Angela llevaba un dia de perros, se habia dormido, se habia torcido un tobillo corriendo hacia un autobus qur habia perdido y encima uno de los idiotas con los que trabajaba le habia manchado las gafas.
Salio a coger algo al almacen que habia en el patio trasero del restaurante donde trabajaba mientras se limpiaba las gafas, empujo la puerta y se puso sus gafas de nuevo.
No podia ser real, se quito las gafas de nuevo, parpadeo unas cuantas veces y se las puso de nuevo, pero alli seguia. Era la habitacion mas grande que habia visto en la vida. Redondeada y con forma de cupula, en el centro habia una enorme columna de cristal que llegaba hasta rl techo y una especie de mesa llena de botones, habia como un segundo nivel con luces redondas naranjas y estanterias llenas de libros. Angela, una rata de biblioteca desde niña, no pudo evitar acercarse a ellas, se acerco a una mesa en la que habia un libro abierto junto a una taza de te todavia humeante.
-Historias Antigua del Imperio Romano de la Galaxia Malva Tomo 1- Pudo leer en la portada del libro- Esto es raro
Entonces oyo pasos y vio un hombre de unos cincuenta años entrando en la gran sala y quedandose mirandola fijamente.
-¿Quien eres tu?- Le dijo el hombre
-¿Donde estoy?- Dijo Angela
-Como que donde estas, es que no lo sabes- Le dijo el hombre
-No, yo solo iba a por algo al almacen, no llevaba las gafas puestas y he acabado aqui- Dijo Angela- Y juraria que no he salido del patio.
