Disclaimer: Todo a la Meyer amiga mía, menos la trama.
Claim: Rosalie/Chelsea, con Afton de aparecido. Menciones, leves, de Rosalie/Heidi.
Advertencias: ¿Yo? Pero si soy la personita de dieciseis años más inocente del mundo (?)
Notas: El trozo al principio es una parte de That's What You Get de Paramore. El título es una mierda, lo sé. Para la Anna, mejor conocida por estos lares como Cafesitodeldia. Hope you like it, honey :3
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It Doesn't Matter
I wonder how am I supposed to feel when you're not here -
Sus pasos resuenan en las paredes de piedra de aquellas recámaras antiguas. Son rítmicos, interesantes y atrayentes. Suaves, secos y firmes. Sus curvas se mueven con cada paso, y su cabellera oro se mece de un lado a otro, flotando en el aire.
Busca a alguien allí, en el otro continente, el viejo mundo, en aquel lugar donde se habla italiano y las pastas se encuentran en todos lados. Busca a alguien como ella, de tez pálida, belleza deslumbrante y ojos fogosos (que en este caso no son rojos).
Pero no la encuentra. Heidi no aparece por ningún lado y ella comienza a creer que fue una pérdida de tiempo haber nadado hasta allí.
— ¿Quién eres? —se da la vuelta, preparada para defenderse si es necesario.
O quizá no fue una pérdida de tiempo.
Piernas largas, bien contorneadas, cabello caoba sedoso y brillante, y ojos chillones mirándola fijamente. Labios carnosos levemente fruncidos y unas caderas anchas que ahora servían de soporte para los brazos en jarra de aquella mujer.
— Responde.
Definitivamente no fue una pérdida de tiempo. Al no encontrar a Heidi, se topó con otra persona. Sonrió.
Se acerca de manera provocadora a Chelsea y mientras la toma de la nuca con brusquedad y le roba el primer beso, le importa un rábano aquel hombre que sabe está escuchando.
Rosalie no se preocupa en reprimir sus jadeos o quitarle la ropa con cuidado, porque ella no es cuidadosa y no le importa que Chelsea vaya a un ritmo torpe y lento (pero llega a sorpreder a la rubia con la rapidez con la que aprende) Y mientras Chelsea descubre nuevos sabores, sensaciones y olores, se pregunta cómo sentirá lo mismo cuando ella no esté allí, cuando Rosalie se vaya de allí. Porque la rubia sabe exactamente lo que una mujer busca y lo que un cuerpo femenino quiere. Sabe dónde tocar, dónde besar y cómo hacerlo.
Y luego se da cuenta de que no quiere saberlo, que no le interesa y que ella lo hace millones de veces mejor que Afton y que no encuentra forma de negarlo.
