Hola, buenas tardes. Soy alguien nuevo por aquí, he tenido algunos problemas con la configuración en esta página, pero me estoy esforzando por adaptarme... Qué más puedo decir... Esta es mi primera vez escribiendo Fanfics, mi primera historia... Se qué no será leída por muchos y mucho menos me dejarán comentarios... Pero ya me animé a escribir y tengo un vasto tiempo libre... Si alguien lo lee, espero sea de su agrado. Este será el prólogo. Algo corto está. Bueno... gracias por su atención.

DESIRE

Prólogo.

Existen muchos universos paralelos, ya sean gemelos u opuestos; esta historia se sitúa en uno diferente al de la trama original. En este nuestro protagonista es víctima de una maldición desde mucho antes de su nacimiento.

Su piel es pálida como la luna fría, su cabello rubio cenizo y sus ojos ámbar. Cada parte de su cuerpo representa el estigma de un maleficio pervertido.

Condenado por la eternidad a vivir en un cuerpo que rechaza su poder. Cuerpo que por muy cerca de la muerte se encuentre, se niega a aceptarla.

En este mundo la historia es diferente. Algunos acontecimientos han cambiado por el simple nacimiento del monstruo que lleva por nombre "Naruto". Y eso es lo que él se considera desde el día que dejó el vientre de su madre. Él recuerda todo, sabe lo que ocurrió desde que nació. Sabe que su nacimiento tuvo inconvenientes, pero las personas que estuvieron reunidas ese día para impedir que viera la luz no eran más que títeres manipulados por algún ser todopoderoso. La fuerza sobrenatural que gobierna el mundo intentó matarlo. Pero nada pudo con él. De una u otra forma logró sobrevivir. Y eso no fue lo que deseó. Porque lo que muchos considerarían que es un don o una bendición divina, él sabe la verdad, no es más una maldición.

En el día de nacimiento de Naruto, su padre Minato sacrificó su vida para salvarle a él y a su madre Kushina. No recuerda a su padre pero sabe de él, que fue el Cuarto Hokage y protegió a su aldea del dios de la destrucción llamado "Kyubi". Recuerda muy bien los sentimientos de su madre… Cuando aún no salía de ella… Entendía que ella estaba dispuesta dar su vida para verle nacer.

Kushina, nunca olvida el nacimiento de su hijo, en su memoria quedó muy bien guardada la primera palabra que este dijo muy poco tiempo después de nacer… Dijo "Mátame". Comprendió rápido el destino de este, que probablemente si seguía vivo solo deparaba una vida dolorosa… Pero egoístamente decidió su felicidad propia, y con su amor maternal prefirió ayudarle a vivir porque no quería perderle. Por mucho que su retoño estuviera al borde de la muerte y parecía desearla, por mucho que sufría esta le exigió entre lágrimas y suplicas que no se rindiera y sobreviviera. Este le cumplió su deseo. No importó el dolor ni el sufrimiento, el pequeño Naruto se negó a morir. Débilmente intentó sobrevivir.

—Twinkle, twinkle, little star

How I wonder what you are

Up above the world's so high

Like a diamond in the sky...

Aún recuerda la hermosa canción de cuna que cantaba su madre entre lágrimas, porque ella era humana y en un momento se quebró ante el dolor de su hijo, pidió que este muriera y que su dolor cesara ya.

—Ya no llores, ya… no llores… Yo seré fuerte, seré fuerte tal y como tú lo fuiste. Yo… Sobreviré. Por eso… Ya no llores…

El amor y los sentimientos llegaron al agujero que tenía por corazón, de pronto algo empezó a palpitar con fuerza… Su corazón comenzó a latir.

Algo impulsaba el renacer del pequeño. La madre al ver como su hijo luchaba por su vida, se avergonzó y odió. Sabía que ella era la que encadenaba a Naruto a la vida.

—Yo también seré fuerte Naru-chan… Discúlpame, perdóname por poner mi felicidad antes que tu dolor. Pero… Pero seré egoísta y te exijo que vivas... Vive... Vive porque sino yo moriré... ¡Vive Naruto! ¡Por favor!

Y anteponiendo el deseo de Kushina al suyo... Eligió la vida... Olvidando su verdadero deseo que era... Morir.