Como Hola chicos y chicas. espués de una muuuuy larga espera estamos de regreso con ésta historia. Siendo los milenios que han pasado estamos re ajustando muchas cosas y aprovecharemos a editar lo que ya teníamos para que quede aún mejor, esperamos que les guste!
Amantes y Enemigos
Capítulo 1: Lo prohibido
El sol brillaba cálidamente en esa hermosa mañana en que el cielo estaba completamente despejado, la brisa traía consigo los olores de la primavera y el bienestar, y los árboles llenos de flores y frutos se mecían ante el dulce arrullo del viento.
Movía divertida sus pies entre la blanca arena, haciendo figurillas con los dedos, con los pies y las manos, mientras que el viento jugaba por su cuenta con su vestido azul cielo y sus sedosos y largos cabellos rojizos de un lado a otro, mientras ella se movía, corría y jugueteaba con la suave arena abajo sus pies, hasta terminar caminando a la orilla del mar, con apenas los pies sumergidos en el agua y sintiendo en ellos la corriente del agua y la suave arena en la que dejaba marcadas sus pisadas.
—Gin..—murmuró una voz profunda tras ella, sobresaltándola.
—Ha-Harry— tartamudeo Virgine Weasley sin poder evitar sonrojarse al ver el brillo de los ojos verdes del joven que estaba parado frente a ella —Perdón… Duque de Godric, me ha asustado—
Harry rió haciéndola sonrojar aún más —Soy Harry nada más… o ¿acaso quieres que te llame Baronesa de Renfrew?—
—¡No!— dijo de golpe, para luego bajar la cabeza aún más apenada ante la carcajada que soltó Harry.
—Dime… que hace una dama por aquí… y por lo que veo sin nadie que te acompañe— murmuró Harry alzándole el rostro con suavidad.
—Yo… yo… quería respirar— murmuró mirándolo a los ojos.
—Comprendo— susurró mientras se acercaba a la pelirroja, y en ese momento la chica comenzó a percibir un ligero aroma a alcohol pero la cercanía que él incrementaba a cada segundo terminó por dejar ese detalle en segundo plano. Los ojos de Harry brillaron extrañamente mientras observaba los labios de la chica —¿Tú padre sigue consiguiéndote un arreglo matrimonial?— Ginny asintió lentamente.
Harry había sido amigo de la familia desde hacía muchísimo tiempo y lo que comenzó como una tierna amistad entre él y su familia, se convirtió en algo mucho más profundo para Virgine quien comenzó mirándolo con admiración, después con cariño y finalmente con amor. Desgraciadamente para ella, Harry también se había visto envuelto en un arreglo matrimonial hacía un año y, por más que lo intentó, el tío de Harry no la miró como una opción para él. Su dolor fue grande cuando el pelinegro aceptó el matrimonio pero no por ello dejó de albergar sentimientos por él, ni tampoco cierta esperanza que todo podría resultar a su favor en el futuro.
Lo peor de todo es que le era difícil ocultar su interés y por ende era del conocimiento de varias personas.
—¿Qué daño puede hacer?— murmuró Harry acortando la distancia que había entre ambos y posando sus labios sobre los de ella. El beso, que en un principio fue dulce y cálido, se torno apasionado… ambos desbordaban la pasión y la necesidad que sentían de aquella demostración de afecto… se besaban como dos jóvenes enamorados, con toda la emoción posible.
Ginny comenzó a sentir un gozo indescriptible en su interior, una inmensa ansiedad y una enorme felicidad en aquellos momentos en los que se encontraba en brazos del pelinegro… un momento que sólo había podido imaginar o recrear en sus sueños. Se olvidó de todos en ese momento, de la etiqueta, de la formalidad, de las reputaciones y de cualquier persona que se interpusiera entre ellos dos. Para ella esos pequeños segundos eran más valiosos que nada.
Harry se separó de ella repentinamente y completamente nervioso comenzó a negar con un movimiento de cabeza y tratando de recuperar el aliento.
—No, esto no está bien— comenzó a decir tratando de alejarse de la chica
—¿Harry?— preguntó la pelirroja intrigada
— No puedo hacer esto— en ese momento, en que el pelinegro trataba torpemente de caminar, la chica finalmente se dio cuenta de su estado de embriaguez y comenzó a sentirse frustrada, de que aquel beso fuera producto del exceso de alcohol en el muchacho
—Ginny, lo lamento, no puedo hacerle esto a Katherin—
—Harry… yo— tartamudeaba tratando de explicarse mientras su garganta comenzaba a cerrarse
—No digas nada— la cortó Harry — yo soy quien lo lamenta, lamento ponerte en esta situación Ginny, pero no voy a hacerlo. Estoy casado y no pienso fallarle a mi esposa. Adiós Ginny— terminó el pelinegro y entre tambaleos se alejó del lugar dejando atrás a la pelirroja completamente estática y con las lágrimas comenzando a asomarse por sus ojos
—¿Por qué Harry?— susurró la muchacha comenzando a temblar y tratando de retener la frustración que comenzaba a embargarla —¿Por qué me haces esto?—
—Vaya, vaya— intervino una voz masculina detrás de ella con un tono completamente burlesco — una escena bastante interesante—
—¿Disculpe?— contestó la muchacha girándose hacia el hombre, y descubriendo a un joven alto, de piel blanca, cabello rubio platinado y ojos grises, fríos y orgullosos, al igual que su carácter
— No pude evitar escuchar su interesante conversación— continuó el joven sin cambiar su tono y acercándose a la muchacha —imagino que debe ser duro ser finalmente abandonada—
— No entiendo a que se refiere— apartó su vista del hombre que la miraba fijamente, inetntando ocultar las lágrimas
— Bueno, no es fácil engañar a alguien que la ha visto besarse con el duque de Godric. La verdad es que resulta bastante obvio— comenzó a reirse
Ginny bufó ante los comentarios burlones del rubio. El muy patán se mofaba de su reciente situación y encima se atrevía a imaginar situaciones ridículas y embarazosas respecto a ella y Harry. El tipo definitivamente no conocía de caballerosidad.
— Pensaba que tal vez pudiésemos llegar a un arreglo ahora que ha perdido a su cliente— dijo el hombre mientras se acercaba a ella y la tomaba de la barbilla. Ginny abrió los ojos desmesuradamente ante la suposición del hombre.
—¡Basta!— gritó finalmente apartando la mano del joven de un manotazo —¡No sabe con quien está hablando!—
— Creí que eso ya me había quedado más que claro— afirmó después de una carcajada
—¡Está loco!— la chica se apartó de él con tremendo empujón dirigiéndole una mirada de odio — ¡escúcheme bien por que yo no seré su querida jamás!— terminó la muchacha y rápidamente se echó a correr en dirección a la mansión mientras lágrimas de rabia comenzaban a caer de sus ojos. El joven se quedó simplemente de pie, viéndola correr mientras dibujaba una sonrisa divertida en su rostro.
Ginny llegó hasta su habitación y se dejó caer sobre su cama aún sintiendo la rabia inundando su cuerpo, involuntarias lágrimas comenzaron a asomarse por sus ojos... para acabar de hacer su día miserable la habían herido y humillado en tiempo récord. Tocó sus labios con la yema de los dedos recordando el beso que le había dado Harry con mucha nostalgia, ya que ahora sentía una amarga sensación, no sólo en la boca, sino también en su interior. Se sentía completamente miserable, pues no sólo el hombre que amaba en secreto la había ilusionado tan tontamente con un simple beso, sino que también, ahora otro hombre la había creído la querida de Harry… una cualquiera… una mujer fácil…. Y la había humillado, la había ofendido y la había hecho sentir basura.
Finalmente cayó presa del sueño tras sufrir de ira y nostalgia esa tarde pero aún se sentía atormentada en sus sueños en los que la imagen de Harry y de aquel hombre no la dejaban en paz, y la persiguieron durante toda la noche.
Al día siguiente, cerca del medio día, la pelirroja encontró un momento ideal en el que salió de la mansión con cautela de no ser descubierta y huyó de nuevo a la playa que se encontraba cerca y ahí se sentó en la orilla con completa melancolía, pensando en varias cosas mientras dejaba que el agua jugara con sus pies desnudos.
— Milady— la llamaba una mujer un tanto mayor que ella, de esbelta figura y elegante porte.
—¿Qué ocurre Anne?— preguntó despreocupada mientras miraba el suave mecer de las olas.
— Sabe que esto no está bien, su padre podría molestarse—.
— No veo cual es el problema—.
—Una dama no corre entre la arena como cualquier niña campesina— respondió ofendida.
—Es absurdo— bufó — no tiene nada de malo caminar de vez en cuando y despejarse—.
— Pero no lo hace una dama de posición milady y en estas condiciones—.
—¿Cuál es la razón de parecer una muñeca todo el tiempo?—.
—Su padre espera que se case, y con un hombre de buena posición... debe comportarse como la dama que sus padres esperan, a la altura de su nombre—
—Esque una dama no puede hacer nada más que parecer una figurilla de porcelana— contestó desafiante — lo detesto, yo quiero algo más en mi vida, habiendo tantas cosas por hacer— terminó bajando la cabeza.
—ah milady— suspiró la mujer— sé cómo se siente, en algún momento todos nos sentimos igual, pero comprenda las situaciones—.
—Es injusto— respondió la chica dando una leve patada al agua— debo mantenerme encerrada todo el tiempo, haciendo cosas sin importancia como bordar y tejer, y la verdad es que no soy buena en ninguna de ellas—.
—Son las costumbres de las mujeres de su posición—.
—A veces desearía que mi familia fuese campesina, pienso que incluso ellos, a pesar de todo tienen una mejor vida—.
—Yo no estaría tan segura de ello milady—.
—Por lo menos gozan de más libertad que yo— rió irónica.
—y dígame— comenzó la mujer cambiando de tema —¿Qué piensa del baile de esta noche?—.
—¿Por qué lo preguntas?— la pelirroja parecía no entender el mensaje que su dama de compañía trataba de darle.
—Sabe que su padre ha invitado a prestigiadas familias del extranjero para conseguirle un pretendiente, y hasta ahora se las ha arreglado para rechazar a todos los partidos que se le han presentado— afirmó la mujer y la pelirroja suspiró con tristeza.
— Ya pensaré en algo para librarme de esto—.
—milady— llamó la mujer— me parece que es hora de regresar, aún tenemos que prepararla para el baile, además habrá problemas si sus padres no la encuentran en sus aposentos—.
—Está bien— contestó de mala gana y caminando de regreso a la mansión de los Weasley que se encontraba cerca de la costa.
Entrar a la mansión sin ser descubierta no fue difícil. Ya estaba acostumbrada a la rutina aunque Anne estaba en completo desacuerdo ya que no era la manera de ser de una dama escalar como cualquier niño los árboles. Pero así era, mientras la dama de compañía entraba por atrás fingiendo haber salido por un encargo de la señorita Weasley, Ginny escalaba el alto árbol que daba a su habitación y entraba por la ventana.
Entró en la amplísima habitación decorada con colores beige, pisos de madrea, los muebles, las sillas y las mesitas de caoba, así como la bella puerta tallada. La cama, de mediano tamaño, tenía hermosas cobijas blancas, una cabecera también tallada y amplios armarios en los que tenía guardado todo su guardarropa y sus joyas.
Inmediatamente, ambas mujeres se dirigieron al cuarto de baño y ahí, la pelirroja tomó un baño con aceites de rosas y después comenzaron a vestirla con un hermoso vestido amplio color lila, adornado con una franja dorada en la falda, así como los bordes de las amplias mangas y el cuello del vestido. El cabello rojo fuego, una de las sirvientas se encargó de recogérselo en media coleta, levemente ondulado y adornado con pequeñas flores color lila, y un leve maquillaje.
Pronto se escucharon tres toques en la puerta de su habitación y contestó con un "adelante" y pronto un chico con el color de cabello igual al de ella y un poco mayor apareció en la habitación.
—Hola hermanita— saludó el chico.
—Hola Ron— contestó la muchacha desde la ventana, en la que se encontraba observando el exterior.
—No hacías ruido, comencé a preguntarme si estabas en casa— rió el muchacho.
—Estaba... leyendo un libro— se excusó la chica.
—¿Nos vamos entonces?— preguntó el chico extendiéndole el brazo.
—Está bien— respondió la muchacha aceptando el brazo de su hermano.
Abajo, en el salón, ya se escuchaba la música del baile y el murmullo de las personas que abiertamente conversaban de diversos temas. Su familia esperaba cerca de la puerta principal, con bellas sonrisas en sus rostros recibiendo a sus invitados al igual que siempre.
—Hola Gin— saludó Bill el mayor de los 7 hermanos y acercándose a abrazar a su hermana.
—Hola Bill— contestó tensa.
—¿Estás bien?— preguntó su hermano sabiendo el sufrimiento por el que pasaba su pequeña hermana cada vez que se presentaban aquellas situaciones en las que sus padres se esmeraban en conseguirle marido, pero los ojos cristalinos de su hermana le indicaron el nerviosismo por que estaba pasando.
—Si dijera que no ¿crees que podría irme?— murmuró aferrándose al brazo de su hermano mientras giraba el rostro hacia su familia tratando de sonreírles con la tranquilidad que no tenía. Su hermano rió.
—Sólo trata de alejarte de los ancianos viudos y todo saldrá bien— comentó entre dientes hacia le pelirroja mientras le guiñaba un ojo. Ginny rió por el comentario y apretó la mano en señal de agradecimiento por tratar de calmar sus nervios.
—Estás hermosa, querida— saludó su padre mientras se acercaba a ellos; la sonrisa tan radiante que tenía en sus labios aplacó por completo cualquier réplica que la joven pudo haber hecho.
Odiaba esas fiestas cuyo propósito era buscarle un buen marido acorde a las expectativas de sus padres. Se sentía un objeto en venta para el mejor postor, y sus padres luchaban hasta el cansancio por hacerla entender que "se tenía que casar" por que estaba envejeciendo… y a pesar de contar con 23 años de edad, en los que no sentía el peso de los años, era obvio que ya no podía alargar más las cosas, pues la edad apropiada para contraer matrimonio ya estaba pasando para ella y por esa razón sus padres se apresuraban tanto para conseguirle pretendientes… pero tenía que aceptar su destino… aunque éste no fuera como ella esperaba.
Las siguientes 2 horas fueron las más pesadas de su vida. Se paseó por toda la estancia del brazo de su padre, siendo presentada a varios hombres jóvenes (y otros no tanto) que la miraban de una forma que le causaba repulsión. Trataba de sonreír a todos aquellos hombres, pero mientras pasaban más los minutos, más difícil para ella era disimular su falsa sonrisa.
—Iré por algo de beber— se excusó con su padre cuando se dirigían a otro grupo de personas.
—Pero hija…— Ginny se escabulló de ahí antes de que su padre pudiera replicar.
La pelirroja sintió un inmenso alivio al llegar a la mesa de las bebidas donde dos sirvientas, con apropiadas vestimentas para el evento, servían a los invitados. Ginny tomó presurosa la copa que le tendieron, y bebió casi todo el contenido de un sorbo; olvidándose por completo de los modales propios de una dama que tanto le habían inculcado, y sintiendo el licor correr por su garganta acompañado se una sensación de alivio.
—¡Vaya! Tenemos sed esta noche— murmuró una firme y grave voz a sus espaldas, sobresaltándola.
Se giró para encontrarse con un joven hombre, de no más de 25 años, esbelto, de ojos azules que tenían un brillo de calidez y una coqueta sonrisa en sus labios. Ginny sonrió de verdad por primera vez en la noche, mirando al atractivo joven enfrente de ella.
—¡Por dios!— comenzó el joven— que mal educado he sido, le ruego me disculpe milady Weasley… soy Sir Logan— se presentó inclinándose cortésmente y besando la mano de Ginny mientras ella inclinó la cabeza en señal de saludo.
—Y dígame, Sir Logan, como es que…— Ginny se olvidó de lo que iba a decir cuando sus ojos se toparon con unos verde esmeralda. Harry James Potter, el Duque de Godric acababa de llegar. Llevaba puesta una túnica color vino, y platicaba alegremente con su hermano Ron, cerca de la entrada.
Harry le dirigió media sonrisa en forma de saludo, Ginny estaba a punto de regresarle la sonrisa cuando vio a Katherin, la esposa de Harry, acercarse a él y tomarlo del brazo.
El rostro de la pelirroja palideció con rapidez.
—¿Se encuentra bien?— Ginny apartó la mirada de ellos y trató de ignorar aquella incómoda sensación que comenzó en su interior y giró su vista hacia Sir Logan, quien parecía preocupado.
—S-si— balbuceó parpadeando rápidamente para evitar cualquier gesto que pudiese delatar su melancolía.
—Milady…— llamó de nuevo el hombre, Ginny trató de apartar aquellos pensamientos y concentrarse en el joven frente a ella. Sir Logan parecía preocupado y sostenía su mano con suma delicadeza —¿Está segura de que se encuentra bien?—
—Lo siento, yo… creo que estoy bien— respondió al fin. La sonrisa de alivio que apareció en los labios del joven la hizo sonreír también.
—¿Quiere que le traiga algo de beber?—
—Por favor— contestó la chica apretando su mano, se sentía segura y tranquila al ver a los ojos del chico, y eso la reconfortó de momento, al final, uno de los pretendientes que tenía le agradaba. Logan le sonrió dulcemente antes de retirarse por las bebidas.
El resto de la velada, Ginny hizo lo posible por permanecer alejada de Harry y Katherin, además de tratar de que Sir Williams (un hombre pomposo y de edad avanzada) no diera con ella, y poco después se encontraba platicando cómodamente con Sir Logan en un lado del salón. Los ojos de Sir Logan, su sonrisa y su carácter la hicieron olvidar todas las preocupaciones que la abordaban al iniciar la velada. Y en ese momento le quedó claro que si su padre la obligaba a escoger a un esposo, escogería a Sir Logan… por muchas razones
—Vaya… quedé tan hechizado por tan encantadora mirada que perdí la noción del tiempo…— murmuró Logan, Ginny le sonrió a cambio por su comentario y cuando estaba a punto de agradecerle su amabilidad, una voz fría y burlesca la interrumpió.
—Espero no arruinar este momento— Ginny se giró lentamente para encontrarse con unos penetrantes ojos grises.
¡Era él! Gritó en su mente, el mismo sujeto petulante que había visto esa misma tarde y que la había visto besandose con Harry.
—Tú…— murmuró sintiendo la ira recorrer su cuerpo.
—Debe ser mi día de suerte, parece ser que aún me recuerdas—
Fin del chap.
Esto es todo por el momento, pronto regresaremos con el segundo capítulo, estaremos esperando sus comentarios con ansias, así que comiencen a mandar sus reviews.
Bueno.. me presento.. Valery Ryddle.. amiga de la loca.. digo Scandra jajja :p y digamos que me obliga a escribir un fic con ella TT jajaja no, no es cierto; solo estamos experimentando para ver como quedan nuestras ideas juntas…. Parece que van por buen camino no creen? Dejen rr para saber que es lo que piensan sobre el fic.. yyyy.. Diana…te dedico mi aportación en este fic.. t estimo molt.! Te voy a extrañar cariño! TT odio la escuelaaa jajajaja…espero verte pronto. Y DEJEN RR o les llegaran maldiciones! XDD jajaja buenoo.. no; pero dejen rr sii? Bueno me despido .. cuídense espero verlos pronto.
(Presidente de la Asociación DeRRNoCuNaYMuD XDDD anotense! XDDDD).
En ésta re-edición también estamos lanzando un nuevo proyecto en Facebook: hemos creado nuestro grupo Draco/Ginny en donde esperamos encontrarlos a quienes quieran unirse y estaremos compartiendo temas, opiniones e información sobre nuestra pareja favorita. Lo encontrarán bajo el nombre: Draco Ginny 4ever ¡Sean bienvenidos!
