Dedicado a mi buena amiga Carolina. Feliz navidad.

Roja navidad

Era casi media noche. Looker miraba atentamente a la ciudad Lumiose desde lo alto de la torre prisma. Al estar en la azotea el frio invernal le llegaba hasta los huesos. La nieve caía lenta y delicadamente formando un manto que arropaba a la ciudad. Las casas y edificios despedían luces de todos los colores. La ilusión le daba la impresión de poder escuchar al centenar de familias en sus hogares. Niños, adultos y ancianos riendo y cantando. Ese paisaje solo realzaba su soledad.

Un viento aún más helado le llegó. Soltó un prolongado suspiró que se convirtió en una humareda de vapor. Con lentitud se volvió. Alzó la vista. Ahí de pie sobre la antena estaba una silueta humana. Tan rápido como el viento y con la gracia de una bailarina la figura descendió sobre la azotea. El cristal de su casco resplandeció.

-Emma- murmuró él.

-cuanto tiempo Looker- su voz estaba completamente alterada por el traje.

-han pasado 10 años.

-10 años, tres meses y nueve días.

-¿podrías quitarte ese casco?

-no, si vuelvo a ser la misma tú te iras.

-¿Qué te ha pasado?

-te fuiste…eso me pasó.

La mujer avanzó con un ritmo mecánico.

-esperé a que volvieras. Esperé a que llamaras. Esperé a que si quiera mandaras una carta, pero…-Llegó hasta justo enfrente del agente- nada.

-lo lamento, pero eso no justifica lo que has hecho.

-era la única forma para que volvieras.

-no…Emma…eso no es verdad- un nudo en su garganta estrangulaba a Looker- por favor, detén esto. Quítate ese traje y…te prometo que haré todo lo posible para que recibas ayuda.

-¿ayuda?- ella inclinó ligeramente la cabeza- no necesito ayuda. Lo único que quiero…lo único que deseo es que te quedes a mi lado.

-el mundo me necesita. Mi trabajo salva vidas inocentes…vidas como las que tomaste.

-si…todas las veces lo hice así.

Como una lanza la mano derecha de Emma se hundió en el pecho de Looker. Él abrió los ojos como platos y quedó entumecido como cadáver. Ella sacó su mano de su pecho. Entre sus dedos palpitaba el corazón aun conectado a las venas.

-al fin, estaremos siempre juntos.

Su mano izquierda hizo un movimiento de guillotina y cortó las venas. Looker no pudo decir nada más. Se desplomó de espaldas y cayó de la torre.

El tiempo fue bajando su velocidad hasta que Looker tuvo la impresión que caía con la suavidad de una pluma. En esos segundos extensos que tardó en caer recordó los breves momentos que vivió junto a Emma. Fueron cortos, sí, pero fueron los más brillantes de toda su vida.

Looker

Escuchó su voz. Vio su rostro. Su sonrisa. Extendió su mano para sobarle sus cabellos. Se sentía de nuevo en casa.

Looker aterrizó sobre el colchón de nieve. Un pilar de humo blanco con manchas rojas se irguió momentáneamente por el impacto. El fluido venas se extendió tiñendo la nieve de rojo. El cuerpo de Looker seguía mirando hacia lo alto. A través del vapor, a través de la nieve, a través de la sangre y a través de la opacidad…veía directamente a Emma en la cima de la torre prisma.

FIN