Disclaimer: Todo a la Meyer amiga mía, menos la trama.
Claim: Jasper/Jane, señores :)
Advertencias: ¿Yo? Pero si soy la personita de dieciseis años más inocente del mundo (?)
Notas: El título es un trozo del estribillo de This Circle de Paramore. Para mi esposa hermosa Gidget-chan y para mi soon-to-be esposa de boda triple Cafesitodeldia. Espero que les guste, amores míos (L).
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This Circle Never Ends
En aquellas circunstancias, ¿quién diría que ellos se conocen a la perfección?
Son un 'Cullen, bueno verte' poco amistoso, seguido de un 'Lo mismo digo, Volturi' vacío e indiferente.
Nadie sospecharía, siquiera Edward o Alice, nada de aquello. Porque los dos eran cuidadosos. Demasiado. Se encontraban en lugares solitarios, oscuros y alejados. Callejones, calles desiertas, algún escondrijo o especie de cueva. Lo hacían sin pensarlo y de manera espontánea, sin dejar rastros de ningún tipo.
Nadie imaginaría que, en aquellos momentos, estando uno frente al otro, irían a conocerse tanto. Nadie creería que él sabe mejor que Alec lo que ella quiere, que conoce mejor que él o cualquier otro cómo son sus curvas infantiles y dónde debe tocar para que Jane le muerda presa de la lujuria que él pone al ambiente.
No, claro que no. Ningún vampiro, licántropo o humano pensaría algo al verlos mirarse de esa forma amenazante, vacía y despótica, con los dientes al descubierto y dejándolos relucir y advertir.
Nadie, excepto ellos. Que en cada mirada iracunda se esconde la lujuria y el deseo, esa mirada provocadora que Jasper tanto adora. Que cada vez que descubren sus dientes, una sonrisa torcida cuelga escondida por allí detrás, sin ser vista por los demás.
Todo aquello era como un juego. Algo secreto que ambos disfrutaban. Los labios se juntaban presurosos y los dientes chocaban, mordían y jalaban sin cuidado alguno. Las manos arrancaban ropa sin preocuparse por saber si tomaban más de lo debido. Las uñas de Jane se incrustaban salvajemente sobre las clavículas de él y el ambiente se encontraba siempre cargado de una espesa nube de pasión y lujuria.
No tienen de qué preocuparse, porque ese juego (ese circo, esa mentira, esa jugarreta, ese secreto) nunca sería descubierto y nunca terminaría.
