Había pasado más de un año desde los acontecimientos de Tartaros y en Fiore volvió a reinar la paz.

Todo volvió a la normalidad, incluso en Fairy Tail. Que restauraron el gremio y volvieron a la rutina de misiones, juergas y peleas. Todo volvía a estar tranquilo, y aun así los gremios acudían a ayudar a la gente, detener a bandidos, derrotar monstruos y más.

En la actualidad, el equipo de Natsu había regresado ileso de una misión.

-¡Qué bien me ha sentado golpear a esos ladrones! –exclamó sonriente el chico pelirosa llamado Natsu.

-¡Aye sir! –dijo el gato azul alado de nombre Happy, que iba volando a su lado.

-Pero si por vuestra culpa solo hemos recibido parte de la recompensa. –dijo la rubia que las acompañaba, cuyo nombre era Lucy. –Así no podré pagar el alquiler…

-Ya verás como la próxima vez ganamos más joyas. –trató de animar el chico.

-Eso si no destruyes todo lo que pasa cerca de ti, cerebro chamuscado. –dijo el pelinegro semidesnudo llamado Gray que también iba con ellos.

-¡¿ACASO QUIERES PELEA?! –gritó enfadado Natsu mientras chocaba la frente de rival y emitía un aura roja y ardiente.

-¡COMO QUE NUNCA ME GANARAS! –contestó esta vez Gray mientras que en su caso producía un azulada y fría.

-¿Acaso estáis discutiendo? –dijo la pelirroja llamada Erza mientras miraba a los dos chicos de una forma asesina y preparada para golpearles si continuaban peleándose.

-¡No, tan solo decíamos que somos los mejores amigos del mundo! –dijo apresuradamente Gray mientras abrazaba a Natsu, temblando de miedo.

-¡Aye! –continuó Natsu de la misma manera que Happy. Y al igual que el pelinegro, abrazado a él y temblando.

-Y ahí llegó el Happy nº 2… -dijo Lucy. -¡Ah! ¡Ya casi llegamos al gremio, démonos prisa! –y en ese momento empezó a correr lo más rápido que podía (a causa de que llevaba tacones). Pero cuando pasó enfrente de un callejón, la chica vio un fuerte destello y poco después escuchó unos gritos, haciendo que se detuviera.

-¿Qué ocurre, Lushi? –preguntó Happy mientras que él y sus compañeros se acercaban hacia la rubia.

-He escuchado algo. –dijo mirando al callejón, dio unos pasos para ver mejor el lugar y a unos más adelante de ella vio un grupo de 3 chicos, una chica junto a una especie de conejo amontonados en una pequeña montaña.

Debajo del todo, había un hombre alto y moreno. De pelo puntiagudo y negro y ojos afilados de color carmesí. Iba vestido con una armadura de colores negros y rojos decorados con alguna media luna negra, un casco también rojo con el mismo dibujo de la luna y una katana enfundada y atada a su cintura.

Encima de este había un sonriente rubio de ojos azules y también alto. Iba vestido con un abrigo blanco con decorados azules y unos guantes negros.

Casi en la cima se encontraba un chico más joven que aquellos dos que estaba debajo de él. Tenía el pelo castaño y corto y los ojos del mismo color. Iba vestido con una camisa sin mangas y cuello alto de color negro oculto tras una capa marrón tirando a verde, unas gafas de piloto y unos pantalones abombados de color blanco, decorado con unas tiras negras con un círculo negro a cada lado.

Y ya en la cima, se encontraba una chica de la misma edad que el joven. Tenía el pelo castaño (más claro que el del chico que estaba debajo) y corto, exceptuando en los mechones delanteros de su cara. Vestida con una camisa ancha de manga corta que le llegaba hasta encima del vientre de color blanco y decorado con patrones de color rosa oscuro, gemas azules y bordes dorados, unos pantalones abombados también de color blanco junto con un faldón con el borde también rosa oscuro y blanco. Y en su cuello tenía un ajustado collar de oro.

La chica abrazaba a esa especie de conejo blanco de largas orejas y patas cortas. Sus ojos eran tan alargados que eran imposibles de sus ojos completamente y en su frente tenía una gema roja. También en su oreja izquierda, llevaba un pendiente del mismo color que la gema.

-¡Hemos llegado a otro mundo! –exclamó esa cosa parecida a un peluche de felpa. Poco a poco estos se fueron levantando del suelo y miraron a su alrededor, sin darse cuenta de que eran observados.

-Este no es mi mundo, bollo blanco. –dijo el pelinegro de ojos rojos completamente serio.

-Ni el mío tampoco. –dijo esta vez el rubio con una sonrisa. –Estoy a salvo por ahora.

-¿Puedes localizar alguna pluma, Mokona? –preguntó el joven.

-Mmm… -meditaba el "conejo" de nombre Mokona. –Siento la pluma, pero se encuentra muy lejos de donde estamos. Además, noto un montón de magia en el mundo en el que estamos.

-Esto… -interrumpió en ese momento la rubia, que les miraba extrañada. -¿Quiénes sois?

-Ah, disculparnos pero es que acabamos de llegar aquí. –empezó el rubio.

-¿En qué lugar estamos? –preguntó el chico de pelo castaño.

-Os encontráis en Magnolia. –respondió Erza acercándose al lado de Lucy. -¿Sois de algún gremio de magos?

-¿Gremio de magos? –preguntó la chica curiosa.

-Un lugar lleno de personas como tú, Fye. –volvió a hablar el animalillo blanco.

-Lo que faltaba… -dijo serio el pelinegro mientras se apoyaba en la pared. –Yo lo que quiero es regresar a Japón para proteger a Tomoyo lo más rápido posible.

-Verán, estamos buscando algo valioso para ella. –dijo el joven mirando a su compañera. –Es una pluma con poderes, ¿la habéis visto? –el grupo de magos se miraron entre sí por si alguno había visto algo extraño cuando volvían de la misión o si habían visto algo similar.

-No hemos visto nada. –respondió la rubia por su grupo.

-¡Pero podríamos ayudaros a buscarlo! –interrumpió en ese momento el pelirosa.

-¿De verdad? –preguntó la chica ilusionada.

-Claro, os ayudaremos. –dijo esta vez Gray, aunque cuando le vieron los extranjeros lo vieron con una gotita de sudor en la frente.

-Gray… por favor ponte algo de ropa antes de que les traumatices… -dijo Lucy señalándole. Gray nada más verse como su madre le trajo al mundo, gritó sorprendido y empezó a buscar apresuradamente su ropa por el suelo.

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El equipo de Natsu junto a los aventureros llegaron a Fairy Tail, en donde les recibieron con una gran fiesta que había empezado desde hace un par de horas.

-¡Ya estamos en casa! –exclamó Natsu nada más patear la puerta del gremio.

-Bienvenidos. –saludó la peliblanca camarera llamada Mirajane. –Ara… ¿Quiénes son los que os acompañan?

-Acabamos de llegar a Magnolia. –respondió el chico pelicastaño. –Estamos de viaje buscando una pluma con grandes poderes, ¿por casualidad no lo habrá visto?

-No, no he visto nada inusual durante estos días. –respondió la peliblanca. –Pero tal vez el maestro sepa algo sobre esa pluma.

-¿Y dónde le podemos encontrar? –preguntó el chico.

-Ahora mismo se encuentra en una reunión del consejo. –respondió esta vez Lisanna, la hermana pequeña de Mirajane. –Dentro de unas horas estará de vuelta.

-Muchas gracias. –agradeció inclinando la cabeza.

-Una cosa más, ¿ya sabéis donde os vais a quedar mientras estéis en Magnolia? –preguntó Lucy acercándose a ellos.

-Pues no tenemos ni idea. –habló la chica. -No sabemos cuál es la moneda de aquí ni tampoco sabemos dónde hospedarnos.

-Tal vez podríais quedaros en el gremio, hay habitaciones suficientes para los aventureros que vienen por aquí, ¿verdad Mira? –dijo la rubia.

-Sí, pero hay un pequeño problema. –empezó a decir Mira. –Y es que solo nos queda una habitación con dos camas. Y ellos son 4 y un... –calló mientras pensaba en cómo decir al animalillo blanco.

-¡Soy Mokona Modoki, pero todos me llaman Mokona! –dijo felizmente el conejo.

-Es cierto, no nos hemos presentado. –dijo el chico tras darse cuenta. –Yo soy Syaoran.

-Yo soy Sakura. –habló esta vez la joven. –El rubio que nos acompaña es Fye, y el que está sentado en ese rincón con vuestros amigos –decía mientras señalaba a su acompañante pelinegro, sentado al lado del chico de piercings llamado Gajeel y su gato Pantherlily alias Lily- es Kurogane.

-Yo soy Lucy. –se presentó la rubia. –Y ellas son Mirajane y Lisanna. –presentó a las hermanas. –Los que han estado conmigo son Natsu, Happy, Erza Gray. Natsu es el pelirosa con bufanda que se está peleando ahora mismo con el pelinegro que es Gray. –dijo señalando a sus dos compañeros en plena discusión, en la otra punta del gremio. – La que ahora está parando la pelea entre ellos es Erza. –dijo aun mirando al mismo lugar, en donde en ese momento llegaba la pelirroja deteniendo al instante la discusión entre estos. –Y Happy es el gato azul con alas.

-Encantada de conocerte, Lucy-chan. –dijo Sakura.

-El placer es mío. –dijo la rubia con una sonrisa.

-Ahora volviendo al problema, ¿Dónde nos quedaremos al final?-interrumpió Syaoran en ese momento.

-¿Porque no os quedais vosotros tres en casa de Lucy mientras que vuestros compañeros se quedan en el gremio a pasar la noche? –recomendó Mira.

-A mí me parece bien, ¿a vosotros os gusta el plan?

-¿No te molestaríamos?

-Claro que no, excepto si entráis por la ventana u os coláis en el cuarto de baño cuando estoy presente como hace Natsu... –dijo recordando las veces en que el pelirosa interrumpió en su casa. –Pero por lo demás claro que sí, estáis más que invitados.

-¡Muchas gracias! –exclamaron felizmente Sakura y Mokona.

-Estamos eternamente agradecidos contigo, Lucy-san. –dijo educadamente Syaoran.

-Por favor, nada de san. Me hace sentir como cuando vivía en mi antigua casa. –dijo nerviosamente la rubia, ya que nunca le gustó en que la trataran como alguien importante como lo era antes. –Con Lucy está bien.

-De acuerdo, ahora mismo les daré las llaves de la habitación a vuestros amigos. Pero por ahora descansar y comer algo, seguro que estaréis cansados. –dijo Mirajane con una sonrisa.

-Y no os preocupéis por el dinero, os invitamos nosotras. –habló esta vez Lisanna, también sonriente.

-¡Muchas gracias a todas! –agradeció de nuevo Mokona.

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Después de descansar y comer un poco llegó la noche. Lucy avisó de que se iba junto a Syaoran, Sakura y Mokona y les advirtió a sus compañeros de equipo que no vinieran hoy a su casa. Los 3 aventureros se despidieron de sus amigos hasta el día siguiente, y tras despedirse, los 4 se marcharon en camino a la casa de la rubia.

Caminaron durante unos cuantos minutos hasta llegar al edificio en donde vivía Lucy. Subieron hasta el segundo piso y abrió la puerta de su casa. Aunque era pequeña, había espacio para una cama más.

-Ahora mismo traeré la colchoneta inflable. Uno dormirá en mi cama y otro en la colchoneta. –explicó Lucy.

-¿Y tú dónde dormirás Lucy-chan? –preguntó preocupada Sakura.

-Yo dormiré en el sofá. –respondió la rubia pensando en donde había dejado por última vez la colchoneta.

-Yo puedo dormir en el sofá, no tengo ningún problema. –dijo en ese momento Syaoran.

-Pero... –empezó a decir pero fue interrumpida por el chico.

-Insisto.

Se quedaron durante unos segundos en silencio hasta que Sakura decidió hablar.

-¿Y porque no dormimos juntas?

-¿No te molestaría? –preguntó Lucy.

-Que va, me gustaría dormir contigo, Lucy-chan. –dijo la castaña mientras tomaba las manos de la rubia con una sonrisa. Syaoran miraba sonriente a Sakura desde donde se encontraba.

-De acuerdo. Durmamos juntas. –declaró la rubia.

-¡Yo también quiero dormir con vosotras! –interrumpió Mokona en ese momento.

-Muy bien Moko-chan. –dijo Sakura abrazándola.

-Voy a buscar la colchoneta y después prepararé una cena para chuparse los dedos. –habló Lucy mientras caminaba hacia su armario. Abrió la puerta de este y empezó a buscar la colchoneta inflable entre sus cosas. Después de unos pocos minutos lo sacó junto a un inflador y lo extendió en el suelo junto a su cama, conectó el inflador y les preguntó a sus huéspedes:

-¿Alguien lo puede inflar por favor? –pidió. –Así empiezo a cocinar antes.

-Ya lo hago yo. –se ofreció Syaoran mientras se arrodillaba frente al se sentó en el suelo junto a él y le explicó los pasos que debía hacer para inflar la cama. Nada más terminar, se levantó y caminó hasta la cocina.

-Nosotras te ayudemos a cocinar. –dijo Mokona en su nombre y en el de Sakura.

-Vale, tengo pensando preparar… -les decía Lucy mientras entraba a la cocina. Mientras que Syaoran se encontraba solo inflando el colchó, aun pensando en donde podría estar la pluma. Pero regresó de sus pensamientos cuando de repente, la ventana que estaba junto a la cama de Lucy se abrió de golpe.

-Qué raro… -pensó el chico mientras se levantaba del suelo. –Si cuando hemos llegado no ha habido ni una gota de viento. –Y cuando se acercó a la ventana para cerrarla, cayó encima de él el compañero pelirosa de Lucy.

-¡AH! –exclamaron Natsu y Syaoran al mismo tiempo mientras caían encima de la cama de la rubia.

-¿Qué te ha pasado Syaoran? –preguntó Lucy entrando rápidamente a la habitación, que justo nada más ver a su mejor amigo en casa gritó molesta. –NATSU, ¿ES QUE NO HAS ESCUCHADO LO QUE DIJE ANTES EN EL GREMIO?

-Perdona, es que estaba distraído en ese momento. –dijo un poco asustado con el grito de la rubia.

-¿Y porque has entrado por la ventana? ¿Es que no te han dicho nunca para que están las puertas? –replicó de nuevo.

-Es que por la ventana es más fácil entrar a tu casa. –respondió Natsu sudando frío. Mientras que los magos discutían, Syaoran se había alejado un poco de ellos y se acercó a Sakura y a Mokona, que habían entrado a la habitación tras escuchar los gritos de la rubia. Mientras que los dos estaban mirando sin saber qué hacer en estos casos, Mokona susurraba con los mofletes sonrojados mientras juntaba sus patitas cerca de su boca.

-Parecen una pareja amorosita… -dijo sonriendo, refiriéndose a Natsu y a Lucy.

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Después de esa pequeña discusión, los chicos inflaron la cama mientras que las chicas prepararon la cena. Comieron todos juntos, incluyendo a Natsu que al final se auto invito.

Cuando terminaron, recogieron los platos y cubiertos y los limpiaron. Nada más terminar, Natsu habló:

-Syaoran, ¿puedo hablar contigo un momento?

-Claro, ¿Qué es lo que pasa? –preguntó el castaño extrañado.

-Salgamos afuera un momento. –dijo caminando hacia la ventana. La abrió y salió por ella.

-¡PERO USA LA PUERTA! –gritó Lucy que estaba presente.

-Enseguida vuelvo, hime. –le dijo el chico a Sakura. Lucy se quedó extrañada por cómo se comportaba el chico con su nueva amiga.

-Ten cuidado Syaoran-kun. –sonrió la castaña.

-No tardéis. –dijo esta vez Mokona, haciendo que Syaoran asintiera mientras salía por la puerta.

-Menos mal que hay alguien que tiene la educación de usar la puerta. –dijo Lucy para sí misma. –Bueno Sakura, ¿quieres que vayamos a darnos un baño?

-Claro, ¿tú quieres Moko-chan? –preguntó mientras miraba a Mokona.

-No gracias, creo que iré a dormir. –respondió saltando de los brazos de Sakura hasta la cama de la rubia. Nada más llegar a la almohada, se tumbó y se quedó dormida al instante.

-Vale, que tengas dulces sueños. –susurró la castaña para no despertarle. Entraron al cuarto de baño y cerraron la puerta por si acaso los chicos llegaban antes de que terminaran.

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Natsu y Syaoran caminaban por los alrededores para no alejarse demasiado de la casa de Lucy, y mientras que caminaban tan solo escuchaban los sonidos de la noche además del agua del río fluir. Caminaron en silencio durante varios minutos hasta que Syaoran decidió empezar la conversación.

-Y bueno, ¿de qué querías hablarme? –le preguntó al pelirosa.

-Sé que no sois de aquí. –respondió. –Ni tampoco de este mundo. –continuó, dejando impresionado al chico. –Lo sé porque tengo buen olfato. Así que dime, ¿Quiénes sois vosotros y que hacéis aquí?

-Como ya dije antes, hemos venido en busca de una pluma muy valiosa para nosotros.-respondió Syaoran algo nervioso.

-¿Y porque una pluma? –preguntó mientras que le miraba fijamente.

-¡Porque son los recuerdos de Sakura! ¿De acuerdo? –explotó en ese momento el castaño, callando a Natsu. Este aún seguía mirándole, esperando a que le contara todo, así que Syaoran tomó aire antes de empezar a relatarle todo. –Verás…

Mientras que dentro de la casa, Lucy y Sakura se encontraban bañándose juntas y charlando tranquilamente.

-Por curiosidad… -empezó a decir Lucy. -¿Desde cuándo os conocéis Syaoran y tú?

-Pues le conocí cuando me desperté un día. –respondió Sakura recordando. –Al decir verdad, yo vengo de un reino llamado Clow, que está rodeado de un gran desierto y unas ruinas en las afueras de la ciudad. En ese lugar yo era la princesa mientras que mi hermano mayor era el rey.

-Un día, cuando fui a las ruinas para seguir con las excavaciones, descubrí un dibujo en forma de unas alas grabados en el suelo. Y además allí también me encontré con Sakura pero en ese momento se encontraba en un estado inconsciencia, como si estuviera actuando sin enterarse. Cuando la pregunte que hacía ahí, el suelo se abrió y ella cayó en la planta inferior. –narraba Syaoran mientras que Natsu escuchaba atentamente la historia del muchacho y esperaría a preguntar hasta que terminara. –Cuando fui en su búsqueda, estaba flotando cerca de una pared con el mismo dibujo y poco después, de la espalda de Sakura salieron unas alas brillantes similares. Trepe hacia ella mientras que estaba siendo absorbida por esa pared y antes de que desapareciera por completo, salte y la aparte de ahí. Caímos contra el suelo y nada más impactar, las alas desaparecieron volviéndose en cientos de plumas que empezaron a flotar hacia el cielo nada más liberarse. –Syaoran tomo un poco de aire antes de seguir con la historia. Recordaba perfectamente lo mal que lo paso cuando vio que Sakura no se despertaba. –Se encontraba inconsciente y su piel estaba helada, asi que corrí hasta la salida para llegar lo antes posible hacia palacia. En la salida vi su majestad y al gran sacerdote, que se encontraban peleando contra unos invasores en las puertas de las ruinas. Me acerque a ellos y mientras que el rey peleaba, el sacerdote miró como se encontraba Sakura.

-¿Y qué le pasaba? –preguntó Natsu.

-Había perdido todos sus recuerdos. Las plumas eran sus recuerdos y su corazón. Y todas se habían desperdigado por varias dimensiones, y si no las recuperábamos lo antes posible, moriría. Así que el rey me encargó a Sakura y el gran sacerdote me teletransportó hasta la bruja dimensional. En donde también conocí a Fye y a Kurogane.

-La bruja dimensional puede concederte el deseo que quieras a un precio equivalente a lo que quieras pedir- explicó Sakura. –No he podido verla en persona, pero gracias a Mokona la he podido ver.

-Fye-san quería huir por las dimensiones a cambio de no volver a su propia dimensión, y Kurogane que había sido arrastrado hasta aquí quería volver a su dimensión. –seguía contando el castaño. - Yo lo que quería es salvar a Sakura. Da igual lo que costara. Así que a la bruja se le ocurrió que nosotros viajáramos juntos en busca de las plumas, así Fye podría cambiar de dimensión, buscaríamos el de Kurogane y yo podría buscar las plumas. Pero aun así, los 3 tuvimos que pagar cada uno un precio por ello.

-Por lo que me contaron, Fye-san le entregó un tatuaje que llevaba en su espalda mientras que Kurogane-san le dio a la bruja su katana más valiosa… -siguió narrando la castaña.

-¿Y qué le dio a cambio Syaoran? –preguntó Lucy.

-Nunca me lo ha dicho… -respondió Sakura, dejando extrañada a la rubia.

-Le entregue a cambió mis recuerdos con ella. –respondió Syaoran a Natsu, que también le había formulado la misma pregunta. –Cada vez que le regresara una pluma y en ella tenía recuerdos sobre mí, yo no aparecería en ellos. Y cuando Sakura tratara de recordarme, el trato que hice con la bruja hace que se le olvide al instante.

-Qué triste… -comentó Natsu seriamente tras escuchar esa parte.

-Por eso estoy buscando las plumas, y las encontraré cueste lo que cueste.

-Cuando me desperté esa vez, Syaoran me explicó sobre las plumas y que debíamos de buscarlas. Y aunque fuéramos desconocidos, siempre ha estado protegiéndome y buscando mis plumas sin descanso. Por eso, estoy completamente agradecida. Aunque al decir verdad, también me preocupa que se lastime por mi culpa ya que muchas veces ha terminado exhausto, y todo por mi culpa. Por eso trato de ayudarle todo lo que pueda.

-Sé lo que se siente… -habló Lucy nada más terminar de escuchar a su amiga. –Natsu me ha salvado de muchos apuros. Pero siempre termina herido y agotado. Por eso trato de ser más fuerte, para poder protegerle a él y a mis amigos.

-Y sé que lo lograrás, Lucy-chan. –dijo Sakura sonriendo. Tras esto decidieron salir de la bañera y ponerse el pijama. Lucy le prestó uno de sus pijamas para que la castaña no fuera con su ropa.

-Mañana iremos a comprarte ropa. –dijo Lucy al ver a Sakura con su ropa puesta. –Para ti y para los demás.

-Ya hemos vuelto. –dijo Syaoran entrando por la puerta mientras que Natsu entraba por la ventana.

-Deja de entrar de una vez por la ventana… -dijo cansada la rubia.

-Perdona ya me iba. –se disculpó Natsu. –Nos vemos mañana, Luce. –entonces saltó una vez más por la ventana, haciendo que Lucy la cerrara nada más saltar.

-Este chico no tiene remedio… -suspiró. Tras esto, todos se fueron a dormir menos Syaoran, que se quedó medio despierto velando por Sakura…

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Yey~ Al fin el primer capítulo de mi crossover terminado *o*

Os preguntaréis ¿Por qué Tsubasa Chronicle y Fairy Tail? Pues porque además de ser mis 2 animes favoritos, es porque yo creo que saldría una combinación muy curiosa. Y también las cosas que tengo pensadas son graciosas (sobre todo las partes en las que intervienen Mokona y Happy) este crossover será sobretodo SyaoSaku y Nalu. Aunque también estoy pensando seriamente en añadir más parejas. Pero dejemos que decida el tiempo. X3

Este crossover tendrá más o menos 5 capítulos y ya casi tengo la historia pensada y de cómo seguirá. Pero con el tiempo también puede que haya algunos cambios. Pero esa parte también se verá. :3

También a partir del siguiente capítulo creo que empezaré a contar curiosidades que me he ido fijando cuando escribía el crossover y tal. xD

Sobre mi fic de Fairy tail "Buscando el amor" puede que me retrase a la hora de publicar el último capítulo, pero es que ya este lunes vuelvo al colegio ;3; Lo bueno es que iré solo 3 días porque el jueves vuelvo a tener puente. xD Y durante esos días aprovecharé para terminar el fic.

Y esto ya no tiene nada que ver pero… estoy emocionada porque mañana iré a una convención con mis amigas e iré cosplayeada de Konata Izumi (seh, la de Lucky star) y con el uniforme de Haruhi Suzumiya (con la cinta y todo). xD Y espero poder sacarme hartas fotos. :3 Pero aunque tenga mañana convención, me iré tarde a dormir porque no me pienso perder capítulo de esta semana de FT e^e He dicho(?) xDu

Asi que por ahora, me despido de todos ustedes hasta la próxima. n.n

Bye~