NCIS no me pertenece. Nunca lo hará. Escribo sin fines de lucro.


Amalgama


1. Contrapunto.
contraste entre dos o más cosas.


Esa era quizás la mayor diferencia entre Tony y Abby: la forma en la que se instalaron en su vida.

Ella aterrizó delante de sus ojos, metafóricamente. Recordaba vívidamente el sonido de sus pasos cuando se cruzaron la primera vez. Abby era un torbellino imparable, rebotando en la habitación sobre sus tacones cuando tropezó delante de él en los pasillos de la agencia. Y era vistosa, inusual, como una mariposa azul que se posa en una flor blanca, difícil dejar de admirar, de espantar. Se impuso, porque a Abigail, no, a Abby le gustaba que las cosas se hiciesen de determinada manera —como a él, como a Shannon— y él la dejó hacer, sin quejas… Porque ella no iba a marcharse hasta desearlo, por su propio pie.

Y fue agradable un desafío, el aire fresco que respiraba cuando estaba con ella. Él se adaptó a sus imposiciones, saltándose sus propios muros para compartir su presencia y calidez, su luz. Sí, porque Abby iluminó sus días desde que la dejó entrar en su vida. Y, por eso, estaba agradecido.

DiNozzo, por otro lado, no había sido más que un cachorro abandonado, herido —tan herido que aprendió a ocultar las cicatrices demasiado bien— y lo miró con ojos grandes, deseoso de aprobación y cuidado, desesperado por sentirse anclado a la realidad. Lo había derribado, literalmente, y Gibbs se había encontrado mirando más allá de la superficie cuando se conocieron, intrigado. Y recordaba que, al final, lo había llevado a NCIS mediante una engañosa propuesta. Tony se deslizó en su vida, haciéndose notar, demandando atención pero entregándole una devoción ciega que jamás había esperado obtener a cambio de tan poco. Y Gibbs lo vio arrastrándose en busca de amor, dudando sobre su propia bienvenida y se preguntó —una y mil veces— que podía hacer para modificar eso.

Tony, que era exasperante en su peor día, tolerable en el mejor, también era compañía y seguridad, esperanza. Era lealtad desmedida y orgullo, era un sonido de fondo, relajante y tranquilizador.

Gibbs había perdido muchas cosas en su vida, demasiadas, pero se alegraba de saber que aún había cosas que necesitaba conservar, personas que lo necesitaban a él, a su vez. Y se encargaría de que fuese así durante todo el tiempo que pudiese.


Conjunto de drabbles y viñetas (las dos cosas, probablemente) referidos a varios personajes de esta serie que empecé a ver muy tarde (¡van ya por la temporada 12, OMG!) pero que disfruto mucho.