Yours.
Notas:
El título viene de la canción Yours de Vera Lynn.
Esto es algo así como un tributo a los trabajos del usuario George deValier. Galletas virtuales a quien sepa quién demonios es, y de dónde salió la idea para esta historia.
Madrugada del 9 de abril, 1940.
Værløse, Dinamarca.
Pocos minutos habían pasado desde que la invasión alemana se notificó a los cuerpos de las fuerzas armadas danesas.
Las escasas defensas estaban siendo neutralizadas rápidamente por los invasores, quienes llegaban por tierra, cielo y mar hasta los principales puntos estratégicos que buscaban.
Reclamaban los alemanes estar protegiendo al pueblo danés de un potencial ataque británico. El teniente de la fuerza aérea, Simon Densen, no se iba tragar ninguno de esos cuentos; no después de las recientes e incesantes invasiones alemanas a sus vecinos.
En la base aérea de Værløse, llegaban las noticias de cada movimiento alemán, y los superiores daban órdenes de aquí para allá, mientras los pilotos despertaban de sus letargos.
El teniente Densen había estado sentado tranquilamente, escuchando la radio junto a su querida Monica (uno de los pocos Fokker DXXI en los hangares) y cantando de forma holgazana cualquier canción que iniciara, mientras esperaba a poder despegar su avión en lo que los alemanes llegaban a la base. Escuchó órdenes erráticas viniendo de los audífonos que tenía colgados en el cuello, y noticias sobre el reciente desembarco alemán en Copenhague. En poco tiempo llegarían.
Y no entendía cómo era que todos se mostraban tan sorprendidos ante la situación. Densen había pasado ya varias noches como aquella, sin poder conciliar el sueño y saliendo de madrugada a esperar el ataque inminente. Todos habían dicho que solo desperdiciaba su tiempo y se ocasionaba problemas innecesarios. Simon no podía esperar a reírse de la cara que Poul y Jørgen pondrían al verlo en el aire, listo para derribar unos cuantos alemanes.
La sonrisa se borró de su rostro lentamente, y soltó un prolongado suspiro. Por como iban las cosas, era muy probable que sus compañeros sobrevivieran si no se oponían a la invasión; pero con Densen no serían tan benevolentes. Quizá nunca se volverían a ver de nuevo.
Dejando los pensamientos negativos de lado, Simon se puso de pie justo cuando los demás pilotos del escuadrón entraron detrás del coronel y se pusieron en marcha para echar a andar sus aviones.
"Te dije que serías un mal presagio," Se burló el teniente Poul al pasar junto a él.
"¿De qué hablas?" Rió Simon. "Todos sabíamos que esto pasaría algún día."
"Teniente Densen," Gritó el coronel justo al llegar frente al piloto. Estaba rojo de furia y, seguramente, desesperación. Sus pequeños ojos azules se veían desorbitados.
"Señor," Respondió, luego de enderezarse y saludar a su superior.
"Ha actuado sin órdenes previas," Espetó el hombre, al apreciar el avión de caza que estaba a espaldas de Simon, evidentemente listo para despegar, contrario a los otros alrededor.
Densen respiró hondo y con discreción, para después afirmar: "La Luftwaffe está en camino, señor."
El pequeño y rechoncho hombre bufó con indignación. "No lo necesito aquí para que me diga lo que es obvio, piloto. Ahora espere a que el escuadrón—"
Al escuchar vagamente desde los audífonos en su cuello que anunciaban la cercanía de los alemanes, Densen se dio media vuelta y se preparó para abordar a Monica. El rostro del coronel se contorsionó de furia.
"Teniente, no he terminado de hablar."
"Sin embargo, yo ya terminé de escuchar," Dijo el teniente con una enorme sonrisa en los labios, mientras subía a la cabina del aparato. Decidió ponerse los audífonos en su lugar correspondiente, pues escuchar a las personas histéricas en la base era mucho mejor que apreciar los gritos para nada amables del coronel. Su sonrisa se amplió un poco más. Si estaba a punto de iniciar una misión suicida por su cuenta, al menos quería ser recordado por responderle al ruidoso y temperamental coronel que nadie soportaba.
"Vamos, cariño," Susurró el piloto con dulzura al darle unas pequeñas palmaditas a su avión, para inmediatamente ponerlo en marcha. "Es hora de que brilles."
El motor ronroneante de Monica fue como respuesta a los cariños de su piloto. Una vez estuvo en las pistas a punto de despegar, una voz le llegó a los oídos. "Control a FDXXI03, su despegue no ha sido autorizado."
"Pues autorícelo," Apagó las transmisiones provenientes de torre de control, y en cuestión de nada Monica ya estaba en el aire luchando un poco con repentinas ráfagas de viento.
Densen monitoreo sus alrededores con calma, y al volver su mirada hacia atrás, se encontró con todo un escuadrón de Messerschmitt enemigos ya sobrevolando y ametrallando el aeródromo a sus espaldas. Los pocos aviones de la fuerza aérea danesa estaban siendo destrozados sin siquiera haber tenido la oportunidad de despegar. Simon no se había percatado de un muy familiar Fokker CV tomando altitud detrás de él, y lo notó solo al momento para verlo volar en pedazos junto a sus dos hombres a bordo luego de ser atacado por los alemanes.
"Mierda," Apretó los dientes, pues había reconocido perfectamente a los compañeros que tripulaban ese avión. Los pensamientos, opciones y posibles resultados saltaban a su cabeza tan rápido como llegaban desde todas direcciones los disparos. No había forma que saliera vivo de algo así. ¿Y… de verdad quería vivir? Primero que nada, ¿por qué se arriesgó a algo tan estúpido como eso? A veces él mismo se sorprendía. Luego de soltar un gruñido, y decidir lo que haría, Simon se quejó: "Ahí va mi reciente título de teniente a la basura…"
De reojo podía ver lo que pasaba en la base; alemanes llegaban de todos lados, e inutilizaron en cuestión de segundos a sus compañeros daneses, quienes no mostraron mucha resistencia. Claro, Densen no podía culparlos.
De inmediato, Monica dio una pirueta forzosa y disparó a un ahora muy cercano Messerschmitt, dándole justo en el motor y provocando que se desviara sin otra opción posible. Con todos esos aviones alemanes detrás, era imposible que viera una salida. Excepto que no estaba para nada dispuesto a rendirse ahí.
Y por más ridículo que sonara para él mismo, Simon se dirigió a la máxima velocidad que su avión le permitió, con rumbo al mar Nivå Bugt, con esperanzas de llegar a Suecia. No era por insultar a su querida Monica, pero en realidad ella no era más rápida que los aviones de caza alemanes. El teniente Densen casi pudo jurar haber visto su vida pasar frente a sus ojos.
Notas:
He aquí una introducción a uno de mis proyectos del verano.
Es un universo alterno, e intentaré mantener algunos hechos principales justo como están escritos en la historia, pero esperen situaciones sin antecedentes.
Edit 16/08/16: No me había dado cuenta de que los modelos de los aviones no aparecían. También cambié algunos detallitos que se colaron por ahí.
