Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen sino a Masashi Kishimoto. La historia me pertenece.
La noche era tranquila y fría. El vidrio de la ventana sonaba cuando el viento chocaba contra ella. La observó desde afuera, viendo orgulloso como portaba el emblema de su clan en la espalda. Notó un ligero movimiento en su cuerpo, como si no estuviese a gusto. Y realmente que no lo estaba, la mente de Sakura era un tormento. No podía dejar sus preocupaciones y su lista de pendientes, pero lo más importante: la necesidad de tener a su esposo compartiendo las sábanas. Extrañaba tanto su presencia, sus gestos malhumorados cuando el sol le brillaba en la cara, su mirada en ella al momento en que despertaba, su calidez... Sakura se sonrojo. Lo extrañaba tanto.
-Deberías de cerrar las ventanas, Sakura. -susurró aquella voz que anhelaba tanto volver a escuchar. Abrió los ojos lo más que pudo, no podía contener su asombro. Sasuke no le había avisado que vendría. Sakura se volteó rápidamente para encararlo. Lo vio enfrente de ella apoyado en su único brazo, mirándola expectante.
-Sasuke-kun... -susurró la pelirosada mientras extendía su mano hacia el rostro del Uchiha. Sasuke solo se quedó observándola. La había echado tanto de menos que quería admirar su belleza toda la noche si es posible.
-¿En qué estabas pensando que no me oíste entrar?
-Las personas normales tocan el timbre de la puerta. -Sakura soltó una risita.
-Es mi casa, entro por donde quiera. -murmuró Sasuke mientras se sentaba en el borde de la cama.
-Me has sorprendido. -Sasuke desabrochaba sus botas en silencio. Sakura lo miraba con radiante felicidad.
-¿De buena o mala manera? -cuestionó Sasuke mientras se quitaba su larga capa negra. Sakura se reincorporo en la cama.
-Siempre de buena manera. Deja traerte tu ropa de noche, querido. -Antes de que Sasuke la detuviera, Sakura ya estaba en camino. Sasuke la observo mientras caminaba hacia el armario. Sakura caminaba de una manera seductora, sus largas y torneadas piernas parecían invitarlo a un evento placentero. Sakura se puso frente a él y le acercó su ropa perfectamente doblada.
-Creo que no la necesitaré. -murmuró Sasuke mientras con su brazo la acercaba hacia él. La tumbó a la cama haciendo que su vestido de noche se levantara un poco más.
-Y yo creo que no vienes para nada cansado. -Sasuke sonrió lascivamente.
Comenzó una lucha desenfrenada de besos y caricias necesitadas. Sólo la luna iluminaba sus cuerpos desnudos y era testigo de aquel ansiado momento para ambos.
Sakura despertó a la hora de siempre, no importó que haya dormido escasas horas, ya era costumbre. Sintió unos brazos aferrándose a su cintura y no pudo evitar sonreír. Se movió despacio para no despertar al Uchiha y se acomodó quedando frente a él. Lo observó con emoción y sentimiento, estaba tan feliz de tenerlo con ella que no quería levantarse de la cómoda cama. Sólo quería pasar todo el día con él sin preocupaciones.
-Sakura. -la llamó con un tono de ternura, algo no común en Sasuke. Sakura se sonrojo al darse cuenta que Sasuke la había cachado.
-Buenos días, Sasuke-kun. -murmuró con una pequeña sonrisa y con los ojos llenos de puro amor. Sasuke abrió los ojos, absorbiendo la calidez de un hogar que su esposa le transmitía. Sonrió de lado, no había nada mejor que despertar a lado de su amada esposa.
