¡Hola! a todos espero que estén bien chicos y chicas aquí les traigo otra "locura" mía espero que les guste seeehhhh me va lo sadico*_* bueno chicos los de siempre los personaje no son míos son mi colega ( si ya claro) kishimoto masashi
Mentiras y engaños.
Un joven de aproximadamente veinte nueve años de edad, de orbes avellana y pelo castaño se dirigía a gran velocidad saltando de rama en rama empleando todas sus habilidades para llegar cuanto antes a su destino de misión. Sin saber este que se dirigía a su muerte
Junto a él se encontraba su fiel compañero un can de gran altura y corpulencia de pelaje blanco, sin duda alguna aquellos sujetos era shinobis de la hoja y dando a entender que ambos pertenecían al clan inozuka
Ambos llegaron a su destino; se adentraron al sitio indicado; revisaron todas las puertas de aquel lugar dejando para al final la ultima que daba al pasillo que se diguia a lo que sería el sótano de la gran cabaña, el chico maldijo por lo bajo al darse cuenta que no había nadie, aquello era una falsa alarma.
Pero tan pronto se giró sobre sus talones callo en la inconciencia al percibir un fuerte golpe en su nuca.
Horas después despertó totalmente aturdido por el golpe para darse cuenta en las circunstancias en las que se encontraba; examino con la poca visibilidad que obtenía su escasa visión para darse cuenta que mirase donde mirase siempre divisaba oscuridad, sin embargo, los escasos rayos de luna que traspasaban la ventada puedo identificar y reconocer aquel lugar donde se encontraba, en la ultima habitación que había revisado.
Empezó a maldecir su suerte al darse de nueva cuenta que se encontraba atado de pies u manos, miró un poco más a su derecha todo lo que su cuello y vista le permitieron captando al instante la silueta de su compañero, Akamaru. Intento safarse de sus ataduras sin gran éxito, pero el rechinar de una puerta atraganto sus palabras y lo que avisto lo hizo entrar en shock.
Abrió sus ojos mientras pestañeaba varias veces.
-No…no puede ser... ¡tu estas muerto!-grito con terror impregnado en su tono de voz.
-¡Hola kiba, yo también me alegro de verte!- habló sarcástico.
-¿tu eres el me ha atado aquí?
-¡no es obvio! ¿Ves a alguien más por aquí?-
-¿Cómo…como es posible,..Si tu...tu?
-¿Yo que kiba?
-¡¿Tú? ¡No puede ser!-grito el castaño a todo pulmón, intentando liberarse de sus ataduras de su tren superior e inferior.
La puerta se abrió totalmete chocando de forma sutil contra la pared. Antes los ojos del castaño se materializo la figura de un hombre de su misma edad. El hombre camino unos pasos quedando a la altura de kiba.
El corazón de kiba latía con fuerza en su pecho, su cuerpo se tenso, sus bellos se erizaron, estaba asustado, aterrado de lo que sus ojos le mostraban. El fantasma de un viejo amigo. Su cerebro empezó a procesar con rapidez inmediata la información trasmitida por sus sentidos, era su olor pero más acido, era su rostro más maduro, era sus ojos...
-No…-susurro.
Aquello era real o era una mala jugada de su subconsciente, aquello no podría estar pasando pero la voz del sujeto lo saco de sus cavilaciones para mostrarle la cruda y cruel realidad.
-¿Sorprendido verdad?- pregunto mientras una sonrisa cínica se formaba en sus labios.
Kiba no contesto.
Levanto la vista para toparse con aquellos ojos zafiros que lo observaban fijamente , aunque algo extraño había en ellos, sin duda aquello ojos no eran lo que el solía tener en vida…estos tenían un color rojizo mostrándolo una persona violenta y siniestra , aquella mira estremeció cada célula del cuerpo del inozuka.
-¿Así que al final te mandaron a ti, eh?, dime una cosa ¿cómo haz estado estos años?- empezó a cuestionar.
-¡Eso no te importa es asunto mío! ¿Qué es lo que haces aquí, tu tendrías que estar.-
-cien metros bajo tierra, ¿No?-rió
-yo…yo no...No puede ser...-susurro incrédulo.
-Sabes, para serte sincero no te esperaba, es una lastima que te tenga que matar tks.-chasqueo la lengua.- hubiera preferido verla a ella, ya sabes para recordar viejos tiempos.-
-Ella no vendrá, además no crees que a estas alturas ella ya te ha olvidado ¿eh? ¿Te lo haz puesto a pensar?-
- no creo que estés en posición de cabrearme sabes kiba.- amenazó
-¿y eso que me importa a mi imbécil? ¿Qué es lo que quieres?-
-¡eh! Sosiega hermano…mira… antes de matarte quiero que me des cierta información sobre mi quería esposa, ya sabes para saber como esta y eso…-cuestiono burlón.
-no te diré una mierda.-contesto con furia el inozuka.
-¡OH vamos kiba, no te hagas de rogar! Es más tengo todo el derecho en saber como esta, total todavía esta casada conmigo.- dijo subiendo su mano izquierda mientras su dedo índice de la mano derecha señalaba su dedo anular izquierdo mostrando a castaño su alianza de oro blanco grabada.- ves, todavía esta casada ¡jajajajaja!- rió
-deja en paz a Hinata ella no tiene nada que ver en esto, además tu nunca te la haz merecido esta mucho mejor sin ti -escupió con rabia el castaño
-¿y tu .si? ¿Eh? Dime crees que no me di cuenta como la mirabas, como la deseabas, es decir, querías follarte a mi mujer ¿Verdad?-dijo con desden
-¿y que con eso? No era el único-
El kitsune no le dio tiempo a nada, con na velocidad invisible al ojo humano, el rubio se posiciono detrás de kiba sujetando con una de sus manos sus rostros haciéndolo girar a un lado mientras presionaba su rostro. Acerco sus labios al oído del castaño
-sabes es una lastima que no te la follaras… por que lo hace de maravilla.- hablo con arrogancia .- es más… creo que Mi Mujer no tiene tan mal gusto como para acostarse con una escoria como tú , y déjame decirte una ultima cosa "kiba-kun" si quieres tener una muerte digan serás totalmente sincero conmigo así que te haré dos simples preguntas y si tu contestación me gusta y es lo que quiero oír , prometo darte una muerte decente ,¿eh, que me dices?.-
-¡Vete... al infierno!-
-¡no, no kiba! espera que pregunte, veamos…- ladio su cabeza para ambos lado antes de preguntar.- primera pregunta ¿qué paso aquella noche con hinata y como fue que lo consiguió? Y…la más importante.- susurro muy cerca del oído del castaño aterrándolo casa vez más.- ¿Te acostaste con Hinta aquel día, eh? ¿Te acostaste con mi mujer?-
-sé lo mismo que tú…-río.- y con respecto a lo ultimo ¿Tu que crees?-respondió desafiante
- que estas muerto.- dijo seriamente furioso.
Naruto giro la cabeza de kiba lentamente, lo hizo mirar de perfil y enseguida su mirada castaña enfocaron a un gran can mostrando sus colmillos mostrándole su terrible final.
Naruto rió.
El rubio dejo a kiba con los ojos abiertos mientras un sonrisa cínica asomaba en sus labios; los ojos avellanas del inozuka se esnontraban desorbitados; el inpzuka susurro cosas incoherentes mientras observaba con gran horror los grandes canidos de su fiel compañero, akamaru.
-¡No, NO detente!- gritó el inozuka mientras naruto se alejaba.
-¡uuuhh! Creo que tiene hambre- rió mientras cerraba la puerta
-Adiós… kiba… no veremos en el infierno.- mientras movía su mano en forma de despedida con una sonrisa perversa en sus labios.
Tras cerrarla puerta se escucho un gritó desgarrador y el sonido de miembros desgarrándose aquello aprecia una carnicería, así como los gruñidos del animal de pelaje blanco ahora manchado con la sangre de su dueño. Tras unos cuantos minutos los gritos de kiba se dejaron de oír por aquel lugar dando como resultado el silencio y los lloriqueos de un animal herido.
-¿no crees que eso fue demasiado?- pregunto una voz a sus espaldas.
- ¿y tú no crees que deberías hace mejor tu trabajo?- contra pregunto.
-no lo sabía pensé que era ella quien vendría.-
-naruto se giró hacia aquella silueta encarándola.
-como sea… vamonos.-
-¿Cuándo piensas quitarte eso?- dijo señalando la a alianzada del rubio.
- cuando a mi me de la gana ¿Alguna pregunta estúpida más?-
-¿Aún la amas verdad?- pregunto sin querer saber la respuesta.
Naruto no contesto.
-vamonos y no hagas preguntas estúpidas – sentencio mordaz.
Aquella persona apretó los dientes y sus puños mientras lo seguían hacia la salida de aquella cabaña...
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Cerca de las afueras de Konoha específicamente en los territorios del clan Uchiha una mujer de unos veintiocho años sentía ciertos escalofrías a pesar de pasar más tiempo ese lugar en los últimos mese. Suspiro mientras fijaba su mirada en el gran ventanal de aquella habitación oscura a pesar de que la noche se tornaba ciertamente fía para ella era otra simple noche de recuerdos vacíos y sin sentido ¿Qué demonios hacía ahí?
Suspiro.
Se giro sobre aquella gran cama intentando no despertar a su acompañante sin embargo, él ya no yacía junto a ella, respiro hondo mientras se sentaba en esta.
¿Cuánto tiempo llevaba haciendo esto? Seis, siete u ocho meses y nadie en toda la hoja lo sabía ellos se habían encargado de ello, más bien él; bueno… alo mejor sus amigos sospecharían algo pero estaba segura de que ellos nunca le reprocharían nada, pero quien más le preocupa era sin duda kiba. Kiba seguramente lo sabía no por nada este le había dicho que tuviera cuidado, siempre cuidando de ella…Al igual que él…
El recuerdo se su sonrisa apreció fugaz en sus pensamientos trayendo con ello recuerdos hermosos y dolorosos.
Sonrió, para volver a quedar perdida en sus cavilaciones
-¿y bien?- dijo sasuke desde el marco de la puerta observando a la joven mujer.
Hintata pareció no escucharlo, seguía tan metida en su pensamientos que no se percato de su presencia hasta que sintió la respiración del azabache es su rostro.
-hinata…-ronroneo sobre la piel expuesta de su clavícula.- ¿Dónde demonios tienes la cabeza últimamente?
Hinta pareció reaccionar ante esa mordaz pregunta de doble filo.
-¿ah? Perdona sasuke…- sonrió triste mientras subía su mano y acariciaba la mejilla de los ojos onix. Este pareció sonreír mientras su corazón empezó a bombar sangre de forma acelerada.
-¿estas pensando en lo mismo de siempre verdad?- preguntó mientras miraba fijamente a la hyuga.
-¿eh?... bueno… yo.-intento explicarse pero era más que obvio que el azabache había dado en el clavo.
-sabes que por mí no hay ningún problema, pero te diré que hasta el más paciente se cansa y créeme cuando te digo que no es una mis mejores virtudes.- habló sin esfuerzo o eso pensó él.
Hinata intento encontrar las palabras adecuadas para tal situación peor ninguna era la más correcta.
-ya te dije que podremos mantener oculto lo nuestros el tiempo que quieras.- intento sonar consolador.
Ella sonrío.
-No importa…solo necesito un poco más de tiempo.- su vista se fijo de nueva cuenta en aquella gran ventana.- esto no es fácil para mí… no sé si haré daño a alguna persona y es lo que menos quiero, es más ella aún…-
-A mi no me interesa lo que piense o que sienta la gente, pero veo que a ti si.- izo una breve pausa al no obtener respuesta de ella continuo.- deberías dejar atrás el pasado.- soltó con fastidio.
Ella pareció reaccionar ante aquellas palabras.
-¿y me lo dice el vengador uchiha? - refuto con cierto enojo.
- vaya… parece que pasar más tiempo conmigo y en mi cama te ha cambiado el carácter, ¿no señora Namizake? ¡Ah, no espera! Viuda…-
Ella lo miro fijamente como odiaba aquella sonrisa arrogante. Intento levantarse dela cama pero en cuanto lo intento se vio de nuevo tumbada en ella con el uchiha encima besando su cuello, intento forcejear con él peor le fue imposible demasiado fuerte para ella aun así lo intento.
-quieta hinata.-fue lo único que pronuncio el mientras sujetaba sus muñecas y extendía sus brazos de forma horizontal.
- sasuke… para por favor…- pidió entre jadeos
-no quiero.- dijo este sin más
A la hyuga no le quedo otra opción que dejarse hacer era demasiado fuerte sabía de sobra como era el uchiha en tales circunstancias y se odita por eso por ser débil… por un momento la imagen de un rubio atravesó su mente haciéndola recordar cosas dolorosas
Dejarse llevar.
Sin más correspondió aquel beso con misma demanda que el chico. Rodeo con sus finos brazos el cuello del chico mientras enredaba sus cabellos entre sus dedos. Su mente en aquellos momentos se encontraba muy lejos de la situación su parte racional le decía que párese pero otra le decía todo lo contrario, no hay dolor ni sufrimiento
¿Por qué me dejaste sola? Se preguntó ¿Por qué me engañaste?
Rodó en aquella cama tomando el mando de la situación mientras el uchiha acariciaba la espalda desnuda de ella. Una lagrima resbalo por las pálidas mejillas de hinata. Sasuke sintió aquel liquido tibio sobre su rostro a su ves entreabría sus ojos para observarla.
El lo sabía y nunca lo admitiría le dolía el echo de hinata pensara en un muerto mientras ambos se entregaban al placer, más dejo de preocuparse cuando la temperatura de su cuerpo subió como la espuma.
Sasuke lo sabía, ella aún amaba a aquel chico rubio de ojos azules, sin tan dañino era para él saberlo ¿por qué no simplemente dejaba de complicarse la vida con esa mujer? Por que no podía sacársela de la cabeza, había entrado en el estaba en sus más profundos y escabrosos pensamientos y sin duda lo hacia sentir tan… tan bien… tan diferente… aquella mujer era asfixiantemente adictiva para sus sentidos y su mal trecho corazón. No conciliaba bien el sueño por las noches sin su presencia era tormentoso y el lo supo en cuanto probara de ella no la dejaría a costa de nada.
Pero las tornas eran tan jodidamente difíciles. Aquello solo lo llevo a un solo pensamiento y conclusión:
"El amor depara dos máximas adversidades de opuesto signo: amar a quien no nos ama y ser amados por quien no podemos amar".
¿Y bien? ¿Les gusto? espero que si bueno espero sus comentarios
y gracias por tomarse la molestia de leer byebye y hasta el próximo si ustedes quieren
