Ring ring ring.
Sonó la campana de la escuela que anunciaba la siguiente clase de los alumnos por lo que pronto el pasillo se llenó de muchos jóvenes que iban a sus casilleros por los próximos libros, tenían diez minutos para llegar a su próximo salón.
Entre esos alumnos iban dos chicas platicando, una era de piel blanca, cabello chino por debajo de los hombros, alta, delgada y de ojos cafés y la otra igual de tez blanca y cuerpo igual que el de su amiga, de pelo negro lacio y largo más abajo de la cintura y ojos color negro.
Ambas llegaron hasta sus casilleros los cuales estaban juntos.
-¿Qué tal te pareció la clase?- preguntó la de cabello chino abriendo su casillero y metiendo libros.
-Bien, me agradó- respondió la otra haciendo lo mismo.
-¿Sin estar satisfecha otra vez?- preguntó la otra cerrando su casillero y mirando fijamente a su amiga.
-No es eso, simplemente me parece bien, pero bien sabes que... prefiero otra- respondió la otra sin dejar de buscar libros.
-Ami, si quieres irte deberías hacerlo.
-No es eso Mary, me gusta estar aquí, pero...
-Pero sabes que tu corazón está perteneciendo a otro lugar en este momento- dijo Mary recargada en su casillero sonriéndole de lado con el ceño fruncido.
-Algo así, es que- agarró a su amiga del brazo incitándola a caminar ya que ya había agarrado sus libros- llevo algunos días sintiendo cosas extrañas, y por eso quiero esperar aquí, podría decirse "en la nada" para si es una llamada poder moverme rápido.
-¿Tienes idea de dónde sea?- preguntó Mary.
-No... pero de algo estoy segura, y es que yo sólo soy llamada cuando hay problemas Ami, además...
-¡Ahí están las dos chicas que se llaman Ami!- dijo de pronto un chico de piel bronceada ligeramente, pelo rubio desordenado, ojos azules, flaco y alto (un poco más que las dos chicas) que se puso delante de las dos amigas con un salto.
-Para ya con eso- dijeron ambas al mismo tiempo, comenzando a caminar seguidas por el chico.
-Es que es un poco chistoso que ambas se digan así, era porque...- dijo su amigo alargando la palabra para que ellas la completaran.
-Porque "Ami" viene de la palabra amiga, Alex- dijeron ambas.
-Ah claro, por eso- dijo él con una sonrisa, le gustaba molestarlas con eso- claro que analizando tal vez sea más fácil de elegir en el caso de Jane, la mujer de los mil nombres.
Jane lo miró y le respondió guiñándole un ojo y chasqueando la lengua.
De pronto un chico que iba delante de ellos se cayó llevando un balón de básquetbol y antes de dar con el suelo Alex hizo un movimiento con su mano dejando salir una línea azul que le aventó al chico y enseguida volvió a estar de pie.
-Gracias Alex- dijo.
-No hay de qué Steven.
-Magos, brujas, tienen cinco minutos para ingresar en sus aulas- se escuchó la voz de la directora por la bocina colgada en el techo.
-Mejor hay que darnos prisa- dijo Jane y los tres se fueron rápido a su siguiente clase.
En las horas que siguieron Jane estuvo muy distraída por lo que no puso atención, seguía sintiendo ese sentimiento extraño de que algo pasaba en algún lugar y no sabía qué hacer y temía que alguien de su familia estuviera en peligro, o mejor dicho, muchas personas de su familia.
En más tiempo del que hubiera querido al fin sonó el timbre marcando la hora de la salida de los alumnos.
La escuela era un internado aunque también podían salir a su casa terminando las clases depende de la distancia y de si los alumnos querían.
En el caso de Jane estaba internada ahí por lo que se dirigió enseguida a la habitación que compartía con Mary y estuvo ahí haciendo su tarea para el día siguiente, y cuando terminó se limitó a estar sentada en su cama leyendo un libro.
-Oye- dijo Mary entrando en la habitación después de un rato- ¿por qué no has bajado a comer?
-Sí, estamos algo cansados de esperarte- dijo Alex entrando detrás de ella cerrando la puerta.
Mary le dio un ligero codazo.
-Oh, disculpen, es que no tengo hambre... Mary, sigo sintiendo lo que te dije, pero más fuerte ahora, es como una sensación en el pecho y en momentos en el estómago, como cuando sientes mariposas en él, pero no es eso, no sé cómo explicarlo.
-¿Lo mismo? ¿De qué hablas?- preguntó Alex.
Luego Jane le explicó lo que le había dicho a Mary hace horas sobre sentir una llamada.
-Entonces por eso llegaste aquí hace tres días- dijo Alex.
-Así es, empecé a sentir eso donde estaba y tuve que partir- dijo Jane, un poco triste.
-Entonces ¿deberíamos hacer algo?- preguntó Alex.
Jane lo pensó un momento ¿era tiempo de que hiciera algo? Pero realmente no se le ocurría qué, por lo que decidió que por el momento sólo le quedaba esperar.
-No- respondió despreocupada al fin- Sólo me queda esperar y ver qué pasa, ya si pasan más días así veré qué hacer... por el momento vamos a comer- dijo mientras se paraba y pasaba un brazo por los hombros de sus amigos quedando ella en medio y ellos medio abrazándola también y salieron de la habitación.
Se dirigieron a la enorme cafetería, se formaron y pidieron su comida, en el caso de Alex helado de chocolate con una hamburguesa y un refresco, Mary con una ensalada de manzana con yogurt, jugo de naranja y de uva y Jane un pedazo de pastel de chocolate, licuado de fresa y papas francesas.
Se sentaron los tres a una mesa y comenzaron a comer.
-Piedra, papel o tijera, quien pierda hace las tareas de los otros- dijo Alex sonriendo inocentemente.
Las chicas levantaron la cabeza para asentir pero antes de bajarla completamente dijeron "no".
-Bueno, lo intenté- dijo Alex.
Después los tres siguieron comiendo tranquilamente, en momentos platicando de algunas clases o cualquier cosa que se les ocurriera.
Y cuando terminaron de comer salieron de la escuela al jardín lleno de bancas llenas de estudiantes, algunos platicando, otros haciendo la tarea, otros haciendo hechizos y algunos con sus novios o novias.
Los tres amigos se sentaron en el borde de una fuente puesto que no había bancas vacías, y pronto sin poder evitar la tentación Mary mojó a Jane y a Alex los cuales no dudaron en regresarle el golpe y pronto los tres estaban sumidos en una pelea de agua y risas.
-Anochece, deberíamos entrar ya- dijo Jane cuando el sol ya se estaba poniendo.
-Claro- dijo Mary mientras ella y Alex se paraban.
Los tres estaban aún un poco mojados así que con un movimiento de manos cada uno los tres quedaron secos y regresaron a la instalación.
Fueron nuevamente a la cafetería donde las dos brujas ayudaron a Alex con sus tareas y después cada uno tomó una cena ligera ya que habían comido tarde.
-Yo creo que deberíamos ir a dormir ya- dijo Mary bostezando.
-Ami, estoy de acuerdo- dijo Jane.
Luego los tres se pararon y se dirigieron a las habitaciones.
-La luz está encendida, Steven ya debe de estar aquí- dijo Alex quien tenía su habitación al lado de la de las chicas- bueno, hasta mañana amigas.
-Hasta mañana Alex- dijeron las dos a la vez.
Entraron y en poco tiempo ambas se encontraban ya dormidas en su cama.
Rato después Jane comenzó a moverse mucho y sudaba ligeramente, estaba en un bosque lleno de árboles y sentía que algo se acercaba y de repente escuchó el fuerte rugido de un león y despertó agitada.
Tardó unos segundos sentada viendo en la oscuridad antes de levantarse.
-Mary- dijo moviendo a su amiga que dormía tranquilamente.
-¿Mmm?- dijo más dormida que despierta- ¿qué pasa Jane?
-Me tengo que ir- dijo Jane arrodillada junto a su cama.
-¿A dónde?- dijo Mary despertando más ante las palabras de su amiga.
-A Narnia- dijo Jane seria- Aslan me está llamando.
