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Disclaimer: Harry Potter y sus personajes no me pertenecen.
Advertencia: AU. Gryffindor! Draco, Hufflepuff! Harry. Posible OoC, falta de lógica y centrado en el romance entre hombres. Sí hay algo más que advertir, ya ni sé.
¡Marsha está de vuelta, nena!
Al fin de cuentas
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Snitch
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¿Te gustaría que seamos amigos?
Draco Malfoy arquea una ceja, curioso ante el bollito de papel que acaba de desenrollar y pasa con rapidez su mirada en la dirección de la que ha venido el pequeño pedazo de papel. Es de un hufflepuff, uno con una letra demasiado desprolija y que utiliza una peculiar tinta carmesí.
La proposición es interesante.
El hacer amigos y ser alguien sociable, es algo que en realidad a Draco no se le da tan bien como cualquiera llega a pensar al ver lo atractivo que es y las buenas notas que posee, pues los pocos amigos que había hecho en el expreso de Hogwarts en el primer año habían desaparecido en cuanto el sombrero seleccionador lo mandó sorpresivamente a Gryffindor, el hecho que se llevara mal con Ronald Weasley y el que se apellidara Malfoy no lo ayudaban en nada. De todas formas, Draco no se queja de las pocas amistades con las que cuenta porque son de las que Draco sabe nunca lo traicionarán y ni él a ellos; se divierte – y aprende muchísimas cosas – las tardes que pasa con Luna caminando por los terrenos de la escuela, también se entretiene gastando bromas junto con los gemelos Weasley, hablando con Neville sobre los muggles y ama pasear por Hogesmade con Blaise y Pansy.
No se puede ser amigo de quién no se sabe el nombre, ¿no crees?
Divertido, vuelve a hacer un bollito al pedazo de pergamino y con un movimiento sutil de varita, lo devuelve a la dirección de la que vino. Por el rabillo del ojo, observa un par de cabezas moverse unos bancos más atrás pero no puede distinguir de quiénes se tratan ya que McGonagall pasa por a lado de su banco e inmediatamente, Draco vuelve al pergamino que tiene sobre su mesa y copia lo que sea que hay escrito en la pizarra. Cuando McGonagall es llamada afuera del aula unos minutos por un alumno mayor, la respuesta que Draco ha estado esperando llega en un pestañeo.
Harry Potter.
Draco no puede decir que no está sorprendido, y el que relea tres veces el nombre escrito en el papel lo confirma con facilidad; no se espera algo como esto. Voltea para atrás, fijando su mirada clara sobre el chico con el cabello hecho un desastre, que mueve la pluma entre sus dedos con nerviosismo y, aparentemente, es regañado por Finch-Fletchley.
Cuando por un momento su mirada se cruza con la de Potter, puede notar que está sonrojado.
¿Sabes que los Potter y los Malfoy nunca han sido amigos?
Es la primera vez en casi cuatro años que puede decir que hay un acercamiento decente entre Harry Potter y él, por supuesto, han habido uno que otro intercambio entre ellos pero nada que pueda ser tomado como una conversación. De nueva cuenta, con disimulo, espía al hufflepuff quién solo se muerde el labio inferior leyendo su respuesta para luego mirar a Justin, quién le mira de vuelta y se encoje de hombros.
Hay oportunidad para todo en la vida.
Oh, el chico lo está intentado.
Sería suicidio.
Observa con cierta diversión el ceño fruncido del tejón, y como se pasa una mano por sus despeinados cabellos oscuros, haciendo más grande el desastre sobre su cabeza mientras garabateaba una respuesta. Cuando una nueva pelotita de papel llega a sus manos, McGonagall aparece nuevamente con el ceño más fruncido y la clase sigue su curso.
Pensé que los Gryffindor son suicidas.
Draco arquea una ceja y frunce el ceño, sin saber si sentirse ofendido o divertido; al final la diversión le gana y una sonrisa diminuta se dibuja en su rostro ante la mirada curiosa de Neville. ¿Qué diría Potter si supiera que el sombrero seleccionador estuvo un rato debatiendo a dónde mandarlo? Aunque, seguramente, es una obviedad.
Cuando la clase acaba, Draco no ha vuelvo a contestarle a Harry y siente la severa mirada de su Jefa de Casa sobre la nuca, cosa que lo pone un poco nervioso y pulsa una sonrisa incomoda en su rostro. Una vez todos salen del aula, Draco no tarda en alcanzar al hufflepuff en el pasillo, deteniéndole y entregándole el arrugado pedazo de pergamino.
—Que te conste —dice con su arrastre de palabras—, que es valentía y no suicidio, Potter.
Harry le mira sorprendido, antes de sonreírle con cierta diversión.
—Sigue convenciéndote de lo mismo, Malfoy.
Ante esto, Draco tan solo sonríe antes de darse la media vuelta e irse por el lado contrario junto con Neville quién no tarda en llenarle de preguntas. Por su parte, Harry camina con lentitud hasta estar a la altura de Justin y Susan, sonriendo más que encantado luego de guardar el arrugado papelito en su bolsillo después de leerlo con rapidez.
En ese caso, será un placer intentar ser amigos, Harry.
Que esa misma noche, durante la cena, Draco Malfoy se siente en la mesa de los tejones, justo a lado de Harry Potter, es pura casualidad.
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¡Hey! Volví, y con unos cuantos drarrys si Marsha me lo permite. Como estoy segura ya sospechan, sí, otra vez aparezco con un recopilado pero que conste que esta vez lo hago con promts y una ruleta-app, así que literalmente lo dejo a la suerte y a lo que Marsha desee.
Disculpen cualquier error pero son las cinco de la mañana y no estoy muy viva (¿por qué carajos la gente se enferma? Explíquenme). Ya saben, criticas, comentarios y lo que me avienten es recibido si es de buena forma, ¡hasta luego!
