Hola. Aquí tengo otra historia que estaba rondando en mi cabeza espero que les guste.
La historia no habla sobre el bien y el mal,
Habla sobre el lado salvaje del hombre
Y su lucha por controlarlo.
Capitulo 1: el inicio de un viaje.
El sol brillaba, el valle comenzaba a despertar junto con sus habitantes. Todos comenzaban a abrir los ojos y despertar para
iniciar con sus labores. El palacio de Jade no era la excepción, al sonar del gong los cinco guerreros despertaron y, como siempre, saludaron a su maestro.
Buenos días, maestro-dijeron los cinco alumnos al unisonó.
Buenos días... ¡¿Que?!-exclamo el maestro Shifu sorprendido, no podía dar crédito a sus ojos, simplemente era algo que creyó que no viviría para ver. Los cinco maestros de kung fu dirigieron su mirada a la habitación que estaba al final del pasillo.
¡¿Que cosa?!-exclamaron mantis, víbora, grulla y mono a coro. Ninguno de los cuatro podía creer que lo que estaban viendo fuera real, estaba por encima de los límites de la irrealidad.
¿Que? ¿Pasa algo malo? ¿Tengo algo en la cara?-dijo Po señalándose a sí mismo. Los cuatro guerreros abrieron la boca a más
no poder, eso era simplemente inusual ¡Po se había levantado temprano! Eso era extraño y lo único más raro era que cita
maestra no estaba presente.
¿Po... esta despierto?-grito mono aterrado, seguro era una señal del apocalipsis.
¿Y Tigresa... Sigue dormida?-exclamo Shifu, sorprendido y enojado al ver que su hija y mejor alumna, la más disciplinada, la que siempre tomaba todo en serio, la que nunca tardo ni un segundo en saludar con respeto a su maestro ahora estaba dormida.
¿Tigresa está dormida? ¿Como saben que no se fue a entrenar temprano?-cuestiono Po, todos voltearon a verlo con curiosidad y asintieron de forma reflexiva.
No, yo creo que está dormida-dijo Víbora.
¿Porque?-cuestiono Mono.
No escuchan eso-Todos afinaron el oído y, efectivamente, se podían escuchar algunos fuertes sonidos provenientes del cuarto de Tigresa. Los fuertes ronquidos de la felina se podían escuchar hasta la ciudad de Gogmen. Todos se preocuparon por su amiga y líder, si ella seguía dormida era porque algo malo sucedía, tal vez estaba enferma o algo peor. Todos abrieron la puerta lentamente y asomaron la cabeza antes de entrar.
Los seis maestros entraron a la sencilla habitación. No había posters, ni pinturas, ni decoraciones de ningún tipo. Ahí estaba sobre su cama Tigresa, durmiendo cómodamente, pero había algo extraño en ella. Dormía en una posición muy inusual, estaba recostada como un gatito, sus piernas estaban dobladas de forma que se juntaban con su abdomen, su cabeza recargada sobre su barbilla y sus brazos entrecruzados junto a su cabeza. Su boca se abría cada vez que un sonoro ronquido se escapaba de ella.
Los otros maestros simplemente no podían creer lo que estaban viendo. Tigresa no solo seguía dormida sino que además hacia movimientos con sus brazos y piernas, lo cual, po alguna razón, asustaba a Mono
¿Quien la despierta?-susurro Po, todos voltearon a verlo, Mono con cierto temor.
Bien, pues creo que yo...-en cuanto el panda hablo la felina despertó con un sonoro bostezo. Tigresa abrió tanto la boca que sus enormes colmillos blancos resaltaban mientras que su lengua se enrollaba. Estiro los brazos, sus piernas estaban como hincadas en la cama mientras bostezaba.
¿Que pasa? ¿Que hacen todos en mi habitación...y tan temprano?-cuestiono Tigresa cruzándose de brazos, nadie dijo nada solo se quedaron ahí parados con los ojos abiertos de par en par y la mandíbula desencajada.
Tigresa arqueo la ceja y se levanto de su des tendida cama.
Tigresa ¿Acaso tu... te desvelaste?-pregunto Shifu rompiendo el silencio incomodo que reinaba en la habitación.
No, ¿porque?-respondió ella sorprendida por la pregunta de su maestro.
Porque hace media hora que sonó el gong ¿No lo escuchaste?-dijo Grulla antes de que alguien más contestara. Tigresa frunció el seño de manera pensativa, no recordaba haber escuchado el gong, no era posible, si el gong sonaba ella se levantaba tan rápido como el rayo ¿Porque esta vez no?
Es hora de desayunar, vayan y después al salón de entrenamiento-ordeno Shifu. Tigresa estaba a punto de salir cuando fue detenida por el bastón del panda rojo. Ella bajo la mirada y vio el gesto de decepción en el rostro de Shifu.
Espero que esto no se repita ¿Entendido?-dijo Shifu con seriedad, aparto el bastón. Tigresa asintió y salió en dirección a la cocina.
Los cinco furiosos ocuparon sus lugares en la mesa y esperaron mientras el guerrero dragón preparaba el desayuno. Los guerreros platicaban animadamente sobre aventuras pasadas, todos disfrutaban la espera excepto una. Tigresa estaba sentada con las manos sobre sus ojos, estaba confundida, no podía entender lo que le sucedió hace unos momentos ¿Porque se había quedado dormida? Ella no era asi, siempre desde que tenía memoria se había levantado temprano. Esa mañana fue algo realmente inusual, pero lo más raro aun no llegaba y nadie podía saberlo.
Alumnos-dijo Shifu en cuanto entro a la cocina. Los cinco se levantaron en el acto, Po solo volteo la mirada- Tengo noticias muy importantes.
¿De que se trata, maestro?-pregunto Víbora.
Tengo una nueva misión para ustedes-respondió el maestro con seriedad.
¡Si! ¡Otra misión!-exclamo Po emocionado, estaba feliz porque hacía mucho tiempo que no tenían una misión lejos del valle.
¿De que trata?-pregunto el panda dando saltitos de alegría.-Acaso son los diez mil demonios de la montaña demoniaca, o de los feroces monstruos viscosos del pantano de Mongolia. No, no. Ya sé, se trata de los fantasmas mitad vampiro sin piel que...
¡Panda!-grito Shifu enfadado.
Está bien, ya me callo-los cinco soltaron un suspiro de alivio, pero no duro mucho ya que el panda comenzó de nuevo con sus hipótesis alocadas sobre la misión.
Después de varias teorías sumamente irreales, Shifu suspiro y espero con fingida paciencia a que su alumno terminara de divagar y se concentrara en el anuncio que el panda rojo tenía que hacer.
Bien...-dijo Shifu una vez que Po dejo de hablar, en otras palabras, una vez que Tigresa, Víbora y Mono lograron amordazarlo.
Ahora que ya no hay mas interrupciones-el panda rojo volteo a ver a Po con una mirada acusadora-he venido a hablarles sobre el viaje que tendrán que realizar. Mañana van a ir con un viejo amigo mío, Cheng los llevara a donde deben ir, el será su guía.
¿Para que necesitaremos un guía?-pregunto Víbora curiosa.
Porque su misión es en el extranjero, irán al Valle de Indo. Ha habido problemas muy serios ahí, ha habido una severa cantidad de atentados contra la vida de la familia real-explico Shifu.
¿Para que nos necesitan?-exclamo Mantis ante la extraña misión que debían realizar.
Porque se rumorea que los asesinos son de origen chino y si no son detenidos habrá guerra-dijo el maestro con seriedad.
Entendemos la importancia de esta misión-dijo Tigresa con igual seriedad.
Muy bien, mañana saldrán a primera hora, ahora vallan a entrenar-ordeno Shifu y luego salió de la cocina con las manos en la espalda camino al estanque de lagrimas sagradas.
Bueno, primero hay que desayunar, ya saben que el desayuno es una de las comidas más importantes del día-Po coloco seis
tazones y un gran platón de panes de frijol.
¿No querrás decir que es la más importante?-cuestiono mantis.
No, claro que no, es una de las más importantes-aclaro el panda sentándose en su silla junto a Tigresa.
¿Cuales son las otras más importantes?-pregunto Mono mientras tomaba un pan del platón.
Fácil, las más importantes son el desayuno, la comida y la cena-respondió el panda como si fuera algo obvio.
Po, sabes que esas son todas las comidas del día ¿Cierto?-dijo Víbora sonriendo al panda.
No, esas tres son las más importantes, las que no importan son la merienda y el almuerzo... Aunque pensándolo bien...-dijo comenzando a comer sus fideos, sus amigos rodaron los ojos y siguieron con el desayuno. Todo transcurrió normal hasta que terminaron de comer, se levantaron y salieron de la cocina.
Todos salieron de las barracas.
Tigresa-dijo Po una vez que los demás se adelantaron, quedando solo él y la felina.
Si, Po-respondió ella mirando al panda de ojos verdes.
Tigresa ¿Que hiciste anoche?-pregunto el con preocupación y autoridad en su voz.
Nada, ¿porque dices eso?-ella frunció el seño y se cruzo de brazos.
Por nada, pero fue extraño que te quedaras dormida-dijo el panda ocultando lo que realmente pensaba. Para el que Tigresa si había salido la noche anterior. Con desconfianza en su mirar prosiguió su camino junto a la tigresa. Los dos llegaron al salón de entrenamiento y arquearon la ceja al ver a Víbora y a Grulla, que los estaban esperando con las alas cruzadas y el seño fruncido.
¿Que?-dijeron Po y Tigresa al unisonó.
Nada, solo que llegan tarde para entrenar-dijo Grulla visiblemente molesto, los dos parecían padres regañando a sus hijos. Tigresa ignoro eso y entro al salón, en cuanto Po se dispuso a entrar Grulla le dirigió una mirada furica antes de entrar.
Después de un largo día de entrenamiento, regaños, bromas, insinuaciones y golpes por parte de Tigresa. Todos volvieron a las barracas, tenían que prepararse para un gran viaje.
Tigresa uso su mochila roja con detalles parecidos a los de su ropa (¿Los habrá comprado juntos?), ella solo guardo lo mas prescindible. Dos cambios de ropa, una toalla y un jabón, solo lo indispensable.
Mientras Grulla empacaba unos pantalones limpios y varias cajas y frascos con plantas medicinales y su confiable irrigador nasal. Sonrió y se preparo para dormir mañana seria un día importante y debía descansar bien.
Por su parte Mantis y víbora no tenían la necesidad de empacar nada, solo llegaron a dormir.
Lástima que Po si debía empacar, al contrario de los demás Po no buscaba llevar menos, buscaba llevar consigo "lo necesario". Su enorme mochila iba cargada de todos sus pantalones limpios y no tan limpios, su ropa interior, además había llevado unos posters de los cinco furiosos, unas cuantas figuras de acción, un collar espanta fantasmas (Yo: ¿En serio? Po: ¿Que? Nunca sabes cuando te atacaran los Juang shi... Yo: Pero ya los derrotaste...).También llevaba por lo menos dos kilos de panes de frijol, tres semanas de comida para una familia entera, pinturas, cartas, pintura, tinta, juguetes, más comida, solo lo indispensable.
Por otro lado, Mono estaba arreglando su mochila, una pequeña mochila de color amarillo al igual que su pelaje. El primate preparaba sus cosas, metió sus tres pantalones cafés, dos pares de muñequeras con púas y comenzaba a buscar su opa interior.
Rayos ¿Donde está?-murmuraba para sí mismo mientras ponía su habitación de cabeza. Buscaba bajo la cama, en el pequeño armario, junto a sus planos, al lado de su cajón de ropa interior...
Si-exclamo triunfante abriendo dicho cajón. Paso la mano una y otra vez, no había ropa limpia. Mono sujeto uno de los calzones aparentemente más limpios, lo acerco a su nariz y lo olio se alejo con una mueca de asco pero al ver los demás le dio igual, lo guardo en su mochila.
Todos los guerreros apagaron las luces de sus respectivos cuartos y dejaron que el sueño se apoderara de ellos.
Shifu subía las escaleras en dirección al salón de los guerreros, con las manos en la espalda y el seño fruncido de manera pensativa. Aquel mensaje de los asesinos lo mantenía intrigado, sabía, mejor dicho, sentía que algo estaba mal, pero también sabia que si algo no salía como se planeo sus alumnos serian lo suficientemente capaces para sobrellevarlo. Con este pensamiento en mente Shifu cerró las puertas del palacio y mientras la luz plateada iluminaba la tierra, el se dejo caer sobre la almohada.
La noche pasó rápido, más de lo que los maestros esperaban. Como siempre saludaron a Shifu, esta vez nada raro excepto que Po estaba despierto temprano. Fuera de eso no había nada fuera de lo normal. Todos desayunaron y salieron de las barracas cargando sus respectivas mochilas, menos Víbora y Mantis.
Los seis maestros de Kung fu se detuvieron al borde de las escaleras para despedirse de su maestro.
Les deseo suerte-dijo Shifu mirando a cada uno de sus alumnos.
Gracias, maestro Shifu-dijo Tigresa haciendo una reverencia que fue correspondida por el panda rojo.
Cheng los espera en el puerto de Mushu-explico Shifu con seriedad.
¡Bárbaro!-exclamo Po con entusiasmo-ahí venden el mejor sushi de arroz en toda China.
¿Solo piensas en comida?-pregunto Mantis con sarcasmo.
No, a veces pienso en comer, preparar fideos, ir al restaurante de mi padre, bromas con bolas de arroz frito, kung fu...mientras como algo...-dijo rascándose la barbilla pensativo. Todos los presentes le dirigieron una mirada sarcástica, el panda pareció no entender el mensaje ya que solo sonrió como si nada.
Está bien, ya nos vamos-dijo Mono con Mantis sobre el hombro.
Po cargo con dificultad su enorme mochila sobre sus hombros y comenzaron el descenso.
Los seis maestros de kung fu cruzaron el valle con rapidez exceptuando cuando Po se despidió de su padre, el cual seguía insistiéndole en que debía llevar más cosas, como velas, mas comida, pinturas de ellos dos para no sentirse solo, un botiquín.
Después de su "rápida" despedida, los guerreros prosiguieron su camino. Pasando por el bosque de bambú, tardaron a lo mucho un par de horas en llegar al puerto de Mushu.
Docenas de tenderos se encontraban a lo largo del puerto, los pasajeros bajaban y subían a diversos navíos de muchos tamaños, desde pequeñas lanchas hasta grandes cruceros (de la época) con muchos camarotes lujosos. El ambiente era agitado, todos iban de un lado a otro, nadie aprecia poder quedarse quieto.
Los cinco se miraron entre ellos con preocupación.
¿Donde está Po?-se preguntaron a coro al ver la ausencia de su amigo blanco y negro. Inmediatamente y recordando lo que el panda les había dicho los cinco furiosos fueron directo a donde creyeron que lo encontrarían. Y acertaron, ahí estaba un gran panda con una mochila todavía más grande devorando sushi como si fuera su última comida.
¡Po!-grito Tigresa para llamar la atención de oso-debemos irnos, Cheng debe estar esperándonos.
Ya voy-Po se alejo del carrito de sushi dejándolo vacio y con un vendedor muy molesto murmurando cosas sobre el porqué de su grasa.
Los seis preguntaron por todos lados por el tal Cheng y su barco. Solo un viejo caballo vestido de rojo con un sombrero anaranjado pudo responderles y señalar la barca de Cheng, los maestros agradecieron la información y se dirigieron a donde les había indicado.
El barco de Cheng no era la gran cosa, era una sencilla barca similar a la que ellos usaron para ir a Gogmen, lo único diferente era que esta era más grande.
¿Se les ofrece algo?-pregunto arquendo la ceja el dueño del barco. Los alumnos de Shifu se sobre saltaron un poco, se volvieron al dueño de la barca. Se trataba de un gato persa, un pequeño felino con largo y sedoso pelaje blanco como la nieve. Vestía un pantalón negro y una camisa de mangas largas color azul marino. Los miraba fijamente, en su mirada podían ver que no confiaba en ellos por husmear en su barco.
Discúlpenos, pero buscamos a Cheng-dijo Víbora con amabilidad al gato.
Bien, su búsqueda ha finalizado-dijo el felino blanco-suban, ya debemos irnos.
Los seis maestros subieron al barco después de Cheng, el gato preparo todo con ayuda de Tigresa y Mono. Ellos ayudaron a
desamarrar el barco del muelle y a guardar el equipaje.
Se alejaban poco a poco de aquel lugar, conforme se adentraban en el mar el silencio se apoderaba del ambiente. Hasta que Grulla comenzó con sus arcadas, se acercó a la orilla del barco para vomitar (Si le marea el movimiento ¿Como es que puede volar sin tener arcadas?, si incluso se marea encima de una carreta)
Dígame, Cheng ¿Porque vamos en barco?-pregunto Mono intentando hacer conversación con el felino de ojos azules.
Porque a pie tardaríamos mucho, en barco es más rápido y seguro. Es muy improbable que nos suceda algo sobre un barco, digo ¿Acaso nos golpeara un iceberg?-comenzó a hablar serio, pero luego cambio su tono por uno sarcástico y más familiar.
¿Que tal si nos atrapa una tormenta?-terceo Víbora.
No creo que sea posible en esta época del año... ¿Porque preguntas?-dijo Cheng mirando a Víbora, ella se puso nerviosa.
Mira tú mismo-respondió ella, señalo con su cola la parte trasera del barco.
-Oh, No.
Bueno ya termino el primer capítulo, espero sus reviews, sugerencias, comentarios, dudas, reclamos, lo que sea que quieran poner es bienvenido.
Este fic ya lo tengo planeado así que no tardare tanto, de momento les dejo el titulo del siguiente capítulo:
Capitulo 2: un viaje bastante accidentado
Adiós
