Tu historia, la mia y la nuestra

Sasuke Uchiha era un multimillonario, presidente de la empresa Uchiha Technology, una de las empresas mas importantes mundialmente, dedicada a la creación de aparatos tecnológicos como celulares, notebook y muchas cosas mas.

Con solo 25 años el joven azabache de ojos oscuros y tez blanca había obtenido la presidencia hacia un año de la empresa fundada por su abuelo, su padre Fugaku Uchiha había decidido retirarse de la presidencia y dejarla en manos de su hijo menor.

Muchas cosas habían pasado en los últimos años, aun a él mismo le costaba creer todo lo que había vivido. Sonrió de lado sentado en la gran silla frente a un escritorio, se hecho hacia atrás dejando los papeles del trabajo a un lado, pues si, aun no creía que tanto tiempo hubiera pasado, en tan solo dos días su pequeña niñita comenzaría el jardín de infantes.

Cerró sus ojos y comenzó a recordar como aquella pequeña había cambiado su vida…

Con sus 18 años cumplidos ya había comenzado a estudiar en la universidad de konoha junto a su mejor amigo de toda la vida Naruto Uzumaki, un rubio hiperactivo, molesto y gritón.

Mientras Sasuke comenzaba su carrera de administración de empresa, su amigo comenzaba la carrera de diseño industrial. Su hermano mayor Itachi uchiha estaba en su tercer año de la carrera de abogacia, por eso a él le tocaba hacerse cargo de la empresa de su padre en un futuro; eso no le molestada en lo absoluto, de hecho de niño cuando su padre lo llevaba a la empresa le gustaba jugar a que era el presidente.

En la universidad fue donde la conoció a ella, cuando ya iba por su tercer año de carrera fue que la vio por primera vez y quedo hipnotizado por tanta belleza. De cabellera larga de un tono negro azulado y hermosos ojos azules, de personalidad alegre y una líder natural, el grupo de sus amigas siempre la seguían a todos lados, su nombre Ayame Matshiba.

Poco a poco se fueron conociendo, ya que comenzaron a compartir sus amistades, así fue que se pusieron de novios, eran muy felices juntos.

Ambos se graduaron a los 21 años, ya llevaban un año de noviazgo y decidieron mudarse juntos, Sasuke compro un pent-house en el centro de la ciudad de Konoha que estaba a tan solo 15 minutos de la empresa Uchiha. A los pocos meses de graduarse había sido nombrado nuevo presidente de Uchiha Technology.

Un año mas había transcurrido, ahora con 22 años y dos años junto a Ayame había recibido la noticia que jamas hubiera esperado escuchar.

-sasuke…-lo llamo la peli negra.

Él se encontraba en el sillón viendo un partido de futbol americano, luego de un largo día de trabajo necesitaba descansar.

-que? – pregunto sin apartar la vista del televisor de plasma. Al notar que ella no respondía, volteo a verla – sucede algo? – le pregunto al notar la cara que llevaba la chica.

-tengo un atraso – soltó de una sola vez dejando sorprendido al azabache

-estas embarazada…- titubeo aun sorprendido.

-es posible…-agacho su rostro mirando el suelo.

Sintió que unos brazos fuertes la tomaban por la cintura, el azabache la abrazaba con ternura.

-es.. estas feliz?- interrogo sorprendida por la actitud del chico.

-si…seré padre…-dijo estrechándola mas contra su cuerpo.

Ella solo sonrió con amargura y correspondió el abrazo.

Nueve meses mas tarde, un 30 de Marzo nació su primogénita, tan blanca como la nieve al igual que su padre, su cabello castaño claro como el de su abuelo y unos hermosos ojos azules como los de su madre, perfecta era la palabra que la definiría mejor.

Las visitas de sus familiares que habían concurrido al hospital de konoha a conocer a la recién nacida ya se habían retirado de la habitación. Sasuke con su pequeña en brazos miraba por la ventana.

-al menos podrías haber fingido estar feliz en presencia de nuestras familias- soltó secamente el azabache.

-no voy a fingir algo que no siento- respondió ella volteando a ver al lado opuesto de la habitación.

Hubo silencio de parte de ambos, ya hacia unos meses que su relación había cambiado, lo único que los mantuvo juntos fue el embarazo, aun que Ayame no perdía oportunidad de demostrar lo infeliz que estaba con su estado.

Inconforme con su vida Ayame abandono al azabache dejándolo solo con una niña de apenas cuatro meses de vida, nunca más volvió a saber de ella y tampoco quería hacerlo. Su hija era todo lo que tenía y lo único que le importaba.

-papi papi! – una dulce voz lo saco de sus recuerdos.

Una pequeña de 2 años, casi cumpliendo los tres entraba a los saltos a su oficina, corrió hacia él alzando los brazos para que su padre la alzara.

-mi princesa..-dijo el moreno sentándola en su regazo – que haces aquí?-

- Videl te dije que esperaras…- entro a la oficina diciendo una mujer de cabellos negros.

-Sasuke lo siento quería anunciarlas pero..- se oía la voz de una mujer por el parlante del teléfono.

El moreno apretó un botón rojo del teléfono y hablo – descuida Karin a ellas no hace falta que las anuncies-

Soltó el botón y fijo su vista en la mujer que tenia enfrente parada a un lado del escritorio- que hacen aquí? – interrogo

-hijo ya te has olvidado que hoy iríamos a comprar las ultimas cosas que le faltan a Videl para el jardín de infantes? – La mujer sonrió con dulzura – deja de tanto trabajar y vamos-

- lo había olvidado- se excuso él – deja que firme unos papeles y vamos-

La pequeña llamo la atención de Sasuke tomándolo del rostro con sus pequeñas manitos – papi quedo la motila de la dotora juhete- aun muchas palabras no las pronunciaba bien, pero un padre siempre entendía el lenguaje de un hijo.

-si mi princesa quiere la mochila de la doctora juguete la tendrá- le dedico una sonrisa dulce a su hija.

Normalmente él era un ser que no demostraba sus sentimientos, jamás dejaba mostrarse débil, pero cuando se trataba de su niña todo era diferente.

Sakura Haruno una joven de 23 años, tez nívea y tan fina como la porcelana, su cabello de un tono rosado lo llevaba largo hasta la cintura, en su rostro brillaban dos hermosos jades.

Mientras estaba recostada en su cama acariciando los cabellos castaños de la persona con la cual dormía se iba adentrando en recuerdos, de como su vida había cambiado.

A los 18 años estando en el primer año de la carrera de medicina fue que lo conoció, él iba un año más que ella en la misma carrera, varias veces lo había cruzado saliendo de un curso y en la cafetería. Su amiga Ino Yamanaka siempre le reprochaba el por que no iba a hablarle, pues como si fuera algo fácil, cada vez que lo veía su voz se perdía, las manos comenzaban a sudarle.

Lo único que logro saber de él fue su nombre, Shaoran Kinomoto , ese joven castaño de ojos azules, muy atractivo era el que le quitaba el sueño a la peli rosa, jamás seria capaz de hablarle, solo podía observarlo y amarlo en silencio, y eso fue lo que hizo durante casi un año.

-almorzamos juntas no?- le interrogo su mejor amiga

-si como siempre cerda – le sonrió.

-frentona – dijo antes de marcharse a su clase la rubia.

Ella siguió caminando hacia su curso, siempre llegaba temprano, justo a la hora que la clase anterior se retiraba así podía aprovechar y verlo aunque sea por unos segundos.

Al llegar al salón él ya no estaba, los últimos alumnos terminaban de abandonar el curso, suspiro frustrada por no haberlo visto y entro una vez que todos se marcharon.

Se dirigió al mismo asiento que siempre, al llegar noto que alguien se había olvidado sus apuntes, los tomo y leyó a quien pertenecían.

-son de…-susurro

-disculpa eso es mio – oyó detrás de ella una voz de un hombre, sabia que era él, esos eran sus apuntes.

Volteo nerviosa a verlo y no pudo mantener la mirada en esos bellos ojos azules así que fijo su vista al suelo completamente apenada.

-ten…-dijo en un hilo de voz poniéndose aun mas roja

-gracias..- menciono el castaño sonriendo con dulzura por la actitud de la joven.- te gustaría almorzar conmigo? – soltó de una vez el chico, su personalidad era muy directa y sincera.

-que? – los ojos de la peli rosa se pusieron del tamaño de dos platos. Acaso había escuchado bien?, Shaoran Kinomoto la había invitado a almorzar?

-que si quieres almorzar?, quisiera conocerte mas, saber mas que solo tu nombre-

-mi que? – cada vez se sorprendía mas.

-hace tiempo que te observo Sakura, escuche tu nombre cuando hablabas con tu amiga la rubia- confeso algo apenado.

Una sonrisa se marco en sus labios, él sabia su nombre y estaba interesado en ella, si eso era un sueño no quería que la despertaran.

-y que dices? Almorzamos? –

-claro, me encantaría…Shaoran…-menciono tímidamente

Shaoran sonrió de costado, al parecer ella también lo había estado observando.

Con 21 años el castaño estaba por comenzar con su primer año de residencia en el hospital de Konoha, la carrera de medicina era una de las mas largas. A la peli rosa aun le faltaba un año para hacer la residencia ya que era un año menor.

Llevaban dos años de novios, a pesar que la familia de él no querían a la oji jade, la familia Kinomoto era de clase alta, para ser más exacto eran millonarios, y no toleraban la idea de que Shaoran se halla enamorado de una joven de clase media.

Sakura se hallaba en un parque cerca del hospital de Konoha, esperaba a que Shaoran se tomara un receso para ir a almorzar juntos. Su rostro se encontraba más feliz que de costumbre, su sonrisa enorme y sus ojos brillaban con intensidad.

Miro su celular, media hora de atraso llevaba el castaño, era normal que se atrasara por el trabajo en el hospital. Una hora trascurrió hasta que decidió marcharse a su casa ya que él no llego a la cita.

Estaba cansada y algo enojada, no había recibido ni un mensaje de parte de su novio para disculparse, se iba a acostar a dormir cuando sonó su celular.

-por fin – exclamo al ver en la pantalla el nombre de Shaoran – tendrás que recompensarme…- fue lo primero que dijo al atender.

- Sakura…- oyó del otro lado del teléfono la voz de una mujer – soy Tomoyo….- era la hermana de 16 años de Shaoran, a la peli rosa le pareció extraño que la llamara ya que no se llevaban bien.

-Tomoyo? A que se debe tu llamado?- pregunto intrigada.

-mis padres no quería que te enteraras pero no es justo que no lo sepas…- el tono de voz se fue quebrando- ya que mi hermano…- los sollozos se hacían cada vez mas fuertes -…ya que él te amaba….-

-sucedió algo con Shaoran?- los ojos jades comenzaron a llenarse de agua-no..no..no es cierto…-comenzó a soltar lagrimas mientras escuchaba a Tomoyo hablar.

Callo de rodillas al suelo, soltando el celular- no…shaoran…- soltó un grito desgarrador llorando a todo pulmón mientras se agarraba el corazón.

Una lagrima se escapo de sus ojos mientras recordaba todo, la limpio con el dorso de su mano, luego sus ojos se posaron en quien dormía a su lado y sonrió cariñosamente.

-shaoran…-hablo cálidamente – despierta mi amor hoy es tu primer día de Jardín de Infantes…-

ESPERO QUE LE HAYA GUSTADO, EN FACEBOOK EN LA CUENTA SKY HARUNO PONDRE LAS FOTOS DE SHAORAN HIJO Y PADRE, AYAME Y VIDEL.