Buen día, fans de Assassin's Creed! Y también fans de un cómic cuya adaptación fílmica apenas salió este año XD.

Aquí les caigo con un drabble un poco extraño, que es más que nada un POV de un querido personaje de cómic a quién en mi loca imaginación lo concibo como un Asesino. El contenido tal vez no tenga nada que ver con el título, pero fue algo que simplemente se me ocurrió O.o.

Sin más qué decir... Excepto la cuestión legal de que Assassin's Creed no es mío (porque de serlo, habría modificado un chingo de cosas), ni mucho el personaje cuyo punto de vista están próximos a leer, disfruten de este extraño drabble.

¡Saludos!

Vicka.


Hijo del Credo.

Cuando miro el panorama de Bucarest desde los tejados, muchos recuerdos empiezan a congregarse en mi mente. Mi infancia y una parte de mi adolescencia lo he vivido aquí, en esta ciudad lleva de vida y con tanta algarabía. He pasado esa parte de mi vida entre el orfanatorio, los tejados y algunos que otros enfrentamientos con la policía y con individuos indeseables.

Es curioso, ya que he terminado por ayudar a la ley a capturar criminales famosos y no tan famosos al tener mis ropas de reportero, pero a la vez es un tanto extraño porque huyo de la ley como un criminal cualquiera cuando me pongo los brazaletes y mi traje de Asesino. Aunque claro, huyo de la ley no por matar a un inocente, sino por matar a quienes dañan a los inocentes, a gente económica, política y socialmente poderosa para ser más específico y quienes manejan la ley a su antojo.

Y todo eso en el nombre de un Credo lleno de ironías contradictorias.

"Nada es verdad, todo está permitido".

Esas son las palabras extrañamente sabias que rezan nuestro Credo, palabras que a su vez reflejan una terminología propia de un individuo cínico… O eso es lo que piensan aquellos que no comprenden bien el Credo. Confieso que yo tampoco comprendía bien el Credo hasta que, a lo largo de mis misiones, comprendí que las palabras decían algo más que un simple cinismo literal, una comprensión que cazaba bien con la explicación de mi tío y Mentor, Nikolai Pavlov.

Al decir "nada es verdad", estamos diciendo que las bases de la sociedad son frágiles, siendo nosotros mismos los pastores de nuestra propia civilización. Al decir "nada está permitido", estamos diciendo que nosotros somos los arquitectos de nuestras acciones, cuyas consecuencias debemos de aceptarlas por gloriosas y trágicas que fueren.

En resumidas cuentas: Estas palabras describen nuestra realidad, describen cómo las sociedades evolucionan con el paso del tiempo e incluso describen cómo muy pocas personas pueden tener en sus manos el destino de todos.

El Credo es una idea que no se destruye así de simple, simplemente se transforma conforme los años, los siglos y los milenios pasan. Muchos mueren por ese Credo, pero siempre habrá otros que lo continúen viviendo…Como yo, Valentine "Tintin" Léroux Ynigov, de padre belga y madre rumana, residente en Bruselas desde hace cinco años.

Un Hijo del Credo.