Nota de Autora: Bueno, estoy teniendo tanta actividad últimamente por aquí que me siento orgullosa, casi que voy a llorar de emoción. Enserio, esto es un evento único en mi persona, ¡Y aún me quedan un montón de cosas por publicar! Este año será mi año Magi, lo noto. Bueno, al menos eso espero.
Disclaimer: Los personajes pertenecen a Othaka-sensei.
.
.
.
.
Titulo: The Story of a Slave-girl.
.
Resumen: Razol sonríe, y así mata a al pasado sórdido que amenaza con matarla a ella cada día.
.
Advertencias: Lenguaje obsceno, mención de tortura, abusos sexuales a menores, mutilación y síntomas de depresión.
.
Personajes: Razol, Araqi.
.
.
.
Razol siempre, siempre sonríe. La mayoría de la gente cree que es una virtud, ella sabe que es un defecto. Razol sonríe para ocultar todas las cosas que sabe, para disimular el horror que ha visto y que ha dejado marcas en su piel que no se van nunca, las cicatrices horribles que deforman su cuerpo y las que han partido en su alma.
Razol sonríe para esconder su pasado, para fingir que nunca fue un esclavo –del peor tipo de esclavo que puede haber–. Razol sonríe y finge, haciendo oídos sordos a los coros de sangre y desolación que truenan en sus oídos, hablándole de un pasado que ella hace como que no existe. Razol finge amnesia, y sonrisa es tan amplia que los poetas y escritores nunca se cansarían de escribir sobre ella, sobre como en las grietas de su máscara perfecta se cuelan los aullidos de un corazón mal cosido con pedazos que ha recolectado por el camino, que hablan de muertos vivientes que caminan a su lado, celdas pútridas y cuchillos escarbando en sus entrañas.
Razol ha muerto un poquito, tal vez demasiado, pero aun así sonríe con la intensidad de mil soles porque ella tiene amnesia, y no recuerda las psicofonías y los lamentos de una niña con manos callosas tocando su piel suave. Los gritos de un huérfano al que lo han arrancado de los brazos de su madre muerta son sordos a sus oídos y no duelen, o eso se dice cada vez que puede.
Razol no llora, nunca llora, aunque no sonría, porque a veces recuerda, flashes rápidos que dejan su cerebro en blanco y su alma vacía.
– Si no lloras, puede que te salves mañana.
Y las palabras resuenan en su cabeza, la sonrisa se rompe y Razol deja de ser un orgulloso miembro del Cuerpo Fanalis del Imperio de Reim para convertirse de nuevo en una cría de siete años a la que un par de borrachos violan noche tras noche en una celda pútrida, y usan un cuchillo para dejarla hueca un poco más abajo del alma, un poco más arriba de donde la violan.
Aun así, Razol sonríe, con los ojos brillantes, como si el mundo se acabara mañana y no quedaran más sonrisas quedar. Sonríe con los ojos ciegos, los oídos sordos y la boca muda, porque de otra manera el mundo temblaría ante el eco de su alma discordante.
Y regala todas sus sonrisas a Araqi, porque Razol recuerda, aunque finja amnesia, que no recuerda, que su pasado no existe, entre las neblinas del odio y manos ajenas, el toque cariñoso del dedo de su madre trazando la mandíbula, el cuello, el esternón, su vientre y ahuecando su monte con manos suaves y limpias.
– Recuerda, mi pequeño cachorro valiente, no importa lo que te hagan, esto solo pertenecerá a quien sea capaz de hacerte sentir mariposas.
Razol sonríe, de verdad, porque Araqi sonríe y a ella no le importan sus cicatrices ni su vientre vacio.
No, Araqi no es su verdadero nombre, y sí, me refiero a otra de las chicas del Cuerpo Fanalis, alta y de cabello recogido en una cola de caballo, no encontre su nombre por ningún lado, así que sí alguien lo sabe, agradecería que me lo informara para poder cambiarlo.
En fin, gracias por haber leído~
