Saludos chicos y chicas una vez más yo por aquí con un nuevo fic de WataMote la única diferencia es que este será un fic de varios capítulos, esperaba un poco para ver que tal reaccionaban ante mi otro fic pero esta idea estaba ahí y no tuve más opción que plasmarla.
Ahora pónganse cómodos y disfruten de este primer capítulo.
Advertencia: Contiene yuri e incesto, así que dejo a su criterio si continúan leyendo.
Watashi ga motenai no wa dō Kangaetemo Omaera ga Warui! no me pertenece le pertenece a Nico Tanigawa.
/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/
Capítulo 1: Así comenzó todo.
-Entonces Tomoko tienes que decidir Yuu o yo, pero quiero que sepas que yo te amo; antes de que tomes cualquier decisión.- decía Tomoki en frente de mí con una cara que reflejaba desesperación.
-Mokocchi tú no puedes tener una relación con tu hermano, eso está simplemente mal. Bueno tal vez que tengas una relación conmigo está mal también pero él es tu hermano es incorrecto no importa de qué lado lo mires.- continuaba Yuu mientras me veía de forma parecida a la de Tomoki.
Como llegue a esta situación que es lo que debo hacer, yo quiero a los dos de una manera muy especial pero…
-Por favor tienes que tomar una decisión ya.- dijeron los dos al mismo tiempo.
En ese momento todo se volvió oscuro y pude sentir como me desplomaba hacia el suelo, siendo detenida por Tomoki con una mirada de preocupación que jamás había visto. Eso fue lo último que vi en ese momento.
Cuando me desperté me encontraba en la cama de mi habitación, el sol comenzaba a ponerse y tenía un dolor de cabeza impresionante.
-Porque me tienen que pasar estas cosas a mí, yo solo quería llevar una vida de preparatoria normal; pero parece que Dios disfruta de poner piedras en mi camino.- reproche para mí misma.
Todo empezó ese día, quien diría que algo que me alegro tanto en aquel momento me iba a traer tantos conflictos en este momento.
Me encontraba muy tranquila navegando por la red en la computadora, cuando de pronto sentí que algo vibraba en mi bolsillo, la única persona que podía estarme llamando era Yuu-chan y nadie más. Yo muy feliz por tener un poco de contacto humano con alguien que no fuera de la familia conteste inmediatamente.
-Hola, Yuu-chan ¿Cómo te encuentras?- conteste de manera animada.
-Mokocchi, tenía bastante tiempo que no hablábamos.- respondió ella de la misma manera que yo.
-Así es me alegra que podamos hablar al menos por teléfono, pensé que ya me habías olvidado.- continúe fingiendo tristeza.
-Yo nunca te haría eso y lo sabes perfectamente.- respondió de forma molesta.
-Era una broma Yuu-chan, no tienes por qué enojarte.- dije mientras reía un poco.
-En fin el motivo por el que te llame es para darte una noticia muy importante.- hablo Yuu cambiando de humor drásticamente.
-¿Noticia? ¿Qué pasa?- conteste intrigada.
-Bueno lo que te quería decir es que a partir del próximo ciclo escolar…- hizo una pausa antes de continuar.
-Yuu-chan no me dejes con esta duda continua por favor.- respondí desesperada.
-Bueno a partir del próximo año escolar iré a la misma escuela que tu.- finalizo Yuu del otro lado de la línea.
Increíble a partir del próximo año escolar ya no estaré sola, tal vez si me ven continuamente con Yuu-chan al fin sea popular. Después de todo este tiempo al fin mi suerte cambiara.
-Yuu-chan dime que no estas bromeando.- exclame animada al teléfono con unas cuantas lágrimas en los ojos.
-Yo no juego con estas cosas.- contesto Yuu amablemente.
-¿Pero porque? Según lo que me contabas estabas muy bien en tu escuela actual.- dije intrigada.
-Pues esa es una larga historia, la cuestión es que había cierta tensión con varios de mis compañeros y a mi madre le pareció que no estaba bien que continuara en esa escuela; cosa con la que estuve de acuerdo.- continuo mi única amiga.
-Pero, ¿Qué pasara con tu novio?- continúe con el interrogatorio.
-Bueno, eso es otra historia que te contare más adelante.- dijo Yuu con un humor evidentemente triste.
-Mokocchi, me tengo que ir nos veremos pronto en la escuela.- dijo ella mientras cortaba nuestra llamada.
Estoy tan emocionada, al fin tendré alguien con quien hablar en la preparatoria, me abrase a mí misma en ese momento viendo hacia el techo con una sonrisa en el rostro. Necesito contarle esto a alguien tal vez así me tranquilice un poco, pero a quien le cuento. En ese momento comencé a caminar sin ninguna dirección en específico y sin darme cuenta termine en frente de la habitación de Tomoki, por lo que decidí que sería el a quien le contaría.
Como era mi costumbre abrí la puerta sin tocar y entre en su cuarto encontrándolo viendo un partido de fútbol por la televisión.
-Hola hermanito.- le hable de forma animada.
-¿Por qué entraste sin permiso?- contesto el de forma muy fría.
-Quería hablar un poco contigo.- respondí mientras me sentaba en el suelo.
-Pensé que estas conversaciones se habían acabado desde hace tiempo.- continuo Tomoki sin verme a la cara.
-Vamos hermanito préstame un poco de atención.- dije mientras fingía que comenzaba a llorar.
-Está bien, ¿Qué es lo que quieres?- agrego dándome al fin la cara.
Sentía que había logrado ganar una partida muy difícil de algún juego, el que Tomoki no me ignorara era un logro bastante mayor para mí.
-Esto me tiene muy contenta, Yuu-chan y yo iremos a la misma escuela a partir del próximo ciclo escolar.
-En realidad Yuu, tu y yo iremos a la misma escuela a partir de entonces.- me dijo el sin darle importancia.
-¿En serio?, ¿Tu no querías ir a otra escuela.- pregunte de forma natural.
-Pues así era pero mamá insistió en que entrara a la misma escuela que tú, porque así no me sentiría solo. Y muchas tonterías más que no recuerdo en este momento. Por lo que no me quedo más remedio que aceptar.- continuo Tomoki molesto.
-Que bien hermanito así ya nos podremos ver más.- respondí con una sonrisa, notando que el volvía a ignorarme.
-Así es, ¿tienes algo más que decirme?- pregunto sin prestarme demasiada atención.
-No, eso era todo. Nos vemos hermanito.- conteste mientras me ponía de pie y me dirigía hacia la puerta.
-Lo que digas.- finalizo el mientras cerraba la puerta cuando salí.
Los días pasaron rápido y cuando me di cuenta ya estaba en el último día de Marzo, pronto volvería a la escuela pero dejaría de ser la chica que siempre está sola, tal vez al fin seria popular.
-Tomoko-chan eres muy bonita, se mi novia por favor.- me decía un chico castaño bastante guapo.
-No lo sé, apenas y hemos hablado como para que tú quieras tener una relación formal conmigo.- conteste con un sonrojo evidente en mi rosto.
-Tomoko-chan yo ya no puedo vivir sin ti.- continuo el muchacho mientras se abalanzaba sobre mí y me arrancaba la blusa.
-Que estás haciendo.- reclame mientras el besaba mi cuerpo.
-¡TOMOKO! ¡TOMOKO!- exclamo mi hermano sacándome de mi fantasía.
-Otra vez distraída, en fin solo vine a pedirte algunos juegos; ya que me encuentro bastante aburrido.- hablaba mi hermanito mientras se agachaba y tomaba varios juegos del estante.
Yo intentaba volver a mi fantasía en donde la había dejado sin darle mayor importancia a lo que hacía Tomoki; pero cuando al fin lo logre el chico que me besaba no era ese apuesto chico castaño, si no que era Tomoki. Ese pensamiento me perturbo y tuve que ir corriendo hacia el baño para vomitar, pero ¿Por qué había imaginado a Tomoki haciéndome esas cosas? Cada que lo recordaba el asco volvía a mí, así que trate de distraerme viendo algún anime, teniendo éxito en el intento; Tomoki despareció de mi mente en cuanto empecé a ver a esos personajes animados que tanto me gustaban.
Pasaron horas y cuando me di cuenta ya era de madrugada por lo que decidí apagar el ordenador e ir a la cama. Pero sin que yo lo pudiera evitar mi mente me trajo otra vez aquellas escenas con mi hermano menor, sin embargo esta vez no me produjeron asco, con esto en la cabeza me quede dormida sin darme cuenta.
Al día siguiente de alguna manera desperté en el suelo bastante adolorida, de esa manera me levante y maldije mil veces que durmiera de manera tan rara pues no era la primera vez que esto me pasaba. Me dirigí al baño para lavarme la cara y en el pasillo me encontré con Tomoki quien vio que me sobaba la espalda.
-Déjame adivinar, volviste a amanecer en el suelo.- me dijo con tono burlón.
-Eso no es tu asunto.- respondí molesta mientras lo empujaba ligeramente con el hombro siguiendo mi camino.
Cuando finalmente entre al baño lo primero que hice fue mirarme al espejo viendo lo desordenado que estaba mi cabello, no es que como que me lo arreglara mucho pero esto era demasiado. Por lo que tome un cepillo y lo pase rápidamente por mi cabeza, acomodando varios mechones de pelo rápidamente.
Al poco tiempo mi pelo tenía su estilo habitual, como de costumbre un flequillo me tapaba el ojo derecho pero a pesar de todo esa era la forma en la que gustaba tener mi cabello. Finalizando lo que hacía en el baño finalmente baje a desayunar y lo primero que vi fue a mi madre.
-Buenos días Tomoko, ¿Qué tal dormiste?- me dijo amablemente.
-Buenos días, no dormí muy bien.- respondí adolorida.
-Volviste a despertar en el suelo, ¿verdad?- cuestiono mi madre mientras reía ligeramente.
-Si.- finalice tajantemente mientras comenzaba a desayunar.
-No tienes remedio Tomoko.- dijo ella mientras se dirigía a la cocina, con una sonrisa en el rostro.
Yo me encontraba un poco molesta por la mala noche que había pasado y maldecía a todo lo que estaba a mi alcance cuando de pronto….
-¿Mamá que día es hoy?- cuestione ya sabiendo la respuesta previamente.
-Es domingo, ¿Por qué la pregunta?- respondió ella descuidada.
Una sonrisa invadió mi rostro. Al día siguiente comenzaba mi segundo año en preparatoria y con Yuu-chan a mi lado nada puede salir mal. Que ansias tengo que llegue el día de mañana. Incluso olvide el ligero dolor de espalda que tenía por haber dormido en el suelo gran parte de la noche.
-Parece que te alegro saber que es domingo, ¿algún motivo en especial?- me pregunto mi madre viéndome a los ojos.
-Simplemente me da gusto que mañana comienza mi segundo año en la preparatoria.- respondí de forma rápida.
El día duro una eternidad para mí, pero finalmente llegaba la hora de dormir, solo un poco más y volvería a la escuela; pero no como la chica solitaria de siempre tendría a una amiga junto a mí. Las ansias no me dejaban dormir solo veía las horas pasar, continuaba acostada mirando hacia el techo. Pero de pronto se me ocurrió revisar mi teléfono y para mi sorpresa había un mensaje de Yuu-chan en él.
-Espero con ansias verte mañana Mokocchi.- se leía en la pantalla de mi celular.
Con esto simplemente cerré los ojos con una sonrisa en mi rostro y en algún momento el sueño me venció.
Finalmente el día que tanto he esperado está aquí, no puedo esperar para llegar a la escuela, esto es tan nuevo, tan diferente y a la vez tan agradable.
Sin notarlo caminaba hacia el comedor aún era muy temprano, pero yo decidí que hoy me iría rápido por lo cual decidí omitir el desayuno aún bajo los reproches de mi madre que muy a su pesar me daba el almuerzo y me deseaba suerte. Comenzaba a aproximarme a la puerta cuando alguien me interrumpió.
-Hermana, yo iré contigo por ser el primer día.- me decía mi hermanito a mi espalda mientras me tomaba por el hombro.
-Bien como gustes.- respondí un poco molesta.
-Que les vaya muy bien en su primer día.- exclamo mi madre mientras movía su brazo como señal de despedida.
Comencé a caminar bastante a prisa, hasta que note lo bien que se veía Tomoki en el uniforme de la escuela, mi mente me comenzó a bombardear con pensamientos no muy comunes entre hermanos nuevamente, causando que se me revolviera el estómago. Aun no entendía porque mi cerebro me traicionaba con esa clase de pensamientos, definitivamente eso no era normal.
-De pronto te pusiste pálida, ¿te encuentras bien?- cuestiono Tomoki mientras me veía con preocupación.
-Solo me mare un poco, pero nada importante.- respondí de forma casi automática.
-¿Segura?, si no te puedo llevar de regreso a casa ahora.- me sugirió mi hermano mostrando interés en mí. Cosa que era bastante rara.
-Si no pasa nada, enseguida se me quita.- continúe mientras seguía caminado.
Mi mente simplemente era ocupada por todo lo que podría hacer a partir de ahora con Yuu-chan todo cambiaria pero cambiaria para bien, cosa que inmediatamente mejoro mi ánimo de forma considerable, esas charlas sobre qué personaje de anime es el más guapo o ¿Dragon Ball Z o Naruto? Extrañaba bastante a Yuu y saber que nuevamente la vería todos los días bastaba para que sonriera como estúpida.
A los pocos minutos yo y mi hermano nos encontrábamos frente a la entrada principal de la escuela. Aun no llegaban muchos alumnos así que las instalaciones se veían bastante vacías, no como generalmente estaban con esas zorras hablando de chicos o esos estúpidos que solo hablan de cosas sin sentido.
-Bueno hermanito los salones de primero están por allá.- dije mientras señalaba un edificio a la izquierda.
-Gracias.- contesto mientras comenzaba a caminar hacia el lugar que le había indicado.
-Nos vemos más tarde, hermanito.- hable amablemente mientras le dedicaba una sonrisa y tomaba mi propio rumbo.
Sin más camine rápidamente para llegar a los salones de segundo, estaba algo nerviosa porque tal vez Yuu no esté en mi grupo pero de todas maneras continúe mi camino.
-Kuroki-san, buenos días.- dijo una chica a mi espalda.
Cuando voltee para encararla vi que era una chica con cabello castaño que le llegaba cerca del hombro y que vestía un chaleco rosa y la falda de la escuela.
-B-buenos di-días.- conteste con dificultad.
-Te dirigías a ver en qué grupo fuiste asignada, ¿verdad?- pregunto ella amablemente.
-S-si as-i es.- musite en un tono apenas audible.
-Bueno yo también voy para allá, así que te acompañare.- continuo mientras se ponía junto a mí
-Está bien.- logre decir más fluidamente mientras continuaba caminando.
Caminamos por unos cuantos segundos hasta que llegamos frente a un tablón de madera que tenía varias hojas de papel con listas de grupos engrapadas. Inmediatamente comencé a buscar entre las listas de segundo cuando fui interrumpida por la chica.
-Kuroki-san, estamos en el mismo grupo.- me comento la chica alegre.
-Parece que seremos los mismos que el año pasado exceptuando a esta chica Naruse Yuu, que se incorporara a nuestro grupo también.- continuo la chica.
-Yuu-chan.- dije en un tono bajo pero aparentemente fui escuchada por mi compañera.
-¿Yuu-chan? ¿Acaso la conoces Kuroki-san?- me pregunto la chica intrigada.
-E-esto si l-la conozco. Íbamos a la misma secundaria juntas.- conteste lo mejor que pude.
-Por cierto, por si no me recuerdas me llamo Hina Nemoto, espero que este año nos llevemos bien Kuroki-san.- agrego ella con un tono molesto.
-C-claro espero q-que nos llevemos bien.- respondí nerviosa.
Me pregunto porque esta zorra está siendo tan amable de pronto, en primer año nunca se molestó en hablarme, ¿Por qué lo está haciendo ahora? Algo debe traer entre manos.
-Kuroki-san veamos que asientos tenemos en el salón.- sugirió Nemoto mientras me tomaba la mano y comenzaba a caminar hacia el salón.
Íbamos con rumbo hacia el salón cuando cerca de él vi a una chica rubia que se me hacía conocida, viéndola más de cerca note que era Yuu. Por lo que me solté del agarre de la castaña y corrí hacia ella.
-¡Yuu-chan!- exclame mientras corría hacia ella.
-Mokocchi, que gusto verte otra vez.- respondió Yuu mientras se acercaba a mí.
Continúe corriendo cada vez estaba más cerca de ella, prácticamente podía tocarla. Cuando de pronto sentí que tropezaba y me precipitaba hacia el suelo, esperaba sentir el golpe pero no caí completamente, si no que mi cara aterrizo en algo suave que no podía identificar del todo. Sentí las manos de alguien que me sostenía, dirigí mi mirada al frente y me di cuenta de que había aterrizado sobre los senos de Yuu. Inmediatamente me separe con un sonrojo notable para ver que Yuu reía divertida.
-Mokocchi tu no cambias.- dijo la chica divertida mientras me abrazaba.
-Lo siento Yuu-chan no era mi intención hacer eso.- respondí apenada bajando el rostro para que Yuu no pudiera ver mi sonrojo.
Inmediatamente escuche pasos detrás de nosotras y vi que Hina venía con mucha preocupación hacia donde nos encontrábamos Yuu y yo.
-Kuroki-san, ¿te encuentras bien?- cuestiono la castaña mientras me veía de pies a cabeza.
-S-si me encuentro b-bien, gra-gracias por preocuparte.- respondí intrigada por el repentino interés de mi compañera de clase.
-Me llamo Nemoto Hina, es un gusto.- dijo la castaña en dirección a Yuu-chan.
-Yo soy Naruse Yuu, es un placer Nemoto-san.- respondió mi amiga a la castaña.
Así las tres nos dirigimos hacia el salón para poder finalmente ver en que sillas habíamos sido asignadas, Yuu y yo íbamos hablando sobre los viejos tiempos en la secundaria, mientras que Nemoto solo nos miraba con interés.
Finalmente llegamos al salón y la primera en acercarse a la hoja de los asientos fue Nemoto. Algo en ella me hacía sentir desconfianza, pero decidí ignorar ese sentimiento y simplemente esperar para ver lo que la castaña anunciaría.
-Chicas vamos a tener asientos muy cercanos.- dijo Nemoto entusiasmada.
Al oír esto me acerque a la hoja y pude ver que una vez más estaría sentada en la última fila junto a la ventana, Yuu-chan estaría a mi lado y Nemoto estaría en frente de mí. El hecho de que Yuu este junto a mí me agrada, pero no me agrada tanto que estemos tan cerca de Nemoto.
Con esto entramos al salón y tomamos nuestros lugares, note que Yuu llamaba bastante la atención y me pareció que era normal, ya que ella si lucia femenina a diferencia de mí. Aunque eso puede ser algo bueno como había pensado ser amiga de Yuu puede hacer que mi popularidad se dispare en poco tiempo. A veces es bueno tener una amiga zorra como Yuu.
Las clases se fueron rápidamente, por una parte estaba feliz de que la escuela hubiera terminado pero por otra me molestaba que tendría que esperar hasta el día siguiente para volver a ver a Yuu, eso sin contar con las constantes molestias de Nemoto Hina, definitivamente debo ir con cuidado con esa zorra, no dejare que me quite a Yuu-chan.
-Mokocchi, ¿te parecería bien si vamos por un café?- me pregunto Yuu amablemente.
-Claro, vamos.- respondí entusiasmada.
-Van a ir a tomar café, ¿puedo ir?- cuestiono la molesta Nemoto.
-Por mí no hay problema Nemoto-san, ¿tú que dices Mokocchi?- me dijo Yuu.
Por supuesto que no estaba de acuerdo en que Nemoto fuera pero si lo expresaba así sin más podría ser contraproducente, por lo que a mi pesar estuve de acuerdo.
Llegamos al café y pasamos bastante tiempo hablando cualquier cosa, con las intromisiones de la castaña en los momentos menos indicadas. ¿Qué ella no tenía amigos? ¿Por qué de pronto el interés en socializar conmigo?
-Nemoto-san, disculpa la molestia pero hay algo que debo hablar con Mokocchi a solas, ¿nos podrías dejar un momento?- le dijo Yuu amablemente a la intrusa.
-Claro, en un momento regreso.- contesto la castaña con una sonrisa.
Tan solo vi a la chica del chaleco rosa alejarse y en ese momento me sentí tan aliviada, esa molestia de chica se había ido al menos un momento.
Inmediatamente voltee hacia donde estaba Yuu-chan, y vi que su cara había cambiado aun semblante triste.
-Mokocchi, te contare por qué deje mi escuela anterior.- dijo Yuu con tristeza.
-Está bien.- fue lo único que pude contestar.
-Bueno lo que paso fue…- comenzaba a hablar mi rubia amiga.
Lo que me dijo me dejo boqui-abierta como era posible que algo así pasara, ¿Por qué no estuve yo ahí para apoyarla?, eso ya no importa a partir de este momento estaré ahí para ella.
Continuara...
/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/
Bueno pues aquí termina el primer capítulo. Como se habrán dado cuenta lo escribí desde el punto de vista de Tomoko, si notan errores les pido que me disculpen esta es la primera vez que intento escribir de esta manera. Y pues nada espero que les haya gustado.
Si quieren que continúe, o quieren insultarme por lo mal que escribo o cualquier otra cosa son bienvenidos hacerlo.
Bueno espero que les haya gustado y nos vemos la próxima.
