historia. Todo lo que notes raro son puntos importantes de la historia, así que tenlos en cuenta.
Si te gustó déjame tu opinión, así sabre que estoy escribiendo bien, y si no, también mándame una review, de esa manera podré corregir mis errores. Intentaré publicar una vez cada semana (y si no cada dos), así que mantente alerta sobre esta historia.
Saludos, BlackCat.~
