Testigo enamorado
Capítulo 1
-¡Nunca Me dejas que me divierta!, eres tan paranoica que me apenas me dejas hacer nada si no estas tu presente. ¡Si mi padre aun viviera, seguro que no sería tan malo conmigo!-
A Janice Stevens las palabras de su hija le partieron el alma. Podía justificar muchos de los arranques de Kelly diciéndose que era una adolescente y tenía las hormonas revueltas, pero el arrebato de esa noche le dolía especialmente.
Janice hundió los pies en la tierra mientras la fresca brisa nocturna trataba de levantarle la falda. Ella llevaba meses deseando que llegara aquella semana en las montañas, quería disfrutar de un tiempo a solas con su hija.
Hasta ese momento, habían pasado una buena semana. Y la noche había comenzado bien: habían ido a comer hamburguesas y batidos, luego habían dado un largo paseo por la playa y tenían pensado terminar viendo una película de la extensa colección que había en la casa que había alquilado.
Kelly había aprovechado de su camaradería para pedirle una vez más que la dejara ir a Londres. El equipo de natación de su colegio, al que ella pertenecía había tenido unos resultados magníficos ese año y habían logrado clasificarse para el campeonato regional que se celebraría en Londres. El entrenador iba a llevar ocho de las mejores nadadoras al encuentro, que incluía una visita por todo el lugar y sus alrededores.
Los padres de las demás chicas habían dado su consentimiento, pero Janice no, le permitiría a Kelly visitar el infierno antes que dejar que pusiera un pie en Londres, sobre todo después de enterarse que Blaise Malfoy acababa de salir de la cárcel en libertad condicional.
Janice se arrebujó en su cazadora y observó el reflejo de la luna en el mar. El escenario era hermoso y sosegado, justo lo contrario a sus emociones. En cuanto pensaba en Londres, le asaltaban aterradores recuerdos. Pero eso no podía explicárselo a Kelly. Llevaba todo la vida protegiendo a su hija de las posibles consecuencias de aquella horrible noche tiempo atrás. Y no pensaba entregarla a los demonios después de tanto esfuerzo.
Janice estaba regresando a la casa alquilada cuando le sonó el teléfono móvil. Era el número de Harry Potter. Su humor que no era demasiado bueno se volvió a un más sombrío. El policía que se ocupaba de protegerlas nunca le daba buenas noticias.
-Hola Harry, dime que has llamado para ver como me van las vacaciones-
-Ojala fuera así, odio molestarte con esto esta noche, pero supuse que querrías saberlo-
El terror se apodero de Janice.
-Se trata de Blaise-
-No, de Draco Malfoy-
Draco un escalofrío recorrió a Janice y le robó el aliento.
-Anoche se escapo de la cárcel- añadió el policía.
Ella se estremeció.
-¿Cómo fue?-
-Le tocaba trabajar en la cocina, el repartidor que llevaba la fruta tuvo un ataque al corazón allí mismo y Draco aprovechó para esconderse en el camión, el vigilante no advirtió su ausencia hasta que fue demasiado tarde-
-¿Y ahora qué hago?-
-Todavía nada… por lo que creemos, tanto Draco como su primo Blaise se creyeron la historia de que Kelly y tu están muertas, llevan doce años viviendo una vida tranquila no hay razón para creer que no pueda seguir siendo así-
-Hemos vivido tranquilas mientras esos dos estaba en prisión ¡pero ahora están afuera!-
-Tienes razón pero como te hemos dicho, no creemos que sapan que están vivas. Y aunque lo hiciera dudo que tuviera el dinero necesario ni las ganas de buscar venganza a estas alturas de su vida-
-Pero sus matones pueden hacerlo si ellos se lo mandan-
-No lo creo. Cuando Lucius Malfoy murió y Blaise y draco ingresaron en la prisión la mafia encontró un nuevo jefe y todo el mundo sabe que no quieren tener relación con los Malfoy-
-Más razones para que Blaise y Draco me guarden rencor-
-Guarda rencor a Hermione Granger… y ella esta muerta-
Janice no estaba tranquila.
-Te conozco demasiado bien Harry, si estuvieras convencido de que no hay ningún peligro, no me hubieras telefoneado-
-Es por mera precaución-
Ya, igual que los avisos de tornados eran una precaución. Si el tornado pasaba de largo no había problema pero si caía sobre uno, ya podía ponerse a rezar.
-Te mantendré informada- añadió Harry- las autoridades seguramente vuelven a tener a Draco bajo custodia en unos cuantos días-
-Pueden pasar machas cosas en unos cuantos días-
-Pero no hay razón para pensar que vaya a ser así- aseguró él con voz suave y tranquila para evitar que entrara en pánico.
Harry era bueno con eso. Ella no había conocido a su padre, pero le hubiera gustado de fuera como Harry. El padre ficticio de Kelly lo había construido basándose en él.
Harry había pasado los cincuenta y tenía el pelo medio cano, media un metro ochenta y tenía el cuerpo ágil y fibroso, era muy hombre pero cuando menos lo esperaba la sorprendía con alguna dulzura.
Ella confiaba plenamente en su criterio, si el le decía que regresaran a casa lo harían, si el le decía de quedarían allí.
-¿Qué tal las vacaciones?- le preguntó él.
-bien cuando mi hija no me acusa de ser controladora y paranoica y eso era antes de que tuviera que preocuparme por Draco Malfoy-
-No sabes lo poco que me apetecía darte la noticia-
Janice se sintió muy venerable.
-Todavía me queda una semana de queda una semana de vacaciones- comentó- había pensado pasarla en casa ¿supone un riesgo?-
-No al menos que vuelva a llamarte para decirte lo contrario, sigue con tu vida de siempre y relájate un poco con Kelly es una muchacha estupenda y una vez que supere la adolescencia volverá a ser tan dulce y juiciosa como siempre-
-Eso espero-
-Y ahora intenta disfrutar de lo que te quedan de vacaciones, llámame si necesitas cualquier cosa sabes que cuantas conmigo-
-¿Qué me dices reconvertirnos a Kelly y a mí en invisibles durante unas cuantas semanas?-
-Ya lo hice… Hermione Granger y Nicole Granger están muertas y enterradas. Tú eres la viuda Janice Stevens que ha buscado una nueva vida en Francia con su hija Kelly-
-Hacerlo parece tan factible…-
-Hacerlo factible es mi trabajo… el tuyo es divertirte en tus vacaciones-
Y eso fue todo. Pero el temor no la abandonó conforme regresaba a la casa de la playa. Temor y la arrebatadora premonición de que aún no había visto lo peor de Draco Malfoy.
El barrio francés seguía teniéndole mismo aspecto de quince años atrás. Incluso el borracho dormido en el portal de Jackson Square podría ser el mismo de entonces. Un grupo de universitarios pasaron junto a él, riendo y hablando a voces como si fueran las tres de la tarde en lugar de las tres de la madrugada. Quince años antes Draco podría haber sido unos de los juerguistas, pero esta noche era un hombre fugitivo.
Era arriesgado estar en el barrio, pero necesitaba desesperadamente un coche y dinero. Removió tambaleándose como si estuviera borracho entró en un oscuro bar y se sentó en una mesa del fondo del local. En menos de un minuto otro borracho se le acercó.
-¿Me invitas un tragó amigo?- preguntó entre hipos sentándose a su lado torpemente.
Una pareja de hombres empezaron a cantar desafinados y otros clientes del local se les unieron.
-Tienes buen aspecto para ser u fugitivo- le susurro Rico a Draco mientras le entregaba una llave por debajo de la mesa- el coche es un ultimo modelo, un ford negro de tres puertas aparcado en el cruce Rampart con Saenger, la documentación del vehículo, algo de dinero y tu nuevo documento de identidad están en la guantera-
-¿Conseguiste las herramientas?-
-Están envueltas en una manta azul marino en el maletero-
-Gracias-
El camarero pasó junto a ellos pero los ignoró pensando que ya habían bebido lo suficiente.
-No pensarás ir a Francia en busca de Hermione y la niña ¿verdad?-
-Ni por asomo… por lo que a mi respecta las dos están muertas-
-¿Y entonces a donde vas a ir?-
-Tan lejos de la cárcel como me sea posible-
-¿Vas hacerle una visita a Blaise antes de irte de la ciudad?-
-¿Y por qué iba hacerlo?-
-Es tu primo-
-No me ayudo en el juicio precisamente. Voy olvidarme de todo en cuanto salga por esa puerta… voy a cortar con todo y empezar una nueva vida-
-Espero que lo consigas ¿quieres tomar algo antes de irte?-
-Si café… necesito estar despierto-
Rico pego un puñetazo en la mesa.
-¿Qué hay que hacer para que le atiendan a uno en este antro?
El camarero se giro parsimoniosamente hacia él.
-¿Qué quiere beber?-
-Yo tomaré un whisky con hielo- respondió rico- y a mi amigo déle café ha bebido suficiente-
-Y usted también si va a conducir-
-Esta claro que no voy a conducir, he alquilado una habitación en Bourdon Street-
-Mejor para usted enseguida les sirvo las bebidas-
Draco observo al camarero; debía tener unos veinte años un par menos que el cuando el infierno se había abierto a su alrededor y su vida había explotado entre estruendos de disparos y sangre caliente y espesa inundándolo todo.
Ya no tenía veintidós sino treinta y siente y le parecían cien. La cárcel provocaba ese efecto la inocencia y la ilusión quedaban machacadas bajo los pies de cientos de individuos que querían ser más fuertes que los demás.
El café era fuerte y con mucha achicoria típico de Londres. Draco se lo bebió de un tragó se despidió con un gesto de cabeza y se encamino al aseo. Cuando salió rico se había marchado, Draco dejo unos billetes en la mesa y salió del local. Quince años habían sido mucho tiempo se preguntó si Hermione Granger lo recocería.
Iba descubrirlo pronto.
