La última batalla lo dejo completamente exhausto, enfrentándose a un shinobi experto en el uso de los espejos de hielo solo pudo sobrevivir gracias a un poder que aún no podía explicar del todo, solo derrotarla. Sin embargo el uso de aquel poder no fue gratuito, inmediatamente después cayó en un estado de inconciencia del que no salió hasta dos días después.

La batalla tuvo como ganador a los habitantes del país de las olas por sobre la compañía mafiosa de Gato con un poco de la ayuda de Zabuza en sus últimos momentos de esfuerzos. Tambaleante, el antiguo hombre de la aldea de la niebla se acercó Kakashi y le susurro algo al oído, para luego acercarse a su estudiante y único amigo Haku para poder morir juntos, aun sabiendo que el niño iría al cielo y él al infierno.

El desquiciante sonido de las gotas de agua chocando contra agua despertó a Naruto. Tambaleante y desorientado se levantó sobándose la frente, sentía como si miles de agujas se clavaran detrás de sus ojos. Asustado comenzó a caminar por aquella alcantarilla sin saber dónde ir pero algo guiaba sus pasos por los pasillos, se quedó boquiabierto al verse frente a los barrotes de una enorme reja con un sello negro en medio. Al acercarse un poco más un rugido proveniente del interior lo paralizo. Poco a poco detrás de las rejas se materializo la cabeza de un zorro color rojo que mostraba los dientes.

-¡voy a devorarte por atreverte a usar mi poder, mocoso!- la voz sobrenatural de la bestia hacía temblar las paredes de aquel lugar. –acercarte y se mi merienda.

-Quien… ¿Quién eres?- tartamudeo el rubio desconcertado.- ¿Dónde estoy?

-¿¡que quien soy?!- volvió a rugir, parecía insultado. –Yo soy el temido Kyubi, rey de los bijjus, el zorro de las nueve colas. ¿Qué dónde estamos? – Kyubi soltó una carcajada que paralizaron al rubio.- estamos en tu mente, pequeño trozo de carne. Este es el lugar donde eh vivido durante más de doce años. El cuarto hokage me encerró aquí luego de que me liberara y arrasara con la mitad de tu aldea.

Naruto se arrodillo llevándose ambas manos a la cabeza su jaquea iba en aumento y ahora parecía que alguien le estuviera clavando un kunai en el cerebro, una y otra vez. ¿Qué era lo que le estaba diciendo aquel monstruo? Si todo lo que decía era verdad explicaba por qué todos en la aldea lo odiaban y despreciaban. Pero porque el cuarto hokage, su héroe, lo encerró en su cuerpo y no el de otro niño que tuviera una familia que lo protegiera y lo amara. Levanto la vista mirando directamente a los ojos de Kyubi.

-¿Por qué me dices esto? ¿Por qué ahora?

-porque es la primera vez que puedo traerte a aquí. En tu pelea con el niño de los espejos estabas a punto de morir y usaste mi poder para ganarle, pero sin mi permiso. ¡Ahora te toca pagar por eso!- grito Kyubi. De las rejas salió disparado una garra en dirección al rubio listo para agarrarlo y destrozarlo. Naruto intento retroceder pero fue demasiado lento como para hacer algo más que solo cerrar los ojos. Pero antes de que la zarpa lo atrapara algo la detuvo. Contrariado Kyubi volvió a meterse dentro de su jaula.- Parece que aún no llego tu hora, pequeño trozo de carne. Vete.

Naruto estuvo a punto de hacerle caso cuando paró para mirar a su alrededor, claro que aquel ser iba a estar enojado había pasado doce años en aquel detestable lugar, así cualquiera seria poco amigable. Si ese lugar era su mente quizás podía cambiarla. Cerró los ojos y suspiro, intentando omitir el floreciente dolor de cabeza comenzó a imaginar un paisaje. Primero pensó en un rio que terminaba en una enorme cascada y luego lleno el lugar de árboles y distintos tipos de flores una más hermosa que la otra. En medio de todo aquel lugar aún se encontraba la enorme jaula con el biju en su interior. Intento hacer desaparecer la jaula pero fue en vano, algo mayor a él lo evitaba. Con un suspiro pensó en otra solución. Amplio la caja de metal hasta que esta cubriera por completo el paisaje y luego la volvió invisible.

Durante un momento espero que el zorro gigante se abalanzara sobre él y lo devorara pero este parecía mirar el lugar a su alrededor para luego posar su mirada sobre él, claramente sorprendido.

-¿Por qué? –interrogo en un tono de voz más amigable.

-supongo que yo también estaría malhumorado si me encontrara en una celda dentro de una alcantarilla. Tómalo como una forma de agradecimiento por haberme prestado tu poder para sobrevivir. –Elevo la mirada al cielo.- no entiendo porque pero no puedo borrar la celda solo agrandarla y volverla invisible.

-¿Por qué me tratas bien? Es por mi causa que todos te odian. –volvió a preguntar Kyubi, cada vez más extrañado por el comportamiento de su carcelero.

-no fue tu elección quedar encerrado dentro de mi como no fue mi elección ser tu carcelero. Estamos metidos en esto junto, será mejor que nos empecemos a llevar bien.

-eso lo veo difícil. –El zorro movió su cabeza admirando el paisaje.- pero gracias, pequeño trozo de carne.

-de nada, gigante bola de felpa- dijo el rubio con una sonrisa en sus labios. Tras lo cual comenzó a desaparecer del lugar.

Lentamente abrió los ojos y observo que se encontraba en una de las habitaciones de la casa de Tazuna. Tambaleante se levantó y camino hacia el baño que quedaba contiguo con la habitación. Aun sentía una gran jaquea por lo que al mirarse al espejo primero no noto nada, pero luego casi soltó un grito de miedo. Sus ojos habían cambiado de forma drástica.

Pasaron del hermoso color azul del mar a un verde fuerte y fosforescente casi toxico, en medio de ellos un triángulo rojo encerraba sus pupilas. Por un momento pensó que se encontraba soñando pero tras varias veces de juntar agua con sus manos y lanzársela a la cara descubrió que no era así.

-"Cálmate que te va a dar un ataque"- la voz de su inquilino razono en toda su mente haciendo que se sobresaltara. -"Si, no sé muy bien porque ahora puedo hablar contigo, quizás se deba a que ampliaste mi zona de movimiento. Pero escucha, vuelve a la cama presiento que están por llegar tus molestos compañeros y no es recomendable que vean tus ojos así al menos no aun. Mantén todo el tiempo tus ojos cerrado, invéntate una excusa. Cuando todos se vayan pide hablar en privado con tu maestro, el tuerto ese que no me acuerdo como se llama, estoy seguro que el té ayudara con este nuevo problema."

-¿Por qué tengo que hacerte caso? Hasta hace un momento intentaste matarme- pregunto el Uzumaki, en voz alta.

-"solo obedéceme, y deja de hablar en voz alta que estoy en tu mente, quien te escuchara pensaría que eres un loco, aparte de idiota"- tras unos segundos prosiguió-"si quieres decirme algo, que te recomiendo que sean pocas e importantes cosas piensa en comunicarte conmigo y luego di mental mente lo que quieras. ¿Sabes pensar verdad?"

-"no lo se déjame intentarlo. Había una vez un gigante felpudo con ocho colas de más y un humor de menopaúsica. Si, se pensar." –tras reír mentalmente obedeció al zorro volvió a acostarse, justo a tiempo pues como vaticino Kyubi al instante llegaron sus compañeros.

Sasuke se mostraba herido pero en mucho mejor estado que el rubio, caminaba lento con la misma actitud de arrogante de siempre, Kakashi al igual que su alumno hacia grandes esfuerzos por caminar sin caer en el intento pero Sakura que era la más sana de ellos se encontraba a su lado sirviéndole de muleta.

-¡hasta que te despiertas baka!- chillo Sakura aunque en su voz denotaba alegría.

-Pensamos que no la contarías.- corroboro Sasuke.

-se necesita más que un par de espejos para ganarme, teme. –replico el Uzumaki.

-¿te sientes bien Naruto? ¿Por qué no abres los ojos?- pregunto Kakashi que era el más espabilado del grupo.

-perfecto. Solo me encuentro demasiado cansado como para abrir los ojos.- murmuro.

-será mejor que te dejemos descansar. Vamos afuera. –Dijo Kakashi-

-¿kakashi sensei puedo hablar de algo en privado con usted?- pregunto dudoso el rubio.

-claro. –espero hasta que sus dos alumnos salieran de la habitación para luego cerrar la puerta tras de sí. – ¿Qué ocurre Naruto?

-esto.- giro su cabeza hacia él y luego abrió los ojos mostrando aquellos círculos verdes que descubrió hacia tan solo unos momentos.

-vaya…- murmuro lentamente Kakashi claramente sorprendido, era la primera vez en su vida que veía unos ojos así.- eso es nuevo.