Título:
オレンジ
Orange
Autora:
Keiko TKC
Rating:
G
Género:
fluff
Advertencias:
ninguna 3
Pairing:
GakuHai
Resumen:
"...
Cuando el sol me ilumina y tengo tu presencia a mi lado, las tardes
de verano son aún más cálidas, Haido."
Gackt
POV.
Disclaimer:
Gackt y hyde no me pertenecen
Notas
de la autora:
dedicado a mi
sobrina Mali-chan,
porque "Las
Haitsunianas alimentan la imaginación de las Gakuhaianas"...
y viceversa.
No tengo muchos recuerdos de veranos en los que los horarios, los photoshoots o el trabajo ocupen un tercer o cuarto grado en mi lista de prioridades. Y, por supuesto, este verano tampoco será una excepción.
Sin embargo, el relajante sonido de las olas y las ligeras cosquillas en mis pies al caminar por la arena, me dicen que algo diferente habrá este verano... ¿algo diferente, dije?. Hay veces en que mis explicaciones rayan en la absoluta falta de detalle.
Muchas cosas son distintas este verano. De partida, me encuentro a kilómetros de Japón y su prensa rosa/amarillista -o al menos, parte de ella-. En segundo lugar, estoy cumpliendo mi gran sueño: llevar el MOON Project a su máximo esplendor, filmando la película que -estoy seguro- dará a conocer al mundo qué es lo que busco transmitir. Y por último, pero no menos importante...
-¡Gacchan!
... no soy el único que está disfrutándolo.
Dirijo mi atención a la persona que me llamaba. Ambos nos sonreímos mutuamente sin decir más, y, en silencio, contemplamos el atardecer que se cierne sobre nosotros. De pronto, todo se ha teñido de un suave color dorado a nuestro alrededor.
-Es hermoso, ¿no lo crees, Gacchan? –dice él, mirando fascinado la puesta de sol frente a nosotros.- La forma en que los colores se mezclan… los lilas, los azules pasteles…
-El naranjo… - añado sin pensar.
Me mira con ojos confundidos, pero inmediatamente una sonrisa pensativa se apodera de sus facciones. ¡Es increíble lo fácil que ellas cambian!
-Creí que estarías con el resto del staff soportando "el endemoniado calor" al que los he sometido Haido… - intento iniciar algún tipo de conversación. Estar meros minutos en silencio delante de él hace que me ponga nervioso.
-De hecho, eso estaba haciendo, Mr. "me gustan los lugares húmedos". Pero está bastante más fresco de lo normal y pensé que sería agradable compartir este naranjo atardecer junto a ti… ¿te molesta acaso?
-En lo absoluto…
Logro percibir un rictus de disgusto. ¿Cree que no capté la exagerada mención de naranjo atardecer?
Orenji no taiyou…
-Estás demasiado callado Gacchan…
-Lo siento.
-…
-…
-Me voy entonces…
-Si eso deseas…
-¡Detesto cuando estás así! ¡No sé puede tener ninguna conversación normal contigo!
No puedo evitar soltar una poco habitual carcajada al escucharle. Se va, con expresión indignada, y yo no hago gesto de querer detenerle. Es un niño, después de todo, y como todo niño, volverá y se encargará de que las cosas salgan a su manera.
Y, en efecto, ya viene de vuelta el pequeño Haido. Si supiera que me he referido a él de esa forma, me despellejaría vivo.
-En ocasiones eres detestable Gacchan.
-Me lo han dicho muchas veces, gracias por confirmarlo.
Se ríe levemente. Es obvio que nunca se molestó en serio.
-Con todo lo que hemos discutido ya atardeció completamente y ni siquiera pudimos verlo. ¿Por qué no vamos con los demás a cenar? Además, está comenzando a hacer frío... aunque parezca increíble aquí.
En silencio, asiento aceptando su propuesta. Mientras caminamos, miro una vez más al horizonte, no logrando divisar ni un solo rayo de sol. Apenas entonces siento una ligera capa de frío cubriéndonos.
Y es que, cuando el sol me ilumina y tengo tu presencia a mi lado, las tardes de verano son aún más cálidas, Haido.
