La hermosa rubia se encontraba en aquella cama de hospital durmiendo. Soñaba que corría en un pequeño campo de sus flores favoritas. Suspiros escapaban de ella, sus manos estaban por encima de la sabana que le tapaba desde la punta de los pies hasta llegar a la altura baja de su pecho, el sonido de distintos aparatos médicos no dejaban que reinara el perpetuo silencio en la habitación. Sus ojos se abrieron lentamente al sentir una suave mano acariciar la suya, la vista que tenía ahora era en definitiva mejor que el sueño a excepción del cansancio que sentía a causa de los medicamentos que bombardeaban su cuerpo. Él había estado sentado a su lado desde hace apenas minutos atrás, estaba preocupado como lo había estado desde el momento en que se enteró del cáncer. Pequeñas cosas como verla despertar y la sonrisa aunque a veces difícil de esbozar ella ponía al verle.
—"Disculpa si te desperté, no quería hacerlo" —Comentó Alex al verla abrir los ojos y acaricio su frente—
— "Te amo Alex, quédate aquí ¿sí? Te amo mucho no quiero que te vayas " —pronunció en un hilo de palabras, desde hace días con el nuevo tratamiento apenas y podía mantener una conversación era muy cansado. Quería decirle antes de que algo malo pudiese pasar que lo amaba era lo que sentía. —
—"Hey amor tranquila, te amo Izzie, debes de saber que no te dejare nunca. ¿ok? Te amo, tanto que sería una especie de suicidio irme de tu lado eres como un sol que ilumina toda mi alma y... todo va a estar bien saldrás de aquí" —Con los demás Alex podía ser el ser más cerrado y cínico, pero con Izzie podía ser el mismo ella era su razón de existir. —
—"Justo soñaba con un campo iluminado por el sol. Cuando salga de aquí nos iremos a Francia" —su voy se quebró un poco— "A París exactamente y haremos el amor en uno de esos hoteles con camas lujosas." —hizo una pausa y un nudo en su garganta se formó las lágrimas querían salir y rodar por sus mejillas, Alex se advirtió a tiempo y besó su frente en un largo y silencioso gesto. —
—"Si supieras cuanto sueño ahora, este veneno me hace soñar despierta." —Dijo con la tristeza dueña aún de sus palabras. —
—"Sabes que sí, vamos a ir ahorraré para que podamos hacer el amor en París." —la tranquilizó con una poco de broma en el sonido de sus palabras en cuanto término de decir la última se acercó a Izzie dándole un beso suave y lleno de ternura que ella respondió con las fuerzas que tenía. —
—"¿Chocolate?" —en su rostro una gran sonrisa se dibujó en cuanto él se separó tenía el poder de hacerle sentir bien al instante. — "No he probado una barra de chocolate en semanas cuando solía hacerlo casi a diario" —agregó de nuevo aún con la extraña sensación de dulce en sus labios. —
Alex sintió como un balde de agua helada aquello que su rubia decía, el sabor que había quedado en sus labios del chocolate que minutos atrás comía fuera de la recámara mientras se negaba y tomaba el valor necesario para a aceptar que era Izzie la que estaba en aquella habitación.
—"Cuando estés mejor te comprare montones de chocolates" —Alex tomo la mano de Izzie entre la suyas llevando sus labios a esta plantando un suave beso. Cerró los ojos pausando la plática por unos segundos deseando que todo estuviera bien pronto. Alzo la mirada de nuevo a ella— "¿Ok?"
La cara de Izzie se iluminó de nuevo al sentirse afortunada por tener a Alex a su lado, haciéndola sentir mejor incluso si de su peor día se trataba. La pesadez en sus ojos se apoderó de ella de nuevo, y volvió a cerrar los ojos quedándose dormida. El acomodó la sabana que le cubría para continuar con esa misma rutina de hace meses quedarse ahí a verla dormir sin su chispeante sonrisa.
