-"¿qué es la locura?... ¿qué es la cordura?... ¿qué me separa de los de afuera?... ¿qué me hace estar aquí adentro?"

Pensamientos de la chica que se encontraba parpadeando recostada en una cama, miraba el techo blanco al igual que las paredes, intento ponerse de pie y se dio cuenta de que el efecto del sedante ya había pasado, aun así un ligero mareo se hiso presente.

Observo la habitación donde se encontraba un tanto curiosa y temerosa a la vez, un tocador de madera y una cama era lo único que había, abrió los cajones y solo había pants y sudaderas blancas, justo lo que ella usaba en ese momento, no habían espejos y la única ventana que se encontraba arriba de la cama tenía unos gruesos barrotes que disminuían la luz que entraba.

Camino hacia la puerta temerosa, esperando que todo fuese un error, su temor aumento cuando antes de girar la perilla de la puerta esta comenzó a abrirse, camino hacia atrás como precaución, la puerta finalmente se abrió y tuvo que cerrar los ojos temiendo lo peor.

― ¡Hola!― escucho una voz bastante ruidosa, abrió los ojos y lo que vio fue a una chica de cabellos castaños que portaba una diadema amarilla, ojos ámbar y ropa igual a la de ella, la miraba con una gran sonrisa ―tú debes ser la nueva, soy Ritsu Tainaka ¿tu cómo te llamas?― la chica hablaba muy deprisa.

―A…Azusa…Azusa Nakano― dijo temerosa la chica que cada que la castaña se acercaba, esta retrocedía.

La oji-ambar rio con fuerza al ver la cara asustada de la morena ―vamos, no es que te fuera a hacer daño― tomo la mano de la chica con fuerza ―nos esperan― dijo antes de caminar hacia la salida llevando a rastras a la chica de coletas.

―es…espera― suplicaba la otra.

Al salir por la puerta pudo ver un largo pasillo con varias puertas donde seguramente estarían otras personas igual que ella, no, imposible, ella estaba ahí por un error, ella no estaba "loca".

Por instinto de supervivencia dejo de protestar y camino con la castaña que se veía bastante enérgica, ¿adónde iba? ¿Qué le harían?, tenía miedo y mucho.

―llegamos― dijo al detenerse en una puerta con el número 726.

Dentro de la habitación estaban otras cuatro personas sentadas en círculo, una de ellas era una mujer adulta aunque se veía bastante joven, llevaba puesta unas gafas y una bata blanca, Azusa supuso de inmediato que se trataba de una doctora lo que le dio un gran alivio, al menos no estaría sola con ningún paciente.

También se encontraban una chica rubia de ojos azules y miraba tranquila, vestía la misma ropa blanca, pants y sudaderas blancas, había una morena a su lado que parecía bastante nerviosa, lo primero que hiso al mirar a Azusa fue llevarse las manos al pecho y encogerse en su asiento. Su vestimenta era igual a la del anterior.

Por ultimo estaba una castaña con el cabello desordenado la cual estaba dormida en una posición bastante incomoda y con un ligero rastro de baba que salía de su boca. Ella al igual que el resto vestía la ropa blanca que la catalogaba como una paciente más.

― llegas tarde Ricchan― dijo la mujer de gafas mientras abría un folder con varias hojas.

―me costó trabajo traerla, tenía cara de que la mataría― dijo para después soltar una gran carcajada.

La mujer se levantó de su asiento y camino hacia Azusa ―me llamo Yamanaka Sawako, soy doctora de este hospital Psiquiátrico…sé que debes estar asustada y confundida, pero todo estará bien, este es una terapia de grupo, se supone que deben ser de cinco, así que le pedí a Ritsu que fuera por ti, lamento si te asusto― dijo con una sonrisa que a Azusa le dio confianza.

―Sawa-chan Yui se quedó dormida― dijo Ritsu quien tomo asiento a un lado de la peli negra asustada.

―yui-chan, despierta por favor― dijo gentilmente la rubia mientras la movía ligeramente.

―quizás deberíamos…dejarla…― dijo la pelinegra de ojos grises en un tono de voz sumamente baja.

― ¡QUE DIJISTE MIO-CHAN!― grito la castaña para molestar a la chica, esta se cubrió los oídos mientras parecía querer llorar y termino por aferrarse a Azusa quien miraba todo muy confundida.

―"en donde he venido a parar"― pensó la chica de coletas algo asustada.

― ¡despierta Yui!― grito la Ritsu quien rápidamente dio una patada a la silla de la castaña haciendo que esta callera de espaldas.

― ¡Ritsu!― grito la doctora mirando con desaprobación a la hiperactiva chica ―toma asiento ahora― dijo en un tono más bajo.

La chica que yacía en el suelo comenzó a ponerse de pie mientras bostezaba, al volver a colocar su asiento miro a su alrededor un tanto confundida, una Sawako molesta, una Ritsu castigada, una Mugi preocupada y lo que más llamo su atención fue ver a una Mio asustada, en realidad eso no llamo su atención, eso ya era algo muy común, lo que realmente llamo su atención fue la chica de coletas a la cual su amiga se aferraba.

―todos tomen asiento― hablo la mujer de bata ―comenzaremos con la terapia de grupo.

Mio soltó apenada a Azusa para sentarse a lado de Ritsu y Azusa tuvo que sentarse en el único lugar vacío, a lado de la chica que minutos antes estaba dormida y la chica rubia.

―muy bien, hoy tenemos un nuevo miembro ¿puedes decirnos tu nombre?―

Azusa miro nerviosa a todas, no es que fuera alguien insegura, lo que pasaba este estaba aterrada por estar en ese lugar.

Sawako la miro y se levantó de su lugar ―yo soy Sawako, trabajo en el hospital Sakuragaoka como psicóloga ¿Quién continua?

― ¡yo soy Ritsu Tainaka!― la chica hiperactiva poniéndose de pie rápidamente― tengo 17 años y estoy aquí porque cause un pequeñito incendio― dijo mientras se rascaba la cabeza ―y dicen que tengo trastorno límite de la personalidad―

―tienes trastorno límite de la personalidad― dijo firmemente Sawako mirándola fijamente ― ¿Quién sigue?―

La chica rubia se levantó y le regalo una cálida sonrisa a todas ―me llamo Tsumugi Kotobuki, pero pueden decirme Mugi, tengo 17 años y sufro el trastorno de…personalidad dependiente― dijo en un tono más bajo ―además estoy aquí porque…―

― ¡espera Mugi!― dijeron Ritsu y Sawako al mismo tiempo ―solo eso, no queremos asustar a la nueva ¿verdad?― dijo Ritsu quien sonreía.

―es verdad…lo siento― dijo la chica rubia un tanto apenada ―espero que nos podamos llevar bien― dijo mirando a Azusa y sonreírle.

Ahora Azusa estaba más confundida que antes ¿acaso esa chica amable podría ser peligrosa?

―Mio-chan ¿quieres continuar?― dijo la mujer adulta.

La morena de ojos grises se levantó temblando de su asiento, miro a todas con nerviosismo y sus mejillas empezaron a adquirir un tono rojizo que la hacían ver sumamente adorable.

―me…me llamo…Mio…Mio Akiyama― su tono de voz era muy bajo que todas las presentes debían prestar mucha atención a lo que decía ―tengo… 17 años y sufro… de agorafobia―

―eso significa que le tiene miedo a los ogros, ¡hay un ogro detrás de ti!― dijo Ritsu haciendo que Mio se llevara las manos al pecho y se sentara en su lugar encogiendo las rodillas al pecho.

― ¡Ritsu!― grito nuevamente Sawako acomodándose las gafas ―vuelves a molestar a Mio y te mandare a la celda de castigo ¿entendido?― hablo firmemente haciendo que la castaña se quedara callada y comenzara a acariciar suavemente el cabello de la morena.

―lo lamento Mio-chan― dijo la castaña con sinceridad regalándole una sonrisa a su amiga para que se tranquilizara.

―Mio además de su agorafobia sufre constantes y fuertes ataques de pánico― dijo Sawako.

―"no veo que llegue a ser peligrosa, eso es bueno"― pensó Azusa.

Muy bien, sigue Yui… ¡Yui!― le llamaba a la castaña que se había vuelto a quedar dormida.

― ¿ha? sí, sí, si― dijo levantándose de un salto y mirar a la pequeña Azusa con unos profundos ojos chocolates ―me llamo Yui Hirasawa…y no recuerdo porque estoy aquí― dijo antes de reír despreocupadamente.

―Yui sufre de amnesia disociativa― dijo Sawako con una sonrisa ―muy bien Yui ¿Qué más?―

La chica miro un momento el techo intentando recordar algo ―tengo…creo que 17 años, me gusta dormir, la comida y mis amigas son Ricchan, Mio-chan y Mugi-chan― dijo feliz.

―bien Yui, toma asiento― esta vez Sawako miro fijamente hacia Azusa y esta entendió que había llegado el momento.

Tomo una gran bocanada de aire se puso de pie tratando de parecer tranquila ―me…me llamo Azusa Nakano, tengo 16 años y estoy aquí…estoy aquí― por más que lo intento su voz se fue cortando mientras su vista comenzaba a nublarse por las lágrimas que comenzaron a formarse ― ¡yo no debo estar aquí!― grito finalmente dejando salir lo que sentía en ese momento.

.

.

TRASTORNO DE PERSONALIDAD DEPENDIENTE: Las personas que sufren este trastorno no confían en su propia capacidad para tomar decisiones. Es posible que se sientan devastadas por la separación y la pérdida de alguien y pueden hacer lo que sea, incluso sufrir maltrato, con tal de conservar una relación.

Evitan estar solos, la responsabilidad personal, son lastimados fácilmente por la desaprobación, se enfocan demasiado en los miedos de ser abandonado, se sienten muy perturbados o impotentes cuando las relaciones terminan, dificultad para tomar decisiones sin el apoyo de otros, problemas para expresar desacuerdos con otros, etc.

.

.

.

Holaaaaa, ya sé que no ha pasado ni una semana desde que termine "crónicas" pero bueno, tengo una mente demasiado impulsiva y esta historia ya la tenía rondando en mi cabeza desde hace unos meses, así que aquí esta.

Espero les guste, a mí me está encantando escribirla, tuve que repasar mis apuntes de Psicología como loca para poder escribirla, me costó encontrarle un trastorno a Mugi y Yui, pero creo que al final lo logre.

Al final de cada cap. les dejare una pequeña reseña de uno de los padecimientos de las chicas, ya sé que se preguntaran ¿Qué trastorno podrá tener Azusa? Bueno, eso lo sabrán mas adelante.

Sin más, me despido, lean y sean felices.