Disclaimer: Naruto es propiedad de Kishimoto.

Aviso: Este Fic participa del Reto especial: Protagonismo de Enero del Foro La Aldea Oculta Entre las Hojas.

Deseo de cumpleaños

—¿Es en serio papá? —El niño que vestía un traje color verde, una pañoleta roja y llevaba las cejas más pobladas que nadie miraba a su padre –que vestía prácticamente igual– con sorpresa.

—¡Pues claro que si Gai! Será el evento del año.

—No estoy muy seguro de eso tou-chan. Como es el primer día del año todos querrán pasárselo junto a su familia.

—No, no, no. ¡Todos querrán celebrar con nosotros la juventud llameante que hay en ti Gai!—Exclamó excitado en voz muy alta haciendo su característica pose de "Chico bueno".

El menor asintió con los ojos húmedos por la emoción. —¡Si tou-chan!

—Ohhh, la juventud que grita y arde con tanta fuerza en tu alma me ha conmovido.—Ahora el mayor empezaba a lagrimear con la fuerza de una cascada.

Así fue como padre e hijo terminaron llorando y moqueando dramáticamente en medio de una calle solitaria, o bueno, al menos pensaron que lo estaba hasta que un par de señoras empezaron a susurrar cosas.

—¿Como puede educar a su hijo de esa manera?

—Me dan tanta lastima.

—Deberíamos denunciarlo por acoso infantil.

En eso ambos se secaron las lágrimas, voltearon y con su sonrisa más sincera y agradable exclamaron al unísono:—¡Gracias por sus ánimos!

•••

Gai miraba a su alrededor y le costaba creer lo que veía, allí en su pequeña casa, donde la mayor parte del tiempo sólo estaban su padre y él estaban la mayoría de sus compañeros de la academia: Genma, Hayate, Tsume, Kurenai, Asuma, Óbito, Rin e incluso el mismísimo Kakashi su eterno rival a pesar de su arrogancia había decidido aparecerserse en su fiesta. Todo gracias a su padre, la persona que más admiraba sin importar lo que los demás dijesen sobre él, Maito Dai no era sólo el eterno gennin, el perdedor, él era su padre y la persona que le había enseñado las lecciones más importantes que había aprendido: Nunca darse por vencido y proteger aquello que aprecia, esa es la verdadera victoria.

Caminaba con paso seguro por la sala de su casa saludando a todos sus camaradas, todos reían, se divertían y lo más importante, la razón de toda aquella celebración era él, estaban celebrando su cumpleaños, ¡El cumpleaños de Maito Gai!

Era como un sueño hecho realidad, todos sus compañeros terminaron reconociéndolo, ya no era "Gai el que no puede usar ninjutsu", era sólo Gai, un estudiante de la Academia como todos los demás –y uno muy fuerte–, incluso Kakashi lo reconocía y aceptaba su numerosos retos. Todo eso porque nunca se dio por vencido, gracias a su padre. Por eso en el momento que le tocó soplar las velitas sólo pidió un deseo: Que su padre permaneciera a su lado por siempre.