Let me kiss you (Vali Lucifer x fem! Issei Hyoudo)
Descargo de responsabilidad: Highschool DxD no me pertenece.
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Bien, ya le había quedado claro.
1. No era bonita
2. No era inteligente
3. No era poderosa
Aún así su rival, por el simple hecho de que en su Sacred Gear había un dragón que decidió montarle una pelea a otro dragón y que estaba en la espalda de él, si porque ella no podría tener unas alas súper geniales, no, ella tenía que tener la mano izquierda de un dragón, vale eso era su culpa por querer hacerse la "chica fuerte e independiente" y salvar a su dueña (solo por los pelos y de no haber tenido la ayuda de Asia no lo hubiese logrado), valla, ahora que lo pensaba se sentía una pequeña perrita chihuahueña y no de esas que tiene el pelaje mejor de lo que ella tendría su cabello en toda la vida, no, ella sería como el perro aquel del meme ¿chilaquil se llamaba? No, no era eso lo que analizaba, el punto por que lo inicio todo era que su rival era genial, poderoso, imponente, fenomenal y ella, solo era ella.
—Yo soy el portador del Dragón Emperador Blanco —su mano cosquilleo ligeramente pero ella lo ignoro al ver al joven con pose sexy de camino a escuela—. Te vez indefensa —siseo con burla al ya estar enfrente de ella y apuntando a su cabeza con el dedo índice, pero claro con los ataques que últimamente tenía de "chicas fuerte e independiente" en lugar de retroceder se quedó allí quietecita, quizá con la boca abierta y como no con semejante bombón que tenía por rival—, si decidiera usar mi magia…
—No crees que estás yendo un poco lejos con la señorita —reprochó Kiba ya apuntando su espada al cuello del Dragón.
—No dejaré que inicies una pelea aquí —ladró la joven portadora de Durandal.
—Señorita Isae —gimoteó la monja.
—Ve atrás Asia —espetó a la defensiva Isae cubriendo los más posible a la rubia. La mirada del joven se tornó arrogante y fría, está a su vez fue acompañada por una brillante sonrisa de burla.
—Que si se puede, y como están las cosas, antes de que me mate tengo que tirarmelo, si tiene que ser la cosa número uno en mi bucket list —consideró la joven demonio.
—Creo —chisto con gracia—, que los que tienen que detenerse son ustedes, quienes no pudieron ni tocar a Kokabiel, enserio creen poder vencerme —y si también terminó con su risita sarcástica.
—Podríamos intentar, supongo —Isae no sabía si solo lo había pensado y realmente lo había dicho, pero al notar la mirada iracunda del Dragón simple le sonrió mostrando todos sus dientes, rogaba a Satanás que no tuviera algo entre ellos de lo contrario no se vería tan cínica como pretendía.
—Pero si la muerte es su deseo, no me importaría realizarlo —bramó el joven.
—Mira, sinceramente mi deseo es meterte en mi cama y montarte —sus compañeros le miraron como si una segunda cabeza le hubiese crecido, el dragón simplemente solo una risita, al parecer está vez sincera. Al ver eso Kiba y Xenovia retiraron sus espadas y fueron directo a cubrir a Isae.
—Oye Isae Hyoudo, ¿Qué tan fuerte crees que eres en este mundo? —ella coloco las manos en su cintura mirándolo de pies a cabeza, luego decidió colocar sus dedo índice en sus labios, fue entonces cuando notó como es que el dragón miraba atentamente.
—Quizá, de cero a tú, menos uno —chisto con gracia arrugando la nariz. El joven de ojos azules río.
—Oh, Isae Hyoudo eres una existencia peculiar. Algo que debe ser realmente valorado. O no Rias Gremory.
Ante la mención de la misma, Isae se quedó petrificada, claro había declarado abiertamente ser lesbiana, pero mentiría si ese chico no le hacía dudar de su sexualidad.
—Oh vírgen de la papaya —el hecho de que mencionar eso no le provocara dolor solo había sido como un balde de agua fría en su cuerpo—, presidenta —exclamó alarmada.
—Dragón —replicó mirando a su sierva. Después se acercó al joven con paso decidido—. ¿Cuál es tu objetivo? —el miró a la joven y sonrió.
—Por ahora, ninguno — silbó abriéndose paso entre los miembros del Club de Investigación de lo Oculto.
Todos estaban contrariados, al aparecer tenía una aura hostil y ahora solo se iba así sin más.
—Pero mira qué buen trasero tiene. Me preguntó si tendrá el abdomen marcadito —las cavilaciones de la joven también descolocaron a todos sus compañeros.
—Isae, por favor —ella miró a Rias y simplemente sonrió.
—Presidenta niégueme que no le vio el trasero —ella se puso roja como su cabello y negó con la cabeza—. Ya, claro.
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Nota del autorGracias a incursio123 por sugerir a esta desconocida pareja, que hace poco ví un fic de ellos en Wattpad, en fin no pude dormir hasta terminar esto, que al parecer será una historia corta, si nada más pasa antes