Disclaimer: Los personajes no son míos, si lo fuesen estaría viviendo en una mansió de 12 pisos para mí sola y estaría casada con un ricachón y tendría un amante como Itachi.
Este es un fic Yaoi, NO TIENE LEMMON, y no pienso cambiar de idea!!!! Hum!!!
Es mi primer fic de Naruto y se lo dedico a los miembros del club Taniuskey!!! Con especial interes en la Propia Taniuskey.
Prólogo
-¡TOBI¡DEVUELVEME MI ARCILLA¡HUM!
-¡Tobi quiere jugar con la hamburguesería de Playdoh!
-¡MI ARCILLA NO ES UN JUGUETE!
Como cada mañana, Sasori tanteó al otro lado de la cama en busca del otro cuerpo que esperaba encontrar, cesó sus intentos al oír las voces de Tobi y Deidara. Se desperezó, se vistió y salió de su habitación. Al poner un pie en el pasillo, dos figuras vestidas de negro casi lo atropellan.
-DÁMELA O NO RESPONDO DE MIS ACTOS, HUM.
-¡Tobi quiere jugar!
De repente ambos se pararon a mitad del pasillo al encontrarse con un especialmente serio Kakuzu.
-¿Sabéis qué hora es?- preguntó intentando mantener la compostura.
-Las 12 a.m.- respondió Tobi feliz como un regaliz.
-Exacto: es pronto.
Deidara soltó una risita. ¿Pronto? Kakuzu le miró con cara de pocos amigos.
-Para alguien que estuvo en una misión importante hasta las 5 de la mañana es una atrocidad que se le despierte a esta hora. ¿Sabéis que pasaría si yo no estoy a pleno rendimiento?- Ambos negaron con la cabeza-. Pues que Akatsuki tendría unas pérdidas horribles, repercutiría en el Ibex 35, habría una caída de la bolsa y provocaría una inflación ¿Es eso lo que queréis?
Tobi y Deidara, que no se habían enterado de nada, negaron lentamente con la cabeza.
-Pues entonces dejarme dormir.
Dicho esto se volvió a meter en su habitación. Tobi miró atónito a Deidara.
-¿Qué son las pérdidas, el Ibex 35 y una inflación? Y sobre todo¿cómo se puede caer una bolsa?
Aprovechando el momento de confusión de Tobi, Deidara le arrebató su adorada arcilla y dijo:
-No lo sé, pero no tengo ningún interés en averiguarlo, hum.
Dicho esto se giró y quedó frente a Sasori, al que no había visto.
-Buenos días y ya era hora, hum. En vez de desayunar vas a comer directamente.
-Es lo malo de la pereza, hay que respetarla- replicó Sasori.
-Tobi no es perezoso:).
-A Deidara no le importa, hum.- Volvió a dirigirse al pelirrojo-. ¿Bajas o qué, hum?
-Voy a ver si Kisame me ha dejado algo para comer.
-Hoy estás de suerte, Kisame todavía no ha bajado- dijo Tobi.
-Ni Zetsu tampoco, hum. Me pregunto si será una coincidencia.
Obviamente, eso iba con mala intención. Y Deidara consiguió que a Sasori se le revolviesen las tripas.
-Antes de que hagas otro comentario de ese tipo y se me quiten las ganas, voy a desayunar.
De repente Tobi lanzó una carcajada y le enseñó a Deidara la bolsa que acababa de quitarle. El rubio tanteó sus bolsillos y lanzó un juramento. Tobi empezó a huir.
-OTRA VEZ NO, HUM.
Sasori negó con la cabeza con irritación.
Esos dos siempre estaban picándose el uno con el otro. Y aunque esas discusiones de Deidara y Tobi venían bien para disimular, Sasori no podía evitar sentirse celoso.
Que Deidara y él eran compañeros era algo que sabían todos los miembros de Akatsuki; pero que también eran amantes no era algo de dominio público. Era un secreto tan celosamente guardado, que Sasori todavía no se lo creía. Pero sí sabía que él era la primera persona en quien pensaba al despertarse y la última cuyo rostro veía al acostarse. Y aunque sabía que Deidara odiaba todo ese secretismo, Sasori no podía evitar pensar que, si los demás se enteraban, empezarían a bromear sobre ellos y a cuchichear.
Y eso no lo soportaría jamás.
Cuando llegó al comedor, Sasori vio a un terriblemente cansado Hidan y a un tranquilo y sereno Itachi. Esa máscara que Itachi usaba le habría venido bien en más de una ocasión. Itachi le miró de forma impasible mientras se estiraba y ponía las manos en su nuca.
-¿Se nos han pegado hoy las sábanas?
-Gracioso, muy gracioso.
-¡Joder Itachi! No me hables ahora de puñeteras sabanas.
-¿Qué te ha pasado Hidan?- preguntó Sasori sirviéndose comida en un plato.
-Una jodida misión. Acabo de llegar.
Sasori empezó a comer, cuando Hidan terminó, se levantó tambaleándose.
-BUENOS DÍAS-gritó Kisame con alegría.
-Buenos días para ti, no te jode el puñetero pez-dijo Hidan al irse.
Kisame puso los ojos como platos, encogió los hombros y se sentó frente a Itachi.
-Últimamente él y Kakuzu no se hablan.
Sasori miró a Kisame atento e Itachi arqueó una ceja.
-¿Y eso?
-No tengo ni idea.
-Sasori- dijo Tobi desde la puerta-, el Líder a pedido a Tobi que te diga que va a contactar contigo. Y también con Deidara.
Sasori, extrañado salió del comedor y fue a la sala donde solía contactar el Líder.
No comprendía que interés podrías tener en contactar con él y Deidara. Quizás se le había ocurrido otro método para intentar capturar a Naruto. Algo que parecía que debían haber hecho años atrás. No comprendía como alguien tan tonto podía escabullirse tantas veces.
Seguía absorto en sus pensamientos cuando un par de manos le taparon la visibilidad.
