Hola Mi nombre es Sakura Kinomoto, tengo 18 años y aproximadamente en una semana terminare (afortunadamente) la preparatoria, para el próximo año entrar a la Universidad (yupi).
Resumiendo un poco mi historia hace, 8 años tuve una experiencia extraordinaria, encontré en la biblioteca de mi padre un libro titulado The Clow, al abrirlo algo raro paso unas cartas llamadas The Clow cards se dispersaron y así fue como empezó mi labor como card captor. Al dispersarse las cartas se despertó su guardia, Keberus "el gran y poderoso guardián"- jijiji, esa es una gran mentira, pero bueno.
Les contare un poco sobre las personas con las que compartí esta aventura.
Kero=Keberus: como ya lo mencioné el es el guardián de las cartas. Aparte de ser un gran goloso y uno de mis más grande amigos. Su pasatiempo favorito es comer hasta explotar (aunque nunca pasará) y jugar videojuegos.
Tomoyo Daidoji= mi mejor amiga de toda la vida, Tomoyo siempre a estado ahí cuando lo necesito, somos primas en tercer grado ya que su madre (Sonomi Daidoji) es prima de mi madre (Nadeshico Kinomoto). Tomoyo se llevaba muy bien con Kero. Cundo éramos pequeñas le encanta vestirme para mis a sañas con las cards. Y especialmente le en cantaba gravar me (que por cierto fue muy incomodo) esos eran sus pasatiempos favoritos.
Yukito Tsukishiro= el es la persona mas dulce y agradable que he conocido en toda mi vida, el es el mejor amigo de mi hermano (aunque no se el porque) y uno de sus pasatiempos favoridos es comer (otro mas) y jugar a varios deportes. Cuando reuní todas las cards el revelo su verdadero identidad que era Yue el segundo guardián de las Clow Cards.
Yue= El más que un guardián es el juez de las cards. A pesar de ser el ser interno y verdadero de Yukito, son totalmente diferentes, Yue es serio y muy callado al igual que sereno, no come y no habla si no es necesario, pero es un gran guardián, no pude haber pedido a alguien mejor.
Touya Kinomoto= mi muy detestable hermano, siempre me molesta con sus apodos y le encanta fastidiarme (creo que es su hobbie preferido) siempre peleamos, pero debo de admitir que es el mejor hermano del mundo, aunque no lo quiera demostrar se que se preocupa por mi más que cualquier persona. Al final no se si sabe de magia, pero en realidad no estoy segura pues nunca se lo he preguntado. Como ya dije su mejor amigo es Yukito. Es un gruñón y un sobre protector de lo peor, pues siempre aleja, ha alejado y alejara a los chicos de mi- para variar.
Shaoran Li= el otro card captor, al principio no sabia que él también debía de atrapar las Clow cards (porque su antepasado fue el mismísimo Reed Clow- creador de las cartas), al conocerlo me daba miedo por la presencia altanera y superior que poseía, pues eso es lo que denotaba en su mirada, pero bueno yo nunca deje de ser amigable con él y al final el también lo fue y nos volvimos "buenos amigos", según mi teoría el me trataba mal porque pensaba que teníamos que ser enemigos , ya que el atrapar las Clow Cards era su misión en Japón, por cierto el es de Hong Kong- China.
Mey Ling Li= la prometida de Shaoran aunque me pareció raro porque después de todo ella era su prima. Ella también me trato heladamente cuando nos conocimos porque ella pensó que estaba interesaba en Shaoran (que no era cierto, asta bueno… asta; eso no importa). La verdad ella me daba mucho mas miedo que Shaoran, tenia un carácter muy fuerte y aunque no tenia ningún "poder mágico" ella le ayudaba a Shaoran a recolectar las cards, luego de eso bueno por alguna y rara razón (que posiblemente yo hubiera sido la única que no se dio cuenta entonces) ella dejo de ser la prometida de Shaoran. Después de un tiempo cuando descubrió que.... que... no me interesaba Shaoran y que realmente no me importaba tanto ser la dueña de las Clow cards, sino solo me interesaba que estas no hicieran daño, entonces ella y yo pudimos ser muy buenas amigas.
Eriol Hirawizagua= Él fue el en ese tiempo el chico nuevo de la escuela, llego justamente después de que me convertí en la dueña de las Clow Card, él era muy amable con todos, algo silencioso, inteligente, caballeroso y, muy misterioso ahora que lo pienso. (Suena como al chico perfecto lose, pero no me interesaba, él a mis ojos solo era un buen amigo) pero yo sin saberlo, él fue el que me hizo cambiara la forma de las card, poniendo me obstáculos para que el poder de estas no se desvaneciera, convirtiéndome así en la dueña de las cards y lo guardianes. Él es la reencarnación del de Reed Clow (creador de las Clow Cards). Cuando todo termino regreso a Inglaterra de donde el venia y se fue como un buen amigo de todos (asta de Shaoran).
Fujitaka Kinomoto= mi persona favorita, mi padre, el es muy amable y considerado el siempre miro por nosotros antes que él, es maestro de la clase de arqueología en la universidad, posiblemente no pasa mucho tiempo con nosotros pero aun así es el mejor padre del mundo. ¿Me pregunto si sabe acerca de la magia?, bueno no lo creo, sino tal vez no lo hubiera dicho, yo jamás dudaría de él.
Nadeshico Kinomoto= la persona más maravillosa, inteligente, hermosa y pura del universo (aparte de mi papá, por supuesto), ella es una de las personas más importantes para mi, ella es mi madre. La amo, aun sin conocerla, pues murió cuando yo tenia 3 años, no tengo muchos recuerdos de ella, pero de algo estoy segura y es de que ella nos amo tanto como nosotros siempre la amaremos.
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I Capitulo
Un nuevo comienzo
Era una noche fría y el viento resonaba por las ventanas de la Torre de Tokio. Parecía que había un huracán afuera porque los gritos del viento, aclamaban por todo el lugar, como si quisieran decir algo.
-"Es raro, hace mucho que no soñaba con la Torre, y menos el que estuviera adentro"- Pensaba Sakura Kinomoto, algo distraída por la idea de volver a soñar se así misma en aquel lugar. En el pasado eso no le había profesado buena fortuna realmente.
De repente una sombra con capa se veía enfrente de la joven Kinomoto.
- ¿Quien eres?- Pregunto la ojiverde después de examinar la imagen enfrente de ella.
-Hahaha…
La risa de la sombra era casi intangible, un susurro suave, una risa que pasaba por los oídos de la joven casi como la brisa suave y ondulada. Era familiar y extraña al mismo tiempo
-¿Quién eres?- volvió a preguntar la joven Kinomoto, al ver que la sombra no rebelaba su identidad.
Y después de un largo momento de silencio en donde lo único que se podía apreciar era el sonido del viento chocar contra las ventanas. La sombra comenzó a moverse acercándose cada vez más a las escaleras de la imponente Torre, ya que estaba justo a la par.
-¿Acaso no me recuerdas?
Dijo la sombra, por fin descubriendo su vos- que al igual que su risa le provoco a Sakura una sensación de a verla oído antes y al mismo tiempo le parecía que era la primera vez que la escuchaba- femenina como lo había pensado antes. Aparentemente mujer- después de lo dicho por esta "mujer" comenzó a subir por las escaleras corriendo y la otra joven también comenzó ha correr tras de ella.
No sabia el porque pero algo era seguro Sakura debía de descubrir la identidad de aquella persona. Tenía dudas y de alguna forma ella sabía que las repuestas las tenía esa persona.
Cuando por fin Sakura logro terminar el recorrido por las escaleras pudo visualizar a la mujer en una posición pensativa mirando hacia las hermosas luces de la gran ciudad.
La sombra estaba recostada en la antena de la torre, con un pie recogido, y una mano en el barandal que se encontraba cerca de ella. Sus ojos fueron lo único que Sakura pudo observar del rostro de aquella persona, eran muy grandes y brillantes, se destacaban dentro de la oscuridad, Eran de un color azul, un azul marino -un color raro de ver en los ojos de alguien-. Su capa y algunos mechones de su flequillo danzaban junto con el aire. La tormenta aun seguía, pero no lo parecía, era como si fuera algo diferente a eso. Algo pacifico. Y las luces de la ciudad contrastaban perfectamente con el ambiente cargado de paz.
-hermoso, ¿no crees?- La otra dijo, con algo de suavidad en su tono. Ahora que podía escuchar mas claramente Sakura se dio cuenta que la voz de su interlocutora era muy hermosa tanto o mas que el paisaje que ella contemplaba. Era suave, Gentil, Musical y casi Angelical.
-Si es muy hermoso- contesto la joven luego de algunos momentos.
- Mira a tu alrededor tal ves, me recuerdes así- le recomendó la sombra
Hiso lo que la sombra le pedía, y Sakura miro todo a su alrededor, era un paisaje hermoso en verdad era de noche y las luces iluminaban todo.
-"La Torre de Tokio"
-Se que sabes en donde estas, pero ¿Quién soy?
-Dame una pista- dijo con algo que parecía desconcierto. Como es que podría adivinar la identidad de su interlocutora. No recordaba haber ido a Tokio si no era con su familia o amigos y ninguno se parecía a ella.
-Bien, se podría decir que tengo tu misma edad.
-esa es una pista inconclusa, conozco a muchas personas que tiene mi misma edad
-Es la única respuesta que te puedo dar, ya te di otras. Con eso debe de bastar.- Sabia a lo que se refería. Ella ya le había dado el color de sus ojos y el color de su cabello (castaño claro, casi como el de la joven Kinomoto) y también su voz.
-¿cuando es tu cumpleaños?- Fue la única pregunta que ha Sakura se le ocurrió en ese momento, si tenia su misma edad y era alguien a quien conocía podía ser que con ese dato la pudiera reconocer
-Solo puedo decir que es cerca del tuyo.
-¿que quieres decir con eso?, ¿Cerca del mío?
-bueno ya te di varias pistas.
-no conozco a nadie con ese color de ojos.
-¿estas segura?
-no, pero casi.
-un casi no es una opción.
-haaaaaaaaaaaa.
Fue el grito de la ojiverde cuando se resbalo tratando de acercarse a la sombra. Estaba caminando (sin darse cuenta) a la par de la baranda y se tropezó con un tubo salido.
En ese momento una mano -suave- la tomo justo cuando estaba apunto de caer.
-Te tengo
-gracias
-Un placer
-¿Quién eres?- Pregunto la menor de los Kinomotos, cuando era subida por una ligera y fina mano.
-No te preocupes, ya me veras.
-Lo siento- se disculpo Sakura, con algo de tristeza por no poder recordar a la persona delante de ella- por no poder reconocerte.
-No te preocupes, esta bien. Pronto lo harás. Por que…
RINGRINGRING
-haaaaaa…- Un gran y estruendoso grito se escucho por toda la habitación.
-¡haaaaaa…!- grito otra voz proveniente de un ser aparentemente con el cuerpo de un muñeco- ¡¿Por qué TIENES QUE HACER TANTO RUIDO SIEMPRE?!
El grito tan fuerte de Kero la hiso callar y lo miro con algo de lamentación en sus orbes verdes.
-Lo siento Kero- se disculpo ya más calmada Sakura.
-Está bien. Pero deja de hacerlo- el pequeño cuerpo del guardián voló hacia su dueña- ¿Qué es lo que ocurrió?
-¿He?
-Hace mucho que no gritabas después de un sueño, ¿Qué es lo que soñaste?
-Bueno yo… yo soñé que…- Sakura no sabia si decírselo o dejarlo así, no lo quería preocupar por nada, después de todo solo era un sueño. Era cierto que muchas veces sus sueños se habían hecho realidad. Pero eran diferentes esos sueños se habían hecho realidad, porque eran visiones, este solo era un sueño, y no había podido ver la identidad de aquella persona, y con eso lo único que llegaría a hacer era preocupar a Kero.
-tu soñaste ¿Qué?- pregunto de nuevo el muñequito, con un semblante preocupado- dime Sakura ¿Qué es lo que soñaste?
-Solo era una pesadilla Kero, nada para preocuparse.
-Y de ¿Qué se trataba exactamente?
-"Vamos Sakura, inventa algo y rápido antes de que pregunte otra ves"- fueron los pensamiento de la antigua card captor- nada te lo estoy diciendo, no es nada, solo una pesadilla.
-Si tú lo dices- contesto Kero más irritado después de escuchar a Sakura- no te volveré a preguntar.
Después de esto Kero comenzó a hablar y hablar de cosas, como que debía de ser mas cuidadosa con sus gritos y que no debería de levantarlo más temprano y muchas otras que solo eran puros regaños por haberlo hecho levantarse de esa forma. Mientras Sakura pensaba en el extraño sueño que le había invadido.
-Hace mucho que no sueño con la torre de Tokio- eralo que enlizaba la chica en ese instante- pero ¿Adentro? Y ¿Quién era esa chica?
-¿Sakura? ¡¡¿Sakura me oyes?!!...- gritaba el pequeño guardián mágico sacando de sus cavilaciones a su joven dueña
-Lo… Lo siento ¿decías?- pregunto Sakura después de un tiempo
-Decía, que ¿no deberías de estar ya en la preparatoria?- pregunto el pequeño ser ante la distracción de la joven Kinomoto.
-No, es dentro de 15 minutos- dijo algo ida la joven.- Espera, es dentro de!!!!!15 minutos¡¡¡¡¡…- Grito por fin volviendo al tiempo la antigua Card Captor- NO ME DARA TIEMPO.
Exclamaciones y golpes en el suelo se escucharon por toda la casa. Y se veía una silueta de una jovencita de 18 años corriendo por todas partes buscando y poniendo cosas. Ah Kero le había salido una gotita en la nuca de ver a la joven entrando y saliendo a una velocidad casi sobre humana.
-Hay cosas que nunca cambian- Pensaba el guardián de las Sakura Cards- Solo tienes suerte de que tu papa y tu hermano no estén.
-¡Supongo!- gritaba la chica entre sus apuros- ¡eso me recuerda, Touya regresa hoy de su viaje así que no hagas tanto desorden! ¡Y mantente callado!
-¿A qué hora es que viene?- Pregunto la bestia del sello con algo de desaliento, ya que sus planes eran frustrados por Touya Kinomoto- y yo que pensaba en bajar a comer unos chocolates, no es justo. Hay veces que ser un guardián tiene sus desventajas.
-¡no lo se!... ¡pero tienes que estar atento! ¡Sabes como es de perspectivo mi hermano!
-Si, no es nada parecido a ti- murmuraba en lo bajito el guardián con los bracitos cruzados.
-¡¿Qué dijiste?!- Sakura gritaba por todos lados con la cara llena con algo de furia. Y sin darse cuenta se había parado su carrera.
-¿Dije eso en voz alta?- De los nervios Kero había comenzado a sudar frio y las gotas resbalaban con rapidez de su frente- Yo… Yo dije que tu hermano no es nada parecido a mí.
-¿Qué quieres decir con eso?
-Bueno… que yo soy mucho más perspectivo que el
-Podría jurar que dijiste que no se parecía en nada a mí.
-¿Y porque diría eso?
-No lo se dime tú
-Deja de imaginar cosas y apúrate o llegaras tarde.
Y con esto Sakura Kinomoto se sentó en una silla cerca del espejo para arreglarse el cabello. Sakura no había cambiado del todo en esos 8 años, todavía seguía siendo una chica llena de energía y fervor, y en cierto punto conservo su inocencia que le daba a su cara un toque especial y hermoso. Como es lógico había crecido bastante- aunque Touya seguía siendo más grande- su pelo también se veía alargo y le llegaba justamente a su hombro donde se desparramaba por todos lados y lucia suave, sedoso y brillante de un color castaño claro. Su cuerpo había dejado la silueta de una niña para pasar a la de una mujer, con curvas definidas y una figura esbelta, alta y fina, todo su cuerpo era definido con frágiles y adorables detalles. Sus ojos seguían siendo de un verde vivo, vivaces y llenos de luz e ilusión como siempre. Sus labios eran de un rojo carmesí, definidos y llenos. Su rostro no había sufrido muchos cambios porque aunque era el de una joven más madura, también seguía teniendo ese toque de inocencia y niñez en sus facciones delicadas. Y en la parte interior Sakura no había cambiado casi nada, pues seguía teniendo esa fugacidad y ese entusiasmo de siempre, su corazón seguía teniendo los mismos sentimientos por las personas que amo, y su alma seguía teniendo esa luz en su interior. Todo esto combinado daba paso a una mujer amable, hermosa, afable, amigable, social y activa que se podría considerar prácticamente encantadora y perfecta para el deleite de los ojos masculino.
Era tanta la belleza de Sakura que muchos de sus compañeros en la preparatoria Seijyo- en la cual alguna ves avía estudiado su hermano Touya- la invitaban a salir siempre que podían e incluso chicos que la acaban de conocer o solo se topaban con ella siempre la llenaban de halagos y piropos, pero siempre obtenían la misma repuesta un "no" muy cortes y amigable. Aunque debes en cuando le decía si a alguno e incluso a escondidas de su hermano- por supuesto- había tenido uno que otro "novio", pero no muchos podían ajustarse a la muy apretada agenda de la joven, la cual era: pasar tiempo con su familia, pasar tiempo con sus amigos, estudiar, hacer sus queseares, entrenar con su magia- Amaya (la nueva novia de su hermano que por cierto sabia de magia porque era una sacerdotisa) y Kero la lograron convencer- y trabajar. Casi todo lo que le ocupaba el tiempo de Sakura era trabajar, su trabajo comenzaba des de las 4:00PM asta las 8:00PM. Muchos no pudieron seguir con ella por esas razones pero los que pudieron- que fueron pocos- la pasaron bien conociéndola más y compartiendo momentos agradables con ella, por ello al final seguían siendo amigos.
Cuando la joven termino de recoger su cabello en una diadema color negro- para que su pelo no le callera en la cara, a acepción de unos mechones sueltos por su flequillo- tomo su mochila y su saco y se disponía ha salir de la habitación. El uniforme seguía siendo igual que los de hace unos años, saco azul, falda negra, medias negras, zapatos negros, y blusa blanca
-Bien- aprobó su imagen, frente al espejo- ya esta, ahora- y busco algo en su bolsa- ¿Dónde están mis libros?
-¿Hablas de estos libros?- pregunto Kero, ya sabiendo bien su respuesta ¿Acaso Sakura siempre tenia que ser tan predecible?
-Si, ¿Dónde los encontraste?
-Bueno, estaban sobre tu escritorio, donde los dejaste anoche ¿No es así?
-Ha, si claro- a Sakura le salió una gotita en la cabeza ¿Cómo podía ser tan olvidadiza? ¿Cómo se le había olvidado que el día anterior había dejado justo ahí los libros para que no se les olvidara?- Es hora de irme se me ara muy tarde, deje algunos postres en la cocina refrigerados por si quieres uno Kero.
-mhm… jami- se relamió Kero los labios al escuchar esa palabras que son la vida para el
-Recuerda que Touya viene hoy, así que no hagas mucho alboroto, como la última vez- a lo que se refería la antigua card captor fue un día en donde dejo a Kero totalmente solo, y esa tarde su padre regreso temprano, y con lo que se encontró no fue realmente un panorama para no preocuparse. Platos sucios de postres, budín de chocolate tirado en el piso de la cocina y también en todo el camino hasta llegar al cuarto de Sakura y cuando Fujitaka había abierto la puerta, del cuarto de ella para chequear que todo estuviera bien, se encontró con la sorpresa de que todo el cuarto estaba cubierto por chocolate especialmente la cama y el video juego. A Sakura le había salido una gotita de recordar lo que le había venido después eso, cuando su padre la comenzó a corroborar- No quiero que ni mi hermano ni mi papá hagan ninguna pregunta de el porque hay tanto chocolate y desorden por la casa, ya me basto con la preocupación de mi papá, al pensar que estaba pasando por una "crisis" emocional y por ello comía mucho dulces. Y después de toda una charla tener que pasar dos días limpiando tu desastre.
A Kero también le había brotado una gotita desde la nuca, del solo recuerdo.
-Bueno… Esta bien- Y voló en círculos varias veces alrededor de Sakura- De todas formas no iba a tener oportunidad de hacer nada con tu hermano rondando por aquí, aun no comprendo el porque no le dices de tu poder y de "Mi", así no me tendría que esconder tan a menudo.
-Kero sabes las razones de sobra, si no lo hice antes ¿Por qué hacer ahora?, para meter a mi hermano a mi extraño mundo ya suficiente tiene con tener una hermana que posee magia, su mejor amigo tiene una doble personalidad (literalmente hablando) y aparte de todo su novia es una sacerdotisa. Parece como si el atrajese a la magia a su alrededor no tiene a nadie más que a papá que califique como "normal".
-¡Hey! Yo soy normal.
-Si por "normal" te refieres que vueles por todas partes y que te conviertas en bestia y aparte parezcas un muñeco entonces si, Kero eres muy normal.
-…- ¿Con qué contraatacar? Ella tenía razón, el ver a una bestia volar no era muy normal que digamos al menos no en el mundo mortal.
-Bien me tengo que ir, así que nada de desastres inexplicables ¿oíste?- decía la joven saliendo de la habitación.
-Si, si. Te oí- respondió el pequeño muñeco, aceptando al fin- espera- dijo deteniendo la salida de la joven- ¿Amaya vendrá hoy?
-Si. Ya que mi hermano esta de regreso supongo que lo va a venir a saludar, además de que hoy tengo entrenamiento ¿recuerda? Al que tú me sometiste junto con ella.
-Desacuerdo, me declaro culpable.
Sakura lo vio con algo de gracia, no era para menos sabia que lo que realmente quería de Amaya era sus deliciosos y embriagantes dulces, que sabia hacer con toda facilidad.
Amaya era la novia de su hermano, hace ya casi 2 años que estaban juntos- aunque Sakura no sabia como era posible, pues con el carácter de Touya. No se sabe el horrible destino que llevo a aquella dulce y hermosa chica a un tipo así- y Amaya se había hecho muy buena amiga de Sakura a tal punto que Amaya también sabia de la existencia de Kero y del pasado de Sakura como Card Captor.
Amaya es originaria de China y su familia es perteneciente a un nivel de prestigio en la República Popular de China, ya que pertenecen a un poderoso círculo social y mágico en Oriente, aunque solo era una familia de sacerdotes y sacerdotisas. Ella y Touya se habían conocido en un viaje que él había hecho por la universidad. Desde entonces se conocieron más y la relación se hiso más fuerte cuando Amaya conoció a Sakura- quien desde entonces fue la hermanita que jamás tuvo- y un día cualquiera esta le dijo a la antigua Card Captor (sorprendiéndola) si le podía revelar que tipo de magia poseía. Y después todo esto los lazos se estrecharon más no solo con Touya sino que también con Sakura. Luego la historia se cuenta solo, ella conoció a Kero le ayudo a Sakura a explorar y expandir su poder mágico y también ayuda a Touya con los suyos- aunque Sakura no sabe nada de eso-, conoció al señor Kinomoto y se hiso prácticamente de la familia.
Recordando esto la joven Kinomoto se dispuso a salir de la casa. Se encamino a su destino y desapareció por las calles. Esas calles, las que tomaba cuando niña para llegar a la escuela ¿Cómo iba a olvidar esa hermosa época? Porque realmente eso es lo que quería hacer olvidar toda esa felicidad. Después de 8 años todo había cambiado demasiado, mucho para el gusto de la menor de los Kinomotos.
Primero fue el regreso de Shaoran y Mey Ling a China, luego Tomoyo tuvo que irse a América por el trabajo de su madre, y así siguieron yéndose todos sus compañeros de primaria y también sus amigos, Yukito se fue también por una beca de la universidad y Touya también había tomado ese camino por su propia beca. Pronto se vio algo sola comparado a eso viejos tiempos de la primaria. En esos años había estado sola con su papá y Kero, nadie más que ellos.
Tal vez era algo contradictorio pero en cierta forma estaba feliz por todos, porque cada uno encontró su destino, pero también en el fondo estaba dolida. Tomoyo su mejor amiga desde siempre había entrado a una escuela para señoritas muy prestigiosa en América y al principio todo había estado bien, se comunicaban por cartas y de ves en cuando una llamada, pero todo contacto se deshizo cuando Sakura se fue a un campamento- realmente había perdido contacto con todos por ese dichoso campamento- y lastimosamente en todos esos días de incomunicación se había roto la comunicación- y sinceramente hablando Sakura no sabia el porque- al regresar de campamento, y llegar a clases sus mejores amigos se habían ido- al parecer en su ausencia había habido uno de los terremotos más grandes en la historia de Tomoeda. Muchos salieron heridos, su padre había estado en una expedición y no había sufrido ningún daño, pero no podía decir eso de sus amigo y ex-compañeros quienes si sufrieron esos desastres y se tuvieron que mudar para rehacer su vida-. Con Eriol había sido algo diferente pues no tenían tanto contacto de todos modos, pero al parecer el se había mudado o había salido de viaje, pero en fin con el perdió contacto. Y bueno con Mey Ling quien le contaba de Shaoran, también había perdido conexión por alguna extraña razón, un día ella no le contesto una de sus cartas y desde entonces ya no había más que decir.
Pero en su remplazo había conocido gente nueva- claro que esto no compensaba ese vacio por la ausencia de sus antiguos amigos- como por ejemplo: Amaya, Sakura se había encariñado tanto con ella porque desde que Tomoyo yacía fuera del país le hacia falta una amiga en quien confiar y una confidente a quien escuchar, y también estaban su nuevo grupo de amigas conformado por cuatro chicas - más Sakura, claro esta- y además que Touya había regresado hace poco para luego tomar un viaje corto, y más importante Yukito regresaría pronto- como extrañaba esa afable sonrisa, que la hacia sentir cálida y segura por dentro- y eso seria lo mejor que posiblemente le paso en meses, desde que se sabia prácticamente sola.
Sacudió su cabeza como si así esos pensamientos se fueran y la dejaran de atormentar. ¿Qué le pasaba? Ella era plenamente feliz todos habían rehecho su vida y encontrado su lugar, y ella también lo había hecho. Todo tiene que cambiar alguna vez ¿No es así? Tarde o temprano ellos se irían algún día fuera tarde o temprano.
-Vamos Sakura ellos encontraron sus lugares, al igual que tu- Trataba de conversarse la joven- Es cierto que los extrañas pero debes de estar feliz. Lo mejor va ser lo que hiciste aquella vez… aquella en la que olvidaste ha…
-Hey Sakura, espera- se detuvo al escuchar su nombre mencionado- Vamos juntas a la escuela.
-Buenos días Akira. Sip- contesto automáticamente la castaña. La verdad agradecía mucho el que Akira llegase a sacarla de sus cavilaciones.
Akira Shirai era una de sus amigas más cercanas. Akira siempre estaba para todos, y era una chica muy inteligente, amable y considerada. Sus cabellos negrizcos contrastaban con su piel morena- un moreno no tan oscuro sino suave- y sus ojos cafés oscuros grandes y soñadores- si los mirabas de lejos parecían negros- y por su puesto su cuerpo esbelto y contextuado. Su boca casi siempre tenía dibujada una sonrisa.
-Es un milagro encontrarte tan temprano- dijo al fin la pelinegra, con algo de gracia
-¿he?- pregunto la castaña algo confundida ¿Acaso no iban tarde?
-Digo, es muy temprano y usualmente llegas en carreras o tarde- rio Akira con algo de diversión al recordar todas las veces que Sakura llegaba exhausta por las carreras a toda velocidad como siempre. Por algo era la deportista numero uno del condado ¿no?
-¿No vamos tarde?
-No… Jajajajajaja… ¿pensaste que íbamos tarde?- reía regocijante la de ojos cafés- Sakura hace falta toda una hora para que empiecen las clases, deberías de cambiar de reloj
¡¡¡¡¡Una Hora!!!! ¿Por qué eso solo le pasaba a ella? Pudo haberse quedado en su casa abrigada por sus cobijas, o pudo por lo menos haber comido bien con lo mucho que le dolía el estomago por no tener mas en él que un baso de jugo de naranja. Todo por ese tonto reloj despertador, que se creía para levantarla de esa forma, cuando en la noche anterior le había costado conciliar el sueño por la preocupación del examen de cálculo- su pesadilla hecha realidad, más matemáticas- para que enzima la haiga levantado temprano un muy tonto despertador.
Pero cuando llegara cobraría su venganza botándolo directamente al basurero. ¡¡¡¡Una Hora!!!! Por Dios, pudo haber terminado por lo menos el sueño.
GLI, GLI, GLI…
Tal vez ella pueda esconder el hambre que sentía, pero su estomago no. Era inevitable tenia tanta hambre, no había comido nada la noche anterior tampoco, todo por ese pedazo de papel que la atormentaba, todo por el bendito examen de ¡¡¡Cálculo!!! Pero no lo podía soportar, es que nunca le habían gustado las matemáticas o más bien nunca había sido "buena" para las matemáticas.
-Jajajajajaja…- seguía riendo su amiga, pero desde el sonido en su estomago había comenzado a intensificar sus carcajadas burlonas- Sakura, se nota que ni tu estomago puede mentir. Te delata tu propio estomago…- decía entre carcajadas.
-No es gracioso.- decía con haciendo un mohín en su hermoso y angelical rostro.
Se miraba como todo una niña.
-Sakura, no se que haría sin ti. Siempre me hacer reír.
-Akira, no soy tu payaso personal- Alego la ojiverde
-No, lo siento. Es que no lo puedo evitar, Sakura todo lo que haces me da risa incluso cuando no haces nada. Te extrañare tanto el próximo año. No se que hare sin ti.
Y ahí se pararon las burlonas y sonoras carcajadas, para dar paso a un rostro serio y pensativo, en ambas jóvenes. Era cierto ya no se verían después de ese año más bien semana.
-Solo una semana- pronuncio la joven Shirai con algo de tristezas en esas tres simples palabras- Solo hace falta una semana y término.
-No lo digas así- al fin rompió el silesio Sakura- No es el fin de nuestras vidas, seguirán y tendremos la oportunidad de experimentar cosas nuevas. Además Akira no quiere decir que no podamos seguir siendo amigas- finalizo, tratando que su pequeño discurso también la convenciera. Seria tan duro comenzar otra vez.
-Tienes razón- Afirmo Akira después de un momento de procesar esas palabras. Como admiraba a esa chica de ojos verdes. Siempre tenía las palabras correctas en el momento correcto, y también siempre conservaba esa sonrisa que, a pesar de que ella no lo notara, le daba esperanza a todos lo que estaban a su alrededor. No por nada era la chica más popular de la Preparatoria.
Al principio cuando oyó hablar de Sakura pensó lo peor de ella, pues todos decían que era la más lista, hermosa, atlética y perfecta joven de toda la escuela. En ese entonces pensó que era una de esas víboras venenosas que siempre se alagaba a si misma y que tenia su ego por las nubes. Pensó que seria la peor de todas y que de seguro se la pasaba criticando a los demás por las espaldas, y una de esas típicas chicas rebeldes que los hombre consideraban "sexys" y todo eso, una de esas chicas que usaban la falda más corta de lo usual y usaba excesos de maquillaje en el rostro y se la pasaba diciendo babosadas todo el tiempo.
Pero ¡¡Wow!! Que sorpresa cuando conoció a la joven Kinomoto. Y ahora que lo pensaba fue algo casual su encuentro, pues ambas estaban en la misma clase, en la misma sección y todo lo demás, bueno pero la casualidad había sido que Akira se sentaba justo a la par de la joven. Todo al principio fue divertido y hasta cómico, Sakura había llegado tarde- para variar- y la asignaron a la par de ella. Lo recordaba perfectamente, había ocupado la bacante a su lado y muy amablemente Sakura le dedico una sonrisa- muy sincera y deslumbrante- y le había preguntado su nombre y de ahí se había concretado su amistad más y más. Y era en realidad extraño porque ahora que lo había recordaba Akira nunca que le había preguntado su nombre y aun así en el primer instante, desde aquella sonrisa ella le tenia total confianza a la joven Kinomoto.
Su sorpresa había sido grande cuando Sakura había pasado al frente a decir su nombre. Debían de verla en ese momento, estaba en un Shock total, era todo lo contrario a lo que ella se había imaginado, todo, todo, todo lo contrario. La había juzgado sin conocerla, se sentía pésimo después de eso. Pero aun así se volvieron tan amigas que Akira prácticamente la consideraba su mejor amiga, aria lo que fuera la una a la otra y se conocían muy bien.
Akira conocía bien las manías que tenia Sakura y bueno también tenia que admitir que no sabia mucho de su vida ya que sentía que la ojiverde le ocultaba cosas de su vida, y aunque no le gustara respetaba su espacio.
-Sabes, Akira te agradezco por tu amistad- la suave, melodiosa y increíblemente dulce (no empalagosa) voz de Sakura la saco de sus cavilaciones.
-Al contrario Sakura soy yo la que te debe agradecer por dejarme ser parte de tu pequeño mundo
-¿Por qué lo dice?- pregunto con el rostro lleno de duda. Para Akira era divertido ver las expresiones tan infantiles de la joven. ¿Cómo es que los hombres no se iban a resistir ha eso?
Para la joven Shirai Todos los que dijeron esas cosas de Sakura- los halagos- en su primer día, tenían razón. Sakura era una persona fácil de querer e incluso amar, el hombre que fuera a casarse con ella algún día seria un hombre terriblemente afortunado y con mucha suerte. Sakura –por decirlo así- era un premio muy grande para un simple hombre, ese premio tenía que ser para el ser más increíble del mundo, alguien quien realmente lo mereciera y que le supiera llevar el paso a la ojiverde. Porque algo que sabía la pelinegra, era que no cualquiera podía con Sakura y su muy apretado horario, y lo más increíble de todo era que aun teniendo tantas cosas, Sakura siempre encontraba tiempo de sobra para ayudar a los demás. Por nada era la chica más popular. Si, ese titulo se lo merecía con sienes y creces, porque nadie podría ser mejor calificada para ese puesto.
-Tu amistad es muy importante para mi Sakura, porque eres una persona muy especial- le sonrió a su gran ídolo- desde que te conozco me has hecho ser mejor persona y me has enseñado tantas cosas. Me considero afortunada al ser tu amiga- La de orbes verdes le regalo la mejor sonrisa que le podía dar- Aunque se que me ocultas cosas, que sinceramente me muero por saber, te admiro y te respeto y me conformo con saber lo que se de ti y poder formar una pequeña parte de tu vida. Gracias… ahora vamos- le había apurado su amiga.
La verdad era que esas palabras la habían hecho sentir muy bien, pero también la había hecho sentir de lo más mal. No le quería ocultarle cosas a su amiga, pero como se lo había dicho antes a Kero, no quería meterla en su mundo raro ¿Qué diría después? Los único que había sabido ese secreto fueron todos los que se vieron involucrados en él y al final todos se habían ido, por nada se había aferrado tanto al pequeño guardián y a su padre, porque a pesar de querer olvidar todo aquello todos eso momentos espectaculares, no había podido desaparecerlos solo podía reprimirlos. Cada ves que se lo recordaba había terminado llorando, no quería de sobre manera que Akira lo supiera ¿Qué pasaba si la creía muy rara? ¿Qué pasaría si terminara alejándose al igual que todos los demás? No podría soportar perder a otra persona de esa manera, no quería, se negaba rotundamente.
Esa era su decisión tal vez, si, le seguiría ocultando cosas y no es que desconfiara de ella es solo que no quería meterla en esas cosas, había sido muy buena con ella desde el primer día, desde aquella ves que había llegado tarde.
No quería romper esa amistad, al menos no tan pronto.
§ ξ § ξ § ξ § ξ
-¿No crees que es muy pronto?- le pregunto una voz a sus espaldas, una voz bastante ronca y varonil aunque no se tratase de un hombre si no de una bestia.
-Sabes cuanto ha esperado ella para esto- le respondió otra voz más femenina algo madura como el de una mujer de 58 años.
-Lo se, pero seria una perdida de tiempo. Vamos todos aquí presentes sabemos que ella no esta preparada, no sabe…
-No te atrevas a decir ninguna palabra más ¿Cómo esperas a que tenga la preparación si no a tenido el entrenamiento necesario?- le interrogo una voz dulce, suave como un susurro, y tierna de notaba que era una persona joven. Era ciertamente una voz que denotaba autoridad aunque también humildad – Mi querido amigo ella es suficientemente capas de hacerlo.
-Pero Princesa, si ese hombre le hace daño…- corroboro la voz de una joven, una diferente a las tres ya escuchadas.
-Ella sabe lo que hace, no deberías desconfiar en las acciones de nuestra ama- respondió esta vez una voz ronca pero juvenil a la vez y muy varonil.
-Gracias por confiar en mi Fye. Soley, se que te siente nerviosa. Pero no desconfíes de mí, jamás he fallado y jamás lo pienso hacer…
-Hay una primera vez para todo- dijo la joven ya mencionada como Soley.
-Nunca dejaría que algo la dañara. Y lo sabes, ella es especial y no necesita de mi ayuda solo necesita confiar en si misma.
-Pero ese hombre…
-Ese hombre nada Soley. No te preocupes, tiene aliados a su lado.
-No veo ninguno.
-Soley, te lo pido se paciente. Ellos llegaran conforme al tiempo.
Y terminando eso la que había mantenido la conversación con la ya mencionada Soley- esa suave voz- volvió a enfocar sus ojos en la imagen que había estado observando.
Esa escena era tranquilan nadie interrumpiría a esa chica a la que llamaban Princesa y su ama. La verdad es que confiaban plena y ciegamente en ella, después de todo la conocían, no también como quisieran, pero la conocían, ella nunca aria algo de lo que no estaba segura. Y casi nunca tenía errores.
Y también sabían que su ama tenía grandes planes para esa chica de orbes verdes, llamada Sakura Kinomoto.
§ ξ § ξ § ξ § ξ
-Sakura, debo de admitir que casi me da un ataque cuando vi que llegaste más temprano que yo- había bromeado una de las chicas del grupo, haciendo que todos en el círculo se rieran.
-No es para tanto Mokoma- se había defendido la joven Kinomoto con el seño fruncido- no es que el mundo se fuera a caer o algo así.
-Y que te dice que no lo ara. Ya que es casi imposible que llegues, por lo menos, más temprano que todas nosotras. Eso me hace creer que todo puede pasar.
Mokoma Iwasato, era muy difícil de superar con sus constantes bromas, era increíble. Esa chica no paraba ni un segundo de molestar a alguien. Pero lo que si se le podía atribuir es que adentro de la clase era una estatua de bronce que no decía ni hacia nada que no tuviera que ver con el tema que el profesor exponía. Mokoma era una chica de ojos de un café claro, su tez era bastante pálida- sino fuera porque sabia que así era su piel se podría decir que necesitaría una ambulancia- pero aun así le daba un toque muy atractivo a su persona, la verdad no era esbelta pero si delgada y tenia un cuerpo muy definido, su pelo era rojizo y siempre lo tenia recogido en una trenza. Era la chica más divertida y al mismo tiempo la más responsable. Siempre hacia reír a los demás, y le encantaba reír ella misma. En todo el tiempo que Sakura la conocía sabia que Mokoma le encantaba reír a carcajadas y en realidad te contagiaba porque se reía de casi todo, había veces en donde paraba roja y hasta llorando de lo mucho que se había reído. Era definitivamente una persona que le desagradaba que la gente se quejara a su alrededor, lloriqueara y las molestara. Tenia dos hermanitos menores a los que quería con el alma y corazón, lo cierto era que le encantaba fastidiar asta a sus hermanitos, y eso a todas las del grupo les gustaba porque no soportaba que alguien llorara o se deprimiera así que los consolaba regalándole sus mejores chistes o bromas que tenia. Una chica excepcional.
-¡Hey!… niña bonita no se quede tanto tiempo en el espacio le podría dar mucho frío ahí arriba- le volvía a bromear Mokoma para que Sakura se despertara de su mundo y comiera antes de que terminara el tiempo.
-Mokoma creo que ya le bromeaste demasiado- le defendió la joven llamada Nanase, aun conteniendo la risa ¿Cómo evitarlo, si ver a Sakura ensimismada en sus pensamiento era muy gracioso?
-Nani, siempre me arruinas la diversión- le alego Mokoma- no puedes esperar un poco más. No ves que ni siquiera me escucho.
-Si pero creo que es suficiente no crees.
Nanase Kanno era la mejor estudiante de la escuela, responsable, seria-con algo de divertida- e inteligente. Nanase o Nani como le había puesto de cariño Mokoma era Ciertamente interesante. Era una chica bastante femenina, no era de extrañarse, porque era hija única. Su madre la quería demasiado y su padre la adoraba, hacían lo que ella quisiera en un chistas. Pero aun así Nanase era una persona muy buena y agradable, le encantaban los niños y se relacionaba muy fácilmente con las personas. La chica era bastante esbelta y su figura se definía por algunas contexturas finas, su piel era blanca como la nieve- casi como blanca nieves- sus cabellos cafés oscuros eran largos y lisos además de sedosos. Sus ojos eran unos orbes grises tan grandes, parecen tristes al principio cuando la ves pero luego te das cuenta que no es así pues ella disfruta cada instante de la vida. Ella y Mokoma se llevaban de maravilla e incluso le puso un apodo "Moka" –como el café, que era su preferido por cierto- A pesar de parecer una chica promedio- quiere decir sin muchos problemas-pasaba por momentos grabes en su vida, pues se había recién enterado de que su padre había tenido otra familia con dos hijos de por medio que eran mayores que Nanase, y aunque se llevaba bien con ellos, se sentía mal porque se había decepcionado de su padre- quien era prácticamente su sol- pero nunca demostró más que felicidad. Que fuerte era Nanase, y Sakura apenas podía con su tristeza por el pasado.
-Nani, tu también estas riéndote, no le puedes renegarle a Moka, lo sabes bien.
-Jajajajajaja…
-¿Qué?- pregunto desconcertada Yoko- no dije nada gracioso.
-De hecho lo hiciste…. Sab…es…bien…que nadie nos llama por nuestro apodos. Y… se oye gracioso en ti…. Yoko- Decía Mokoma entrecortada por la risa que le invadía. Ahora ya no iba a parar, al igual que Nanase ya que, Mokoma se reía de todo y Nanase de Mokoma.
-Como que ya es mucho no creen chicas.- al fin hablo Akira quien aunque reía no era tanto como sus compañeras.
-Bi… Bi… bien, pero dile que pare- repetía la joven Kanno (Nanase)
-Mokoma ya para. No es tan gracioso.
-Es…Es que… ella… yo… no… puedo…parar- repetía la chica totalmente roja de todo lo que se reía.
-Yoko, sabias como son estas dos. No lo debiste de haberlo hecho.
-No es mi culpa de que se rían por cualquier cosa- renegaba Yoko a tiempo que miraba a las otras dos jóvenes que ya parecían tomates de tanto reír- aunque confieso que es gracioso verlas en este estado tan burlón.
Yoko era de todas la mas enojada. Era divertida asta cierto punto en donde se ponía de mal humor y comenzaba a renegar. Los cabellos de Yoko eran también cafés oscuros- ninguna chica en la Preparatoria tenia el mismo color de pelo de Sakura- y sus ojos eran de color cafés también, su cuerpo se miraba demasiado frágil, que preocupaba, pero había dejado en claro que no era una debilucha al ganar el segundo lugar- después de Sakura- en los premios olímpicos de los jóvenes del condado, su piel era ni tan moreno ni tan blanca- aunque más moreno que blanca-. Sus padres eran chinos pero ella era japonesa, su familia era numerosa, tenia tres hermanos aunque uno de ellos- el mayor- murió en un accidente, y tres hermanas. Pero habían veces, no, siempre se quejaba de su familia cuando quería, detestaba ser la quinta en discordia, pues sus hermanas mayores- porque todas lo eran- siempre la molestaban con lo que ella consideraba "niñerías" inútiles que no le servirían para nada, y sus hermanos eran grotescos especialmente el menor de ella – que la volvía loca- y que según ella eran irremediablemente infantiles.
Por todo esto usualmente no se llevaba bien con Mokoma, y había veces en que había que separarlas para que no se pelearan.
-Pero si miren esa patética escena. Denotan que son unas estúpidas- les critico una voz chillona y odiosa tras el grupo. Y esto hiso callar a las otras- ¡Ups! Creo que me oyeron, lo siento- dijo desparramando la burla por todos lados.
-¿Por qué no te vas al infierno con tu patético grupito Takayuki?- prácticamente escupió las palabras Mokoma- o acaso ¿Ahí tampoco las aguantaron?
-Muy graciosita Iwasato. Pero no me confundas con tu persona, creo que a la que echaron fue a ti.
-jijiji…- sonaban las estúpidas e irritantes voces de el sequito del inframundo (apodo puesto por Mokoma)
-Déjanos en paz Mima- le advirtió Nanase.
-y si no ¿Qué?, me mataran del susto con esa horrorosa mascara que usan. Ho, se me olvidaba que esa es su cara.
-Deja de ser idiota por una vez en tu vida y vete a ser algo bueno. Ho, se me olvidaba de ti no puede venir nada bueno- le contesto una vez mas Mokoma
-Veremos quien es la idiota ahora, ¡imbécil!- le gritaba Takayuki tirándose enzima de Mokoma.
-¡¡¡¡YA BASTA!!!- fue la voz altanera de Sakura la que hizo que todas pararan su gran y dramático espectáculo.
-No te interpongas Kinomoto, o tu también me la pagaras- le advirtió Mima a la antigua card captor.
-No te metas con Sakura, Mima.- le amenazo la pelirroja esta ves.
-Así, como si me pudiera hacer algo la muy ingenua de tu amiguita- se burlo.
-Bien tu te lo ganaste- susurro Mokoma, más para si que para que Mima la escuchara.
La siguiente imagen era la típica pelea de chicas, que más bien parecía una pelea de gatas. No fue necesario el que el grupo de Takayuki Mima fuera a decirles a todos lo que pasaba, porque en un dos por tres toda la escuela estaba rodeando la pelea.
Todos estaban apostando a ver quien ganaba y dando porras a quien apoyaban, por supuesto todos menos el grupo de Sakura. A quienes la preocupación se les reflejaba en sus rostro.
-¡¡¡PERO ¿Qué ES ESTO?!!!- Con esta demanda, todo el alumnado que se había reunido para presenciar la pelea de las chicas de ultimo año, se retiro corriendo asta que no quedo nadie más que el grupo de Sakura y las dos chicas que aun no paraban con su pelea (las del grupito de Mima se habían marchado cobardemente)- Y bien ¿Nadie me dará una explicación?
Y los ojos, de la coordinadora académica de la Preparatoria Seijo, pasearon por los rostros de las 7 chicas restantes. Pero en realidad solo estaba esperando la repuesta de las dos chicas que automáticamente, después de la segunda pregunta, pararon. Ambas chicas tenían un aspecto horroroso, pues sus ropas se encontraban desgarradas, el maquillaje de Takayuki se encontraba corrido, él pelo de ambas se encontraba realmente alborotado y sus miradas se encontraban hacia abajo.
-Bien señoritas, si es que se les puede llamar así. Porque con este comportamiento solo demuestran la bajeza de un animal salvaje- les reprocho la coordinadora, bajando su rostro ligeramente, para que sus ojos miraran por sobre sus lentes- ¿Quién comenzó este ultraje? Exijo saberlo, y si no me lo dicen ambas serán reportadas y no tendrán la oportunidad de repetir sus exámenes finales.
-Señorita Uchizawa, no fue culpa mía. Solo estaba pasando y Iwasato me comenzó ha atacar verbalmente y como yo le conteste, ella me ataco y no pude más que defenderme- mintió la rubia
Takayuki Mima. Ciertamente era hermosa, pero era probable que si se quitaba todo el maquillaje que llevaba encima, seria la más horrible de todas. Su personalidad era horrorosa, mentía, manipulaba, insultaba y siempre trataba de hacer añicos la vida social de todos, especialmente la de Sakura y su grupo. En su mundo, en donde los cerdos vuelan y las cucarachas son mariposas, ella es la chica más popular, hermosa y especial del mundo. Lo cierto era que muchos chicos iban detrás de ella, pues ella siempre intentaba seducirlos: acortando sus faldas y desabrochando los botones de sus blusas. Pero luego o ella se aburría o ellos la comenzaban a odiar, por sus mentalidad de niña caprichosa y sus engaños continuos. Exteriormente era totalmente oxigenada, pues se le notaba que nada de ella era natural, su pelo rubio no cuadraba con su piel chocolate, al igual que sus ojos en los que usaba lentes de contacto- y se le notaba a kilometro de distancia- de color azul cobrizo.
-¿Es eso cierto señorita Iwasato?- Pregunto otra vez la servidora académica
-Señorita Uchizawa, usted me conoce bien, y sabe que lo que dice, la aquí presente estudiante Mima, es mentira. Jamás insultaría o empezaría una pelea sin motivos algunos. Ella vino aquí a insultar a mis amigas y a provocarme y eso no es justo. No le hemos hecho nada y merecemos su respeto.
-Sinceramente señorita Iwasato, le creo. Pues usted nunca nos ha dado ningún problema y su promedio es uno de los más altos. Además de que veo la sinceridad de sus palabras…
-Pero, eso no es justo, solo porque es un cerebrito le va ha creer más a ella que a mi- le interrumpió la rubia
-Bueno no veo como no creerle señorita Mima, ella no usa la palabra "cerebrito", y ella nunca nos ha dado problemas, en cambio usted siempre nos da escándalos, por sus pequeños caprichos- le recrimino la señorita Uchizawa
-Bien, pero are que mi papi la saque de este establecimiento y también que nunca vuelva a trabajar en ningún…
-En realidad no será necesario que lo llame, pues ya lo habíamos localizado para que viniera ha discutir acerca de sus calificaciones. Pues me temo señorita Mima, que tendrá que repetir este año escolar. Supongo que el ha de estar en camino para acá en cualquier segundo.
-Pe… Per… Pero usted no puede- le señalo la de ojos azules falsos
-O si que puedo, así que, si tiene la decencia de acompañarme a la oficina para poder tener una conversación más seria con su padre y el director- Le guio la señorita Uchizawa fuera del circulo, pero después de que estuvo a unos metro de distancia se volvió a girar y con voz mas seria y severa le advirtió a Mokoma- Señorita Iwasato, le advertiré que es su primer y ultima llamada de atención y a la próxima, asumirá sus consecuencias.
Y con esto desapareció con la rubia hacia el despacho del director. Seguramente seria algo horroroso para Mima.
-Uff…- resoplo la pelirroja ya mas relajada- Pensé que me llevaría con ella. Mis padres me matarían si supieran esto. Solo suerte
-Si eso creo. Pero Mokoma deberías de tener más cuidado. Si no fuera porque la señorita Uchizawa estaba enojada con Mima, probablemente te hubiera llevado con ella- le recrimino la antigua Card Captor.
-Lo se, lo se. Pero es que te insultó. No podía dejar que insultara a una de mis mejores amigas.- se defendió la de ojos cafés.
-Sabes que no le contesto porque no me gusta la violencia. Deberías de hacer lo mismo.
-Bien, Bien. La próxima vez la ignoro ¿Contenta con eso Sakura?
-En realidad, no. No estaré para recriminártelo- Sakura se había dado cuenta que su comentario no había sido muy apropiado, cuando todas se denotaron mucho más pensativas.
-Si, ya no nos veremos- Puntualizo Nanase con tristeza.
§ ξ § ξ § ξ § ξ
Todo estaba tan silencioso en la casa de los Kinomotos. Sabía que Sakura no regresaría asta las 3:00pm. Y su padre llegaría más tarde todavía y apenas era la 1:00pm. Pero no quería decir que no había nadie en la casa.
Estaba tan agotado, eso de viajar en avión no era su cosa. Las colas de personas, los ruidos ensordecedores, el cansancio, la tención y la gente ruidosa que aunque dormían hacían ruido.
Definitivo eso no era para él. Desde pequeño no se le había dado eso de estar alrededor de mucha gente, era sofocante- aun cuando todos lo perseguían ha muy temprana edad- Había llegado a su casa con la ilusión de encontrar a Sakura y descargar algo de tensión enojándola.
La idea de su hermana con sus articulaciones acerca de todo lo que él le dijera, era tan graciosa. Sabía que su hermana era ya mayorcita y que según la ley ella ya se podía cuidar sola. Pero era su hermanita, aquella pequeña niña que andaba de aquí hacia haya con esa inocencia pintada en su rostro tan pulcro.
La verdad que para el criterio de Touya Kinomoto, su hermana era demasiado inocente, y cualquier pervertido maniático que anduviera por ahí (ósea todo ser viviente, a su criterio) la podría engañar y hacerle daño.
-Primero muerto antes de que algún estúpido mocoso se le acerque a mi hermana- grito con demasiada fuerza, el ahora doctor Kinomoto.
Así es, Touya Kinomoto el anti social, egoísta, controlador y maniaco Touya era ahora llamado Doctor (por algún milagro), pero no tan rápido, nadie dijo doctor de que. En realidad le queda mejor el titulo Licenciado Kinomoto, puesto que acababa de obtener su doctorado en ciencias jurídicas.
A si como lo oyen (mas bien leen) nuestro tan afable Touya era ahora un abogado al derecho y al revés. Tal vez no es algo lógico de imaginar, con el carácter de este hombre quien querría meterse en su camino. Pero esa es la razón, nadie se atrevería a rematar con este Kinomoto, en especial con esa mirada que hecha fuego.
Pero al fin y al cabo, no le interesaba realmente eso de la ley y la política. Todo era menor, es más si fuera por el ni siquiera hubiera pisado la Universidad. Pues lo alejo demasiado de su familia. Pero por no darle problemas a su padre, decidió lo primero que se le ocurrió. Además realmente la selección de su carrera fue casi a lazar y le sentó bien, todos sus profesores de su facultad pensaban que seria un maravilloso abogado.
-!!!WiiiiiiHaaaa¡¡¡- ese grito saco a el "licenciado" con "honores" de sus cavilaciones.
-Monstro ¿Eres tu?- Pregunto, sabiendo bien que la respuesta seria negativa.
Paso mucho tiempo en silencio, y por ello el mayor de los hermanos Kinomoto, subió a revisar. Sabía que el sonido provenía del cuarto de su hermana.
Al entrar no encontró nada desordenado, más que un pequeño peluche color amarillo tirado en el suelo. A Touya le salió una gota en la nuca. Siempre que sentí, veía, miraba, u oía cosas raras eran por alguna razón relacionadas con ese peluche.
Como de costumbre, Touya acerco su mano para tomar al peluche por la cola
.-Que no me descubra, que no me descubra, Por los dioses que no me descubra- Rogaba el pequeño guardián de las Sakura´s cards.
-Uff…- resoplo el hermano mayor de Sakura. Nunca encontraría algo raro de un peluche, y realmente ahora no tenia tiempo para pensar en esas ridiculeces- hay algo raro en este peluche, pero debo de hacer muchas cosas. No me puedo preocupar por eso ahora.
Y con esto dejo al peluche en la cama y se dispuso a salir.
-Uff…- resoplo el pequeño peluche amarillo.
-mhm…- murmuro Touya mientras se daba la vuelta otra ves, solo para observar que el peluche se encontraba en igual posición.
Rin, Rin, Rin
Comenzó a sonar el teléfono. Prácticamente Kero había sido salvado por la campana.
-Kinomoto al habla ¿Quién es?- y con esto el Lic. Kinomoto se retiro de la alcoba de su hermana, para atender a su llamada.
Mientras tanto a un pequeño peluchito le salía una gran y gruesa gota por la nuca.
§ ξ § ξ § ξ § ξ
En una calle solitaria, la brisa resoplaba por los alrededores soltando las hojas de los arboles. Especialmente el de los majestuosos y apacibles arboles de cerezo. Y en la escena tan melancólica, pasaba una jovencita de cabello ondulado y de matiz castaño, con brillantes y soñadores ojos verdes. Caminado para regresar a su acogedor y tranquilo hogar.
-Una semana más y todo terminara- Eran los pensamientos que emanaban la mente de la joven Kinomoto- "otra vez"– enfatizó en su mente aquellas palabras- otra vez sola.
"No te preocupes, pronto me veras"- sonó la voz monótona del recuerdo de un sueño.
-Al final todos me dejan- Contesto, la antigua card captor, a la voz de sus sueños- Para que molestarme en conocer a otros. Cuando al final todos se van
Suspiro, sacando de su bolsillo una llave, que le abriría la puerta al acogedor y pacifico espacio de su casa.
Pero antes de que girara la llave para abrir, la puerta se abrió dejando al descubierto a una mujer hermosa y peculiar.
-¡¡¡¡SAKURA!!!! Cuanto te he extrañado- Grito la joven mujer tirándosele en un abrazo tan envolvente a la joven parada en la puerta.
Los gritos de alegría de la mujer eran tan altos que probablemente todo el mundo los habrá oído ya.
Bueno al acogedor y casi "pacifico" hogar. Y con una gota en la nuca abraza también a la mujer frente a ella.
§ ξ § ξ § ξ § ξ
HoooooooooooooLLaaaaaaaaaaa!!!!!!!!! A todos, bueno para saltarnos todo ese rollo de presentaciones, solo diré q mi nombre es Fernanda o Fernandita (como quieran). Wueno acaban de presenciar mi lanzamiento como escritora. La cosa esta así, soy una súper- Fan de Card Captor Sakura y hace ratito q q´ria hacer un Fanfic pero en realidad prefiero leer q escribir, y eso significo un Enorme problema, porque me la pasaba leyendo en ves de escribiendo. Pero bueno basta de mi hablemos de ustedes mi Queridos y Apreciados lectores, solo les pido que nos conozcamos mejor y por ello déjenme una chorrorronon de Reviews Ok?
Wueno mi historia como habrán leído, se trata de mí ídolo Sakura Kinomoto ya más grandecita y apunto de ir a la universidad, y por supuesto tratando de sobrevivir sin su pasado, pues este le provoca mucho dolor (¿A quién no?) por lo de las repentinas deserciones de todos a los que amo y trata de no seguir amando (porque recuerda la época en la que todo era estrellitas y colores). Pero gracias a un pequeño grupo de amigas logra sobresalir más y se aleja más de sus recuerdos. Como verán Mi querida Saku ha estado practicando magia gracias a la novia de Touya (¿Cómo es que logro conseguir a una, con ese mal humos de perros que tiene?) y a su hermoso peluchito (ups, lo siento Kero) su gran y brillante guardián Keberus. Y no se preocupen no me he olvidado de los otros ósea (el pasado no muy remoto de nuestra amiga Saku) pero se integraran más adelante en la historia, después de todo no existiría Card Captor Sakura sin todos los personajes.
PROXIMO CAPITULO: Un viaje inesperado se le presenta a Sakura, lo que no sabe es que este en ves de ser un paseo relajante termina siendo una aventura no apta para lo de estomago débil. Muchas cosas raras pasan en Hong Kong y se nos presenta la muy cambiada vida de nuestro Romeo de la historia Shaoran Li (por supuesto). Y también la vida de una cruel, despectiva y fría mujer la cual parece detestable (Jajajajajaja a que no adivinan quien). Y en su viaje, perdón, aventura Sakura tiene visiones para asustarse descubrimientos tenebrosos se avecinan para la joven maestra de cartas.
Por cierto. AGRADECIMIENTO:
- A mi mentor Stephenie Meyer. Porque sus libros de verdad me dieron una chispa de inspiración, recomiendo leerlos son buenísimos excepto por el primero que no me gusto mucho pero los otros son buenísimos (ideales para aportar ideas a una historia), hablo de la saga de Crepúsculo. Que me enseño muchas cosas y espero utilizarlas ahora en mi historia.
-A mi Primita, porque me alentó en mis ideas (al principio) borrosas. Te Kero un Montón
-A mi Padre, porque me dijo que era una muy buena escritora y me alentó a escribir más de una sola historia
-Y a la mejor de todas las atentaciones que recibí. A mi amiga Gladis, porque cuando me había rendido y me dio algo de miedo de escribir (porque pensé que a ustedes nos les gustaría) me amenazo y me dio más ánimos para seguir. SOS mi musa Gladis, Te adoro. Y si estas leyendo esto es porque ya somos Fanfi-amigas (wuou!!!!! Yupi!!!!!).
-Y a mi magnifica mente, porque nunca en todo este año dejo de pensar en cada uno de los episodios ni cada uno de los detalles para esta historia, aunque mi mamá me llamaba loca al escucharme recitar las estrofas que tenia pensado para cada personaje (solo porque quería saber como serian las expresiones para poder plasmarlas en palabras- aunque estoy u poco loquis solo un poco)
Adiós, con amor Fernanda
P.S: Acerca de lo de Touya, se que el ya sabia acerca de Sakura y su extraña vida. Pero Sakura había pensado que Touya había olvidado todo aquello cuando le dio sus poderes a Yue ¿lo recuerdan? Bueno técnicamente el ya no podría recuperarlos después de eso pero fue unos años después que comenzó a recuperarlos y es por eso que Amaya le ayuda con eso de descifrar su tipo de magia y Bla, Bla, Bla…
