Junketsu.
Ese día el cielo estaba pintado de un color azul que te recordaba a tus ojos, que te recordaban todas las veces que las metáforas cursis comparando estos últimos dos habían sido dichas.
Definitivamente era un hermoso día, tomaste un suspiro y cerraste los ojos, recordando la primera vez que se habían conocido, recordando cómo es que esa pequeña chica de ojos plata te caía como una patada en los in testinos, porque pensaste que era una tonta inmadura que no sabía hacer nada…
Y cuando la conociste mejor te diste cuenta de que efectivamente no estabas tan equivocada pero que pese a ser inmadura tenía un gran corazón y era la mejor persona que pudiste haberte topado en tu vida.
Mientras te ponías ese hermoso vestido que habías comprado especialmente para este día, negaste con la cabeza al recordar la primera vez que compartieron un beso, el como la chica había estampado sus dientes contra los tuyos en un intento de ser "romántica". Definitivamente era lo más adorablemente torpe que le había pasado en toda su vida.
Ese día miraste el reloj más de diez veces, estabas esperando en la iglesia, completamente sola… si habían acordado que sería secreto por el momento, pero no podías evitar sentirte abandonada, especialmente por ella, así que después de unas cuantas horas, saliste de ahí conteniendo las lágrimas de tus ojos.
Subiste al auto y comenzaste a manejar, en esta ocasión no encendiste en estéreo, tampoco te peleaste con la chica que siempre iba en el asiento del copiloto por que se comportara y sentiste una extraña sensación de vacío en el estómago; decidiste ignorarla y seguir manejando, después de todo no podías llegar tarde…
Bajaste del auto al borde de una pequeña colina a la que no podías subir manejando y entonces cuando llegaste a la cima te mordiste el labio. Habías llegado a tiempo, justo a la hora en la que habías prometido, a pesar de no poder verla en la iglesia como lo habían planeado antes ahora le tenías ahí…
Y tú, tú estabas molesta.
-No estabas ahí cuando te busque en el altar…-tu voz sonaba seria, como siempre.
La chica frente a ti subió una mano y se rasco nerviosamente el cuello.
"siento no haber podido llegar"
-No me dijiste todos esos votos cursis en frente de los pocos afortunados. - tu mano rozo levemente el anillo de compromiso que te habías puesto, estabas tratando de contenerte, ella no se lo merecía después de todo.
"lamento no haberlo hecho"
Su mano acaricio su cabello, dejando ver el anillo que ella también tenía.
Tus ojos enfocaron su figura, tan azules como el cielo, pero si mirabas bien podías ver una tristeza inmensa.
-No estabas ahí para decir esa palabra que significa el mundo para mi…
"lamento no haberla podido decir Weiss…"
Una pausa y fue entonces cuando tú te desmoronaste, el grito que salió de tu garganta fue desgarrador y no pudiste evitar caer de rodillas en el pasto mientras los sollozos llenaban el silencio y las lágrimas humedecían todo a su paso.
Porque todo ese tiempo estuviste hablando sola, porque estaba claro que una tumba no te iba a responder… porque tu Weiss schnee estabas sola ahora que tu prometida había muerto.
Por qué este se suponía que iba a ser el día más feliz de tu vida, se suponía que iba a ser tu boda.
Pero no lo era.
El mundo te había quitado a la persona que más amabas, te había dejado indefensa ante la crueldad de la perdida y no sabías cómo reaccionar ante esto.
Simplemente Ruby ya no estaba y tú…
Tú te habías quedado vacía.
"lamento haberme ido Weiss…"
Aha no es nada largo, se podría considerar como un pequeño one shot que hice para quitarme el bloqueo y las ganas de escribir algo acerca de estas dos a quienes shippeo con todo mi corazón.
Si les ha gustado pues nada déjenme sus reviews y ardilla.
