One Piece no me pertenece, como así sus respectivos personajes, son de propiedad de Eichiro Oda


Una luz parpadeaba sin cesar dentro de la habitación, se notaba que ya estaba vieja y que necesita ser cambiada. El ruido de las gotas del agua que caían por la tuberías rotas, el olor a humedad se impregnaba por toda la habitación, el suelo se teñía de varios colores, negro a rojo y algo de bordo, el olor putrefacto de la carne en descomposición que se encontraba dispersados por todo el lugar ya no le afectaba en lo más mínimo.

Pudo ver su reflejo a través del vidrio de la habitación, en donde detrás de ella había unos sujetos que la observaban. Ya no le importaba su apariencia en el que en ella se reflejaba; sucia, golpeada, magullada, cortada…estaba realmente echa un asco. Su ropa, antes blanco, ahora harapos, había tomado los mismos colores del suelo, en donde apenas podía proteger a su portador del frío de la habitación. Su cabello negro se encontraba enredado y duro, cuando fue la última vez que le dieron un baño? ya ni se acordaba.

Sus escuálidos brazos, colgados de ambos lados, por el techo de la habitación, en donde eran sujetados por cadenas y apenas sus pies podían tocar el frió y sucio suelo. Su cuerpo entero daba señales de que apenas había comido, su pálida piel, antes de porcelana, era opacada por la suciedad y la sangre. Su cuerpo solo se colgaba, inerte antes sus brazos, cansados de tantas torturas y experimentos sometidos, en donde ya no podía distinguir el dolor, el calor ni el frío… cual es la diferencia?

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Al otro lado de la habitación, se escuchaban unos pasos y unos sonidos metálicos a lo lejos… A de ser las 8, pensaba mientras miraba su reflejo, con ojos apagados, el charco de sangre que se formaba debajo de su colgante cuerpo; ya no podía distinguir cuando anochecía o amanecía, solo podía orientarse a los horarios programados que tenían para ella, que se conocía como hasta el más mínimo agujero en esa habitación.

Los pasos se hacen más fuertes, sus sentidos se habían agudizados por las constantes torturas y cuartos oscuros a los que la enviaban y la dejaban hasta semanas sin siquiera ver la luces de las lamparas.

En ese entonces los pasos cesaron detrás de la puerta, esta se abrió de golpe mostrando la figura de un hombre alto y robusto con una bata que le acompañaba y una mesita con sus utensilios de cirugía.

-buenos días- decía el hombre con una sonrisa macabra- creo que ya sabes qué hora es no es así?-

-b-buenos días Dr.- pronunciaba apenas audible, su boca se sentía seca y sus labios, antes de un hermoso color carmín, eran de color morado y astillado-creo que es hora de la extracción...- decía sin alzar su cabeza

-Hishishish…correcto señorita - reía de la forma más vil mostrando sus enormes dientes puntiagudos- y ya sabes cómo disfruto de esta parte, no?- su larga lengua se ponía a degustar el cuchillo afilado que poseía.

-perfectamente…-fue lo último que pudo pronunciar antes de sentir el ruido que producía la mesita de aluminio mientras el Dr. elegía su instrumento. La luz parpadeaba constantemente, el lugar era realmente lúgubre.

-bueno querida, no seas tan impaciente por tu "tratamiento" sabes que primero te tengo que aplicar la toxina, o de lo contrario tu cuerpo no reaccionaria- decía mientras daba unos últimos golpecitos a la jeringa que tenía en la mano- ya sabes que esa habilidad de curarte rápido tengo que contrarrestarlo- otra enorme sonrisa se le dibujo en su rostro

-….-ya no pudo formular palabra alguno, su boca se había secado por completo, ya no tenía saliva alguna que le ayudara a tal proceso.

Pudo sentir un pequeño pinchazo en su brazo y como el líquido fluía por sus venas… que raro, pensó, mi cuerpo todavía siente el tacto. Se quedo en la misma posición en que estaba colgado, no movía ni siquiera un musculo, ya sabía lo que venía después de ser inyectada, pero esta vez…fue diferente.

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-he?- el Dr. no entendía por qué la toxina no hacia efecto, tenía que salir su poder, pero nada sucedía, abra aplicado mal? Se equivoco en la cantidad? No puede ser posible, el nunca se equivocaba y menos con este individuo, entonces, porque su cuerpo no reaccionaba?

De repente sentía como los pelos de su nuca que le erizaban, su mano temblaba y las piernas no le reaccionaban- pero qué demonios?..- pero antes de que siguiera hablando se escucho un grito que le heló la sangre…

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-hgaaaaaa….-gritaba de dolor. Podía sentir como todo su cuerpo se quemaba, sus huesos parecieran que iba a salirse de su cuerpo, se retorcía tratando de contener el dolor, pero era en vano, sentía que cada vez se quemaba más. Su corazón se aceleraba erráticamente, es como si quisiera salirse de su pecho.

-pero qué demonios está sucediendo?!-Se escuchaba del otro lado de la habitación. El Dr. antes impotente e intimidante, se encontraba en un rincón observando con pánico a su paciente, no podía formular palabra alguna.

-haaaaaaaaaaaaaaa...-gritaba cada vez más fuerte. Ya no sabía que le sucedía, miraba para todos lados pero veía todo borroso, distinguió algunas siluetas que se formaban a su alrededor y escuchaban casi como ecos como gritaban y daban ordenes a los demás, su respiración se hacía cada vez mas agitada, se sentía desfallecer.

No sabia si era por el dolor o por que ya su mente no aguantaba mas su cuerpo, pero podía sentir como su interior le recorría una extraña sensación, como si algo quisiera salirse. En ese mismo instante su cuerpo no aguanto más y se desvaneció dejando meciéndose suavemente las cadenas que la tenían amarrada mientras la sangre hacia acto de presencia deslizándose tímidamente por la piel hasta cubrir el suelo de color carmesí...

Ese era su final...


continuara...