Naruto no me pertenece.
Advertencias: Lime (?
.
Maldita Tentación
.
.
Así nos encontramos, por casualidad en una fiesta.
—Ino, Sasuke. Sasuke, Ino.
Él era el novio de Sakura, mi mejor amiga desde siempre. Era el hombre que conoció en la universidad, del que hablaba en todo momento, el que amaba con locura.
Sostuve su mano sólo por educación, pero el contacto de su piel me estremeció.
Me miró con frialdad, fijamente. Luego se apartó, caminando hacia un lugar diferente.
—Discúlpalo, Ino. Siempre es así de serio —me dijo Sakura, con intranquilidad.
Chasqué la lengua.
—No te preocupes —tomé un poco de mi copa—. Mientras te haga feliz, todo está bien.
Le sonreí falsamente. Algo en él me daba mala espina.
Sakura caminó hasta donde estaba su novio, lo capturó del brazo y le susurró un par de cosas al oído. El muchacho frunció el ceño y la separó, a juzgar por su cara, estaba molesto.
Bebí más de mi trago, contemplando la escena desde lejos.
Entonces pasó. Él me observó también.
Sin saber por qué, desvié la mirada nerviosa, tratando conversar con quien estuviera a mi lado. Pero él seguía todos mis pasos con la oscuridad de sus ojos, sin titubear.
¿A caso Sakura no lo notaba?
Tal vez descubrió que yo sospechaba de él y por eso me vigilaba. Pero su mirada era tan penetrante que podía sentir como si me estuviera desvistiendo en su mente.
Quise hacerle frente, sonreírle traviesa, pero me fue imposible, me sentí pequeña.
Escapé hacia el balcón, donde esperaba respirar aire fresco. No confiaba en ese tipo, tenía que alejarlo de Sakura antes de que la lastimara.
Recargada en una pared, me percaté que alguien se acercaba.
Era Sasuke. Se colocó a un extremo y, nuevamente, me examinaba con firmeza. Sus pupilas tan oscuras apenas se disntinguían en la noche.
Lo ignoré, o al menos eso intenté.
—¿Tengo algo gracioso? —le dije, sin hacerle frente—. Porque parece que desde hace rato me estás mirando.
—¿No puedo verte?
Escuché su voz, varonil como su figura. Y taladró en mis oídos con severidad.
Sasuke era el tipo de hombre que enloquecía a Sakura. Misterioso. Atractivo. Frío. Serio. Alto. Masculino. Dominante. Sasuke era el tipo de hombre que me enloquecía a mí.
—Puedes hacer lo que quieras mientras no lastimes a Sakura —fui firme.
Él sonrió de medio lado, y pude percibir cómo mis rodillas comenzaban a flaquear.
—¿Y tú?, ¿estás segura que tú no le harás daño?
Se acercó a mí. No me permití retroceder, auque mi corazón latiera desesperadamente.
Sentí el sabor de su aliento, sus manos deslisarse por mi rostro, y su mirada posarse en mis labios.
Me besó apasionadamente y con culpa correspondí con la misma intensidad, apoderándome de su boca.
Maldito traidor.
Salimos de la fiesta, y tal pareciera que no tenía ningún propósito de ocultarse. Me tomó la mano bajo las atentas miradas de todos, sin importarle que Sakura lloraba y gritaba por explicaciones.
Sin importarme a mí tampoco.
Subí a su auto y codujo a su departamento.
En cuanto se abrió la puerta, me volvió a besar casi con urgencia, devorando mis labios al mismo tiempo que me acorralaba.
Sus manos se apoderaban de mi cuerpo, las sentía pasear por mis pechos y luchar para quitarme el vestido.
Yo hice lo mismo. Lo besaba con devoción mientras aventaba sus ropas por el suelo.
Él me hizo conocer por primera vez el paraíso. A pesar de merecer el infierno, me hizo viajar al cielo.
Maldita tentación.
.
FIN
.
N/A:
Gracias por leer! :D
