Buenaas lindos lectores~ Este fanfic debo parte de la inspiración al drama coreano "Personal Taste", recomendado por cierto.

Dedicado a TsukiHimegoto, Shabreh, Shabrishitah y todos los apodos que tenga para decirleh~, que cumplió años hace poco y no le di absolutamente nada, que mala persona soy *face palm*

Sé que ésta pareja te gusta así que espero la historia te guste también, ya te nos pusiste viejita, oh dios, mi niña ha crecido tanto –mordisquea pañuelo dramáticamente(¿?)-

Por favor, lean hasta el final~


Prohibido

Extendió su mano hacia la joven dama, pidiéndole con aquella acción que bailara junto a él esa pieza.

Ella aceptó dudosa y lentamente fue dirigida hacia el gran salón. Un escalofrío recorrió su espina dorsal cuando sintió la mano de él posarse suavemente en su cintura.

- ¿Por qué tiene que ser así? –su voz ronca habló contra el oído femenino dulcemente-

- Ambos tenemos cosas que proteger... –giró suavemente en medio de aquel baile, agradeciendo mentalmente de que el chico no se diera cuenta del temblor en sus rodillas- Y destinos que cumplir.

- Destino –su tono fue sarcástico, algo impropio en él- Eres lo único que quiero en este mundo… ¿Por qué no puedo tenerte?

- Le recuerdo que no soy un objeto –frunció su delicado ceño suavemente- Tengo… no, ambos, tenemos obligaciones que no pueden ser dejadas de lado.

Y ahí estaba de nuevo, ella y su maldita honestidad ¿Qué no podía dejarlo soñar por un momento?

La música llegaba a su fin, no necesitaron palabras para entender que era la hora de la despedida. Ambos retrocedieron dos pasos he hicieron una reverencia.

- Tal vez… -respiró hondamente tratando de deshacer el nudo en su garganta- … en otra vida, podamos estar juntos.

- No importa cuántas vidas tenga que pasar, –se vio reflejado en aquellos cristalinos ojos verdes- Te encontraré, y te amaré todo lo que no te puede amar en esta.

Cerró sus ojos fuertemente, tratando de controlar las rebeldes lagrimas que amenazaban con salir ante las palabras de su amado mientras ambos giraban sobre sus talones y partían en direcciones diferentes. Porque aquellos… ellos, se habían enamorado desde la primera vez que se vieron, pero su amor era prohibido. Con destinos decididos y por el honor de sus familias tenían que tragarse sus sentimientos. Tener la esperanza de que en otra vida y bajo otras circunstancias se volvieran a encontrar.

Adiós

. . .

Aplausos llenaron el lugar, sacándolos de su trance momentáneo. Jadeó sorprendido, por un momento se había metido tanto en el papel que sintió que aquella despedida era real y que más nunca volvería a ver a Sakura, dirigió la mirada hacia la chica con temor y cuando la vio sonriéndole con aquella calidez de siempre pudo respirar tranquilo.

Porque aunque aquella historia que habían interpretado hablaba de un amor que no podía ser y terminaba en una dolorosa separación, ellos tenían su propia historia que contar… y por suerte, tenía un final muy diferente.