Hola a todos de nuevo, Raijinkakashi ha vuelto, como recordaran en el anterior Legends of Demons: Las aventuras de Pablo, (la cual se encuentra en esta misma página) os conté sobre las aventuras que Pablo, un cazademonios que por reveses del destino acabó en el mundo de final fantasy 13 luchando al lado de Lightning y los demás protagonistas de esa saga, en esta nueva temporada como os comentaba en la anterior fan fiction será un crossover gigantesco de todas mis series de anime, tv, videojuegos y mangas favoritos, que se unirán para vencer a los demonios, habrá nuevos personajes y también viejos personajes, intentare subir muy seguido pero por cuestiones personales quizás tarde un poco en subir los nuevos capítulos. Bueno disfruten del fan fiction.
Capítulo 1: El retorno a la oscuridad y el espacio entre mundos.
Sireia entró muy decidida en el despacho del comandante, estaba realmente enfada, aunque no solía ser su comportamiento habitual, por lo general era muy cariñosa y tranquila, pero la situación que manejaba estaba empezando a salirse de su control.
Comandante- dijo ella- exijo una explicación, Pablo Alexto llegó hace más de una semana al cuartel general y aun no se ha ido a ver a su sobrina, deberían darle un descanso para que se recupere, ya sé que la situación es grave y que los demonios se están concentrando, pero esa niña ansia verle con toda su alma, es su único familiar vivo.
Sireia, cálmate- le respondió el comandante- Pablo no está en ninguna misión, de hecho no ha ido a ninguna desde que llegó, si no ha ido a verla no ha sido porque este ocupado, es simplemente, que no quiere verla.
¿Cómo es eso posible? Es su única familia, realmente no le importa el futuro de su sobrina- pregunto Sireia, al borde de los nervios.
No creo que sea eso, pero aun no tengo ni idea de lo que le pasa a ese muchacho por la cabeza. Si quieres ve a verle y explícale la situación, pero hazlo con calma y recuerda que ese joven ha perdido todo lo que le era preciado, no seas excesivamente dura. Le encontraras en el desván. Le informó el Comandante.
Está bien- dijo ella- Gracias. Comandante ¿tan mal está la situación?
Peor aún, cada día se reúnen más y más demonios en las afuera, y no hay bastantes efectivos para acabar con ellos, lo más raro es que parecen que esperan algo, aún no han atacado ni han hecho nada. – le comento el comandante.
Sireia salió de la habitación y se encaminó al desván, llevaba su ropa de siempre, una falda negra, con una botas negras, camisa blanca y una boina negra en la cabeza, en las manos llevaba su característicos guantes negro que llegan hasta el antebrazo, en la espalda colgaba su dos finas espadas eran unas púas triangulares con un mango de una sola mano y que acababan en una pequeña calavera plateada con ojos azules, por la hoja de la espada había numerosas líneas horizontales de color azul eléctrico, las espadas median un metro en total cada una.
Cuando estaba a punto de llegar a la entrada del desván, escuchó una voz que la llamaba, ella se dio la vuelta. Por el pasillo venía un chico ataviado con un chaleco de cuero marrón con pantalones vaquero y una camiseta roja debajo, llevaba en el cinturón dos pistolas, era un chico de piel tostada por el sol, pelo marrón y ojos marrones.
Hola Dan. – Le saludó Sireia.
¿Cómo estás preciosa?- le preguntó el mientras la besaba.
Dan por favor contrólate. -Le dijo ella avergonzada.- Estamos en un lugar público.
Pero es que no puedo estar más emocionado, dentro de un mes es nuestra boda por fin. Dijo él con una gran sonrisa.
Ya lo sé pero contrólate un poco sabes que no me gusta este tipo de cosas. Dijo ella.
Perdona intentaré controlarme. Dijo Dan- Por cierto ¿a dónde vas?
Voy a buscar a Pablo.- Le informó ella- Tania quiere verle y el aún no ha ido a ver como está.
Llevas desde los 16 cuidando de ella, ya es hora de que cumpla con su obligación. Dijo Dan. No sé por qué tardó tanto en volver.
Al parecer cuando el volvió hubo algo que alteró su tiempo de llegada- le explicó Sireia- y entonces llegó 5 años más tarde.
Ah ya veo- se sorprendió Dan- ahora lo entiendo todo. Aún recuerdo su combate el que proyectaron en el cielo. Realmente fue espectacular, gracias a ese combate decidí esforzarme en ser cazademonios.
Sí lo sé, estuvo magnifico. Dijo Sireia. Bueno voy a ir a buscarle para hablar con él ¿vienes?
Sí claro. Dijo Dan y ambos subieron la escalera que iba al desván.
El desván era oscuro y muy tétrico, estaba lleno de polvo, y había telarañas por todas partes. Avanzaron un poco y llegaron hasta un lugar donde había una pequeña ventana redonda, por la cual soplaba un viento fresco y agradable, sentado en el marco de la ventana, estaba Pablo.
Pablo miraba por la venta con su ropa habitual su gabardina negra y blanca (negra la parte superior y blanca la inferior) la parte de arriba estaba adornada con dos líneas parecidas a garras y en la parte de atrás parecían las líneas unos triángulos blanco sin la parte de abajo, debajo de la gabardina llevaba una camiseta blanca, también llevaba unos vaqueros negros con dos cinturones marrones y una cadena plateada, los pantalones tenían la parte inferior de la pernera en rojo, unos deportes blancos, unos guantes rojos con el símbolo del infinito en blanco y negro en ellos, la parte roja iba desde el codo hasta la muñeca y la parte negra desde la muñeca hasta los nudillos, llevaba encima de la parte negra dos grandes zafiros azules rodeados de plata y atravesados por una equis de plata. En la cabeza llevaba una bandana negra y en el cuello un collar con forma de dragón. Su pelo era castaño y estaba salpicado de mechas rojas, que salieron cuando alcanzó su poder de maestro cazademonios. Tenía la piel un poco tostada por el sol y una mirada fría, que se perdía en el horizonte del ventanal donde estaba sentado.
El ambiente era realmente tenso, ninguno de los dos cazademonios se atrevía a cruzar una palabra con él y Pablo seguía ignorando su presencia aunque se había dado cuenta desde hace rato que habían entrado en el desván.
Estoó…- empezó a decir Sireia cuando fue interrumpida por Pablo.
Sera mejor que cuides tus palabras- dijo el muchacho sin dejar de mirar por la ventana- no quisiera que Hexhell tuviera que disfrutar de tu sangre.
En la mano derecha de Pablo estaba la espada que forjó la leyenda de su victoria, Hexhell, era una claymore de hoja negra, guarda en forma de M de color rojo donde estaba escrito en negro las letras HXH, con un mango de doble mano de color blanco del que salían dos cadenas. En esa misma mano, Pablo llevaba un amuleto, un cordón de oro y una pequeña uve sujetaban un cristal transparente.
Eso hizo que el chico que iba con ella pusiera las manos en las pistolas para prepararse para recibir el ataque de Pablo.
¿Pablo no me recuerdas?- Dijo la chica tímidamente- Soy yo, Sireia, la amiga de tu hermana, jugábamos mucho cuando éramos niños.
Sí, lo sé- contestó Pablo sin dejar de mirar el horizonte en la ventana.
Bueno- dijo la chica- ¿sabes que tu hermana tuvo una hija? Es tu sobrina y ella está impaciente por verte, me gustaría si es posible, que fueras a verla y que…
Pablo interrumpió bajándose de la ventana y poniendo a Hexhell en su espalda.
Por lo que sé has cuidado de ella 5 años- dijo Pablo- y ahora te dan las prisas por encasquetármela, ¿Qué ocurre? ¿Tanto necesitas la noche de bodas?
Sireia le miró con una mirada de asombro, Pablo podía ser arrogante y alocado, pero nunca tan cruel como lo estaba siendo ahora. El silencio se hizo en la sala.
Si tanto la quieres- continuó Pablo con una sonrisa realmente tétrica- no te importará cuidar de ella, al fin al cabo yo ni si quiera la conozco, en cambio tú la has cuidado, así que presentármela solo serviría para causarle dolor a la niña, ya que no me quedare con ella, ¿Tan egoísta eres, que piensas abandonarla para tener una noche loca con tu marido?
¡No es cierto!-gritó ella entre lágrimas- Tania quería verte por eso vine a buscarte, no por otro motivo.
Pues ya es hora de que le enseñes que no se puede tener cuanto deseas- dijo Pablo- Después de todo tener lazos con alguien solo sirven para hacerte sufrir.
Tras esa afirmación Sireia avanzó y le dio a Pablo una bofetada con la mano derecha. Dan la cogió por la cintura y retrocedieron.
Pablo volvió a mirar al frente y como si nada les dio la espalda y volvió a sentarse en la ventana.
Vámonos de aquí Sireia- dijo Dan- No merece la pena.
Se encaminaron hacia la salida, pero antes Sireia le dijo a Pablo:
-Tu hermana se avergonzaría de ti.
El chico no respondió y esperó a que se fueran para ponerse la mano en la mejilla, realmente le había dolido, el bofetón que recibió, pero no estaba dispuesto a que esa chica ni nadie le hiciera cambiar de opinión. No iría a ver a su sobrina, tan solo quería no tener a nadie a quien perder.
Vaya, vaya, el cazademonios no quiere tener lazos con nadie- dijo una voz misteriosa.
Pablo saltó de la ventana hacia el desván y desenfundó a Hexhell y se puso en guardia.
¿Quién anda ahí? Preguntó el muchacho.
Estoy aquí- dijo una voz detrás de él. Pablo se dio la vuelta y apuntó con Hexhell, al demonio que había detrás de él. El demonio llevaba un sombrero antiguo con una pluma negra un manto negro y una máscara plateada, no se veía por ninguna parte sus piernas, pero si se veían sus brazos grises con unas largas uñas rojas, afiladas como espadas. Pablo intentó golpearlo con su espada, pero esta lo atravesó como si fuera niebla.
Cálmate, esto tan solo es un holograma.- Dijo el demonio- No podemos entrar en el cuartel general de los AD, no al menos sin ayuda.
Y ¿por qué iba yo ayudarte?- dijo Pablo, adivinando las obvias razones de porque ese demonio se comunicaba con él.
Porque buscamos lo mismo, la venganza- dijo el demonio. Si consigues bajar el escudo antes de medianoche, podremos entrar y matar a los AD, y tú seguirás vivo por supuesto, no solo te librarás de los lazos que con tanto anhelo deseas eliminar, sino que pagarán por no haber ayudado a tu familia cuando les hacía falta.
Pablo sonrió y dijo:
Ten preparadas tus tropas a medianoche la barrera estará bajada, ahora lárgate antes de que me lo piense mejor.
Hasta la medianoche- Se despidió el demonio- por cierto mi nombre es Flaerd, recuérdalo, así estarás a salvo de los demonios que entren. Y desapareció como si se tratase de niebla.
Pablo oyó en ese momento el chirriar de las bisagras de la puerta, y vio como Dan, entraba y se dirigía a él.
¿Qué quieres?- Preguntó Pablo desagradablemente.
Solo quería decirte que Sireia, solo se preocupa por ti y por Tania, ella es la mejor amiga que tendrías nunca, además jamás pensó en abandonar a Tania, solo quería que te conociera, de hecho estaba apenada por si decidías llevártela, sé que ahora no es buen momento, pero la pequeña está muy ilusionada por verte. Solo era eso ya me voy. Dan se alejó y le dedicó a Pablo una sonrisa, Pablo le devolvió el gesto dándole la espalda.
Cuando Dan se fue, Pablo estaba decidido a bajar el escudo, pero no podía acercarse a la sala del escudo, o tomarían las represalias contra él. En ese momento Pablo, usó un hechizo para crear una serpiente de sombra, con ella podía acercarse al control de mandos por el conducto de ventilación y bajar los escudos.
Pablo manejó a la serpiente durante varias horas, ya que los tubos de ventilación eran realmente complejos y laberínticos, pero por fin llegó hasta la habitación de la sala de control de escudos, hizo que la serpiente se escurriera y cayera encima del panel de control de mandos, solo quedaban 3 minutos para la medianoche, así que hizo que la serpiente entrara en la computadora y quemase varios circuitos, haciendo que los escudo se anularan completamente, para que no pudieran volver a subirlos.
Después de eso salió por la ventana del desván y se quedó en el tejado, esperando a que los demonios entraran, en ese momento sonó la alarma de intrusos, los demonios empezaron a agruparse, a las puertas de los AD, los AD también salieron, en la multitud consiguió distinguir al comandante, a Sireia y a Dan.
Con el aullido de guerra de los demonios y los AD empezaron a luchar, la batalla era inmensa, y él seguía observando desde lo alto del tejado, también vio como unos demonios rompían el cerco y entraron en el cuartel de los AD. En ese momento se fijó que por ahora no había muchas bajas en las filas de los AD, pero sí que algunos tenían que retirarse porque estaban gravemente heridos.
En medio del fragor de la batalla, vio como una niña, abrazada a un conejito de peluche, había salido del cuartel y estaba corriendo a través de la batalla, se parecía mucho a su hermana, cabello largo marrón ojos azules, y piel clara. En ese momento un demonio con armadura y gran espadón se le acercó para matarla.
Aguanta un poco, si la matan, te librarás de lo único que puede causarte dolor.
Cerró los ojos y se preparó para el fatal desenlace, en ese momento se escuchó un grito, pero para la sorpresa de Pablo no era el de una niña, sino de una mujer, Pablo se fijó y vio a Sireia en el suelo con un gran corte sangrante en la espalda y su sobrina ilesa entre los brazos de ella.
¿Por qué lo has hecho?- Preguntó el demonio- ¿Por qué sacrificar a un guerrero por un niño?
¡Porque yo lucho por ella, para proteger mis recuerdos de aquellos a quien quiero! - gritó Sireia- ¡Si dejara morir a alguien a quien amo sin hacer todo lo que está en mi mano, lo único que sería es una persona vacía, yo quiero proteger a mis seres queridos y además quiero que recuerden que hice todo lo que podía por ellos!
En ese momento Pablo recordó lo que le dijo una vez su hermana. En su cabeza un aluvión de imágenes le vino de golpe, Su infancia, su entrenamiento, su familia, la aventura con Lightning y los demás. En ese momento se dio cuenta de que aunque él quisiera romper los lazos con la gente, era eso mismo lo que le daba toda su fuerza para luchar, porque aún tenía gente a la que proteger, sufrir las pérdidas no servía de nada, la única manera de seguir adelante era buscar algo nuevo que proteger. De repente, el amuleto de su mano derecha empezó a brillar, se rompió en mil pedazos y se metió en la espada, la espada cambió su guarda únicamente, el resto seguí igual, ahora en lugar de una M parecía unas alas de dragón llenas de agujeros de color rojo y con las letras HXH tatuadas aun en la guarda.
Se lo que he de hacer.
Pablo saltó desde el tejado y cayó entre Sireia y el demonio, el cual detuvo su espadón con Hexhell. Pablo rechazó su espada y partió al demonio en dos con un golpe en diagonal, al principio salió sangre y luego el cuerpo del demonio se deshizo.
Pablo usó un tónico que llevaba encima y se lo aplicó a Sireia en la espalda, sanándole la herida.
Sabía que aparecerías- dijo ella con lágrimas en los ojos y abrazándole.
Ahora no hay tiempo para eso, Tania vete dentro corre, luego iré a verte, y nosotros seguiremos luchando. Dijo Pablo.
Tania llegó sin problemas adentro del cuartel general, Pablo y Sireia se unieron a la batalla.
Mientras avanzaban hacia la batalla, las espadas de Sireia y Pablo se llenaban de sangre de demonios, ya que ninguno conseguía sobrevivir a las brutales embestidas de Hexhell y las espadas de Sireia, desde el campo de batalla se veía como el comandante y los miembros del consejo luchaban con todas sus fuerzas. Pablo vio algunas caras conocidas en la batalla, pero se fijó en una que estaba en la retaguardia de los demonios, no era otro que Flaerd, aquel demonio que le convenció para bajar el escudo. Sin pensarlo, Pablo usó su velocidad, para llegar hasta él abriendo un surco de demonios muertos y sangre, por donde pasaba, para alcanzarle, debía acabar con él o si no podría acabar sabiendo todo el mundo que fue Pablo quien destruyo el generador de escudos.
Tardó unos minutos en llegar hasta ese demonio pero finalmente llegó hasta él. Pablo le miró con odio, dispuesto a luchar contra él. En ese momento sacó a Clusterstorm y empezó a dispararle, pero el demonio esquivó las balas con suma facilidad. Tras el ataque de Pablo, Flaerd usó su uñas rojas para propinarle una cuchillada al joven cazademonios, pero pablo usó a Hexhell para defenderse y bloquear el ataque. Ambos se alejaron de su rival y se pusieron frente a frente separados por unos metros.
-Ahora te vuelves contra mí, después de concederte lo que deseabas- dijo Flaerd- no eres alguien muy agradecido.
Cállate, lo único que hiciste fue comerme el tarro para que os abriera el escudo, pero da igual no ganareis esta batalla y por cierto no me vuelvo contra ti es que nunca estuve de vuestro lado- le dijo Pablo dándose aires.
Pablo lanzó un Darkcros hacia Flaerd, este lo detuvo con sus manos pero parecía que no era capaz de detenerlo del todo. De repente una bola de fuego salió de la multitud y golpeó a Flaerd, haciendo que la cuchilla oscura le diera y también la bola de fuego. Después del estallido provocado por los dos hechizos, aparecieron Dan y Sireia.
Venimos a echarte una mano- dijo Dan sonriendo.
La próxima vez no me dejes solo para irte a luchar solo.- dijo Sireia
Ok, está bien- afirmó Pablo- vamos a cargarnos a este hijo de puta.
Vaya tres contra uno, que mal supongo que tendré que rendirme- dijo Flaerd mientras las armas de los tres muchachos le apuntaban.
Si claro y que más- dijo Flaerd mientras gritaba al cielo y se transformaba en una especie de oso gigante de color azul de tres metros de alto, con un montón de cuernos en la espalda y una gigantescas garras grises y una mandíbulas enormes capaces de triturar un coche.
Este es vuestro fin- dijo Flaerd.
Eso no te lo crees ni tú.- Dijo Pablo- ¿estáis listos?
¡Sí!-respondieron Dan y Sireia.
Ok allá vamos-dijo Pablo. Y se prepararon para la pelea.
¡Gaigaranti!-gritó Pablo, en ese momento cientos de manos sombrías salieron del suelo y atraparon a Flaerd dejándolo inmóvil- Ahora atacad.
Icebreaker- dijo Sireia y una estalactita de hielo se creó encima del monstruo.
Rudanraiku- grito Dan y la estalactita se rodeó de llamas que no la derretían. Pablo avanzó hacia ellos corriendo, cuando Sireia y Dan unieron sus manos para darle a Pablo impulso en un salto. Pablo se colocó encima de la estalactita rodeada de fuego y clavó a Hexhell en la estalactita, con la que cayó encima de Flaerd y rompiendo la estalactita en llamas en mil pedazo y clavando a Hexhell en la espalda de Flaerd que cayó al suelo por el golpe. Pablo sacó su espada clavada de la espalda del demonio y de esa herida salieron borbotones de sangre negra, el golpe dejó atontado al monstruo.
Aprovechemos ahora- dijo Pablo- ¡Pirámide Letal! Ahora.
Bien- respondieron Sireia y Dan.
Los tres se colocaron en triangulo y lanzaron dos rayos de energía hacia los otros formando un triángulo. El triángulo se elevó y formo una pirámide con un lado negro, otro naranja y otro azul claro. Los tres saltaron al mismo tiempo Pablo colocó a Hexhell en el aire y Sireia sus dos espadas formando una pirámide, después de eso Dan disparó una bola de fuego hacia la pirámide formada por las tres espadas, formando una pequeña pirámide de fuego. Los tres dieron una voltereta en el aire y golpearon con el talón la pequeña pirámide de fuego, lanzándola con la pirámide en la que confinaron a Flaerd, la cual explotó en un arcoíris de poderes y colores que dejó únicamente un hueco en el suelo.
Los tres aterrizaron elegantemente sobre el suelo.
¡Ya está!- lo celebraron los tres.
