Hola! este es un UA de B/V, es algo simplón, nada muy dramático, hecho para divertirme y divertir al lector :D!


Capítulo 1

La declaración de amor

Era el día, lo había decidido. Ya no había tiempo que desperdiciar, la vida había que disfrutarla ahora antes que te volvieras viejo, y ella no quería esperar ni pasar ni un minuto más sin el amor de su vida.

Lo conoció cuando tenía 13 años, jamás olvidaría ese año ¿cómo hacerlo si fue el mejor año de su vida? No era por exagerar, pero su vida carecía de brillo y emoción antes de conocerlo. Apenas lo vio, supo que era él, él sería el padre de sus hijos y serían felices para toda la vida.

Cada vez que lo miraba por los pasillos su corazón latía con fuerza, su cuerpo empezaba a temblar y el rubor en sus mejillas era automático, él causaba lo que nadie antes había siquiera osado en intentar.

Lo buscaba siempre por los pasillos en cada receso, pasar un momento sin verlo era como no vivir, él realmente hacía su día de colores con su sola presencia. Pero no era a la única que le iluminaba el día.

Suspiró fastidiada y arregló sus medias, como presidenta del consejo estudiantil siempre debía lucir ordenada y pulcra. Ya llevaba dos años seguidos siendo elegida en ese cargo, al principio había ganado por ser bella, eso lo sabía, pero una vez que desempeñó su rol como presidenta, incluso los profesores quedaron maravillados con su administración. Estaba hecha para el mandato.

Bulma Brief de 16 años de edad era una chica hermosa y sobresaliente, enérgica y correcta en los ámbitos colegiales, era amistosa y tenía un gran grupo de amigos, no se llevaba mal con nadie, su familia era un encanto, sus padres y su hermana eran los mejores del mundo, tenía las mejores notas de su curso y escuela, siempre estaba ayudando a los maestros y era el modelo prodigio de una chica ejemplar. Su vida era perfecta.

Pero ella quería hacerla aún más perfecta. Necesitaba el amor de su vida con ella, y no descansaría hasta conseguirlo.

Salió de su habitación con las energías al máximo, como todos los días, para ser una adolescente moderna le gustaba ir al colegio, en casa se aburría. Su establecimiento escolar no estaba muy lejos de su casa, había estado toda su vida escolar en el mismo colegio, conocía a cada alumno y profesor, la comunidad escolar era como una gran familia donde todos se llevaban bien y conocían. Claro, todos los años ingresaban alumnos nuevos, el colegio tenía muy buena fama por el desempeño escolar, estaban posicionados en el ranking de las diez mejores escuelas del país.

Quizás por eso él ingresó a su escuela, ¿cómo saberlo? Aunque él entró a su escuela cuando ella tenía 13 años, nunca se habían dirigido la palabra… es más, parecía que él no notaba su existencia, jamás le dio una mirada en el recreo, a pesar de ser la presidenta del centro estudiantil nunca tuvo la oportunidad de cruzarse con él, lo cuál fue el motivo por el que ella había postulado, hacerse notar. Pero fue inútil.

Pasaron tres años donde ella solo se enamoraba más y más del chico misterioso que pasaba los recesos jugando deportes con chicos de otros grados, nunca lo veía con el mismo grupo de gente en el almuerzo, él era como un imán. Todos se acercaban a él, a él parecía darle igual o simplemente no le interesaba, siempre que ella lo espiaba estaba callado ignorando a su entorno. Él era así, por más que intentó averiguar de su persona no supo nunca nada más que su nombre y su curso.

Vegeta Ouji, 2 C.

Intentó acercarse a compañeros de él, pero no consiguió nada, nadie sabía nada más que su nombre y que era bastante inteligente, de hecho tenía el primer lugar en notas en su curso.

Él era un misterio, y estaba desesperada por resolverlo.

Bajó hacia la cocina en busca de su almuerzo, su madre preparaba el desayuno para su padre mientras tarareaba, saludó cariñosa a ambos con un beso en la mejilla y tomó el más liviano de los bolsitos que estaban en el mesón. Dejando el de su hermana Tight en el mismo lugar, su hermana mayor ya cursaba un postgrado en la Universidad, solía visitarlos los fines de semana y su madre la regaloneaba con alimentos en cantidades desorbitantes.

Se despidió de su madre y su padre con otro beso y salió directo a la entrada de su casa. Se sentó en el eslabón y guardó su bolsito dentro de su mochila, al mismo tiempo que dejaba sus zapatos de colegio dentro, para luego ponerse sus patines y salir de su casa.

Se deslizó por la acera sin dificultad, vivía en un buen barrio, donde las calles y parques estaban bien cuidados por el municipio y los vecinos. Apresuró su paso y movió sus pies a mayor velocidad, a pesar de lo que podía aparentar en la escuela, ella era muy distinta al modelo ejemplar que se esmeraba por aparentar.

Le gustaba la velocidad, la adrenalina, el peligro, las aventuras, los chicos guapos y muy por el contrario a lo que sus profesores pensaban, en su mente los estudios eran lo último que le preocupaban, ella era un genio, sacar notas sobresalientes era pan comido. El único objetivo de la peliturquesa era conquistar a Vegeta Ouji.

Entró a su escuela saludando al portero, este muy cordial la saludó sonriendo. Ella era así, conversaba con todos por igual, desde el auxiliar del aseo hasta el director. Y a todos los trataba por igual, cuando se volvió la presidenta empezó a sentir la necesidad por hacer de la escuela un lugar mejor para sus compañeros.

Llegó hacia su casillero y sin pensarlo lo abrió para guardar sus cosas, al abrir la puerta pudo ver nuevamente un par de cartas, las tomó y revisó. Más chicos intentando invitarla a salir. Bufó y las dejó donde mismo. Había intentado salir con chicos cuando estaba aburrida pero simplemente le disgustaban, no podía concentrarse en un tipo si en su corazón y mente solo había espacio para él.

Suspiró ilusionada imaginando que una de esas cartas fuera de él, sonrió ensoñadora mientras sus mejillas se ruborizaban. Lo cierto era que no se lo imaginaba escribiendo una carta de amor, él era un chico rudo no un cursi romántico. Y le gustaba así. Por lo que la romántica de la relación tendría que ser ella… miró en el fondo del casillero el sobre rosa, lo había escrito hace dos semanas. Y hace dos semanas que no se armaba de valor para entregarla…

Tragó saliva con dificultad y dejó sus patines dentro, bien ubicados para no dañar sus libros, se inclinó levemente para ponerse sus zapatos y arreglar sus medias nuevamente.

-buenos días Ouji-alzó la mirada rápidamente al oír la voz de un chico saludar a su amor.

-hmp-sintió el corazón acelerado y golpear fuerte su pecho, él estaba ingresando y se dirigía hacia su casillero sin prestarle atención a nadie.

Suspiró ilusionada mirando su cabellera exótica, le llamaba tanto la atención su pelo desafiante de la gravedad ¿usaría gel? ¿Por qué lo usaba así? De todas formas se veía bien. Siempre se veía bien, serio, leyendo, escuchando música, comiendo, jugando a la pelota, haciendo ejercicio, durmiendo… sí. Bulma Brief se había dedicado tres años a seguirlo todo lo que pudo, captando facetas de él a como diera lugar. Es que era el amor de su vida ¡no podía quedarse con los brazos cruzados!

Iba a cerrar su casillero cuando volvió a ver el sobre rosa, lo tomó y metió entre su libro y lo cerró. Hoy era el día.

Hoy Vegeta Ouji sería su novio.

Sonrió esperanzada y dando brincos caminó hacia su salón.

Sujetó su libro de aritmética y lo apegó a su pecho, y sin dejar de sonreír se dirigió a su salón de clases, 2 A. el curso con los alumnos de mejores notas de todos los 2. Había hecho averiguaciones sobre el rendimiento de Vegeta, y él tenía todo lo necesario para estar en su salón, pero por algún extraño motivo él no había sido cambiado de curso. Eso hacía su situación aún más adversa, si fuera su compañero podría conocerlo con facilidad, él caería rendido a sus encantos femeninos, ella podría lucirse siempre y él no tendría más remedio que enamorarse.

Era el destino… aunque el destino ahora estaba funcionando algo lento, ella aceleraría el proceso.

La primera clase inició con normalidad, nada difícil para ella, escuchó a su profesor como siempre sin distracciones. Oyó unos gritos que provenían del patio y sin poder evitarlo dirigió su mirada hacia abajo, estaban en segundo piso por lo que muy difícil no fue identificar al curso que estaba en ese momento haciendo clases.

Era el 2 C.

Lo buscó desesperada con la mirada, y lo vio dándose golpes con uno de sus compañeros, abrió los ojos asustada y cuando notó que el profesor no los regañaba supuso que estaban jugando. Se perdió completamente del resto de la clase, se quedó absorta mirando a su futuro novio correr, jugar, saltar, respirar agitado y beber agua.

¡Oh era tan perfecto! Se imaginaba estando ahí con él, dándole ánimos, haciéndole porras y él sonriéndole con dulzura mientras hacía sus brillantes jugadas, superando a todos los jugadores que se interponían y haciendo un maravilloso gol, entonces él celebraría saltando y correría hacia ella, la alzaría en brazos y le daría un profundo y apasionado beso. Oh…

-señorita Brief-suspiró nuevamente sin dejar de mirar al chico que ajeno a su espía seguía con el balón corriendo hacia el arco.

-¡Bulma!-habló su compañera de banco.

-si… eres el mejor-susurró volviendo a la realidad. Volteó su rostro hacia la clase que la observaba expectante, sintió su rostro enrojecer y rogó a los cielos que nadie hubiera escuchado su delirio-lo siento profesor…-el maestro, un señor de sesenta años que lucía muy bien a pesar de su edad, la quedó observando confundido, asintió y siguió con el resto de la clase.

Se ocultó en su libro y esperó paciente por el receso. Debía buscar el momento oportuno para dejar su carta en el casillero de él… en el receso todos la verían… ¿Qué podía hacer? Miró el sobre y sin pensarlo lo metió entre la banda de su falda ocultándola con la blusa.

Se puso de pie abruptamente interrumpiendo nuevamente la clase, todos voltearon a verla asombrados.

-¡¿puedo ir al sanitario?!-preguntó ansiosa, el profesor confundido asintió sin pensarlo mucho. La adolescente salió rápidamente de su salón y trotó hacia las escaleras. Ella era la primera en regañar a los de primer año cuando corrían por los pasillos pero su situación era una emergencia, faltaban quince minutos para que la campana sonara y debía si o si dejar la carta ahora.

Podía hacerlo en otro momento, pero ella era así. Las cosas se hacían cuando se lo proponía, si esperaba más, no lo haría.

Agitada llegó a los casilleros y sin dificultad encontró el del chico. Sí, también lo había averiguado ¡ella sabía todo lo que podía saber de él! aunque no había mucha información circulando por la escuela, pero por ínfima que fuera, ella la sabía.

Sacó el sobre que se dobló en dos por su trote, frunció el ceño y trató de aplanarlo con su mano. Sobó el papel unos segundos y dando un profundo respiro lo metió por la hendidura. No tuvo tiempo para suspirar ni mirar ensoñadoramente su logro, pronto las voces entrando al recinto la hicieron dar un brinco y sin perder más tiempo desapareció.

Solo quedaba esperar… volvió a clases nerviosa, su estómago se sentía pesado y sus manos temblaban de solo pensar en su reunión, ahora miraba el reloj y pedía a gritos que los minutos no pasaran… ¿y si no iba? ¿Y si la dejaba plantada? No… no podía hacerle eso ¿quién no querría estar con la chica más bella e inteligente del colegio? Imposible…

Sin siquiera notarlo, la campana sonó, dio un brinco en su puesto y su corazón latió más fuerte, ¡ay dios la hora se aproximaba! Se puso de pie de un salto y corrió sin siquiera mirar a sus amigas que se le acercaban. Pudo oír un "¿y a esta que bicho le picó?" de su amiga Milk, pero no había tiempo para las explicaciones. Necesitaba ir al sanitario a arreglarse antes de verlo.

Después de peinar su pelo con sus dedos, lavar su cara y fijarse que no hubiera ninguna imperfección en su rostro o ropa, salió en dirección al patio trasero del edificio viejo. El lugar indicado en su carta.

Cuando llegó no había pista de él, su pecho se encogió y su corazón se apretó. Quizás había llegado más temprano… claro. Se sentó en una banca solitaria y esperó paciente. Miró la hora en su móvil, en el baño se demoró tres minutos… había llegado cinco minutos después que la campana sonara… todavía quedaban 15 para que él llegara.

¿No?

El nudo en su estómago creció y sintió que todo daba vueltas, en su vida se había sentido más nerviosa… esa era la señal ¡él era el indicado! Sonrió enamorada y ausente a las pisadas que se acercaban.

-¿eres Bulma Brief?-oh dios su voz… sintió su pulso detenerse, volteó lentamente hacia la dirección de la ronca voz y oh dios era él ¡no era un sueño! ¡Había venido! Sintió sus mejillas sonrojarse cuando los ojos negros se posaron en ella, su pelo estaba mojado y su camisa a medio desabotonar ¡ah claro la clase de deportes! Sonrió y se puso de pie animada. Un momento… ¿le preguntó quién era? ¡¿Cómo es que no la conocía?! Bueno… quizás se estaba haciendo el interesante… claro. Sí, seguramente era eso.

-hola-dijo sin dejar de sonreír-yo… me alegra que hayas venido-dijo tímidamente mientras le sonreía. El adolescente lucía igual de las veces que lo espío, serio, ausente, indiferente y sobre todo, guapo. ¡Era más guapo de cerca! Harían tan linda pareja ¡eran los más guapos de la escuela!

-bien… ¿Qué quieres?-preguntó sacándola de su ensoñación. La peliturquesa parpadeó confundida ¿acaso no entendía? Quizás era primera vez que alguien se le declaraba… no. No se podía engañar, ella sabía que muchas chicas intentaron ligar con él, pero Vegeta fiel a ella jamás accedió con ninguna, bueno no a ella, pero en fin la cosa era que no las tomó en cuenta ¿no?

-yo…-balbuceó nerviosa, fue cuando el chico rodó los ojos exasperado, frunció el ceño desconcertada ¿Qué rayos le pasaba? ¿Por qué actuaba así? ¿Es que no comprendía que intentaba declararle su amor eterno?-bueno… yo…

-tú…-la "animó" a seguir mientras metía sus manos a los bolsillos de su pantalón. La adolescente respiró profundamente, debía calmarse, no podía mostrarse así con él. Ella era una chica segura, guapa e inteligente. Debía actuar como tal.

-Vegeta…-oh era tan raro decir su nombre en alto ¡siempre lo escribía o lo pensaba! Y ¡estaba diciéndoselo a él!-tú me gustas.-soltó sin más preámbulo.

Sintió un alivio indescriptible recorrer su cuerpo, pero este se perdió rápidamente cuando la expresión del hombre de sus sueños no cambió. Se sintió expuesta bajo la atenta mirada ¿era así de fría antes? Frunció el ceño confundida con sus propios pensamientos, seguramente lo estaba imaginando… su Vegeta no miraba así, no. Él… él… ¿quién era realmente el chico que la miraba despectivamente?

-No me interesas-abrió la boca ligeramente ¿estaba oyendo bien?-adiós.

Vio al chico marcharse en silencio. Aún atontada por lo que acababa de pasar, no podía ser cierto ¡así no era Vegeta!

¡No! Él debió aceptar sus sentimientos y corresponderlos, luego se acercaría y la abrazaría y le daría su primer beso, un beso tierno y lleno de amor ¡no esa postura fría!

¿Qué había pasado?

Había sido rechazada… el hombre de sus sueños, el chico que estuvo en su corazón y su mente por tres años la rechazó con un simple "no me interesas, adiós" eso costó para él sus sentimientos… ¿en qué momento la situación se tornó tan desagradable?

Él no era Vegeta Ouji.

No su Vegeta Ouji…

Se sentó derrotada en la banca y sin dejar de mirar el suelo. ¿Estaba enamorada de alguien que nunca existió?

El Vegeta de sus sueños era diferente, no… el Vegeta que ella idealizó era diferente. Ella no conocía a ese chico que la había dejado sola con sus pensamientos.

¿Qué llenaría de luz e ilusión sus días ahora?


bien, que les pareció? :D esta idea estaba hace meses rondando mi cabeza, y ya no pude esperar más, aprovechando que me sentía algo molesta con uno de mis fic xDD para los que están leyendo esto y leen GTC no me maten! ahora escribiré ese xDD

siempre quise escribir un fic de colegio xD pero simplemente no me salía de forma decente, espero que este sea más adecuado y sobre todo que nos divierta a todos c: y que quedemos conformes no? xD

serán cap cortos igual el fic, pero divertidos se los aseguro ajajaj bueno, gracias por leer y si gusta animarme con un Review se lo agradecería mucho :D!

Saludos y cuídense C: