Mi hermano menor.
Resumen: sus ojos grises me miraban con gran curiosidad desde su cuna. Un momento de hermanos de Mycroft y Sherlock cuando este último tan solo era un bebe, contado desde el punto de vista del pelirrojo.
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Mire una vez mas. Sus ojos grises me miraban con gran curiosidad, era simplemente hermoso. Me asome un poco mas quitándome algunos mechones pelirrojos de mi frente. Él me sonrió y estiro su manita tratando de alcanzarme, un cabellito negro apenas cubría su cabeza. Estire mi mano e hice contacto con su piel, era suave y por primera vez entendí el significado de delicado. Sus deditos pequeños encerraron a mi dedo meñique, haciéndome sonreír mientras dejaba salir un suspiro. Al escucharme el me miro y volvió a sonreír inocentemente, alzando ambos bracitos para que lo cargara. Sentí una leve desconfianza ¿y si se me caía? ¿y si lo lastimaba? Lo mire cambiando mi expresión a una seria. Al notarlo el bebe de la cuna empezó a hacer pucheros alzando sus bracitos como amenazándome con llorar.
O no, eso no lo podía permitir. Con algo de confusión y miedo tome al pequeño con mis manos para luego tomarlo entre mis brazos.
Se sentía tibio, el pequeño me sonreía divertido y hacia ruiditos adorables que todo bebito debe hacer. Mis ojos celestes chocaron con sus ojos grises que eran iguales a los de mi madre, y él volvió a sonreír y a darme algunas palmaditas. Reí levemente primero, luego no pude evitar una carcajada. Estaba contento ¡no había pasado nada! Bese con ternura su frente y el pequeño rió levemente. Era extraño, jamás me había sentido así y no sabía que me causaba esa alegría, si tan solo era un bebe.
Me senté apoyándolo en mi regazo, el se dio vuelta a verme de frente, primero con algo de confusión y luego sonrió tiernamente. Mire la hora, faltaban unos minutos para que mamá apareciera a darle de comer. Lo abrase amorosamente y luego hice un amago de dejarlo en la cuna pero él no quiso y sin querer hacerlo llorar lo mantuve en mis brazos.
No me di cuenta que desde la puerta mamá nos miraba divertido, feliz de que yo haya aceptado a mi nuevo hermanito. Se acerco besando mi mejilla y tomando al pequeño tesoro.
Mire con curiosidad como le daba de comer con la mamadera, el pequeño quedo dormidito luego de ser arrullado por mamá
-es difícil ser madre- medio sonreí, era algo que me había dado cuenta esta semana en la cual curioseaba a mi pequeño hermanito. Ella me sonrió tiernamente mientras en sus ojos grises brillaba la astucia e inteligencia que yo había heredado, y con el tiempo sabríamos si Sherlock también había nacido con esa inteligencia superior.
-lo se, pero uno aprende- me contesto con ternura acariciando mi cabello. Sonreí levemente acariciando la manito de mi hermanito menor. Bese su cabecita y sonreí. Ahora tenía que asegurarme de protegerlo mucho, después de todo yo era el mayor y haría muy bien mi trabajo.
Si hubiera sabido que al crecer él llegaría odiarme, hubiera disfrutado más los años que estuvo como un pequeño niño en mis brazos.
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¡Es la primera vez que escribo se Sherlock! En lo personal amo el Johnlock y el Mystrade, tal vez alguna vez me anime a escribir de ellos XD Pero por ahora solo esta idea que me vino de repente.
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