Habían acabado las nacionales, después del beso de Finn, los chicos habían regresado para pasar sus vacaciones. Falta una semana para iniciar su último año escolar.
Rachel iba caminando por la acera de la carretera cuando un auto se detuvo frente a ella.
- ¿Perdida Berry?
- Hola Quinn, no solo ando caminando - dijo la morena reanudando el paso.
- Ok, adiós Berry - dijo arrancando el vehículo
Rachel quedo sorprendida ¿Porque motivo Quinn se había detenido a hablar con ella? Miles de preguntas acecharon su mente mientras seguía caminando hacia su casa, había quedado de hablar con Finn por Skype para aclarar su relación.
Metida en su mundo, llego a un parque donde vio a la rubia, esta se encontraba recostada contra la baranda fumando un cigarrillo y revisando su celular; se detuvo para examinarla, su rostro estaba serio; no había ninguna expresión en su rostro, una ráfaga de viento golpeo de lleno el rostro de la rubia quien únicamente atino a cerrar sus ojos mientras el viento despeinaba su cabello. Aquella era la imagen más sexy que la morena había visto. Pronto sus ojos se conectaron con los de la rubia, quien la miraba sin ningún pudor.
- ¿Qué haces aquí? - pregunto la rubia dándole una última calada a su cigarro
- Pasaba por aquí, no creas que te estoy siguiendo - río nerviosamente la morena.
- Ok - dijo la rubia mientras colocaba sus audífonos en sus orejas
- ¿Te encuentras bien? - pregunto angustiada
- Que te importa - dijo volviendo a su auto - Berry
- ¿Si?
- No nada olvídalo - dijo la rubia subiendo a su auto - luego te veo. Adiós Berry - dijo arrancando el motor y alejándose del lugar.
¿Que fue eso? Se preguntaba la morena mientras veía desaparecer el auto. Miro su reloj y pronto siguió camino a casa. Tenía 20 minutos antes de que Finn se conectara.
Por otro lado la rubia, había encendido un nuevo cigarro mientras conducía a casa, nadie lo sabía, nadie se había acercado a preguntarle, como se sentía con el tema de Beth, era un dolor que ella sola cargaba, un dolor al saber que su hija nunca crecería con ella; llena de dolor, abandono el automóvil en frente de la acera de su casa. Su madre y su hermana se encontraban preparando la cena; Frannie había llegado después de tener una fuerte pelea con su esposo, la rubia mayor, comenzaba a cuestionarse sus ideales después de que su padre se marchara un año atrás.
- llegaste, apestando a cigarrillo - dijo Frannie al notar a que su hermana se tiraba en el sofá.
- Que te importa ¿Porque no vuelves con tu perfecto esposo y me dejas a mi tranquila? - exclamo molesta
- cuida ese lenguaje Quinn, de un tiempo para haca estas insoportable - le reprocho su madre
- ¿Acaso tú me has preguntado porque me encuentro así? - prosiguió al ver que su madre se quedaba en silencio - Eso creí. Que suprimamos el tema no significa que deje de doler - dijo abandonando el lugar camino a su cuarto, cerrando de un portazo.
- ¿Beth?
- Si, y la entiendo sabes, cuando tu hermana se fue de la casa, realmente fue doloroso y no me imagino como se siente ella - dijo con tristeza
- Fue por su bien - dijo la mayor de los Fabray abandonado la sala. Dejando a su madre con un gran dilema.
La rubia estaba en su computadora revisando los videos de MySpace, esperaba que pronto se conectara la latina, si bien, con ella tampoco se había desahogado de todo lo que sentia, era la única que lograba que el dolor se apaciguara un poco. Ingreso a Skype. Vio a Kurt, Finn y Sam conectados, con ninguno de los 3 le apetecía hablar. Continúo mirando videos en MySpace cuando un aviso le llamo la atención. "RachelBerry está conectado/a"
Debo estar muy loca para esto...- se dijo a si misma
TheQueenFabray dice:
Berry...
La morena se asustó, al ver que aparecía el mensaje en su chat, ella se encontraba hablando con Kurt y Finn que se encontraba por fuera de la ciudad.
RachelBerry dice:
Hola Quinn ¿Cómo estás?
TheQueenFabray dice:
Bien... ¿Tienes algo que hacer esta noche?
La morena lo medito por varios segundos, si bien siempre había querido ser amiga de Quinn, nunca habían logrado mantener una conversación que durara más de media hora sin que no salieran peleando.
RachelBerry dice:
Hablo con Finn, estamos solucionando nuestra relación
TheQueenFabray dice:
Okay. Adiós suerte con Finn
La rubia apago el computador y bajo al comedor donde se encontraba ya su mama y su hermana cenando
- ¿Todo bien Quinnie? - le pregunto su madre con el tenedor en la mano
- No me digas Quinnie - dijo con voz neutra
- ¿Cómo te fue hoy recorriendo la ciudad? - dijo interesándose en las actividades de su hija menor.
- Nada interesante - respondió la rubia jugando con el tenedor - ¿Podemos dejar de hablar de mi? Gracias
- Primero te quejas de que no te preguntan cómo te sientes y ahora que mama quiere hablar contigo sales con estas ¿Qué te pasa Quinn? - dijo Frannie frustrada con la actitud de su hermana menor
- Se me quito el apetito, con permiso - dijo levantándose de la silla
- ¿A dónde vas? - dijo al ver que su hija pretendía salir de la casa
- Por ahí - cerro la puerta y camino hasta su auto. Saco su celular y le marco a la latina.
- Espero que sea importante Fabray- respondió la latina
- Me quede esperando a que se te diera la gana de conectarte
- Britt me llamo y estoy en su casa, ya te imaginaras haciendo que - dijo soltando una carcajada mientras la rubia se sobaba las cienes
- Que te diviertas - dijo colgando la llamada. Manejo sin rumbo fijo hasta llegar a un viejo parque, a esas horas de la noche, nadie decente estaría en el. Vio varios chicos bebiendo, otros fumando; busco su Ipod, su caja de cigarrillos y abandono el auto para sentarse en uno de los banquillos del parque. Encendió el cigarro y comenzó a escuchar metal, últimamente aquella música lograba tranquilizarla. Sin darse cuenta varios chicos la rodearon, sin ninguna gana se quitó los audífonos y los miro sin emoción alguna.
- ¿Se le perdió algo? - dijo dándole una calada a su cigarro sin levantar la vista.
- Parece que la perdida es otra - dijo riéndose mientras los otros chicos se mantenían al rededor
- ¿Y? - dijo en tono neutral
- No te da miedo que te podamos hacer rubia - dijo mirándola de forma pervertida
- me da igual - dijo mientras seguía aspirando, el humo de su cigarro.
- Me agrada tu actitud - dijo el chico - me llamo Stan
- Quinn - dijo mirándose las manos
- Quieres venir con nosotros - dijo señalando a los demás chicos - cerca de aquí hay un vagón donde nos reunimos todas las noches, mi hermana Tanya esta allá con sus amigas.
Quinn miro al chico y se fijó por primera vez en el, alto, rubio de ojos miel con un tatuaje en el cuello y un pircing en su ceja derecha.
- seguro - dijo siguiendo al chico.
3 días después
- Santana ¿Estas segura que Quinn no está contigo? - preguntaba la matriarca de las Fabray
-No señora, ella me llamo hace 3 noches pero me colgó pronto la llamada.
- Dios donde estará esta niña. Se fue hace 3 días y no ha dado señales de vida - dijo casi histérica.
-tranquilícese ya vera que pronto aparecerá, es más yo le ayudare a buscarla
- Gracias Santana - dijo colgando la llamada - ¿Dónde estás Quinn?
