Bien, aquí vuelvo con mi segunda historia!

La verdad es que se me han ocurrido un montón de fics pero como éste era más corto decidí publicarlo ya.

Ésta se me ocurrió tras ver un doujinshi (UsaxUk por supuesto) en el que aparecían unas tijeras corta-todo xDD


¡Córtalo!

- ¡He inventado unas tijeras que pueden cortar todo! –Gritó el americano entrando en la sala donde se reunían todos los países sin excepción, y agitando el dicho objeto con la mano alzada sobre las cabezas.

- ¡Maldito estadounidense! ¡Deja de mover esa cosa de un lado para el otro, puedes herir a alguien! –Le reprochó cierto inglés ante la euforia del menor.

- ¡Ve~! ¡Podemos cortar ingredientes para hacer pasta!

- ¡Y no solo eso italiano obseso! ¡Puedes cortar cualquier cosa, miren! –Se acercó a una de las ventanas de la sala y cogió la cortina haciendo cortes perfectos con las tijeras.

- ¡Idiota! ¡Esas cortinas son mías! –Gritó Inglaterra enfadado y escupiendo el té que tomaba.

- ¡Hahaha! ¡Y miren! –Se acercó hasta la mesa maciza de madera y recortó una estupenda porción triangular de uno de los lados.

- Mi…mi…¡MI MESA!

- ¡Eso no es todo! ¡Decidme cualquier cosa y la cortaré!

En seguida un murmullo estruendoso se apoderó de la sala, de vez en cuando una voz sobresalía dando ideas, otras se susurraban por vergüenza y otras simplemente no se oían como era el caso del pobre Canadá.

- ¡Corta la carne para una boloñesa! Ve~ -Dijo entusiasmado el castaño moviendo el brazo para llamar la atención del rubio.

- ¡Eso es demasiado fácil! Algo más difícil.

- ¡Córtale los pelos a Francis!

- ¡Nooooo! ¡S'il vous plaît! ¡Mi preciosa melena no! –Lloriqueaba el francés con un pañuelo blanco con volantes en la mano.

- Eso no por favor... Vamos, piensen, algo difícil –Comentó con cara de asco ante la mención de la melena francesa.

- Corta tus puñeteros McDonalds...

- Vamos Iggy, sabes que eso no puedo hacerlo, haha...

- ¡No me llames así!

- ¡Hahahaha!

- ¿Por qué no cortas el hilo rojo que sale de tu muñeca y va hasta la del idiota Inglaterra?

Todo el mundo se calló e inundó el silencio.

- ¿Pero que dices Sealand ? ¿A qué hilo te refieres?

- Bueno no es un hilo, es una cinta atada en tu muñeca, en tu derecha.

El americano miró con atención su mano sin ver nada en ella.

- Sealand, ¿tu zumo llevaba algo?

El pequeño ofendido se acercó arrebatándole las tijeras y haciendo un tajo en el aire cortando, aparentemente, nada. Pero él vió como aquel lazo empezaba a caer meciéndose suavemente hasta llegar al suelo.

Finas hebras comenzaron a salir de las puntas que habían sido cortadas, entrelazándose y enhebrándose, volviendo a unirse quedando intacta.

El pequeño país miró con asombro aquel hecho y los demás comenzaron a poner en duda la cordura del pequeño, desde luego, algo debía haber heredado de Inglaterra.

- Dame, los niños no deberían jugar con estas cosas tan peligrosas –Dijo América sonriendo y quitándole las tijeras de las manos.

El pequeño rubio se quedó observando como el grupo de países iba alejándose dejándole apartado junto a Letonia y como el americano iba donde el inglés, y como la cinta se hacía cada vez más corta.

- No estoy loco...

- Lo sé, yo también lo veo –Susurró el otro pequeño país tratando de consolar.


Espero que os haya gustado^^

La idea de que un hilo nos una a quién amamos y también el dicho de que los niños y los animales pueden ver cosas que nosotros no es algo interesante y a la vez terrorífico para mí,... ¡ojala yo también pudiera verlo! xDDDD

Nos vemos en el próximo fic!

Aquí hay un botoncito que es capaz de hacer más grande el lazo que une a Alfred y Arthur, ¿por qué no comentas que tan grande puede llegar a ser? ^^