Naruto es de Masashi Kishimoto.

Los fines del escrito son de entretención, nada lucrativo.

Y pues no autorizo que anden mis escritos de aquí para ya, solo aquí en mi pagina.

Advertencia: ninguna, solo que es un piloto, si les parece bien, lo continuaré.

Y pues no me gusta adelantar, si soy mala, pero diré que es un sasusakuu por supuesto.

Y mil disculpas, aun no se dividir la hoja ¬¬ para separar comentarios de historia.

Espero que les guste, es un universo alternativo, por lo que a veces cambia el carácter de los personajes.

Dudas ya saben, abajo en reviewww

A leer…

Capitulo 1: ¡adiós vacaciones!

El despertador sonó y aun demore quince minutos en abrir los ojos, me levante con pesadez y es que después de vacaciones ¡¿que se hace?…

Nada, tan solo resignarse, 15 días tirados a la basura, al menos así lo veía, tan solo íbamos a hacer guardia ó a "hacer planes de estudio".

Aunque la realidad distaba mucho, la mayoría de los profesores, tan solo platicaban o se perdían en su laptop y a pesar de que la primera semana eran cursos de actualización, no había mucho que aprender, el contenido era el mismo de los años anteriores; giraban en torno a una temática: ¿porque los alumnos no aprenden? y claro el discurso implícito sobre el compromiso de los profesores, que lejos de ser propuestas reales parecía más sermones fundados en cosas intrascendentales como el aspecto de los chicos, o su lenguaje.

En fin…, me pare con fastidio, de alguna manera sabia lo que me esperaba, días muy aburridos y tediosos.

Y es que a 15 días de las clases reales, las horas en la escuela se volvían lentas, y aunque nunca pensé en ser maestra, con un año de experiencia había descubierto lo mucho que me gustaba enseñar, así que por eso estos días me parecían una perdida, no hacíamos mucho y lo único que quedaba claro era que teníamos que desquitar nuestro sueldo.

Aquello no me desanimaba puesto que la paga era lo mejor, además amaba mi horario; un día salía a las once, otro no iba y los otros salía hasta las tres, en fin, debo decir que adoro mi vida, tal como está…

Desayune un par de huevos y tome jugo de naranja, arregle mi cabello y busque un par de papeles.

Me mire al espejo por ultima vez, estaba lista, un traje sastre azul marino, mi cabello suelto, zapatilla alta y por supuesto un fino portafolio que contrastaba con mi vestuario.

El auricular sonó entonces presione en botón y conteste.

Y es que así es, cuando alguien viene a buscarme es a través del auricular. Vivo en el quinto piso, nadie quiere arriesgarse a subir y que no este.

Sabía quien era…

-aloooo- dije divertida.

-¿estas lista?- me contesto él del otro lado.

-¿eso depende?- le dije con una risita.

-¿depende de qué?-

-si traes moto.- leconteste haciéndome la interesante.

-tu sabes que no tengo moto.

-¡entonces no bajare!- le dije jugando, pero me oía tajante.

-¡vamos!, prometo manejar como loco con las ventanas abiertas-

-y eso ¿para qué?

-quieres algo intenso ¿no?

-esta bien ya bajo, dame cinco minutos.

Revise de reojo mi apartamento, siempre lo hago antes de salir, ya sabes por aquello de tener que volver a subir las interminables escaleras.

La sala comedor un poco desordenada; una toalla encima de mi sillón marrón y en la mesita de la sala un cenicero con un par de colillas, el comedor de madera aun tenía mi plato sucio, un vaso y una taza con asientos de café.

Entre a la cocina para revisar las hornillas todo estaba en orden…

Sucio pero en orden.

La nevera estaba cerrada, la abrí momentáneamente, era claro que debía de hacer compras antes de volver por la noche y también tenía que lavar un par de tratos del fregadero, mire con fastidio por última vez la cocina.

Luego revise mi cuarto; una amplia cama destendida, el armario y las cajoneras estaban abiertos… ropa colgando y el tocador estaba en desorden también.

Por ultimo el baño, los mosaicos aún tenían el vapor de aquella ducha, y ese mosaico verde; definitivamente necesitaba aseo, pero eso lo haría el sábado o el domingo, apague el baño.

Luego de cerciorarme que todo estaba "bien" y que no se me olvidaba nada, baje por aquellas eternas escaleras, que tanto odiaba, pero que ya estaba resignada y es que ya tenía tres años viviendo en ese apartamento.

Salí del edificio y cruce la calle para encontrarme con él, mi actual novio.

Lo conocía desde la universidad, pero tan solo teníamos cinco meses en que nos dimos una oportunidad.

Y realmente él no me parecía nada mal, muy guapo y muy inteligente, con un acervo cultural impresionante, y muy sincero cosa que a veces me sacaba de quicio.

Pero por lo demás estaba conforme, no era el amor de mi vida, pero por el momento me sentía bien con él.

Ambos trabajábamos en la misma preparatoria y ambos salimos de la misma Universidad, el claro un año antes que yo, pero fue él, el que me ayudo a encontrar mi actual trabajo.

-Hola- dije acercándome, el me sonrió a través del parabrisas.

-tardaste Sakura, no llegaremos si hay tráfico.

-no te pongas pesado, un retardo en estos días, no significa nada

Me miro molesto –no me gusta llegar tarde-

-mmm y ¿si te doy un besito crees que lo puedas olvidar?

Le dije acercándome hasta el, sonrío y cerro sus ojos, adoraba como se intimidaba ante mi presencia.

Le di un suave beso en los labios.

El se quedo esperando más, yo me acomode en mi lugar y gire a la ventana.

Después de unos minutos reacciono.

La música no era la mejor, al menos para mi lo parecía, su auto estereo tocaba música clásica francesa, desde luego que me aburría, no dudaba de que era por mucho mejor que lo que yo solía escuchar, pero a las seis cincuenta de la mañana, no era lo más motivante para estar despierto.

Cerré los ojos a mitad del camino y me quede dormida.

-ya llegamos, dormilona- me dijo suavemente, mientras me movía.

-ahhhh- me estire bostezando.

El estacionamiento de maestros estaba detrás de la escuela, por lo que caminamos por los jardines traseros hasta llegar al edificio amarillo de dos pisos, ahí eran las oficinas centrales, los otros cuatro edificios eran las aulas de la preparatoria, también había un recinto para deportes, canchas para correr y dos más para jugar basketball y football.

Era una escuela muy grande y tenia gran demanda, talvez por las instalaciones o por que decían que era de las mejores en Tokio.

Entramos al aula de profesores y como era de esperarse ya había llegado la mayoría, una mesa grande blanca conformaba aquel lugar, una pizarra grande y una cafetera.

-buenos días- salude a los presentes.

Entonces me dirigí a la maquina de café he hice dos.

Me senté con Sai, le di su café mientras revisaba su correo en su notebook.

Yo revisaba un par de papeles, mientras llegaba el director y el subdirector.

Me sentía tranquila, este era mi segundo año laborando como maestra y se me había dado la oportunidad de trabajar con los chicos de nuevo ingreso, eso me hizo sentir cómoda, ya que eran muy respetuosos, aunque sabían que era una profesora joven.

Muy pronto se abrió la puerta y entro el director acompañado del subdirector y de otro tipo que me pareció conocido.

-buenos días dijo el director.

-buenos días- contestamos todos.

-espero que sus vacaciones hayan sido amenas- comenzó con ese habitual discurso.

-solo quería decirles que este año, nuestra meta es sacar a los alumnos mejor preparados- y aquí venía- es por esto que empezaremos el curso de actualización.

Miraba mi bolígrafo sin prestar mucha atención, en tanto que hacía ese molesto click.

-y bueno, es un honor presentar a nuestro asesor… el pedagogo Hatake Kakashi.

¿Kakashi?

Mis ojos se posaron en el, ¿era posible que le volviera a ver después de ocho años?, sin duda no había cambiado nada.

Claro que lo conocía, y ese lunar por encima de sus labios, que tantos días me hizo suspirar, como me gustaba…

En ese entonces creía que me gustaban por mucho los hombres maduros, pero el nunca me miró y luego me conforme con los de mi edad, eso me recordaba tristemente que Sai estaba muy por debajo de él.

-hola- dijo nerviosamente dirigiéndose a la concurrencia- bueno no les hablare de mi curriculum, eso sería aburrido.

Empecemos con algo sencillo, compartan por favor ¿Cuál fue su experiencia con los alumnos del ciclo pasado?...

Y fue así que la sesión termino, distando mucho de los cursos del año pasado, este por mucho fue muy ameno, sin duda me hizo recordar los días en los que él era mi profesor y yo babeaba cuando nos daba largas y tendidas ilustraciones de historia.

-hola profesor Kakashi- dije acercándome.

Un hombre de cabello platinado, alto, mirada intensa y unos labios singulares, con tan solo 40 años, me doblaba la edad.

-hola- dijo amable

-¿se acuerda de mi?

-mmm. Dame una pista.

-secundaria la arena.

-mmmm ¿eres Dana?.

-no.

-¿Jen?

-Sakura Haruno.

-eras una alumna traviesa.

-no, de hecho era seria.

- Sakura- dijo nervioso- ya te recuerdo de 3°b.

En realidad fui en el "c", pero no dije nada, ya era incomodo el que no se acordara nada de mi y es que era una persona bastante despistada.

-Oye que gusto encontrarte aquí, no me digas que ahora somos colegas.

-si, así es…

- bueno pues espero te guste mi curso, fue un gran placer encontrarte.

- a mi también me dio mucho gusto- respondí con una gran sonrisa.

Y es que en ese momento recordé lo bien que la pasaba con las amigas a los 15 años, siempre lo espiábamos y suspirábamos por él, era toda una fantasía, una de adolescentes.

- hasta mañana- y dicho esto se despidió de mi con un beso

Caminamos hacia la salida de la escuela tomados de la mano, cuando el horario de trabajo termino.

- así que conocías a ese tal Kakashi- dijo Sai celoso viéndome de reojo.

-si un viejo novio- dije bromeando

-¿de verdad?- me pregunto arqueando la ceja.

-¿celoso?

Y después de aquella pausa supongo que entendió que tan solo era una broma.

-un poco…- dijo deteniéndose para tomarme de la cintura con una mano y con la otra enroscaba sus dedos en mi cabello - si le dabas los besos que ami me das…

-talvez…- le susurre.

El arqueo las cejas

-es broma, tan solo fue mi maestro- le confesé con una amplia sonrisa.

-ya lo sabía.

Reanudamos el camino…

-si claro.

-es una lástima que tenga que ayudar a mi tio con su mudanza.-Dijo cuando nos deteníamos en la parada del camión.

-me agrada que seas tan acomedido- le dije rodeando su cuello para despedirme.

- ¿te parece si vamos en la noche al cine?

-estaría genial- dije melosa- pero solo si, no estas cansado.

-talvez después vallamos a tu apartamento- se acercó peligroso a mi cuello.

Reí de nervios y también de escalofrío de aquel suave mordisco.

Afortunadamente mi celular sonó.

Espera dije separándome para hurgar en el bolso.

El me miro con cierto fastidio.

-hola

-Sakura ¿Cómo estas?

-bien y ¿tu?

-no tan bien como tu, supongo –dijo irónica- ¿Por qué no has respondido mis mails?

-lo siento Inno, he estado ocupada.- me excuse.

-¿en vacaciones?

-bueno he tenido flojera.

-vamos a salir de antro el próximo viernes ¿vendrás?

-no puedo Inno, tendré que entregar un proyecto extenso.

-cada vez te alejas más, amiga.

-lo siento, prometo que me haré un espacio.

-si claro- decía irónica. -al menos iras al baby shower de Hinata.

-claro que sí.

-bueno pues no te alejes amiga, te extraño.

-prometo que no lo haré, también te quiero.

Colgué y me acerque a Sai,

-y ¿bien?- esperaba ansioso aquella respuesta.

-¿Qué?

- ¿pues lo de ir a tu casa?

-lo siento hinata necesita que le ayude con un par de cosas, ya sabes cosas de mujeres.

Se que estaba molesto, pero preferí ignorar su estado.

-¿paso por ti mañana?

-no es necesario, llegare en mi auto.

-¿segura?

-sí.

Dicho esto me dio un beso tierno y sencillo y se aparto.

Subí al camión.

Llevábamos saliendo ya cinco meses, pero no estaba preparada aún par dar el siguiente paso en mi relación, aun no sentía esa conexión especial.

Y es que después de mi última experiencia, me había jurado pensar muy bien con quien llegaba a la cama.

Así que cada que quería ir a mi departamento le daba negativas, sabia lo que el quería, lo sentía en la intensidad de sus besos, pero no estábamos en la misma sincronía, no me sentía excitada, ni tampoco lo amaba.

Era mi novio simplemente porque la pasaba bien con él.

Me baje en el súper para hacer las compras del día.

Y mientras decidía en el pasillo de cereales cual compraría, escuche su voz -di que saldrás conmigo por favor…

Podía identificar esa voz en cualquier lugar, provenía del pasillo adjunto.

Moví las cajas de cereal y efectivamente, él estaba con una chica, seguro flirteaba…, lo se porque lo conozco como la palma de mi mano.

- no lo se…-decía aquella chica indecisa

Lo mire detenidamente a través de esa hendidura, traía un pantalón negro y una camisa blanca.

Su sonrisa era la misma, lucia tan guapo y tan bien como siempre.

Deje la caja en su lugar y me gire dispuesta a seguir las compras.

No quería pensar más en aquella escena, ni en el, tenía ya más de un año que ni siquiera me acordaba de su existencia.

Así que no le di importancia y compre de manera inconciente un helado.

Dicen que un buen helado aporta las suficientes calorías como para estimular las endorfinas.

La fila de pago fue corta y con tres bolsas regresaba a mi casa cuando volví a escuchar esa voz…

Sakura!- me llamaba, como en los viejos tiempos.

Me quede varada en medio del estacionamiento de aquel comercio, cerré los ojos y por un momento pensé que lo mejor era escapar y no dar la cara.

Pero pronto sentí su mano sobre mi brazo.

El me volteo y me abrazo en un saludo efusivo.

-¿Cómo has estado?- me dijo impresionado por verme.

-bien- dije sonriendo nerviosa -¿ y tú?.

-pues nada, Sali un momento del trabajo para comprar un material que necesitaba y cuando estaba por marcharme, encendí mi auto y te vi, ¡cielos! ¿Cómo no ver esa cabellera tuya tan peculiar?, Sali corriendo para alcanzarte… realmente me da mucho gusto verte.

- y a mi- dije tímidamente.

Así siempre me sentí a su lado tan simple y sencilla.

-deberías darme tu teléfono, ya sabes para reunirnos como cuando lo hacíamos en la universidad.

-claro- baje las bolsas que traía cargando y las pose en el piso, luego abrí mi bolso y saque una hoja suelta y un bolígrafo.

En aquel lapso dude en darle mi teléfono, no sabía si estaba lista para que un día me llamara y poder actuar natural.

Pero por alguna razón lo puse de manera autómata.

El buscaba en su cartera.

-Toma -me dijo estirándome una tarjeta, aquí están mis teléfonos.

Mire detenidamente la tarjeta, decía Akatsuki, S.A. bufet de abogados.

- me dio gusto verte, te llamare pronto.- dijo mirando detenidamente el papel que le había dado.

Dicho esto me dio un beso fugaz en la mejilla, su aroma inundo mi nariz y un cosquilleo se formo en mi estomago, mis manos sudaron.

Después de tres años descubrí que aquel sentimiento que sentía por él seguía brillando en lo mas profundo de mi alma.

-adiós Sakura

-adiós itachi…

Regrese a casa, dispuesta a no pensar en él, en nada…

Y con unos papeles en mi mesa comencé a trabajar en el plan de estudios que tenía que entregar la próxima semana.

Tendría que apurarme, si quería estar bien en el trabajo, si quería tener tiempo para salir con mis amigas, si quería olvidar mi último encuentro

Las vacaciones se fueron y con ellas una nueva experiencia llegaba… las clases de física.

o.O que paso ayiii?

Jajaja que tal? Recapitulemos en tres segundos;

Sai novio de saku y ambos maestros.

Itachi un ¿viejo amor? ó ¿un amor imposible?

Ajjajaja, yo si seeee.

Bueno no se pierdan el proximo capi que será de mi lindo sasu.

Y pues creen que promete la historia?

Me vooy aya donde no queme el solll

Chaoooo

Nos leemosss

Rrreeviiwssss…?

Ne, solo si lo deseannnn.

:p

Besosososososoos.