PREFACIO
Como un sueño, ayer te hice realidad, ¿volverás?... se esperar….
Caí, no pude evitarlo, el deseo cual dulce veneno, carcomía la desgastada razón, fue imposible retener mis traviesos labios, tus torpes caricias, mi caprichosa sonrisa.
Drogada de tu presencia deje fluir mi fantasía…. Te hice dueño de mi alma fusionando dentro de tu imaginación y mi candente fantasía, nuestra piel, vestida de armaduras, hirviendo en ganas.
Pude morder tu cuello, besar tu voz, saborear satisfecha e implacable, aquel gemido que logre arrancar de tus dedos desesperados, sentir que por momentos te hice mío, logrando atrapar dentro de mi pecho tu desconsolada cabellera, esa mirada de niño.
Dejo que mi cuerpo se desvanezca
Como un sueño, ayer te hice realidad, ¿volverás?... se esperar….
Francisca Jara
