Hola, hola les traigo un two shot sobre Kanna si ya pasó el mame de ella, pero hace mucho tenía esta idea nada más que no la había plasmado como tal, he vuelto del mal del hiatus y espero disfruten este pequeño two shot. Los quiero
Advertencias: spoiler del Final Fantasy del manga, mención de algunas ships, entre esas ships, leve y predominante Okikagu.
Los personajes son propiedad de Hideaki Sorachi
Cuando Kagura la vio por vez primera sintió dos cosas: curiosidad y terror.
El primer sentimiento se debía a que nunca en su vida se hubiera imaginado que le pasará aquello, que de uno de sus clásicos vómitos saliera esa pequeña y adorable criatura de su ser.
El segundo sentimiento fue el peor, significaba un balde de realidad en su vida: una joven madre y sola. Sentía un terror tan impensable, tan verdadero, algo que ni siquiera las propias cucarachas o insectos terrestres le daba porque esto era aún peor.
¿Quién iba a pensar que una niña, –sí, ella aún se consideraba una niña (cuando le convenía, claro está)- la bella protagonista de la Jump, tendría un bebe a su tierna edad?
"¡Siquiera Hinata ya estaba casada!" –pensó para sí la bermellón, recordando el final de N*r*to con la boda de las revistas viejas de Gin-chan.
Con manos temblorosas y llena de dudas y desconocimiento a la maternidad, sostuvo a su pequeña en brazos. Al tenerla cerca, sentir la dulce calidez que emanaba de aquella criatura, Kagura instantáneamente perdió el miedo y la abrazó fuertemente, aferrándola hacía si misma.
Ternura, instinto materno eran los sentimientos que ahora rodeaban a la China de ojos azules.
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Unos días más tarde
-Kagura, hija ya es hora de irnos –dijo un hombre con peluca mal puesta mientras bajaba de la nave, a su lado un pelirrojo de eterna sonrisa lo acompañaba, sin embargo aquel mencionado abrió los ojos como plato sorprendido de notar "algo" diferente en su hermanita.
-Oye viejo, ¿ya te diste cuenta? Creo que ahora eres abuelo -rió
-¿Qué idioteces estas diciendo Kamui? Mi pequeña princesa es una niña apenas – empezó a correr Umibozu hacia su preciada hija. Aquel hombre pasó de la desesperación a una cara de horror -Ka..Ka..Kagura –dijo el hombre pálido del horror que le abrumaba- ¿De quién es ese bebe?
-Mío papi –dijo la chica- eres abuelo
-¡AAAAAAHHH! – El calvo con peluca gritó y quedó desmayado como si le hubieran dado un knock-out, por supuesto que nadie fue a su auxilio y cayó en limpio al suelo.
-Hermanita, vaya sorpresa, te dejamos unos días sola y ya andas cargando una bendición –decía el hombre ojiazul con su sonrisa de siempre pero esta vez asomando una venita en la frente -¿Quién es el padre? –dijo esto mientras preparaba sus puños para enfrentarse a cualquier persona.
El alopécico aun tirado en el suelo y desmayado, estaba bastante consciente de lo que pasaba a su alrededor y atendía cada palabra de la conversación entre sus hijos.
-No tiene papá, yo lo concebí sola –dijo con recelo
-Hermanita querida, tranquila no tienes que justificar o defender a nadie por este tipo de cosas, puedo encargarme al respecto del padre de tu bendición para que enfrente sus actos –la reacción de Kamui en ningún momento cambio- ¿Acaso es ese samurái de rizos plateados?
El calvo se levantó enseguida. Imaginando la cara aburrida de Gintoki sacándose a un moco, a una cara malévola del mismo. –Ese estúpido vago ¿Cómo se atrevió a profanar a mi princesa y ni dar la cara? Se la dejo a su cuidado y termina siendo un irresponsable maldito…
-¡Asco-aru! – La chica lo interrumpió asqueada de solo pensarlo- Gin-chan huele a viejo como tú, papi. Además ha perdido tanto sus kintamas que dudo que pueda darle hijos a Tsukky o a Toshi.
-Mmm.. ¿No hay unos lentes flotantes que siempre está contigo y el samurái ese? –dijo Kamui pensando en unos lentes junto a Gintoki y Kagura.
-¿Hay un personaje más con ellos? –contestó sorprendido Umibozu
-Sí, creo que es el que hace el aseo de sets o algo, probablemente cuando filman la serie luego no hacen bien los cortes en edición por presupuesto –decía Kamui pensativo.
Kagura los miraba aburrida –Shinpachi es un otaku virgen eterno y odio las personas con lentes -aru.
Ambos hombres se rascaron la cabeza pensando que otra persona podría ser la responsable de darle "bendiciones" a Kagura. Sin embargo, el pelirrojo fue el primero en atinar a una tercera posibilidad, con doble venita en la sien le dijo a su hermana menor:
-Kagura, ¿Es acaso ese policía de la Tierra el padre? – Mientras pensaba en la cara con sonrisa psicopatamente sádica de su enemigo.
-¡¿Que?! ¿Cuál policía? ¿De quién está hablando, Kagura? –Umibozu no podía imaginar en absoluto a quién se refería, solo se acordaba de los uniformados de la Tierra pero no acertaba saber entre todos quién podría ser entre ellos.
Kagura, en cambio, sabía perfectamente a quién se estaba refiriendo su estúpido hermano.
-Si así fuera, ese idiota cara de niña, tendría que darme todos los impuestos que se roba para criar a mi pequeña –dijo la bermellón pensando en la cara de aquel castaño sacándole la lengua: "Ni lo sueñes, estúpida" le decía fastidiado el Sougo de su mente –Además ese maldito mocoso no está a la altura de la gran Gura-sama muajaja –río con exageración mientras el Okita de su cabeza le sonreía ladinamente "¿Quieres apostar, China?" – Maldito, sal de mi cabeza, idiota – pensó Kagura para sí misma, esfumando al Okita mental de un manotazo.
-Eso no aclara, si es o no hijo del policía, hermanita
-No lo es Kamui y de ese idiota yo me encargo, no es de nadie, ya se los dije, si dejarán de sacar conclusiones les explicaría lo que pasó – Ambos hombres guardaron silencio, sabían que sacar conclusiones inmediatas de posibles padres no les estaba llevando a nada – Este planeta me enseñó que vomitando unas bananas especiales que tenían, podía concebir hijos.
Kamui y Umibozu se quedaron perplejos ante esa respuesta. Sonaba a un estúpido disparate y no sabían si reír o creer esa tontería.
-Kagura, hija, no tienes que decirnos mentiras para defender algún malnacido.
-Es cierto – intervino un amanto de ese planeta – mírelo por usted mismo – señalando a un lado.
Uno o dos amantos estaban regurgitando bebes, mientras sostenían un plátano, otros ayudaban a ese extraño ritual de Picc*l*. Lo cierto es que ambos yato estaban asqueados y sorprendidos al ver esa extraña costumbre. Finalmente al comprobar la verdad de la mujer de ojos azules decidieron dejar el tema a un lado y encaminarse para irse.
Dejando a un lado el anterior tema, lo cierto es que ambos hombres estaban curiosos de ver a la pequeña.
-Se parece a tu madre, Kagura, es preciosa –dijo Umibozu con ternura
-Mami, es mi modelo ideal de maternidad, la cuidaré tanto como ella nos cuidó a nosotros
-Bueno hermanita, al menos quizá ella se convierta en una yato verdadera – dijo Kamui con un toque de burla.
-Ella no se definirá por nuestra raza, tonto hermano, se definirá por ser quien quiera ser
-¿Cómo se llama? –pregunto Umibozu
-¿Aún no has pensado en alguno Kagura? ¿Cómo piensas llamarle a mi sobrina? –intervino Kamui
La aludida solo sonrío y le respondió a ambos.
-Kanna
Hola, he vuelto del más allá, del hiatus XD, no sé qué tan presente estaré como ficker pero intentaré ponerme al día con algunos fics. Nos estamos leyendo.
