El reflejo.
George Weasley, quien habia perdido a su hermano en la reciente batalla, se encontraba destrozado a mas no poder. Mas no por eso dejaría de ayudar en las reparaciones del castillo. Tratando de retener las lagrimas delatadoras, dio un suspiro, recordando que Hermione le habia dicho que llorase lo que necesitara, ya que la pena era de todos. Y es que la joven tenía razon, aunque Harry y compañia sufrieran con la muerte de Fred, ellos nunca comprenderían lo que era perder a alguien que, desde que el pelirrojo tenía memoria estuvo a su lado. Y es que todo le recordaba a Fred. La tienda no sería lo mismo sin su hermano, incluso las bromas perdian su brillo si su gemelo no se encontraba con él.
Colocó su mano en la venda que cubria parte de su cabeza, recordando el alboroto del gemelo al verle en ese estado. Ahora estaba solo, o al menos así se sentia, -Porque realmente estaba con sus amigos apoyandole, no solo a él, sino que a Molly y al resto de los Weasley.- dejó que las lagrimas rodaran por las sucias mejillas marcando un pequeño trazo. Este por su parte, habia llegado a una parte baja del Colegio, encontrandose con el espejo de Oesed, limpío un poco y se colocó frente al objeto, aunque no supiera lo que este hacía, tenia curiosidad. Mas para su sorpresa lo que vio hizo que este estallara en llanto, lo que el espejo reflejaba, era a ambos gemelos, Fred a la izquierda, con una sonrisa algo quebrada en su rostro, colocando su mano de manera comprensiba en el hombro de George, quien rapidamente volteó a cerciorarse si aquello era real o no. Desilucionado por los resultados, dio un suspiro y se limpio las lagrimas continuando con su labor, alejandose de él completamente frustrado.
