1. La Casa Loud
Es otro caótico día en el interior de la casa número 1216 de la Avenida Franklin en la ciudad de Royal Woods, Michigan.
Esta residencia es conocida por los lugareños como: "La Casa Loud". Y en cuatro manzanas a la redonda, un gran alboroto que rivaliza con el de los automóviles desplazándose por la autopista, logra oírse y demuestra el porque de aquel nombre y su doble significado.
Pero aquel ruido caótico no es la única razón por la que todos conocen aquella residencia.
Es la historia que envuelve a los once hijos del matrimonio Loud lo que hizo tan famosa a "La Casa Loud".
¿En que mundo un repetido acto de incesto no atrae la atención de los vecinos? ¿Sobre todo cuando se trata de un muchacho adolescente follándose a las diez hermanas que tiene?
La noticia fue un escandalo en toda la ciudad cuando el chisme se espació como pólvora en todas partes. Incluso los padres de los muchachos se opusieron a tal locura en un principio, pero al final comprendieron y aceptaron que sus hijos solo buscaban ser felices. No pudieron negarles aquel deseo.
Hermanos consanguíneos teniendo sexo, luego casándose y al final trayendo una nueva generación de niños al mundo. Fue algo bizarro, inmoral, despreciable, tan… ¡Tan injusto!
Lo que más irritó a los hombres de Royal Woods fue el egoísmo de Lincoln Loud, al acaparar para si solo a las bellezas que tenía por hermanas. Para varios ese fue el verdadero crimen.
Las mujeres, sin embargo, solo cuchicheaban acerca de la locura que debió apoderarse de las muchachas Loud al arriesgarse a tener hijos con su propio hermano y arriesgarse a los peligros que ello traería. Pero aquellas muchachas que conocían a Lincoln lograban comprender porque las hermanas Loud lo hicieron, aunque varias de ellas no dudaron en abofetear al muchacho peliblanco en cuanto tuvieron la oportunidad, y fueron un gran apoyo en aquellos días difíciles.
En su momento, aquella casa estuvo asolada de miradas desdeñosas, rumores y chismes malhablados, y protestas bíblicas; pero al igual que una epidemia, al final perdió impacto y paso de largo. Y al no haber hecho daño a nadie, ni desatar una lluvia de fuego y muerte sobre el mundo con su decisión; los Loud fueron libres para vivir su revolución del amor fraternal y formar su familia en paz...
Claro que la aceptación de Royal Woods no frenó los cargos de incesto y pedofilia en contra de Lincoln Loud. La ley es la ley sin importar cuanto amor exista de por medio, pero fue una sorpresa para todos cuando el muchacho peliblanco pudo librarse de los problemas con gran facilidad.
¿Cómo fue que Lincoln Loud evitó ir a prisión con toda la evidencia en su contra? Ese era uno de los mayores misterios de Royal Woods.
Los rumores más alocados señalaban al senador C. Sanivo y su estrecha amistad con la familia Loud. Otros rumores relataban que el muchacho peliblanco en realidad era adoptado. Pero de lo que sí se tenía certeza fue que, un par de años después del escandalo, se aprobó un decreto para legalizar el incesto, siempre y cuando se diera certeza absoluta de que los infantes resultantes no sufrirían daño genético alguno. Y casualmente la genio de la familia Loud registró la patente de una fórmula estabilizadora de genes, el cual prevenía cualquier daño genético en infantes no natos. Una serie de coincidencias bastante afortunadas para los Loud.
Por todo aquello "La Casa Loud" resultaba tan famosa, además del característico ruido estridente que provocaban sus ocupantes.
El bullicio ya era algo normal para los vecinos más cercanos, casi natural; luego de años oyéndolo sin cesar. En especial para los más antiguos, quienes recordaban con nostalgia el alboroto más "tranquilo" que generaban los once hermanos de aquel entonces. Porque ahora que se multiplicaron, la nueva generación de infantes Loud se encargó de redefinir la palabra "ruido" en el diccionario.
Estos pequeños retoños animaron cada sábado como aquel durante años, llenando todo el vecindario con un bullicio fuera de proporciones, el cual aumentaba de nivel con el nacimiento y adición de un nuevo integrante en la familia en tiempo record. Literalmente se reproducían como conejos.
Los progenitores de esta nueva generación poco podían hacer para detener el alboroto de sus hijos, pero aprendieron a reaccionar rápido para controlar el caos antes que la casa terminara destrozada, como recordaban ocurrió infinidad de veces en su propia niñez.
Aunque claro esta, los padres necesitan dormir y un simple segundo de tranquilidad o descuido es suficiente para que las cosas empiecen a descontrolarse de nuevo y…
*PUMM*
¡Si! Ahí va la primera explosión del día...
Que tiempos aquellos cuando solo se trataba de una estridente guitarra eléctrica, el motor de un coche de juguete, el griterío de varios animales, o una pelea entre los once hermanos, casi como si se tratara de una dulce melodía…
*PUM* *PUM* *PATAPUM*
Nuevas explosiones, mucho más estruendosas y retumbantes, desconcertaron a los vecinos que se perdieron un momento entre recuerdos menos ruidosos, y atrajo su atención de regreso a la residencia Loud.
Una gran columna de humo era notoria y se alzaba desde el segundo piso, en el extremo de la casa, donde todos conocían era la habitación del nuevo "hombre" de la familia Loud, tal como lo fue de su padre tiempo atrás; ambos, los únicos varones de la familia en medio de una multitud de mujeres.
Los reclamos de voces femeninas no se hicieron esperar, segundos después una alarma estridente hizo eco en todos lados, finalmente otra explosión junto a un griterío de sorpresa y fastidio para terminar con renovados, y todavía más ruidosos reclamos femeninos.
— ¡LEEEMYYYY!— aquel grito resonó a coro, hecho por las voces de las hijas Loud, pero era evidente que expresaban más cariño que otra cosa.
Los vecinos dieron un suspiro de incredulidad tras oír aquello, hace años el nombre que resonaba de aquella misma manera fue el de Lincoln Loud, y todos conocían como termino aquella historia.
Sin duda aquel dejavu solo podía significar un mal presagio, la sombra de una tercera generación Loud podría hacer su aparición en el momento menos esperado.
La posibilidad era enorme.
Después de todo… Aquella era: "La Casa Loud"
