Este es mi primer Fic así que no sean tan estrictos :3 espero y les guste.
esto no lo hago por dinero solo para pasar el rato de una aburrida tarde.
Los personajes no son míos solo los amoldo a mi gusto x3.
El sol comenzaba a rozar por la ventana, se sentía una cálida brisa de primavera, apenas comenzaba a hacer calor, usualmente los últimos días habían sido helados con un frió extremo, sin embargo el día de hoy era sumamente agradable, no había nada malo, al contrario, todo es sencillamente perfecto desde el sonido de las cantarinas aves hasta el exquisito viento colándose por las ventanas. Aunque todo eso es poca cosa comparado al rostro que tengo en frente, su cara no es 100% atractiva pero sus ojos, esos bellos ónixs negros me enloquecen a tal punto de querer despertarlo solo para verlos nuevamente. Esa sería una gran locura de mi parte, soy valiente pero no tanto. Solo puedo resignarme a esperar.
Es gracioso pensar en cómo llegue a esta situación, yo a esta persona la odiaba sobre manera desde nuestro primer encuentro en la escuela, bueno tal vez de ese día exactamente no, para mí fue intolerable verle hasta cerca y sé muy bien como este sentimiento era mutuo, el me hacía sentir mal haciendo comentarios sarcásticos o haciendo insultos sobre todo lo relacionado conmigo. Todos los años en la escuela he estado planeando como devolverle ese sufrimiento, pequeño, pero aun así molesto. Aunque ya todo es totalmente diferente, por ahora, solo quiero hacerlo feliz, mimarlo, acariciarlo y que olvide todo el dolor de su pasado. Deseo convertirme en la persona más importante para él, alguien en quien confiar, desahogarse y sentirse querido. Yo puedo hacer todo por lograr eso, espero ojala lo sepa, de no ser así, se lo recordare cada día, tarde o noche, hasta grabárselo en esa cabeza testarudo, porque es la persona más terca que haya visto en mi corta vida.
Siempre hace todo solo, jamás pide ayude, pero es comprensible ya que casi nadie se la ha ofrecido y si hay excepciones, este simplemente las ignora, se ha acostumbrado tanto a la soledad, también agregando sus años de espía pues es poca gente en la que realmente confía. Pero insistiré el me necesita como yo a su persona. Mi Severus como te quiero.
Severus. Suena extraño, antes lo llamaba profesor Snape o señor sin embargo ahora le digo por su nombre, las cosas alrededor mío siempre cambian radicalmente, eso ya debería dejar de sorprenderme pero el destino se empeña en agarrarme desprevenido, aunque esta vez es imposible quejarse, inclusive se lo agradezco con todo el corazón por este maravilloso regalo.
Ahora tan solo quiero perderme en su mirada, reflejarme en esos bellos ojos los cuales me miran con amor y yo soy el único ser en el mundo, a quien es permitido verse de ese modo frente a esos hermosos ónixs negros. Adoro sus facciones las cuales me provocan suspiros, difíciles de controlar, el se burla diciéndome que debería regalarme un respirador para mi cumpleaños, a veces pienso en aceptarle la palabra, sin embargo solo necesito un beso suyo para poder controlar esos interminables anhelos por tocarlo, aunque si eso pasa los besos van incrementando de nivel hasta llegar a sus habitaciones privadas.
"debo de dejar de pensar en eso" se regaño el propio Harry ya que si seguía así, terminaría atacando a su profesor aun dormido y después le reclamaría por levantarlo tan temprano después de dormir hasta la madrugada. El de ojos verdes sonrió ante el recuerdo "fue una muy linda noche" la mirada del Griffindor empezó a observar atentamente el rostro de su amado, primero sus mejillas las cuales se veían algo pálidas por el poco frio que aun hacia, después se fijo en la nariz algo grande para la cara pequeña del hombre y finalmente sus ojos se detuvieron en los labios finos color carmín, estaban un poco entreabiertos dejando salir el caliente aire de la respiración lenta pero suave al contacto.
"maldición severus porque me pones estas tentaciones a mí, si algún día te violo será toda tu culpa por provocarme" Harry no supo cuanto tiempo estuvo observando a su pareja, hasta que una voz lo saco de su ensoñación.
-no me gusta que me vean mientras duermo- las palabras sonaron muy levemente con tono adormilado y con algo de molestia fingida. Al fin se había despertado. El-niño-que-vivió se rió ligeramente, siempre adoraba cuando Snape usaba su sarcasmo falso.
-primero que nada buenos días Severus- fue la respuesta del más joven, dándole a entender *primero por cortesía se saluda ya después puede venir el reclamo*
Snape solo izo una mueca y frunció el ceño porque había captado el mensaje –buenos días Potter- lo había llamado por su apellido eso significaba solo 2 cosas, estarían jugando el juego de profesor-alumno o estaba algo enojado con él.
-no te molestes, te vez tan lindo cuando duermes, en parte todo es tu culpa por ser irresistible de ver, además odio que apenas amanece y ya me quieres regañar. Eso no justo porque estuve esperando un largo rato a que te levantaras- Severus sonrió un poco, el tonto leoncito a veces (bueno, muchas veces) llegaba a ser tan cursi pero a la vez adorable, para que negarlo no le molestaba para nada la forma de ser de su pareja.
-está bien, solo no vuelvas a decir que soy lindo ¿entendiste?- el profesor giro un poco para quedar recostado, de tal manera en la cual podía ver claramente al joven frente a él, puso un codo en la almohada y su cabeza en la mano.
Harry inhalo mucho aire antes de hablar para después gritar - ¡eres súper lindo! ¡Lindo! ¡Lindo! ¡Lindo! no solo eso también eres la persona más ¡dulce que eh conocido en mi vida! ¡Eres el hombre más detallista del mundo! y también…-No pudo continuar porque en un movimiento rápido el hombre atrapo sus labios en un beso demandante sacándole el oxigeno de sus pulmones, Severus fue posicionándose encima del muchacho pero sin poner todo su peso encima, cuando pensó que el jefe de casa de las serpientes se iba alejar, el de ojos verdes volvió a posar sus labios en los del mayor, arrancándole algunos gemido cuando logro adentrar su lengua a esa boca deliciosa. Snape no dejaría que Harry tomara el control así que se separo un poco, solo para absorber el labio inferior del chico para después ser su turno de explorar la cálida cavidad.
-seve…rus de…detente- apenas podía hablar, ahora su cuello era devorado por la ágil boca de su amante, daba pequeños besos combinados con succiones y una que otra lamida a lo largo del delgado cuello. – si continuas no podremos detenernos- a toda respuesta el mayor solo coloco las manos del menor a la almohada, privándole de cualquier movimiento molesto, el león intentaba soltarse pero era inútil.
- tu empezaste, yo quería alejarme pero no me dejaste- se acerco a su oído para soplar un poco de aliento y susurrarle - así que sufrirá las consecuencias señor Potter- Harry se estremeció con esa voz aterciopelada, adoraba cuando Severus se ponía en ese plan, sin embargo llegaría tarde a su dormitorio si no terminaba esto de una vez por todas de lo contrario causaría sospechas y eso era lo que menos quería en esos momentos.
- por ¡Merlín! Es…toy habla…hablando en serio- era imposible dejar de jadear, el mayor ahora acariciaba uno de sus muslos con extrema delicadeza - ¡Snape! Voy a llegar tarde a la torre y tú tienes que prepararte para tu próxima clase, me encantaría continuar pero sabes tan bien como yo en los líos de quedarnos en cama-
-tienes razón- el maestro de pociones se bajo de encima de Harry para sentarse en la esquina de la cama comenzándose a vestirse con sus túnicas habituales.
Los descubrirían de no ser cuidadosos, si eso llegara a pasar obviamente se negaría a dar respuestas como todo astuto Slytherin, los amigos inseparables del de ojos verdes saben que sale por las noches con alguien, sin embargo jamás se imaginarían la identidad de esa persona "si supieran seguramente al señor Weasley le da un infarto" sonrió para sus adentros, sería una gran satisfacción ver la cara del molesto pelirrojo, tal vez la señorita Granger lo acepte, sería imposible el primer día pero con el tiempo quizá.
-te veo en tu clase de pociones- le dio un pequeño beso en la frente a Harry y se fue al baño a acabar de arreglarse. El estudiante también se levanto ya cambiado para ir corriendo a la torre de Griffindor porque si no apresuraba el paso sería imposible llegar al cuarto sin levantar sospechas. Ron siempre era su cuartada asegurándole a sus compañeros que si estaba durmiendo en su cama, usualmente su amigo cerraba las cortinas de su cama colocándoles un hechizo para que nadie pudiera abrirlas mientras él se encontraba en las mazmorras.
¿que tal? bueno esto es solo el principio, espero que les guste n.n
