Hola!
Una idea que se me ocurrió en un momento de inutilidad en perdido de Percy Jackson y la batalla del laberinto.
Annabeth lloraba, sin que nadie fuese capaz de consolarla.
Se encontraba hecho un ovillo junto a su cama, toda destrozada. Los recuerdos la inundaban una y otra vez, como si fuese una marea.
Marea.
Percy.
Annabeth bufo, extenuada. A pesar de intentarlo, todo le recordaba a él. Sus sesos de alga.
Sus labios aun quemaban, por aquel único beso compartido entre ellos. El primero y el último. Ni siquiera Luke le había hecho sentir así.
Lo maldijo, por arrebatárselo.
Y después, se maldijo a sí misma, por querer ignorar que la falta en si había sido suya.
Toda suya.
Las sombras se rebozaban de su dolor, y eso la hacía sentir aún más miserable.
¿Por qué lo había dejado? ¿Por qué?
¿Qué tan ilusa había sido, creyendo que él era invencible?
Debió de haberse quedado ahí, y morir heroicamente junto a él.
Porque él lo habría hecho por ella.
Y ella no hizo nada por él.
Nada, justo lo que sentía ahora su corazón.
Comentarios, criticas, insultos, todos son recibidos.
