Hola!! Este es nuestro primer fic publicado aki en fanfiction
Está basado en un universo alterno, y la historia se desarrolla en New York, Estados Unidos.
Los personajes principales son los Akatsuki!! xD
Ah! Y aviso que este es un fic Yaoi, más sin embargo aun no hemos pensado escribir lemmon ni creo que lo hagamos así q despreocúpense xD
Ningún Akatsuki me pertenece ;O; son propiedad Masashi Kishimoto… x desgracia u.ú
Capítulo 1. El Nuevo Inquilino
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- Veamos… 162, 163… ¡Oh! Creo que es este, hm. – se dijo así mismo.
Caminaba lentamente por los pasillos de aquel enorme edificio, sin estar muy seguro de cual sería su nuevo hogar.
Estaba nervioso y respiraba con dificultad. A pesar de tener 6 pisos el maldito departamento no tenía ni un mísero elevador, por lo que había tenido que subir hasta el tercer piso caminando con su "ligera" maleta encima.
Entornó los ojos de sólo recordarlo. Pero que más daba, el edificio se veía en buenas condiciones, extenso, con una apariencia rústica (lo que le daba más puntos a favor) y lo mejor de todo, el alquiler era muy barato.
¡Si! Eso fue lo que le llamó la atención, el precio. En el folleto decía que contaba con cinco habitaciones, dos baños, sala, comedor, cocina y muebles integrados. Inclusive tenía una buena ubicación y le quedaba a unas cuantas cuadras de la universidad.
Pero lo único que le había molestado y lo que lo mantenía aun más nervioso en ese preciso momento era un pequeño detalle… tendría que compartirlo.
¡Si! La sola idea de tener que compartir su departamento con quien sabe cuantos más le ponía los nervios de punta. Nunca había sido muy social con los demás, al contrario, era más bien solitario.
Pero no podía darse el lujo de desperdiciar una oportunidad así. No contaba con el dinero suficiente para pagarse un cuarto para el sólo.
Así que ni hablar, era esto o nada. Estaba en una situación muy difícil.
Se detuvo frente a una puerta que llevaba sobrepuesto el número "164". Suspiró resignado, deseaba que sus nuevos compañeros fuesen tranquilos, de los típicos que se quedan encerrados en sus habitaciones todo el día.
Tocó despacio al principio, pero al ver que nadie contestaba le subió de tono…. pero nada tampoco. Resignado al final, buscó sus llaves en el bolsillo y cual fue su sorpresa al no hallarlas.
- ¡Diablos! – exclamó molesto.
Recordaba haber tenido una conversación por teléfono con el propietario, el cual por cierto, en cada oportunidad que tenía le ofrecía algún producto para venderle xD, este le había dicho que recogiera las llaves en la recepción tal y como lo hizo.
Se quedó pensativo un momento y metió rápidamente su mano en el bolsillo de atrás donde, efectivamente, estaban las llaves. Se alegro tanto de no haberlas perdido xD.
Acerco la llave a la hendidura de la cerradura, y estando a punto de abrir la puerta, esta se abrió por si sola.
- ¡Valla! Si ya decía yo que había escuchado ruidos en la puerta je je
Se quedó pasmado unos momentos por el susto que se había llevado. Delante de el estaba un hombre de unos veintitantos años, notablemente alto, de piel blanca y pelo azulado y abundante, con unos pequeños ojos oscuros y mirada desafiante.
- Si, estuve tocando un buen tiempo, hm.
Aquel extraño lo miró de pies a cabeza, como examinándolo… y al después de varios segundos notó la maleta que ya hacía a un lado del joven, por lo que soltó una carcajada.
- Tú debes ser el nuevo inquilino¿me equivoco? – le preguntó
- Si, hm – contestó con notable nerviosismo – supongo que tú también eres…
- ¡No, no, te equivocas! – interrumpió imaginándose cual sería la pregunta – yo vivo acá alado, en la 165 je je, solo estoy de visita. Soy Kisame, mucho gusto.
El susodicho le extendió la mano, a lo cual el otro correspondió de la misma manera.
- Mi nombre es Deidara, hm, y el gusto es mío.
Kisame estaba apunto de contestar, cuando un grito se escucho a lo lejos, proveniente del interior del departamento.
- ¡Hey Kisame¿Quién era?
Aquella voz era fría, imponente, inexpresiva. Pensó Deidara.
- ¡Es el nuevo! – contesto a lo seco, lo que causo que una gota de sudor rodara por la cabeza del joven.
Kisame se hizo aun lado, permitiéndole a Deidara saber quien era el dueño de aquella voz.
Tenía una expresión seria, despreocupada y sobre todo, muy fría. Moreno, Alto, cabello negro y largo, el cual llevaba suelto. Sus ojos eran del mismo tono que su cabello y también se le podían notar unas ojeras debajo de estos. Se acercó hasta Deidara, a quien le lanzó una mirada helada.
- ¿Ya habrás hablado con Kakuzu, no?
- Ai – respondió de inmediato.
- Bien entonces entra – y refiriéndose a Kisame - Y tu, ya va siendo hora de que te largues a tu departamento.
- ¡Vamos! No me estarás echando¿verdad?
Se acerco al moreno y poniendo la mirada mas cute que tenía, le rogó que le dejara quedarse. El otro simplemente lo miró molesto.
- Ya lo he dicho.
Y después de varios intentos mas, Kisame desistió y se despidió de Deidara, para luego marcharse a la habitación de alado.
- Sígueme – le indicó el joven.
Deidara obedeció sin objeción, mientras observaba los alrededores del departamento. Todo se veía arreglado, limpio y en buenas condiciones.
El moreno lo llevó hasta una habitación del fondo, abrió la puerta con un poco de dificultad y lo hizo pasar.
Deidara dejó su maleta aun lado de la cama y se sacudió las manos. Su cuarto era amplio, perfecto para el. Se veía un poco vacío con esas paredes y cortinas blancas, pero el se encargaría de darle un toque personal a aquel lugar.
Había un tocador, un closet, una mesa de estudio y otra mesita alado de la enorme cama, sencillo pero elegante.
Se acercó a la ventana y la abrió… tenía una linda vista a la ciudad. Definitivamente había sido la mejor elección.
- Acompáñame para que te enseñe el baño.
Deidara vió como su nuevo compañero se marchaba del cuarto y decidió seguirle. Mientras cruzaban la sala, le detuvo.
- Disculpa, hm… Es que aún no me dices tu nombre.
El moreno se volteó y soltó un "Itachi". Después de esto, apenas si volvieron a intercambiar palabra.
Al terminar su recorrido, fue a su cuarto a descansar… se sentía un poco agotado después del viaje, y aun tenía que desempacar sus cosas. Frustrante, pensaba él.
Se acostó boca arriba en la cama, perdiendo la mirada en el techo… Había decidido alejarse de su familia por un tiempo, quería estudiar, prepararse y superarse así mismo… Empezar una nueva vida lejos de su pasado… lejos de su mundo. ¡Y lo había conseguido!
Ahora estaba en una ciudad diferente, en dos días más comenzarían las clases en su nueva escuela y por el momento todo marchaba viento en popa. Pero aún quedaba el detalle de sus compañeros de habitación. Apenas si había conocido a uno y su relación no había sido del todo buena… esperaba que con los otros fuera mucho mejor.
Siguió inmerso en sus pensamientos, hasta que finalmente se quedó dormido. Su cabello rubio y largo descansaba en la almohada. Su piel pálida se confundía con las sabanas, adornándolas al mismo tiempo. Aquellos ojos azul cielo habían encontrado descanso al fin.
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Comenzó a abrir lentamente los ojos... ¿Qué hora será?, se preguntó inmediatamente. Supuso que era tarde, pues la noche ya había caído y su habitación se encontraba a oscuras. Se sentó en la cama y se talló los ojos… estaba todavía un poco somnoliento
Prendió la luz y busco su celular… ¡Eran las 9 pm¡Llevaba más de 4 horas durmiendo! Seguramente sus demás compañeros lo catalogarían de flojo o perezoso.
Empezó a desempacar sus cosas, quería tenerlo todo listo de una ves, antes de que alguna otra cosa se lo impidiera.
Mientras guardaba su ropa en el closet, escuchó varios gritos provenientes de la sala… Parecía ser una especie de pelea.
- ¡Maldita sea¡No es posible que hayas vuelto a ganarme!
- Eso prueba mi superioridad.
- ¡Ja¿De que hablas¡Fue trampa!
- ¡Claro, ahora inventa excusas¡No es mi culpa que seas tan idiota!
- ¿¡Que puñetero dijiste!?
- ¡IDIOTA!
Esto fue lo último que escucho después de una serie de golpes. Quizo estar seguro de que era lo que sucedía, así que salió a la sala, de donde provenían los gritos.
Frenó al llegar al lugar de los hechos y lo que presenciaron sus ojos fue una escena graciosa.
En la mesa se encontraban varias cartas de poker, mientras que en el suelo habían dos tipos manteniendo una especie de pelea.
Uno de ellos, el que tenía el pelo grisáceo, sujetaba al otro por el cuello y exclamaba cosas como "Devuélveme mi dinero" o "Sucia rata". El otro intentaba safarse, pero cuando se mencionaba al dinero, este respondía con un "¡Jamás! Primero muerto!"
No pudo evitar soltar una pequeña risita, lo que causó la atención de los dos sujetos.
- ¿Y tu que ves niño? – espetó el grisáceo.
El otro iba a contestar, cuando en el descuido del primero, su rehén logró escaparse y se colocó del otro lado de la mesa, con un florero en la mano xD.
- ¡Rayos¡Ven aquí que esta ves no te escaparas!
- ¡Por favor¿Y crees que te tengo miedo? – le preguntó mientras se aferraba mas al objeto xD.
- ¡Ya Cállense!
Los tres giraron su cabeza hacia la cocina. Ahí estaba un molesto Itachi, con la vena de la sien apunto de estallar. Había intentado prepararse algo de comer, pero con todo el ajetreo solo había conseguido unos waffles quemados xD
- ¡Si quieren armar escándalo, háganlo afuera!
Y sin más, regresó a la cocina, dejándolos a los tres algo asustados… los arranques de Itachi daban mucho miedo xD.
-¡Bah! Quédate con el puñetero dinero ¬¬ - se dió por vencido, tirándose en el sillón – Esto me pasa por confiarme demás.
- Ja, o por idiota. Una de dos – le respondió, provocando la ira del grisáceo, quien se controlo al ver a Deidara.
- ¿Tu eres el nuevo?
- ¬¬U si, hm. Soy Deidara.
- Vale, yo soy Hidan. – se presentó - El tramposo con cara de idiota se llama Kakuzu.
- Yo puedo presentarme solo ¬¬, y además ya había hablado con él antes.
- No te pregunte – le espetó.
- Eh, bueno… – e intentando evitar otra pelea, cambió de tema - ¿Ustedes viven aquí, hm?
- Claro, por algo yo fui el que puso los anuncios de renta – contestó Kakuzu, cruzándose de brazos y recargándose en la mesa.
- Ah vale, hay un cuarto de sobra entonces, hm… - se dijo mas para él que para los demas.
- Je, a menos de que Itachi o Sasori quieran desocupar uno, si lo hay. – bromeó, prestándole más atención a la tele que al rubio.
Deidara se extrañó al oir a Hidan decir eso último.
- ¿Sasori? – dijo en voz alta.
- Si, está en su cuarto. – y con esto subió el volumen a la tele, indicando que la conversación había terminado.
Deidara se quedó de pié un rato más, sin tomarle importancia, y al ver que Kakuzu y Hidan comenzaban a pelear x el control, prefirió irse a la cocina para buscarse algo de cenar… Pensó que todos estarían deseosos por saber sobre él y conocerle un poco más, pero le dieron la impresión de que les valía su estadía allí.
Notó que aquellos dos parecían no llevarse muy bien. El primero poseía un cabello corto y grisáceo, con unos ojos violetas que lo acompañaban, piel clara, además de ser muy alto. Parecía ser muy temperamental y tener un carácter muy fuerte.
El otro llevaba un gorro encima, pero por lo que pudo notar, tenía un cabello oscuro al igual que sus ojos. Piel normal, ni muy clara ni muy morena. Cuando habló con Kakuzu notó que era un poco ambicioso, inclusive con el espectáculo que dieron en la sala pudo confirmarlo. Aparentaba tener mas o menos la misma edad que el otro, pero no estaba seguro.
Suspiró y decidió dejar de analizar a sus compañeros. Así que tomó un poco de pan de la alacena, con el permiso de Itachi claro xD. Lo tostó un poco y luego lo embarró de mantequilla… Era algo sencillo, pero no era muy buen cocinero. Estaba acostumbrado a la cena que preparaban en su hogar y nunca se preocupó por aprender.
Se sirvió un poco de leche y se retiró a su cuarto… se sentía un poco incomodo con los demás inquilinos.
Adentrándose más la noche, decidió ir a dejar los trastes al fregador para después irse a la cama. Debía aprovechar sus últimos días de descanso al máximo.
- ¿Dónde guardaran el jabón estos tíos, hm? – se preguntaba así mismo, pues tenía la intención de lavar los platos que había usado.
- En el cajón de arriba – respondió alguien a sus espaldas.
El rubio se giró un poco asustado, pues no esperaba a que alguien le contestara.
- Eh... gracias, hm.
Miró en el lugar indicado y, efectivamente, allí estaba. Tomó un puñado de jabón, lo metió en un traste con agua y se dispuso a lavar.
Miraba de reojo al otro sujeto, quien al parecer solo había ido por un poco de agua. Su cabello rojizo fue lo que mas le llamó atención. Sin darse cuenta, no pudo evitar mirarle fijamente… sentía un cosquilleo en su estomago.
El otro se dio cuenta, y tomando desprevenido al rubio, preguntó.
- ¿Sucede algo?
- ¿Eh?... Ah! No, no es nada, hm. – rápidamente se volteo a los platos, con un notable sonrojo en sus mejillas.
- ¿Deidara, verdad? – le dijo acercándose a él.
- Si-si… Tu… eres Sasori, hm? – se atrevió a preguntarle.
- Si.
Hubo un incomodo silencio después de la pequeña presentación… hasta que Sasori volvió a hablar.
- Se está gastando el agua. (xD)
Deidara se quedó pasmado pues no entendió lo que quizo decir su compañero, hasta que dirigió la vista al fregadero y notó que no había cerrado la llave del agua y se estaba regando xD.
- Lo siento! – se disculpó luego de cerrar el grifo xD – lo había olvidado, hm.
- No hay problema… Bueno, hasta mañana. – se despidió el pelirrojo, marchándose a su habitación.
- Buenas noches, hm. – contestó después de que se hubiese ido.
Suspiró… Por un momento se sintió muy nervioso, como cuando tocaba la puerta hace apenas unas horas. Intentó no prestarle atención a aquello y terminó sus deberes.
Mientras regresaba a su recamara, dirigió una mirada a la habitación de enfrente.
- "Aquí fue donde se metió Sasori, lo más seguro es que sea su cuarto" – pensó.
Sin más demoras, se metió a su habitación a descansar y a prepararse para un nuevo día.
Continuara…
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¿Qué tal? Espero que les haya gustado!!! Este capítulo (a mi parecer) está algo aburrido xD, pero el próximo estará mejor…
Ves ese botoncito q dice Review?? Lo ves?? o.o Bueno ps pikale ahí!!! xD
Aceptamos criticas, sugerencias y demás!! xD
