Disclaimer: Todo de Capcom.
Summary: Drabble; Chris tiene que marcharse a Edonia, pero Jill quiere que se quede.
Gracias a Leeh por betearlo (L).
Quédate.
—o—
«Stay with me, baby stay with me.
Tonight dont leave me alone.»
—o—
Chris observó el techo de su habitación con aspecto cansado. Incluso a pesar de haber podido dormir más de ocho horas, sus párpados le pedían cerrarse un tiempo más, y vaya que Chris deseaba hacerles caso. La habitación, a pesar de ser de día y que varios rayos de sol la iluminaban, estaba a oscuras gracias a las persianas que Claire le había recomendado comprar, bastante modernas y duraderas; no eran su tipo, pero ya era hora de comprar muebles un poco más resistentes y de calidad. De lo contrario, su casa terminaría hecha polvo con tanta mueblería barata.
Hacía frío, y era un día perfecto para pasar la tarde recostado en la cama, sin embargo, era imposible para él satisfacer ese deseo.
Giró su rostro y miró a Jill, envuelta en sábanas y acurrucada a su lado con los ojos cerrados; no estaba dormida, podía notarlo. Habían pasado la noche juntos, como tantas noches que habían compartido desde que volvió de África, donde las guerras y la BSAA no parecían importar. Noches en las que podían olvidarse hasta de sus nombres porque sólo se trataba de ellos dos.
—¿Estás despierta? —susurró suavemente, mientras que sus dedos enrollaban una y otra vez un mechón de su cabello.
Ella asintió suavemente, sin abrir los ojos. Chris se volteó ligeramente hacia la mesa de noche para verificar la hora en su reloj, e hizo una mueca de fastidio. Volvió a su posición actual y plantó un suave beso en el rostro de su chica.
—Tengo que ir a Edonia.
Jill suspiró y negó con la cabeza, aferrándose a él.
—No.
Chris cerró sus ojos.
—Es tarde, Piers me espera.
—Quédate —insistió Jill.
Incluso al pedirle que se quedara, ambos sabían que eso no sería posible. Jill también tenía que marcharse en unas horas. La BSAA había confirmado un ataque en Italia y la misión estaba al comando de Jill, así como Chris debía marcharse hacia Edonia, con la responsabilidad de liderar a todo un equipo y poner su victoria al fuego.
No quería marcharse, pero su trabajo era su trabajo, y ambos lo entendían a la perfección.
—Debo irme —susurró.
Jill abrió sus ojos, suspirando, y con la punta de sus dedos trazó una suave caricia en la barbilla de su compañero.
—Ten cuidado.
Siempre decía lo mismo en cada despedida.
Chris asintió, y se acercó para besar sus labios suavemente. Luego se levantó y ordenó sus armas, metió su ropa en un pequeño bolso y se vistió con su atuendo militar, como en cada misión, con su chaleco antibalas y sus botas resistentes al ácido. Se acercó a Jill, que seguía en la cama, y se despidió besando su cabeza. Al parecer Jill no quería marcharse todavía. De todos modos, ella tenía las llaves de su departamento.
Cuando todo estuvo listo, abandonó el departamento, dispuesto a reunirse con Piers y empezar su próxima misión.
¿Ya mensioné que los amo más que a mi propia vida? (?)
¿Reviews?
—Mel.
