Sin afanes de lucro, ni nada por el estilo hago esta serie de historias cortas, no sé cuantas van a ser, ni tampoco cuanto voy a tardar en subirlos pero los tendrán de seguro, sólo pido paciencia si alguién lee esto.

Bueno naruto ni ninguno de sus personajes me pertenecen si fuer asi sasuke ya estaría 1000 metros bajo tierra y naru y saku tendrían ya como 15 hijos. todo es propiedad de masashi kishimoto, y esto es completamente mío.

Siento el título si me sugieren uno mejor yo lo pongo.

Esas "cosquillas" que se sienten

1.- ¡Ramen!

Si había algo que Naruto adorara con todo su corazón, eso era el ramen, de hecho si no existiera otra cosa más para comer él sería completamente feliz.

¡Ramen!, ¡Ramen!, ¡Ramen!

A veces era desesperante que el chico sólo pensara en eso, incluso se había ganado uno cuantos golpes por parte de Sakura por esa "obsesión enfermiza " como ella lo llamaba.

-¡Naruto!- la voz de la joven hizo que su atención se desviara del plato de contenido humeante que el chico tanto disfrutaba comer, sólo ella lograría hacer eso, sólo ella, sólo su Sakura-chan.

Por que sí había algo en este mundo que él amara más que al ramen, más que a su vida y más que a sus sueños era a ella, a su mejor amiga.

Se paró de su asiento para recibir de frente a la chica y con una sonrisa.

-¡Sakura-chan, qué gusto!, ¿Qué haces acá?-preguntó el joven sin dejar de observarla.

-Te estaba buscando.-

-¿Eh?...¿para qué?.-ahora él la miraba curioso.

-Sólo quería saber si iremos a cenar esta noche juntos... o, ¿Tienes otros planes?-

Y es que la amaba sin remedio, a sus bellos ojos color jade, a su hermosa sonrisa que iluminaba cada uno de sus grises días, a toda ella simplemente por ser ella, por ser Sakura-chan.

-Yo...este...no Sakura-chan, no tengo otros planes, ¡y claro que será un placer ir contigo dattebayo!-respondió el chico aumentando su sonrisa.

-¡Grandioso Naruto!, entonces nos veremos en la noche.-indicó la chica sonriendole y dispuesta a dar la media vuelta e irse.

-¡Sakura-chan!-ni siquiera supo por que lo hizo, era que simplemente no deseaba que se fuera de su lado. La pelirosa giró sobre sus talones y miró atenta al chico esperando a que este dijera algo más.

-Me preguntaba...yo... pues ... ¿te... gustaría... acompañarme...a comer...u-un poco de ramen?-balbuceaba, no era preciso, sin embargo a Sakura la enterneció ese gesto.

-Ramen-repitió ella suavemente.-¿Habrá algo en este mundo que ames más que esto?-preguntó ella divertida señalando el tazón que ya para ese momento seguramente estaría frío.

-Pues yo...-Naruto enrojeció hasta la punta de las orejas, incluso pensó en echarse a correr antes de que su cara y su respiración, la cual cada minuto se le dificultaba más recordar como se realizaba, lo delataran, pero fue interrumpido en ese momento por la voz de la joven.

-¡Claro que te acompañaré Naruto!, así mejor nos entretenemos toda la tarde y estamos juntos hasta la hora de la cena.-

-¡Gracias Sakura-chan!.-exclamó Naruto contento, al tiempo que ambos se sentaban a que Naruto degustara su plato de ramen.-¿tú no comerás nada Sakura-chan?-preguntó el chico mirandola interrogante antes de tomar el primer bocado.

-No te preocupes, acabo de comer.-

-¿Segura?-

-Sí,estoy segura.-

Así el chico comenzó a comer con la alegría de que ese era un día maravilloso, no sólo comería ramen, sino que sería al lado de la chica que el amaba más que a todo en el universo. Ella no lo percibía, ella no sabía, que él daría gustoso la vida por ella, que siempre estaría a su lado, que todo sacrificio valdría la pena sólo por verla sonreír, que esa promesa de traer a Sasuke de vuelta, era sólo para que ella pudiera sonreír, a cambio de desgarrar su corazón en mil pedazos, él sólo quería verla sonreír. Pero ahora no pensaria en eso, sólo disfrutaría el bello momento que la vida le estaba regalando; y entonces un pensamiento cruzó por su mente: él podría acostumbrarse a vivir así, con un plato de ramen en su mesa, con Sakura a su lado, sí, podría acostumbrarse a vivir así, y sería muy feliz, y no le haría falta nada más.