Para, cariño. Tengo cosquillas – río bajo los brazos de su esposo. Este la liberó y se termino de colorar su sweater negro y sus jeans.
Su nombre es Isabella Swan, el de su esposo Edward Cullen. Ambos tienen 27 años. El es un reconocido arquitecto. Su esposa, una excelente medica oncóloga pediátrica.
Isabella miro a su esposa, moverse de un lado a otro en la habitación. Sonrió. Desde que se casaron, a los 18 años, sabía que durarían mucho tiempo.
Isabella se paró frente a una foto: la de ellos 2 en la graduación. Edward se acercó y la abrazó por la espalda. Ella acariciaba, en la foto, su pequeño vientre. Solo los observadores lo notarían.
Deja de torturarte, amor – le susurró su esposo -. Sabíamos que no les gustaba, menos como novio. Y también sabíamos que iban a echar leña cuando se esteraran del embarazo.
Gracias – acarició su mejilla. El cobrizo la miró confuso–.Si no hubiese sido por tu familia, no sé donde estaríamos
Edward la atrojó a su pecho y la besó suave y lentamente. Luego la dejó libre. Esta fue hasta el borde de la cama y se calzó sus botas hasta la rodilla de cuero.
¿Ya estas, amor? – le preguntó en cobrizo. Ella termino de colocarse el rímel y le sonrió por el espejo
Vamos, preciosa – le pasó la chaqueta a su esposa y se dirigieron a la puerta
Renesmee está por terminar su clase de canto y Anthony la de piano– consultó su rolex. Ella se apegó a su pecho y salieron por la puerta.
Caminaron 4 calles abajo, hasta el conservatorio. Esperaron tranquilos a que sus hijos salgan.
PAPA! – gritó Nessie, corriendo hacia su padre. A ninguno de los 2 les paso desapercibido su nuevo conjunto de ropa, seguramente cortesía de Alice.
¿Cómo te fue, cielo? – preguntó su madre, luego de que también la saludo.
Bien, mami – miró a su rostro y vio un leve sonrojo.
Todos decían que era igual a su madre. Su cabello chocolate hasta la cintura con algunas ondas, unos ojos chocolates que dejaban ver su alma. Sus mismas pecas al igual que su carácter y su testarudez.
Iré por Toni – informó Edward.
Isabella se acercó a Nessie y la abrazó por los hombros.
Mmm… Dime, ¿Por qué tan feliz? – preguntó con una ceja alzada.
Es que hare un dueto con Jake para la muestra de fin de año– mordió su labio-. Además me pidió de salir mañana
Me parece fantástico, amorcito – le acarició sus cabellos.
Una pareja, de unos 18 o 19 años, pasaron por su lado. Tenía un pequeño niño en brazos, que gimoteaba contento.
Mami – la llamó su hija -, ¿tenias su edad cuanto me tuviste?.
Sí, mi cielo – asintió con una sonrisa -. ¿Por qué?.
Lo siento – agachó su cabeza -. Siento haber arruinado la adolescencia de papi y vos.
Oh, mi vida – se hincó junto a su hija –. No me arruinaste, ni a tu padre, la juventud. Fuiste lo más bonito que me ha pasado, además de tus hermanitos. No te pongas mas, bebita. ¿Entendido?
Si, mami – la abrazó. Fueron a una banca y Renesmee quedó frente a su madre. Levantó su mano y acarició su vientre de 5 meses -. ¿Cómo está Carlie?.
Muy bien, linda – en ese momento sintió una patada de su bebe, y su hija también. Renesmee río y se sentó en sus piernas. –. Aunque creo que tiene un poco de hambre
Yo igual – río.
Se dio vuelta y vio a su pequeño de 3 años correr hacia ella. Se levantó y lo tomó en el aire, riendo.
¿Como estas, principito? –preguntó, acariciando su cabello cobrizo.
Renesmee era igual a Bella, tanto físico como emocionalmente. Mientras que Tony era igual, en ambas cosas, a Edward.
Bien! – le entregó un dibujo. Estaba toda su familia. A Isabella la había echo con una panza grande, y un bebe dentro.
¿Vamos a cenar? – preguntó el cobrizo.
La familia Cullen camino 5 cuadras arriba, hasta llegar a Bella Italia. En el lugar se ubicaron y pidieron su comida, con tranquilidad.
DICU! – chilló en pequeño Cullen comiendo sus croquetas de pollo
Tony, cuidado – lo reprendió su hermana mayor
Crecen rápido – dijo Bella con un deje de tristeza, por lo que acarició su vientre.
¿Querrán un postre? – preguntó el mesero.
Torta de chocolate! – gritaron los niños. El mesero les sonrió y se dirigió a la cocina, para volver con sus pedidos.
Luego de que comieron la torta, y se llevaron rebanas extras. Salieron del lugar. Caminaban por las calles, desoladas.
¿Qué pasa, princesa? – le preguntó a su esposa, cuando esta se pegó fuertemente a el
Tengo un mal presentimiento, amor – habló bella con voz estrangulada.
En ese preciso instante aparecieron 2 hombres, con pistola en mano y con el rostro tapado
No griten porque los bajamos acá. ¿Escucharon? – exclamó el más alto. Los hiso entrar a un callejón y los sentó contra la pared
Por favor, no nos hagan nada – pidió la castaña, con lágrimas en los ojos. Su esposo apretó su cintura contra su cuerpo, protegiéndola y a su vientre. Lo mismo hizo con sus hijos.
Cállate, bombón, y denos todo lo que tengan – ordenó el más robusto, apuntándole a la embarazada y luego a su vientre –. E el bebe morirá
Calma – pidió Edward. Se levantó y les dio su celular y la billetera, pero quitó de ella las fotos
Tomen – dijo Bella, dándole la cartera. Agarraron todo y lo metió una bolsa, se giraron a la mayor Cullen y sonrieron
¿Y tú, preciosa? ¿No colaboraras? – preguntó cínico
Si, si – tembló –. Pero solo son mis cuadernos de canto…
Mmm... Canto - gimió uno –. Seria excitante que cantes mientras te follo
HIJO DE PUTA! – gritó la embarazada, parándose.
Caminó decidida hacia el más alto, que había dicho eso. Este se giró a ella y la miró con furia. Como si se tratara de una pluma, con su brazo, la lanzó contra la otra esquina. Su cabeza dio contra un caño y su vientre contra la escalera.
BELLA! – gritó, asustado, su esposo
Tu chica está bien, cálmate – exclamó uno.
Agarró el brazo de Renesmee e intentó llevársela, pero Edward lo golpeó en el rostro
NO LA TOQUES – gritó.
Todo estaba en silencio. El mismo que lanzó a Isabella hizo un movimiento rápido y se oyó un disparo.
Que hiciste, idiota! – Le gritó uno a otro – Deja a la pendeja, vámonos.
Edward, mi amor – sollozó Isabella sobre su esposo.
Estaba desesperada. Solo veía como brotaba sangra y más sangre de su estomago, se comenzó a desesperar. Intento parar la hemorragia de su estomago.
Nessie, llama al abuelo y dile que nos espere en el hospital. Pídele una ambulancia urgente – ordenó su madre.
El pequeño Cullen se acercó a su padre y besó su mejilla. Edward sonrió y tomó su pequeñita mano.
Si, si – asintió aturdida.
Llamó y a los pocos minutos unos enfermeros cargaban a Edward hacia la ambulancia.
Linda, ve con él en la ambulancia – habló Ángela, la secretaria de Carlisle en el hospital.
Gracias, Angie – sollozó entrando a la ambulancia.
Mi amor, por favor, aguante – pedía Bella sobre su esposo
Calma, mi cielo – susurró el cobrizo. Apretó su mano e hizo una mueca al sentir una punzada en su estomago.
Te amo – se besaron castamente.
A penas llegaron Carlisle los esperaba con una camilla y unos cuántos enfermeros.
Bella, hija, por favor cálmate. Les hará mal a ambos – pidió Carlisle. Se dio vuelta y entró al quirófano.
Minutos después apareció su suegra y cuñada, Esme y Alice respectivamente.
¿Qué le paso a mi hijo? – preguntó Esme, angustiada -. ¿Bella, que sucede?.
Isabella le contó lo sucedido, entre sollozos, y Alice se llevó sus manos a la boca.
No puede ser! – exclamó Alice, presa de furia -. Malditos!.
¿Qué sucedió con Edward? – preguntó Rose, con su esposa y hermano detrás, Emmett y Jasper.
¿Cielo, que sucedió con Ed? – Jasper se acercó a Alice y esta rompió a llorar en los brazos de su esposo.
Renesmee y Anthony corrieron a su madre, apenas llegaron.
¿Va a estar bien papa? – preguntó Renesmee, con sus ojos hinchados
Si, linda – respondió Esme, acariciando su cabellos.
Niños, ¿Por qué mejor no los llevo con Sue y sus primos, si? – propuso el primo de Edward, Emmett –. Podrán venir a ver a papa cuando este mejor ¿si?.
Si – se resignaron ambos.
Gracias – articuló Isabella hacia Emmett
¿Cómo está el pequeño Kellan, Rose? – le preguntó a su rubia amiga, intentó matar el tiempo.
Bien. Dentro de poco cumplirá ya 4 añitos – susurró con un brillo en los ojos.
¿Y Marie, Alice? – le extrañaba que no esté aquí.
Fantástica! Sigue los pasos de la moda de su madre– río.
¿Está en casa de Emmett, con Sue? – preguntó Isabella. Su amiga asintió con una sonrisa triste.
En eso apareció Emmett con un bolso. Lo abrió y le pasó un sándwich con un jugo a cada uno.
No quiero comer Emmy – negó la castaña. No tenía nada de apetito -. Ya he cenado.
Debes, pequeña. Hazlo por el bebe – a regañadientes lo volvió a agarrar y su amigo le dio una de sus sonrisas con hoyuelos. Lo hacía parecer un niño pequeño
Siempre hace lo que digo – besó su mejilla e Isabella río.
De momento a otro, muchos médicos y enfermeras entraron al quirófano de Edward, Carlisle entraba y salía dando órdenes
Que sucede! – exigía Bella.
La situación la desespero: al no tener respuesta entró. La imagen la destrozó. Su amor estaba conectado a muchas maquinas, con gente a su alrededor y con, por lo que se podía ver, una hemorragia peor.
Un sollozó salió de su garganta, por lo que una de las enfermeras al verla palideció, y la llevó fuera.
Debe quedarse fuera, Señora Cullen – habló y volvió a entrar.
Mi amor – sollozó.
Pero una puntada en su vientre y un liquido escurrirse por sus piernas la hizo profesar un gemido de dolor. En esa milésima de segundos sintió su cuerpo desplomarse en el suelo.
Mientras que en un cuarto Edward se encontraba luchando por su vida, al lado estaba Bella inconsciente con la vida de su bebe en peligro.
Mmm… - gimió Bella de dolor. Todos sus músculos se encontraban tensos y contrariados – ¿Que paso?.
Ten encontraste mal, Bellita. Carlie también – una ola de recuerdos la golpeó. Su entrada al quirófano, cuando la enfermera la sacó, su dolor de vientre y cuando todo se volvió negro
Mi bebe – sollozó. Sus manos volaron a su vientre, temiendo lo peor. Al sentir que seguía allí, y su bebe se movía, suspiró mas calmada–. ¿Que le paso?.
Fue mucho estrés por una noche, hija – habló su suegro, entrando al cuarto y sentándose a su lado –. Estuviste muy cerca de un aborto. Además de que tienes un hematoma en un lado del vientre
El golpe – dijo cayendo en cuenta-. Nos quisieron robar, por eso es el golpe!.
¿Como? – gritó Esme – Explícate.
Bueno… – dijo en voz baja – Cuando salimos de cenar de Bella Italia, mientras volvíamos a la casa, nos acorralaron en un callejón. Dijeron algo de Nessie, entonces la ira me cegó y la defendí… pero me lanzaron a una esquina y allí se produjo el golpe. Quisieron llevársela, pero Edward los detuvo y le… EDWARD! ¿DONDE ESTA?.
Bella, cálmate, por favor – pidió Rose, abrazándola
No! – sollozó–. Dime como esta, dime!.
La bala se la lograron extraer, pero tuvo une hemorragia. Además que una costilla se rompió y perforó el pulmón – explicó Carlisle, por lo que su nuera soltó una exclamacion –. Pero ya está bien, tranquila.
¿En qué cuarto esta? Quiero verlo – pidió desesperada
Esta aquí al lado. Elegimos el cuarto especialmente por ti – explicó Alice, con una risita –. Sabíamos que querrías verlo rápidamente.
Gracias – dijo levantándose lentamente.
Camino con ayuda de Rose, hasta la puerta del cuarto de su esposo, y luego se fue para dejarles privacidad.
Mmm… - se movió Edward, cuando su esposa acarició su mejilla
Hola, mi amor – le susurró Isabella.
Mi vida – exclamó el cobrizo, abrazándola contra su pecho. La alejó de su cuerpo, al percatarse que llevaba una bata de hospital –. ¿Por qué estas con la bata del hospital? Yo soy el herido… no te sucedió nada ¿verdad?.
Emm…- se revolvió en su silla, incómodamente. Edward se sentó, con la espalda en el respaldo de la cama y la sentó en sus piernas.
Isabella – habló con voz dura, su esposo. Y sabía la castaña que era mejor hablar, antes de que se enfade.
Por el golpe y el susto casi… - dijo enterrando su cara en el cuello de su esposo, logrando que se le escaparan algunas lagrimas – Casi pierdo al bebe
Que… - dijo atónito.
Isabella se apretó aun más a él y siguió llorando. Cuando el cobrizo salió del shock, la abrazó fuertemente. No le importó el dolor de costillas, primero estaba su esposa. Bajo su mano y acarició el abultado vientre de 5 meses.
Perdón – habló su esposa, hipando.
Cálmate, princesa – Edward secó sus lagrimas y le sonrió.
Acercó sus labios a los de él. La miró con amor y la besó, olvidándose de lo ocurrido
.
7 años después
.
Robert, dale la muñeca a Carlie! – habló su madre, desde la cocina.
En la última ecografía de su embarazo el médico noto que no era un bebe, sino 2. Y lo mejor fue que era una hermosa parejita idéntica a su padre, pero con el cabello de su madre.
Edward y Anthony, dejen a Nessie irse que Jake la espera – ordenó.
MAMAA! - entró gritando su hija y se colocó detrás de ella. A pesar de sus 18 años, a veces se comportaba como una chiquilla –. Mami, Jake me espera y no puedo salir por Anthony y papa. Están en la puerta como soldados!.
Ven, cariño – tomó a su hija de la mano y fue hasta la puerta. Efectivamente, estaban ambos ahí.
Edward, Anthony, se corren ahora – ordenó, cruzándose de brazos. Al ver que no lo hacian suspiró –. Anthony, te quedas sin videos juegos. Edward, sabes sin que.
NO! - gritaron ambos y rápidamente se corrieron.
Que te diviertas, tesoro – besó en las mejillas a su hija y la dejó marchar. Se giró, a su esposo e hijo, y habló –. Y ustedes 2, dejen a Renesmee salir con su novio! Edward madura y Anthony no seas celoso, ¿entendido?.
Si – dijeron ambos.
Un cuerpecito se estrelló contra sus piernas, haciéndola caer al sofá. Ese mismo se subió hasta su pecho y besó sus mejillas.
Hola, mami! – chilló Robert.
Vamos a comer – habló Edward. Le quitoo a Robert de encima y corrió junto a sus hermanos. La ayudó a levantar y la abrazó por la espalda.
Me haces muy feliz, mi amor – dijo besando su cuello –. ¿Tú crees que podamos tener un bebe más?.
Puede que sí – canturreó, caminando hacia la cocina.
Lo que no se esperaba, su esposo, era que: ya se estaba horneando un nuevo pastelito.
Isabella le sonrió a su esposo y siguió sirviendo la pasta.
