Saludos a todos, viejos y nuevos lectores: Esta historia nace como resultado de mi gusto por las series de corte policiaco (C.S.I., Law and Order, Chicago P.D., Cold Case, Without a trace, Criminal Minds, N.C.I.S, y muchas otras más), y es un escenario que tenía planteado cuando comencé a trabajar "Corazón de Hielo", así que prepárense para una historia con escenarios de intriga, suspenso y crimen, y por consiguiente, tendrá algunas situaciones para adultos (sangre y violencia), así que tengan sus precauciones, y prepárense para este nuevo y turbulento viaje.
Paw Patrol, propiedad de Spin Master Entertainment, adaptación e idea del fanfic, su servidor.
LEGADO DE SANGRE (PAW PATROL FANFIC)
Capítulo 1: Fantasmas en la nieve
El ártico, uno de los destinos que no se encuentran en las primeras opciones de lugares para vacacionar. Enormes glaciares, grandes y solitarias extensiones de hielo y un frio extremo hacen de ese sitio un infierno congelado, no apto para los débiles o los visitantes ocasionales. Debido a estas características, resultaba inusual ver en esas llanuras congeladas una pesada camioneta Dacia Duster negra recorriendo el gélido paisaje. Dicha camioneta pertenecía a la policía del distrito de Glaciar Town, la ciudad más cercana a ese sitio. El vehículo policiaco avanzaba rápidamente hacia un área remota, cercana a un bosque congelado, de las pocas zonas con tierra firme que había en ese lugar de eterno hielo. En ese sitio ya se encontraban un par de policías vigilando la zona, así como un equipo de forenses, quienes acordonaban la zona y preparaban su equipo para iniciar su investigación. La camioneta se detuvo y de ella descendió un sujeto caucásico de aproximadamente 50 años, pelo castaño y algo canoso, bigote recortado, complexión robusta, quien vestía un pesado abrigo gris, guantes afelpados y un gorro invernal. Era el detective Robert Clark, veterano policía y ahora detective de Glaciar Town, quien ahora tenía el cuestionable honor de dirigir esa investigación, la cual no habría pedido que le asignaran de no ser por un presentimiento que tuvo al leer los reportes preliminares. Se acercó al lugar y comenzó a interrogar a los oficiales que estaban en el lugar.
-infórmenme –dijo el rudo detective, mientras mostraba su placa y cerraba su abrigo.
-Señor, unos biólogos que se dedican a la observación de pingüinos vinieron aquí para un documental de la fauna del lugar y tropezaron con algo, que resultaron ser restos humanos. Nos dieron aviso y los técnicos forenses excavaron esta zona, y encontraron al menos diez cuerpos, consistentes con las desapariciones que tenemos reportadas en los últimos tres años, incluyendo estos dos cuerpos, que parecen ser los más recientes –dijo el policía señalando varias bolsas de color negro-. Con estos suman veinte cuerpos en total que se han recuperado en los últimos años en esta zona, y varios estaban en esta fosa.
-Los últimos cuerpos coinciden con el caso "Thompson" de hace dos años? –preguntó Clark, rememorando un famoso caso de desaparición de una familia que ocurrió años atrás, y el cual conocía a la perfección, pues fue el primer caso que atendió al ser ascendido a detective, y desde entonces, ha sido de los pocos asuntos que aún estaban sin resolver por la falta de pruebas, y que gracias a ese hallazgo, se abría una nueva oportunidad para resolverlo.
-Parece que sí señor, la descripción de los cuerpos es muy similar con los del reporte, quiere que le avisamos al ex esposo para citarlo a declarar? –dijo el policía, frotando sus manos.
-No, primero dejen que los forenses hagan su trabajo, por si tenemos que volver a descartarlo. Él tenía una coartada bastante firme, pero siempre tuve el presentimiento de que estaba involucrado de algún modo, tanto en la desaparición de la familia, como en la del segundo esposo, así que no me gustaría ponerlo sobre aviso si antes podemos encontrar algo útil para detenerlo. Alguna otra pista que hayan encontrado para llenar mi informe?
-Sí señor, según los forenses, todas las victimas sufrieron el mismo tipo de muerte: desangramiento por una herida profunda en el cuello producida con algún objeto filoso pero irregular, así como profanación de los órganos del cuerpo, en todos se removió….
-…el hígado –interrumpió bruscamente el detective, causando sorpresa en el oficial, quien iba a decir eso. Clark conocía de sobra ese caso, pues al buscar más pistas para resolverlo fue que aparecieron los otros casos de desaparición, y después los hallazgos de las víctimas. No habían hecho la conexión, hasta que se dieron cuenta del mismo patrón en todos los cadáveres, y concluyó que esa era la marca característica del asesino.
-Estas son demasiadas coincidencias. Díganle a los forenses que se apresuren, voy a contactar a la Unidad de Análisis Criminal de Quántico, estoy seguro de que tenemos un asesino serial aquí, y está usando este jodido sitio como su coto de caza!
El oficial asintió con la cabeza y dejó al detective, quien comenzó a elaborar en su mente diversos escenarios. Miró el desolado paisaje, tratando de comprender como un asesino logró matar a veinte personas, sacarles el hígado y dejarlas ahí por casi tres años, sin que nadie se diera cuenta, era demasiado sospechoso y debía cubrir hasta el mínimo detalle.
-Mierda! Pensaba que esto solo pasaba en las grandes ciudades: Nueva York, Chicago, Los Ángeles, San Francisco, todos esos lugares están llenos de lunáticos, y ahora uno viene aquí y convierte este lugar en su parque de juegos personal! Y es comprensible, esto es un congelador gigante, nadie esta tan loco para venir aquí de paseo, solo hay nieve y pingüinos, cualquiera puede venir aquí, tirar un cuerpo y nadie lo encontraría, ese desgraciado pensó muy bien en elegir este sitio, fue un verdadero golpe de suerte que esos biólogos encontraran esos restos, pero eso significa que ese malnacido es alguien que vive aquí, o conoce la zona a la perfección, un turista ocasional se perdería aquí y no sobreviviría ni una noche, debe ser alguien local– concluyó el detective. Miró hacia el horizonte, contemplando la majestuosa vista que el lugar ofrecía. Hielo y mar es todo lo que sus ojos podían ver. Su mente estaba acelerada, dejando que su imaginación y su instinto policiaco tomaran las riendas y actuaran, buscando las posibles variables y respuestas para las preguntas que se agolpaban en su cabeza.
-Debe transportarse de alguna forma, ya sea un bote o una moto de nieve, no es fácil llegar aquí, pero se puede llegar, aunque sin cámaras de vigilancia, es casi imposible saber quién va y viene a este lugar, y la ciudad más cercana esta al menos a un par de horas de camino, pero es seguro que si no vive aquí, usa algún medio de transporte, no creo que aparezca por arte de magia –pensó Robert. De pronto, dirigió su mirada a lo lejos, a una colina que apenas se veía. Era difícil de ver a simple vista, pero su instinto de policía le decía que eso era importante. Corrió a la camioneta y buscó en la guantera, hasta encontrar unos binoculares. Los saco de su funda y miró en dirección hacia donde vio unos segundos atrás.
-Eso…..es un iglú? –dijo el detective en voz alta, con curiosidad de indagar en ese lugar.
